Enero del 1994

Soy Carla Lambert, hija del empresario de telecomunicaciones Thomas Lambert y Elena Robinson, ella antes de conocer a mi padre era reportera del New York Times, fue ahí donde se conocieron, mi madre paso a ser de una asalariada a ser la esposa de uno de los hombres más ricos de América y yo como su única hija tengo que cargar con ese peso y esa responsabilidad.

Tengo veintitrés años y estudio derecho en Yale, ya me queda poco tiempo para graduarme eso será en unos ocho meses ahora estoy de vacaciones en el Caribe con mi novio Raymond Steele. A Raymond lo conocí en mi primer año de universidad, pero de tener la relación de novios y amantes tres años. Hemos mantenido esta relación oculta ante el ojo público no porque no queramos; la razón es mi madre; ella ha querido emparejarme con un tipo que es socio de mi padre que también tiene su fortuna; pero la verdad es que Jack es un asno de hombre, se acuesta con cualquier mujer, en otras palabras, ser un mujeriego es su hobie favorito y ha dejado en claro muchas veces que no lo dejara.

Pero a mi madre eso no le importa, no es que la familia de Ray no tenga dinero; claro que lo tiene y hasta lazos sanguíneos con los Kennedy hay; pero eso no es lo que hace que lo ame; es su forma de tratarme, desde que me conoció me juro amor incondicional y lo ha cumplido a cabalidad.

Tenemos una semana de estar aquí y ha sido lo mejor que hemos podido hacer este inicio de año, hemos tenido sexo sin descanso por horas en la habitación, el día que llegamos pasamos tres días encerrados disfrutando de nuestros cuerpos, solo espero que el método anticonceptivo que uso me funcione, quiero tener hijos con Ray pero por ahora no, ya solo faltan meses para que nos graduemos; hemos planeado que el día de nuestra graduación organizaremos una cena para nuestras familias y anunciar nuestro compromiso y un mes después casarnos. Ya graduada no dependeré del dinero de mi padre. Ray me ha dicho que podría trabajar en el departamento legal de la empresa de su familia si mi padre no me quiere en la suya.

- ¿Qué piensas preciosa? -

-Pienso en los maravillosos días que hemos pasado y en que ya pronto nos vamos a graduar y así informarle a nuestros padres que pensamos casarnos-

-Pues no le des tantas vueltas, sabes que de antemano que tu madre se opondrá. No sé qué le ve a Jack. Si algún día tenemos una hija jamás permitiría que un hombre como él se acercara a ella. Los hijos no mercadería que uno la exhiba al mejor postor- Escuchar las palabras de Ray me hacen amarlo más cada día, mi teléfono suena en mi bolso, lo tomo y sin mirar respondo.

-Diga-

-Hija que manera de responder el móvil. Se más educada- Pongo lo ojos en blanco, el día paso de ser soleado y claro a gris y lluvioso.

- ¿Qué paso madre? - Pregunto, aunque sé de antemano que no es nada bueno, nunca llama para bien.

- ¿Dónde estás pasando vacaciones? - ¡Que mierda para que querrá saberlo!

- ¿Con que objetivo quieres saber dónde estoy pasando mis vacaciones madre? - Le pregunte indignada.

-Pues Jack quiere hacerte compañía y así conocerse mejor, hija- Esto es un descaro.

-Madre, dos cosas, no estoy en el país, dos estoy con mis compañeras de la universidad. Son vacaciones de chicas. Tres y cuatro no hay chicos y no quiero conocer a Jack. Ahora madre tengo que colgar- Corte la llamada sin esperar replica de la mujer que me dio la vida. Apague el móvil, sé de antemano que no dejará de insistir.

- ¿Qué hay con Jack? - Pregunta Ray.

-Bueno que mi madre quiere que él me acompañe para que nos conozcamos. Ya apagué el móvil así no tendré que responder a sus llamadas. Nana tiene mi otro móvil si surgiera una emergencia ella me llamará- Sajo el tema.

