CAPÍTULO 2

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Anastasia POV

27 de octubre del 2009.

Hoy es mi cumpleaños número quince tal vez todos pensaran que estoy feliz por ello, pero no, no hay cosa más alejada de la realidad que esto. Desde que tengo memoria y eso es desde los cuatro años y hasta los diez mi vida fue feliz pese a vivir en un orfanato, la madre superiora me enseñó a tocar el piano, me hizo recibir clases de valet y canto. Pero como en la vida no todo es felicidad y todo tiene un fin; la madre superiora murió y fue sustituida por otra que no estoy segura de que sea una monja; ella se llama la madre Victoria.

Mi vida dio un giro de trescientos sesenta grados de un día para otro, la mujer literalmente me odia. No sé ¿qué le hice en otra vida?, pero ha hecho de la mía un total infierno el día que llego. Se me terminaron los privilegios o las cosas buenas, ¡POR DIOS ¿QUÉ LE HICE?!

Lo extraño de todo, es que desde que la conozco y eso fue a los diez años... me ha cambiado de orfanato junto a ella para seguir haciendo mi vida miserable, me lo ha dejado en claro infinidades de veces y hoy en mi cumpleaños número quince. Tan segura como que el infierno es caliente; que hoy no será la excepción y sobre todo como ella dice tendrá algo especial para mí como regalo.

- ¡Despierta basura, es hora de que te pongas en pie! - Lo sabía nada se le pasa, me levando sin pronunciar una sola palabra, si hablo me ira peor. Ama la tortura.

-Hoy tengo algo especial para ti- Me lo dice con una sonrisa del payaso IT de Stephen King. Si, lo he leído a escondidas en la biblioteca.

-Iras a lavar las porquerizas, luego los retretes, limpiarás los pisos de todo el convento y por último iras a la cocina donde te ocuparas de los trastos del día y para finalizar, como regalo, llevaras las bolsas de basura al basurero del convento. Y toma esta ropa por ser tu cumpleaños mereces un regalo ¡PÓNTELO! - Me entrega un vestido largo y grande, se queda para ver cómo me lo pongo. Lo miro, apesta a basura y está muy sucio.

Tengo que ponérmelo o me enviará al cuarto de castigo el cual ha sido mi dormitorio desde hace un año, que estamos en este convento.

Me dirijo hacia los sanitarios cerca de la rectoría cuando paso por la puerta de la madre superiora y escucho una conversación que no debería de estar oyendo, miro por ambos lados del pasillo nadie viene y presto atención de lo que ahí se habla.

- ¿Sabe madre superiora de dónde vengo? -

-No lo sé- Responde ella.

- ¡Claro que no sabe! Porque siempre que he tratado de llegar a usted, durante estos cinco años usted se marcha y se lleva a Anastasia- Dice la desconocida, ella me conoce ¿Quién será? ¿Será de mi familia? Decido seguir escuchando.

-Mi jefe es la mayor contribuyente en estos orfanatos y es de su conocimiento en las condiciones que llego Anastasia, ella ha querido adoptar a esa pobre niña y usted no lo ha permitido. Hoy vengo con los documentos en mano si no los firma y me permite llevarme la niña, tendrá muchos problemas- Me han querido adoptar y esta vieja de mierda no lo ha permitido.

-Ella no es adoptable, hay más chicas aquí que son mejores que ella, más educadas con mejores cualidades; ella es una salvaje- Inquiere la monja del demonio.

-A mi jefa eso poco le importa, Anastasia recibiría la mejor educación y mi señora conoce de sus cualidades por las artes. Ella misma las pagaba como mecenas de esta institución-

-Me niego a dársela- Discutió la monja.

-Bueno, si no me deja llevarme a la niña conmigo, me iré, pero si desaparecen nuevamente la acusaremos de secuestro; entregaremos todas las solicitudes de adopción hechas por mi señora y ella se encargará de que no la reciban en ningún convento y si le pasa algo a ella, usted ira a la cárcel. Por secuestro y homicidio- Amenaza la desconocida.

-No tiene pruebas, además ella fue abandonada en un recóndito orfanato en Glasgow. Sus padres no la querían- Grita la mujer y a mí se me llenan los ojos de lágrimas. Suponerlo es una cosa, pero oírlo es otra.

-Eso a usted no le consta. Me firma los documentos cediendo a Ana o me voy y volveré con la policía y un juez. Le informo que mi jefa tiene conexiones con la casa real- ¡MIERDA! Nadie le ha hablado de esa manera a la superiora.

