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Capítulo cinco:
Miedo al océano.
─¿Lo recuerdas?─ preguntó él mientras yo me sentaba a su lado en la orilla de la playa.
─¿Recordar qué?─ pregunté mirándolo y él sonrió.
─Cuando nos conocimos─ me miró.
─No me hagas recordar esa tragedia─ su sonrisa se borró y traté de arreglarlo─. No hablo del comienzo de nuestra amistad, tranquilo. Hablo de lo que pasó para que comenzara todo.
─Por un momento creí que ya no te gustaba estar a mi lado─ suspiró─. Me alivia saber que no.
Rodé los ojos.
─Nunca me dejará de gustar ser tu amiga─ me recosté en la arena─. Ni aunque me ofrezcan oro dejaría de serlo, ¿bien?─ asintió.
─Recuerdo que oí tus gritos cerca del lago─ empezó a hablar─. Entonces corrí para saber que pasaba y te vi, ahogándote en el.
─Teníamos ocho y nueve─ comenté.
─Y aún sin saber nadar, me tiré al lago por ti─ rió─. Tenía que hacerlo o ibas a morir, además estaba por entrar el invierno por lo que el agua era congelante. Te rescaté.
─Me llevaste a la orilla y me diste tu abrigo, que te lo habías sacado antes de entrar al lago.
─Y te pregunté si querías ser mi amiga, pero me miraste muy mal.
─Es que yo pensé: "¿cómo se atreve a preguntarme eso luego de que casi muero congelada?"─ reímos.
─Pero aceptaste─ asentí─. Supongo que valió la pena.
─Valió toda la pena del mundo─ sonrió.
Pero también hubo un grave error, que me gustaste.
Gilbert se paró y se quitó los zapatos para correr al agua. Está loco, estamos en otoño, casi invierno.
─¡Blythe!─ grité.
─¡Solo ven!─ gritó él mientras volteaba a verme.
Negué. A ver, si le tenía miedo a los lagos, imaginen el miedo que le tengo a la océano. Gilbert volvió hasta mi, agarró mi mano derecha para tironear de esta y arrastrarme hacia el agua. Intentaba soltarme, pero él era fuerte.
─Gilbert─ exclamé con miedo─. No.
─Estaremos solo en la orilla, tranquila.
Pude sentir el agua congelada entre mis pies y pequeñas olas que reventaban contra ellos. Gilbert estaba a mi lado mirando a algún lugar del mar, pero aún sostenía mi mano. Caminó un poco más, obligándome a hacer lo mismo.
Oh, me voy a manchar.
─Me matarán─ hablé cuando noté las puntas de mi vestido mojarse─. Me sacarán la cabeza, pero diré que es tu culpa y primero te la sacarán a ti, si me creen─ rió─. No es gracioso.
─Discúlpeme, princesa, ¿quiere que la cargue para que no moje su vestido?─ me encogí de hombros un poco sonrojada por el hecho de que me había llamado princesa, aunque de eso no tenga nada.
Me cargó y con mis brazos rodeé su cuello. Empezó a adentrarse más en el mar, tanto que el agua le daba por las rodillas, pero luego entró un poco más, mojando mi vestido y me empezaba a asustar.
─Me matarás por esto─ dijo─. Y la verdad que lo mereceré, pero tienes que saber que eres mi mejor amiga y te quiero mucho.
─¿Que?─ lo miré, su sonrisa era divertida y daba miedo.
─Adiós, querida Pauline─ me soltó y aguanté la respiración antes de caer al agua.
Me levanté rápidamente, mojada de pies a cabeza y muy enojada. Gilbert se sumergió y en unos segundos, lo vi en la orilla. Estaba sola, dentro del agua y con esta llegandome por la cintura.
─¡Nada hacia aquí!─ lo oí gritar.
Ese niño estaba loco y muerto.
Las olas empezaban a ser más altas, y eso me estaba dando mucho miedo. No sabía nadar, le tenía terror a los océanos... Hoy moriría.
─¡No sé...─ una gran ola me tapó y me arrastró a Dios-sabe-dónde.
Intenté ir a la superficie pero venía una ola tras otra y me tiraba nuevamente. Le grité a Gilbert, pero al hacerlo, un montón de agua me entró en la boca.
La historia se repetía, solo que en el océano y conociendo a Gilbert.
─¡Gi...─ otra ola me tapó, era más alta que yo y me arrastraba hacia todos lados.
Probablemente ya me encontraba en medio del océano. O tal vez no, pues sus manos se posaron en mi cintura y me llevo a la orilla. Me acostó en la arena y se interpuso en mi campo visual.
─¿Estas bien?─ preguntó él preocupado. Le pegué en la cabeza.
─Imbécil─ exclamé molesta─. Eres un estúpido, Blythe.
─Solo quería ayudarte─ se sentó a mi lado.
─¿Ayudando a morirme?─ me senté y lo miré mal─. Así no se ayuda a la gente.
─Quería que perdieras el miedo─ bajó su vista─. Lo siento, Line.
Mi mirada se ablandó, pero no dejaba de estar molesta. Me miró y rió.
─Nos van a cortar en pedazos─ comentó mientras agarraba un mechón de mi pelo que goteaba.
─Te culparé a ti─ me abrazó y eso me tomó por sorpresa─. ¿Por qué el abrazo?
─Porque a pesar de todas las cosas que hago mal contigo, me perdonas─ escondió su cabeza en el hueco de mi cuello.
─Siéntete orgulloso de eso, porque sólo a ti te perdono─ acepté el abrazo─. Te odio, Gilbert Blythe.
─Mientes─ me miró e intenté mantenerme seria─. Estás mintiendo. Tu me amas.
─Claro, bobo─ sonreí─. Vamos o se preocuparán.
•••
─Pauline y Gilbert─ exclamó mi madre furiosa.
─Por favor, que mi velorio sea colorido y no triste─ le susurré a mi hermana menor.
─Y que nos pongan en tumbas que estén una al lado de la otra─ le susurró Gilbert y miró a mi madre─. Es mi culpa, señora Roberts. Yo hice que Pauline se metiera al agua y nos caímos.
─Solo metimos los pies, lo juro, mamá─ dije─. Hasta los tobillos.
─¿Y cómo explican haberse mojado hasta el cabello?
─Vino una ola grande y nos tiró antes de que nos levantaramos─ intenté excusarnos.
─No se si creer─ habló ella─. Le tienes miedo a ese lugar.
─Él me ayudó a superar ese miedo─ miré a Gilbert y el me sonrió, pero mi madre nos miró con una sonrisa que expresaba ternura, o eso creo. Su cabeza estaba un poco inclinada a la izquierda y sus manos juntas frente a su nariz, como si rezara─. ¿Qué pasa, mamá?
─No, nada─ y se fue.
¿Quién entiende a esa mujer?
─Nos salvamos─ soltó Gilbert y suspiré asintiendo.
sé que muchas quedaron re wtf porque Pauline entró al agua estando en sus días, pero yo me basé eso en mi experiencia;
a mi se me cortaba cada vez que entraba al agua (aún se me corta), así que dije: supongo que no debo ser la única, así que no pasa nada si escribo esto ahora, y pues, aquí está Pauline entrando al agua en su período :)
sin más que decir, gracias por el apoyo, las amo 💞
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