-Eso es bueno. Ahora vistámonos para ir a comer. Que tengo hambre. Me dejas exhausto- Sonrío él me deja peor.

-Ahora soy yo la culpable- Tomo la mano que me tiende para ir a ducharnos y cenar.

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Regresaba a mi pent-house feliz de las maravillosas vacaciones que había disfrutado con Ray, todavía me quedaba una semana de vacaciones, pero decidí regresar aquí y no a New York. No quiero lidiar con mi madre. Al llegar al aeropuerto recibí, muchos mensajes y llamadas perdidas de mi madre reclamándome no responder a sus llamadas. Esos eran lo momentos en que odiaba ser hija única. Si tuviese un hermano o hermana mi madre dejaría de fastidiar mi vida. Pero no es así, ya soy mayor y puedo tomar mis propias decisiones. Mientras me desvisto, dejo el equipaje aun lado; estoy muerta de cansancio y quiero descansar, ya mañana pondría todo en orden.

Al salir de la ducha escucho ruidos en el salón, a pesar de que es un pent-house es de una sola planta. Es extraño, sigo oyendo movimientos; saco mi nueve milímetros de la caja fuerte de mi habitación, me cercioro de tenerla cargada, le quito el seguro; me pongo una bata de baño y procedo a salir sin hacer ruido.

Al llegar al salón de me sorprendo ver un hombre contraje sirviéndose un trago de mi minibar, no se quien será y que hace aquí. ¿Quién lo habrá dejado entrar? ¿Demandaré a la administración del edificio por esto? Camino despacio cunado estoy a una distancia prudente me dirijo al hombre.

-Ponga ese vaso donde estaba y salga- El hombre trata de darse la vuelta, pero lo amenazo-

-No se mueva o disparo- El tipo se detiene, pero no se mueve.

-Hija que diantres haces- La molesta voz de mi madre suena detrás de mí, Por lo que me volteo y la miro con ojos de enojo.

-Jack puedes moverte mi hija no va a dispararte- Maldito hombre, ¿Qué hace aquí con mi madre? Antes de preguntar algo mi madre habla.

-Supuse que no llegarías a casa y hemos venido a visitarte traje a Jack para que en esta semana que te queda de vacaciones se conozcan- Es una sínica, es mi madre y todo, pero no voy a permitir que pretenda manejar mi vida.

-Madre. No voy a conocer a nadie. Jack, es un tipo que lo único por lo que se interesa es en el dinero de papá. No se molesta en alardear en sus conquistas y ha dejado más que claro que no dejara de ser libertino. Además, yo no te he dado permiso de ingresar a mi departamento- La ira me embarga.

-Soy tu madre y por eso me han dejado entrar. Jack ha aceptado a dejar de ser promiscuo si tu aceptas tener una relación con él. ¿Verdad Jack? - No he bajado mi arma. No confío para nada en este tipo. Mi madre me está llevando por un camino que no quiero transitar.

-En efecto Carla, he hablado con tus padres y he aceptado ser monógamo. Sólo les pedí una cosa a tus padres a cambio- Que se cree este infeliz.

-Así. Eso ¿Qué sería? - Digo con desdén y bajo el arma poniéndole el seguro.

-Bueno que dejes la universidad y seas una esposa dedicada a la casa- Eso hace que las alarmas de mi cerebro se enciendan. Está loco y mi madre peor.

- ¡Están locos! No creo que papá este de acuerdo con ello. Puesto que yo me hare cargo de la empresa cuando él se jubile al ser su única hija- Lo digo mirando entre mi madre y Jack.

-Bueno, tu padre lo está pensando- Dice infeliz de Jack.

-Madre. Tanto me odias para que me quieras casar con este hombre. No ves que lo único que quiere es el dinero de mi padre-

-Hija tranquila. Sé una buena hija y obedece y se lo que te conviene- Esas palabras de mi madre me rasgan el corazón que estoy empezando a dudar de su amor de madre.

