Muchos hablan de amor sin saber lo que es realmente, jóvenes y llenos de sueños impresionados por las nuevas sensaciones que se presentan ante ellos no se dan cuenta de que amar no es sola esa inclinación hacia otra persona, que no es querer estar con ella, que no es ver en sus ojos el mundo… que no ven que amar es entregarse por completo, es necesitar al otro como nunca has anhelado nada en toda tu vida, que es que tu mundo acabe siendo la otra persona. Que ella se transforme en tu Universo.

         Ella era mi mundo, mi universo, y así también mi presente y futuro, el pasado  daba igual desde que la tenía conmigo y lo único que procesa mi mente es a ella.

Solo podía fijarme en la belleza de su rostro, el toque hipnótico de su voz, su sonrisa traviesa y su cuerpo incitándome a perderme en él. Perderme en él y hacerla mía, hacerme suyo; besar desde los dedos de sus pies hasta el último de sus cabellos, embriagarme con su piel y perderme en el calor de sexo, mordisquear y besar sus pechos firmes.

Y la hago mía mientras la primavera de nuestros corazones da lugar al verano en nuestros cuerpos; nos quemamos, me quema su tacto y le quema el mío , es el infierno de los puritanos y el cielo para mí que prefiero morir de calor antes que soltar sus caderas, antes que apartarme de su interior, promesa cumplida de a lo que realmente se refieren cuando hablan de encontrar a tu otra mitad… tal vez no deberíamos apartarnos jamás y ser siempre uno, y sin embargo la deseo demasiado, mis movimientos se aceleran y sus suspiros pasan a ser gemidos que inundan la habitación.

¡Es el infierno! Vuelvo a pensar, sus cabellos rojos hacen juego con él, pero no, sus gemidos y la sensación que me invade me dice que es el paraíso, que no puede ser el infierno y si lo es, qué agradable es estar en él. Sería sin dudarlo un segundo un pecador convencido.

Me araña, la aferro más a mí, sus uñas se clavan en mis caderas que siguen la carrera emprendida y acelerada por la necesidad de hacerla mía. Es anhelo, es necesidad, es brusco, es dulce, es rápido, es lento es ella y soy yo….y a la vez solo uno. Es amor, es la manifestación más pura y perfecta de él. Y es que no es solo placer, es algo más allá; es besar sus labios y sus cabellos cuando supuestamente todo ha acabado, es abrazarla para darle calor ahora que parece ha llegado el invierno como representación de la calma,  y así, la abrazo más fuerte, la atraigo con más fuerza hacia mí y en este abrazo volvemos a ser uno, y así volvemos a ser uno antes de dormir… y seguimos siendo uno al despertar.

Eso es amor.

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PD: XD En verdad subí este para que si alguien lee los anteriores no crea que tengo alguna clase de impulso suicida o fijación con la muerte jajaja