Pero un momento de estupidez me recuesto en la puerta y caigo dentro de la oficina.

- ¡Ay! - Me quejo por el golpe que me doy en el codo.

-Estas aquí Anastasia. Por fin nos conocemos- Me tiende la mano para ayudarme a ponerme de pie.

- ¡LARGO! - Grita la monja con terror en su expresión.

- ¡NO! Te quedas, Anastasia. Superiora o firma los documentos, me llevo a Anastasia en este momento o regreso con la policía y creo que ellos encontrarán interesante las cosas que usted ha estado haciendo los últimos años- Eso lo dice entre cerrando los ojos.

La superiora le arrebata los documentos y los firma, luego se los devuelve a mi defensora. Esto es nuevo para mí, me quedo en shock. Me voy a ir de aquí, lo había deseado tanto como respirar y comer. Pero hoy se me daba la oportunidad de salir de aquí por lo que no desaprovecharía la oportunidad, era mi sueño. Un sueño que se está haciendo realidad.

-Anastasia, nos vamos- La mujer que me está salvando, me toma de la mano dándome un pequeño jalón para que la siga y lo hago en automático.

- ¿Estas bien Anastasia? – Pregunta la señora de ropa elegante.

Asiento levemente. Hace unos minutos me moría de hambre, pero ahora solo me sentía sobrecargada. No sabría descifrar que sentía en este momento, nunca imagine que este día llegaría. Al llegar a la puerta principal, miro un auto muy lujoso, ya los había visto y uno en especial, que siempre llegaba un día antes de mudarnos de cada orfanato del cual salíamos casi corriendo. Pero lo que más me sorprende son los otros autos que están junto a este.

-Comisionado, ella está en su oficina y si no quiere que la evidencia desaparezca es mejor que valla a arrestarla de una vez. Vamos Anastasia- Camino junto a ella, nos detenemos frente a un auto, del que sale un hombre muy bien vestido y nos abre la puerta. Me tenso porque no conozco al extraño.

-Tranquila, Josh es un buen hombre, ha trabajado con la señora Miles por muchos años. Es de confianza, él te cuidará de ahora en adelante. Sube- Me habla con voz dulce y yo miro al hombre, el cual me brinda una sonrisa de lado.

Y lo hago, me siento mal, sé que apesto, pero ambos no dicen nada y eso me reconforta, miro hacia adelante y el hombre me observa, me estudia y luego toma su puesto frente al volante del auto.

- ¿Esa es tu ropa? - Me pregunta mi salvadora y yo le respondo con otras preguntas.

- ¿Quién es usted? ¿Dónde me llevan? ¿Por qué me sacaron? ¿Quién soy? – Disparo las preguntas sin demora.

-Por ahora sólo te diré que soy Camila Steward. Te he buscado por años. Para el resto de las preguntas te las responderá mi señora. Así que descansa. A, Feliz cumple años- Me tranquiliza tomándome de las manos.

Analizo lo que me ha dicho y tantas emisiones me sobrecargan, que me cansan más, lo que provocan que me sumerja en un profundo sueño.

Cristian POV

Llevo un año de haberme hecho cargo de la empresa Elliot, mi hermano mayor, decidió, crear de cero su propia empresa. La constructora Grey es una de las constructoras más grandes del país. Mia por su parte se quedó en Italia, estudiando bellas artes y como yo no sabía qué hacer con mi vida; mi padre quiso que estudiara Administración para que tomara la gerencia de la empresa familiar ya que era el único que no se había decidido en que estudiar.

Mi relación con mi madre se ha fracturado, ha estado insistiendo en que me comprometa con una mujer, que quiere nietos. No me interesa tener en este momento una relación, por ahora lo que le ofrezco a una mujer es una noche de sólo sexo y diversión. Soy consciente que un día llegará la indicada, no obstante, no será una del círculo de mi madre. Todas esas niñas de mami y papi sólo desean un hombre que las mantengan, además de tener una cabeza bacía, así como su corazón.

-Señor Grey, tiene una llamada de la señora Olivia Miles. ¿Se la comunico? – La voz de Andrea suena en el intercomunicador.

-Si, pásala- Llevo días queriendo hablar con ella. Es una mujer fuerte. En una reunión de negocios escuche que quiere entrar al mercado americano y yo quiero ser el primero en asociarme con ella.

-Señor Grey, me han dicho que desea hablar conmigo – La mujer es directa y no se anda por las ramas. Me agrada.