-No madre es suficiente, quiero que se larguen de una vez por todas de aquí. Hablare con la administración del edificio para que no dejen entrar a nadie si de previo no me consultar antes de dejarlos entrar en el edificio. Y ustedes dos quiero que escuchen grávenselo. Ya tengo novio mamá. Ahora márchense. Elena, antes de que se me olvide quién eres- Respiro hondo.

Tomo el interfono y me comunico con la administración, al tiempo que abro la puerta para que se marchen.

-Administración- Escucho decir al otro lado de la línea.

-Soy Carla Lambert, del pent-house. Quiero interponer una queja con el gerente del edificio, ya que le abrieron la puerta a dos personas que no son bienvenidas y para ordenar una cerradura biométrica y no de tarjeta- Lo digo todo bajo la atenta mirada de esas dos personas que han arruinado lo feliz que había regresado de mis vacaciones.

-Le diré al gerente señorita Lambert- Contesto la vos al otro lado de la línea. Cuando ya han salido ambos de mi apartamento.

Después de unos minutos llamo a mi padre, para reprocharle porque me quiere condenar a una vida como me la plantea mi madre, si cuando ya él me ha hablado de hacerme cargo de la empresa cuando sea el momento. Una hora después cuelgo la llamada, para mi sorpresa por lo que dice mi padre todo es cosa de Elena, desconocía de la visita que ella me hizo y dejándome en claro que yo me haré cargo de la empresa; colgamos por lo menos mi padre sigue estando de mi parte.

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Son principios de marzo, hemos pasado unas semanas de locos entre prácticas y exámenes Raymond y yo casi no hemos podido estar juntos, sólo citas esporádicas y sexo de relajación, pero eso no ha ayudado a que mi estrés baje de intensidad, últimamente he tenido mareos y náuseas matutinas según dice el médico de la universidad, el no comer adecuadamente, las pocas horas de sueño y el estrés me tienen así.

Hoy hemos quedado Ray y yo para cenar, espero que se quede esta noche me hace falta horrores, estoy deseando que todo esto termine para poder comprometernos. Mi madre no ha dejado de insistir con Jack, pese a que mi padre le ha dicho que me deje en paz.

Estamos en el restaurante al que solemos venir siempre a cenar, hemos hablado de todo un poco, pero desde que llegamos he estado intranquila, siento como si alguien nos estuviera observando, miro desde el balcón sin ver nada fuera de lo normal.

-Carla. Oye Carla- La voz de Ray me saca de mis pensamientos.

-Disculpa no te escuche- Me paranoia me tiene distraída.

-Eso me di cuenta- Reprocha.

- ¿Qué decías? -

-Que, mañana voy a salir de viaje, iré en barco, será rápido-

- ¿Cuántos días? ¿Por qué en barco? ¿Y la Universidad? -

-Tranquila nena, primero sabes que yo ya terminé y estoy con las prácticas. En barco porque es en Puerto Rico y serán unas dos semanas. Tengo que llevar un embarque, mi padre quiere que yo mismo me encargue de todo puesto que algún día me hare cargo de la empresa-

-Está bien. Solamente espero que estos días pasen rápido- Dije sin emoción. Ese viaje me daba mala espina. Terminamos de cenar y mi amado se quedó en mi departamento; hicimos el amor toda la noche por el tiempo que estaría de viaje, acordamos hablar con nuestros padres para hacerles saber de nuestra relación a su regreso, pero en especial a los míos para que mi madre dejara de fastidiar; ya Ray estaba al borde de la locura por el asedio de mi madre con Hyde. La despedida fue un tormento, mi sexto sentido me gritaba que algo estaba por suceder, pero no sabía de qué se trataba, mis alertas estaban al máximo.

