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Jimin estaba tranquilo hasta que escuchó un ruido, se levantó y se dio cuenta de que era el dios Hades el cual lo miraba de manera triste, el omega se acercó con mucho cuidado y lo tomó de las mejillas.

—¿Qué ocurre Hades? —le pregunto.

—Tengo que decirte algo importante. —contestó.

—¿Qué ocurre? —lo vio preocupado.

Yoongi quería decirle la verdad, pero su miedo era muy grande, no quería perder el único ser que lo quería.

—Tengo que irme cien años al inframundo. —le acarició la mejilla. —pero eso no significa que no te cuidaré.

—Te entiendo Hades. —le sonrió. —quiero decirte que ya tengo un alfa que me ama y me cuida mucho, tanto como lo haces tú.

—¿Y tú lo amas? —le pregunto.

—Si lo amo y siento que llegó a mi vida gracias a ti. —lo abrazo.

Yoongi cerró los ojos y también lo abrazó, le preguntaron si valía la pena dejar su vida de Dios por ese humano y Yoongi estaba seguro de que si lo valía, luego de una corta despedida Jimin vio como el dios se iba dejándolo solo. Al anochecer Yoongi llegó en su forma humana y vio a Jimin sentado fuera del templo esperándolo, al verse ambos sonrieron y entraron al templo, comieron de manera tranquila y luego miraron las estrellas.

—Mi familia está en contra de lo nuestro Jimin. —dijo Yoongi y Jimin lo vio. —pero renuncié a ella por ti.

—Yoongi. —se sorprendió el omega.

—Es la mejor decisión que pude haber tomado Jimin. —le beso la mano. —porque en todos mis años de vida jamás me había sentido tan libre como lo siento contigo.

Jimin lo abrazo y no dijo nada, Yoongi le beso la frente y luego se dieron un corto beso en los labios, mientras ellos disfrutaban del momento, en el Olimpo los dioses hablaban sobre el dios del inframundo el cual no apareció tal y como prometió.

—En verdad está enamorado de ese mortal. —dijo una diosa.

—Es el hijo de aquella mujer. —habló otro dios. —al que Hyuna maldijo.

—Así que es el niño maldito. —mencionó Namjoon. —eso significa que Yoongi solo ha sido hipnotizado por su belleza y no lo ama de verdad.

—El chico llama mucho la atención. —dijo una de las diosas más jóvenes. —incluso criaturas oscuras lo quieren tomar.

—Rose es claro que es por la maldición del chico. —la vio.

—¿En qué piensas Namjoon? —le pregunto Hoseok.

—En que dejaré que viva su burbuja de felicidad por un tiempo. —se levantó. —pero debe de entender que su lugar es aquí en el Olimpo y no jugando a ser un mortal con un omega maldito.

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