-En efecto señora Miles, sin embargo, me gustaría reunirme con usted. Soy del pensar que los negocios se hacen de frente – Espero a que asimile mis palabras.

-A mi también señor Grey. No tenía pensado viajar, pero deberé hacerlo. ¿Qué le parece la próxima semana? Y le avisaría cuando este en la ciudad- Propone.

-Claro que me parece, sólo que me gustaría ser el último en reunirse con usted si tiene agendadas otras reuniones de negocios – Así podré traer abajo todas las propuestas de los demás.

-Muy astuto señor Grey, para ser tan joven. Le dejo – Responde cortante.

-Le diré a mi asistente que se comunique con la suya para organizar la agenda – Le comunico.

-Bien. Buen día señor Grey – Con esas últimas palabras se despide.

A mi correo recibo la invitación a participar al congreso Anual Internacional de Empresarios, el cual se llevará a cabo en esta ciudad este año. Será que ella vendrá esta vez, el año pasado fui con mi padre y mi madre y no la vi y esto que fue en Inglaterra. Sigo trabajando el resto del día, mi madre me llamó para que fuera a cenar a la casa, sin embargo, una llamada de Elliot me puso sobre aviso de que mamá había invitado a una de sus amigas y a su hija, me excusé a propósito, no caería en su juego; mi hermano tampoco lo hizo.

[--------------]

- ¿A quién buscas, Cristian? – Pregunta mi madre.

-A una posible socia- Le respondo sin quitar mis ojos de la entrada.

- ¿Hablas de Oliva Miles? ¿La duquesa? – Pregunta mi padre.

-Si, hable con ella, me confirmo que vendría esta semana al país. Supuse que la invitarían a este evento – Respondo.

-Si, oí a Jackson, el gerente de la organización mencionar que no habían recibido confirmación de su parte – Aclaro mi padre.

-No creo que venga. Según las revistas de chismes ha adoptado a una chica adolescente. Supongo que desea pasar tiempo con ella – El tono despectivo de mi madre no me pasa desapercibido.

- ¿Hay algo de malo en ello, madre? – Preguntó mirándola.

-No, es que pienso que a su edad debería tener nietos y no hijos – Su tono sigue sin gustarme.

-Si más no me equivoco su hijo murió en un accidente. A alguien tendrá que dejarle su fortuna...- Iba a decirle algo más a mi madre cuando veo venir a unos socios comerciales. Veo a Raymond Steele y a su esposa Carla, que además vienen con Thomas Lambert el padre de Carla. Al parecer estarán en nuestra mesa.

-Buenas noches – Saludan los tres.

-Buenas noches – Respondemos mis padres y yo.

- Raymond creí que vendrían tus padres – Comenta mi padre.

-No, no pueden, tienen de visita, a la mejor a amiga de mi madre, llego ayer – Responde desinteresado Steele.

La noche pasa aburrida, por lo que me marcho temprano, mi madre me presento a algunas de sus amigas y eso ya me sonaba a compromiso. Claro está que estuvo llamándome, pero me negué a responder a sus llamadas.

El fin de semana me la pase con Elliot, nos fuimos de juerga, conocimos a unas chicas y pasamos un excelente fin de semana de hermanos. Ahora estoy en mi oficina, estoy inquieto ya que no había recibido la llamada de Olivia. Mi padre me puso más tenso cuando me informó que se había enterado de que Steele y Lambert se habían asociado con la duquesa, esas sociedades no me preocupaban porque sus empresas no son de mi línea de negocio.

-Señor Grey, la señora Olivia Miles está aquí, dice que tiene una reunión pendiente con usted – Andrea me informa de la presencia de Olivia.

-Llévela a la sala de juntas, ofrécele algo de tomar, mientras llego – Le respondo. Al fin ha venido, me acomodo el traje, tomando de mi escritorio la propuesta que le tengo, en ella esta, que me ayude a ingresar en el mercado británico y de ahí saltaría al resto de Europa.

-Buen día señora Miles – La saludo al entrar.

-Señor Grey, es un gusto verlo de nuevo –

-El gusto es mío – Le digo sentándome.

- ¿Qué oferta me tiene joven Grey? – Tan directa como me habían dicho. Le entrego el documento.

-Espero lo estudie con calma y lo hable con sus abogados - En verdad espero que lo haga y lo considere. Tal vez sea egoísta, en verdad considero que si me asocio a las empresas Miles se me abrirán muchas puertas en Europa.

