Yoongi miraba a Jimin él cuál lo había llevado a la enfermería, cuando el omega despertó vio al pálido el cual lo miraba sin decir nada, Jimin se levantó de golpe y se alejó un poco de este.

—Tranquilo. —hablo de manera suave. —todo está bien.

—¿Yoongi? —le pregunto dudoso.

—Si lo soy. —respondió. —¿No te duele nada?

—Me duele la cabeza. —lo vio.

—Se debe a que tuviste una convulsión. —le acomodó el cabello.

—Había un chico. —mencionó Jimin. —él era idéntico y a la vez diferente a ti.

—Él es Woozy. —apartó la mirada. —es un familiar mío.

—Él me miraba con odio. —dijo Jimin. —lo hacía como si yo le hubiera hecho algo malo.

—Debió confundirte con alguien más. —le acarició la mejilla.

—¿Por qué tú eres tan bueno conmigo? —preguntó Jimin. —es decir me regalas tu libro muy costoso y ahora me trajiste a la enfermería.

Yoongi lo vio y cuando iba a hablar la cortina se movió dejando ver al castaño el cual le hizo señas al pálido para que lo siguiera porque debía de hablar con este. Jimin solo sintió como Yoongi le daba un beso en la frente y salió con el chico para hablar un rato y luego volvería donde Jimin, no podía quitarle la maldición en ese momento, ya que Jimin fue manipulado por un semidiós el cual al vivir en el Olimpo y por su sangre había obtenido habilidades de dios y eso era peligroso.

—¿Qué ocurre Taehyung? —le pregunto.

—Encontré lo que me pediste. —respondió.

—¿Y bien? —le dijo.

—Tu viejo templo dejó de existir hace mucho tiempo. —hablo. —pero tal parece que en París harán una subasta por una pequeña parte de tu estatua, que al parecer es solo un ojo.

—Es poco, pero me sirve. —dijo. —¿Crees que puedas entrar a la subasta?

—Hablas con el mejor comprador de subastas. —le sonrió. —ya puedes volver con tu omega, tendrás la parte muy pronto.

Yoongi asintió y volvió a entrar ahí vio al omega el cual miraba a la ventana la luz del sol entraba un poco y hacía que el omega se viera mucho más hermoso de lo que ya era. Jimin al sentir la mirada del alfa se giró y lo vio, pero gritó de dolor al sentir como unas visiones borrosas llegaron a su mente, en ella se miraba riendo con el alfa.

El pálido corrió rápidamente y lo tomó de las mejillas mientras miraba como le sangraba la nariz al omega y este estaba convulsionando, Yoongi cerró los ojos e hizo que el omega cayera en un sueño profundo para calmar ese dolor.

—Todo estará bien Jimin. —le beso la frente. —cuando te quite la maldición dejaré que tengas una vida feliz libre de dioses y libre de mí.

Cuando Jimin despertó se dio cuenta de que estaba en su habitación, él bajó las escaleras y vio a sus madres las cuales hablaban, pero al verlo se acercaron y lo abrazaron.

—Hijo nos diste un susto. —dijo la beta.

—¿Qué me pasó? —les pregunto.

—Te desmayaste. —respondió su otra madre. —un chico nos habló para informarnos de tu estado.