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Habían pasado casi dos semanas y no sabía nada de Ray, no me había llamado desde que lo hizo antes de zarpar, era la hora del almuerzo y aunque los mareos y las náuseas se habían incrementado tenía que comer, si enfermaba tendría que escuchar a Raymond hablar por días por mi falta de cuidado a mi salud; también continuaba esa sensación de ser observada, miraba a todos lados, pero no veía nada extraño o diferente.

El titular del noticiero me llamo mucho la atención por lo que preste cuidado a lo que se decía en el televisor del pequeño restaurante en el que me encontraba.

"Buque de la empresa Steele, aparece sin carga ni tripulantes"

Tomé mi bolso y cuadernos y me dispuse a acercarme a la barra para escuchar mejor el noticiero.

"Como lo dijimos en titulares, Buque de la empresa Steele, aparece sin carga ni tripulantes.

Al parecer el buque se dirigía a Puerto Rico, con una tripulación de veinticinco personas, más el hijo del dueño de la compañía, el joven Raymond Steele, heredero de la multinacional Steele, Inc. Según nuestras fuentes en el barco se encontraron manchas de sangre por todas partes y balas incrustadas..."

A partir de ahí deje de escuchar todo se me volvió negro y de ahí no soy consciente de lo que pasa a mi alrededor solo pienso en mi amor que este vivo por Dios.

El olor a alcohol, a hospital y el pitido que escucho me hacen despertarme, abro los ojos y la luz de día provoca que los vuelva a cerrar, vuelvo a intentarlo de apoco para que se acostumbren a la luz. Me quejo, la cabeza me duele e instintivamente me toco esa parte de mí anatomía, sintiendo un vendaje, me vuelvo a quejar al sentir dolor.

-Por fin despiertas, nos tenías preocupados- La vos irritante de mi madre me provoca náuseas.

- ¿Qué hago en este hospital? ¿Cuánto tengo de estar aquí?

-No sabemos cuánto tiempo tienes de estar aquí. Hace poco llegamos tu padre y yo, cuando te desmayaste te golpeaste la cabeza en una mesa según dijeron. En realidad, no sabían quién eras hasta que un médico reviso tu bolso y encontró tu identificación. Tu padre fue por el médico a ver que tienes- Por lo menos no me habla de Jack y después de hablar se hace un silencio hasta que mi padre aparece con un doctor.

-Que bien señorita Lambert, ha despertado- Dice el médico que viene acompañado por mi padre.

-Hija, que dicha que has despertado, me tenías preocupado- Mi padre me abraza lo que agradezco.

-Señorita y señores Lambert. Le hemos hecho radiografías en la cabeza, exámenes de sangre, sin embargo, quiero saber algo... ¿Señorita usted ha tenido, mareos y náuseas? -

-Pues si los he tenido. Pero el médico de la universidad me dijo que era por estrés, cansancio y mala alimentación. He tenido muchos trabajos en la universidad ya que estoy en el último año- Respondo sin saber a ¿dónde quiere llegar?

- ¿Le hicieron pruebas? - Su pregunta me extraña.

-Pues no- Respondo confundida.

- ¿Qué tiene mi hija doctor? ¿Por qué tantas preguntas? - Pregunta mi madre con un cierto deje de enojo.

-Primero tienes una contusión por haberte golpeado la cabeza. Segundo y creo que no lo sabes; es que estas embarazada- Suelta el doctor de golpe.

- ¡¿QUEEEE?!- Gritamos los tres de golpe.

Después de explicarnos mi condición y me llevará a hacerme un ultrasonido para ver el tiempo de gestación. Me indica el doctor que estoy de seis semanas. Sacando el cálculo lo concebí en mis vacaciones.

-Ese tiempo es el tiempo en que estuviste de vacaciones- Dice mi madre ya que mi padre está en shock.

- ¡Voy a ser abuelo! - Exclama mi padre y no sé si es de felicidad o de enojo.

-Señorita Lambert su embarazo es de riesgo, la placenta esta primero que el bebé, por lo que debe llevar una vida tranquila y sin sobre saltos. Eso podría causar sangrados y abortos espontáneos- Nos informa el médico

Después de unos minutos regresamos a mi habitación, el doctor se marcha no sin antes informarme que estaré un día más y que debo tomarme las vitaminas.

- ¿Quién es el padre de esa criatura? ¿Acaso es el tipo con el que te has estado viendo? - Pregunta mi madre molesta.

-Tranquila mujer. Eso ahora no es el problema. Carla tiene que cuidarse- Habla serio mi padre.

-Bueno padre al menos a ti te debo una explicación. Tengo más de dos años de tener una relación con el padre de mi bebé, no les había dicho a ustedes por el interés de mamá por emparejarme con Jack y se de antemano que ella no aceptara a nadie que no sea él. ¿Me equivoco madre? - Mi madre guarda silencio lo que confirma mi punto.

- ¿Dónde está él? - Pregunta mi padre.

-Bueno él está desaparecido. Por eso me desmallé cuando supe la noticia...- Entiendo, dice papá.

- ¿Quién es él? - Insiste ella.

-Eso no es relevante por ahora, madre- Me cerré en mí misma, aunque mi madre insistía en que le diera información, no lo haría.

Ha pasado un mes desde la desaparición de Raymond; he hablado con su madre, le he dicho que soy compañera de estudio de él. Creo que sospecha que entre su hijo y yo hay algo, ya que me hizo saber que yo era la única que pregunta por su hijo, pero no lo he confirmado. Por otro lado, mi madre cada día que pasa me odia más.

Con respecto a la universidad, mi padre hablo con el rector y le explico mi condición ahora me mandan todo el material a mi correo electrónico y yo lo envío de vuelta ya realizado.

Miro las noticias, leo los diarios y también leo las noticias en internet de todos los diarios de la costa este del país, desesperada por saber de mí amado, lo último que supe fue que sospechaban de piratas, cosa que me causo terror al pensar que si es cierto lo hayan matado.

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Estoy en las últimas semanas de mi embarazo, James no ha aparecido, su familia ha invertido una fortuna en buscarlo, hace un mes le tuve que confirmar a la madre de Raymond que soy su novia y que estoy enferma, por lo que no puedo ir a conocerlos, le explique porque manteníamos la relación en secreto y parece que lo entendió.

Con respecto a mi graduación me gradúe hace dos meses, aunque no pude asistir me hicieron llegar mi título de abogada.

Mi padre me informo que estará viajando fuera del país, por tres semanas, que espera que el bebé le dé tiempo para estar en su nacimiento. Por otro lado, mi madre ha estado extraña; nana me ha dicho que la ha visto hablar por teléfono, le dijo a alguien que mi padre no estaría por algunos días, por lo que estoy alerta, mi bebe no deja de moverse.

27 de octubre del 1994.

Mi madre entra con una bandeja de jugo y agua, se me hace extraño ya que tiene varios meses que casi no me habla.

-Hija te traje jugo- Me dice, pero veo en su mirada lo que he visto desde que las cosas no han ido como ella quería, odio.

-No quiero, gracias. Nana me trajo hace un rato- Digo molesta.

-Bueno, eso está bien, pero toma más jugo, pronto entrarás en labor de parto y necesitarás estar hidratada- Me informa, me da mala espina, pero con tal que se largue me lo tomo de golpe.

- ¡Satisfecha!, ahora vete. Déjame sola-

-Bien- Y se marcha.

A los minutos mis ojos se sienten pesados, por lo que me duermo. Entre sueños escucho voces.

-No pueden hacer eso, Elena. El señor no estará de acuerdo con esto...-

Me vuelvo a quedar en la oscuridad, no se cuánto tiempo pasa, pero los gritos me sacan de la oscuridad en la que estoy sumergida.

-Maldita seas Elena que has hecho- Esa es la vos de mi padre.

-Sólo le hice un favor a nuestra hija-

- ¡ERES UNA PERRA! - Grita papá.

- ¡NO ME HABLES ASÍ! ¡NI ME GRITES! - Dice mi madre.

- ¡CARLA! ¡CARLA! ¡CARLA! Hija despierta. Doctor haga algo-

-Pronto lo hará deje que el medicamento haga efecto-

Poco a poco llega la claridad a mis ojos, pero un fuerte dolor en mi vientre hace que habrá los ojos de golpe y por instinto llevo mis manos a mi vientre, pero lo que siento me causa un dolor más asfixiante.

- ¿Dónde está mi bebé? - Pregunto con lágrimas en los ojos.

-Muy lejos de aquí. Así podrás hacer tu vida con Jack que ha decidido ser tu esposo a pesar de que hayas tenido un hijo. Por cierto, está muy lejos de aquí- Dice mi madre con la sonrisa más siniestra que he visto.

- ¿Dónde está? - Preguntamos mi padre y yo.

-Eso no lo sabrán nunca. Piénsalo, hija, el padre de la criatura no se ha presentado en estos meses, es evidente que ya no le interesas...- Mi padre la calla de una bofetada.

-Quiero el divorcio- Le dice mi padre.

- ¡¿ESTAS LOCO?!- Pregunta mi madre con horror en los ojos.

-No, no lo estoy, hace tiempo sospechaba que me engañabas por lo que te hice seguir, hace unas semanas me informaron que la investigación estaba lista. ¿Adivina con lo que me encontré, sabes que el padre de Jack es viudo, así que él es tu amante y por eso también quieres casar a nuestra hija con ese bastardo? ¿Ahora dime donde está el bebé? — Mi padre al fin abre los ojos, sabía que mi madre no lo amaba, más debía ser él quien lo descubriera.

-Primero no te daré el divorcio. Segundo cada mes me darás un millón de dólares-

-Sabes madre, el padre de mi hijo no ha venido porque esta secuestrado, es muy poderoso, cuando se entere no habrá piedra donde te puedas esconder, ahora ¡LARGO DE MI VISTA! - Le grito con odio.

-Tranquila lo encontraremos- Me dice mi padre, veo como mi madre va a salir de la habitación y la detengo.

-Sabes siempre sospeché que me odiabas y no sé qué hice para que lo hagas, soy tu única hija. Pero eso ya no importa, sólo espero que tu vida sea miserable como lo soy yo ahora y tan segura como que te vas a quemar en el maldito infierno; cuando me necesites sabrás quien soy para ti- Le doy la espalda, hoy a dejado de ser mi madre.

-Yo no voy a necesitarte... eso no pasará- Me responde con una sonrisa cínica.

-Ya lo veremos madre- Y veo como se marcha.

La vida para mí se ha vuelto gris y sin color. Mi dolor se intensifico más cuando recibí mensajes de nana, diciéndome que mi madre la había despedido, la echo de la casa y llevada al aeropuerto con destino al otro lado del país. Lo único claro en todo esto es que logro sacar una foto de mi bebe antes de que se la llevaran. Es una hermosa niña.

Mi padre accedió a las exigencias de mi madre con tal de encontrar a su nieta, pero han sido solo pistas falsas. Le he insistido en acusarla, sé que nunca me dirá donde envío a mi bebe, pero el insiste en darle el dinero, inclusive le dio mi apartamento en la quinta avenida.

El único consuelo que tengo es esta foto de ella, mi padre la ha enviado a todos los medios para que la publiquen y poder ubicarla.

Mi amor te encontraré, te lo juro que nunca descansaré hasta encontrarte...

https://www.youtube.com/watch?v=A4n9AKtEFiE

Aquí está el primer capítulo espero les guste