-Lo haré, delo por un hecho señor Grey – Confirma la duquesa.

-Llámeme Cristian. ¿Señora Miles la puedo invitar a almorzar? – Espero que acepte.

-Bueno, si eventualmente nos asociamos y aclaro que es una probabilidad. No estoy confirmando nada. Cristian puedes llamarme Olivia. En relación con el almuerzo podrá ser para otro día. Dejé a mi hija y deseo pasar tiempo con ella, así que me despido, mi avión espera – Me tiende su mano y yo se la estrecho.

-Espero que en verdad considere lo que le he propuesto. Cuento con que en su próxima visita sea para firmar los contratos y celebremos con una cena – Le sonrío con condescendencia.

*********

Un mes había pasado cuando recibí la ansiada visita de Olivia Miles.

-Señor Grey, tiene una visita – Me informó Andrea.

-Andrea, estoy reunido con Elliot, estamos viendo un proyecto. Te pedí que no nos interrumpieras – Repito mi orden.

-Bueno, si así son las cosas, me marcho – Dice la voz de Olivia al otro lado de la línea.

- ¡Mierda! Es Olivia Miles, Elliot. No puedo dejarla ir hermano – Le digo a Elliot saliendo de la oficina.

- ¡Olivia! Me disculpo. Andrea no estaba informada de tu visita – Ni yo tampoco.

-Bueno. La verdad no esperaba encontrarte, Cristian – Confiesa la duquesa.

-Ven quiero presentarte a mi hermano Elliot, de constructora Grey – La insto a que me siga a mi oficina.

-Elliot, te presento a Olivia Miles. Nuestra futura socia – Los presento.

-Un gusto señora Miles – Saluda Elliot.

-Tome asiento Olivia. Espero recibir buenas noticias – Le insto a tomar asiento y lo hace. Toma su maletín y extrae de él una carpeta.

-Bueno, Cristian este es el contrato. Fue revisado y aprobado por mi departamento legal, falta que tú lo firmes – Sonríe genuinamente. Tomo mi pluma y estampo mi firma donde corresponde y tomo la copia que me corresponde.

-Ahora si puedo aceptar tu invitación a comer – Ahora soy yo quien sonríe.

- ¿Puede ser esta noche? Conozco un restaurante muy bueno – Le propongo.

-Mira, mi hija y yo llegamos hoy. ¿Podríamos cenar mañana? Quiero llevar a mi hija Anastasia a conocer la ciudad y probablemente me acompañe en la cena – Me informa.

-Por mi no hay problema y sería un honor conocer a su futura heredera – Miro el rostro de Elliot y la pequeña sonrisa lujuriosa que plasma su boca. Ni por asomo lo invito. Recuerdo el comentario de mi madre que es una adolescente. Olivia se despide de ambos, no sin antes compartir números telefónicos.

-Ni creas que te voy a invitar a esa cena, Elliot Grey – Le advierto.

- ¿Por qué no, hermanito? - Hace un puchero lastimero.

-Porque la hija de Olivia es una adolescente y no quiero arruinar el trato. ¿Me has oído? –

-Ya lo entendí hermano. Aun así, me gustaría acompañarte. Si la duquesa quiere expandirse, lo más probable es que requerirá de mis servicios – Ese es el hermano que me gusta ver, el empresario serio.

-Lo más probable que si – Le confirmo.

Para decepción de Elliot, Anastasia no acompañó a su madre en la cena de celebración de nuestra sociedad, Elliot aprovecho para ofrecerle los servidos de constructora Grey, en el caso de comprar y remodelar el edificio donde operaría su empresa, a lo que ella prometió valorar una posible propuesta.

Con respecto a Anastasia, ya habrá tiempo de conocer a la hija de la duquesa, sin embargo, al llegar a la salida del restaurante ya su comitiva la estaba esperando. El auto tenía una puerta abierta dejando ver a una bella jovencita, quien se sonrojo al vernos. No me paso desapercibido que sus ojos estaban puestos en mí. Tuve que sacudir mi cabeza para disipar pensamientos sobre la chica.

-Hermano, esa niña cuando crezca tendrá a sus pies a todos los hombres que desee – El comentario de mi hermano mayor me hizo hervir en colera.

- ¡Calla idiota! ¡Es una niña! – Salí rumbo a mi auto, donde Taylor ya tenía la puerta abierta

-Al departamento – Ordené y Elliot apenas si tuvo tiempo de subirse. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro