Capítulo 11

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Olivia POV

Dejar que Anastasia fuera a una disco con sus amigos un viernes por la noche era mi peor pesadilla, el alcohol y Anastasia no eran buenos amigos, pero saber que los chicos la cuidarían me daba un poco de paz.

Mi peor pesadilla se materializó al ser las tres de la mañana y ella no aparecía, la espera empezaba a alterarme los nervios y llamé a Tom, él siempre la cuidaba, debería de saber algo de mi hija, podría ser que se haya quedado en su pequeño apartamento para no llegar a altas horas a la casa y que no la viera ebria. A los dos tonos respondió.

- ¿Sabes algo de Ana Tom? - Le pregunté a su seguridad.

-Mmm, ella le hablara mañana señora Miles- Me respondió de manera escueta y eso no me agradó.

- ¿Qué quieres decir con eso Tom? ¿Qué le paso a mi hija? –

-Nada de qué preocuparse señora, la señorita Ana está bien- Respondió él.

-Ponla al teléfono- Le ordené.

-Señora esta dormida y me pidió no ser molestada? – Respondió él.

- ¿Dónde está? Le diré a Alexei que me lleve- Le dije para asustarlo y me dijera lo que me está ocultando.

-No es necesario señora insisto la señorita Ana está bien, cuando despierte le diré que la llame- Casi que me esta diciendo que algo pasa, ellos siempre me informan de los movimientos de mi hija. Anastasia los debe haber amenazado con despedirlos si abren la boca.

-Eso espero Tom, si me mientes date por despedido- Y colgué, mi instinto de madre me decía que algo no iba bien, no obstante, le daría el voto de confianza que mi hija se merece, ya es toda una mujer, podría estar con algún chico en este momento. Y el recuerdo de Cristian me llega a la memoria. ¿Y si es con él con quien esta? Yo le advertí alejarse de ella, cuando se lo ordené vi tristeza en su mirada, soy consciente que en el corazón no se manda, también vi tristeza en los ojos de mi hija cuando le pedía que se alejara de él.

Si se aman de verdad, ¿Quién soy yo para oponerme, ella tendrá que hacer su vida con cualquier persona sea Grey u otro? Me iré a dormir o mi presión arterial se disparará y eso no estaría bien.

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Di gracias al cielo que era sábado y no iría a la empresa, volví a llamar a Tom y luego a mi hija, ninguno respondió ambos números estaban apagados. De pronto recordé que tenía el número Ethan y le llamé pronto me respondió, se sorprendió al saber que Ana no había llegado a casa, me informo que ella se había ido porque no se sentía bien según le informo Tom, realmente me preocupé. Insistí por varias horas, no obstante, siempre la misma respuesta móviles apagados. Interrogue a la seguridad de mi hija e insistieron no estar al tanto de nada.

A las once de la mañana recibí la visita del hijo mayor de Lord Wellington, me sorprendió ver su rostro, le habían propinado la paliza de su vida.

-Joven Wellington, ¿Qué le ha sucedido? – Pregunté muy poco sorprendida.

-Anastasia, donde está- Pregunto casi exigiendo.

- ¿Qué tiene que ver mi hija con su estado deplorable? - Quise indagar, por como hablaba, Ana debía tener que ver en algo.

-Ella es la culpable que este así, mi padre pensaba que ella podría ser mi esposa, pero es una zorra de mierda que se va con cualquiera- Me espeto, causando en mí una furia asesina.

-Joven, recuerde en el lugar que esta, no le voy a permitir que hable así de ella sin que este presente. A demás no creo que ella le haya dejado así-

-Se fue con ese hombre. Por eso digo que es una zorra ofrecida, calienta vergas- Me enervan sus palabras.

-Hágame el favor de salir de mi casa, no voy a permitir semejante falta de respeto- Mi seguridad salió de su oficina al oír nuestros casi gritos.

-Señora Miles ¿Tiene algún problema? – Pregunta Josh, con Bernard tras él.

-Conduzca al señor Wellington a la calle por favor y el ingreso a esta casa se le será negado-

-Si señora- Dijo Bernard.

Me quede inquieta, ¿Qué había sucedido realmente? ¿Con quién se fue Ana?, el sonido de mi móvil me distrajo por un momento pensé en mi hija, pero un número desconocido brillaba en la pantalla, me extraño, aun así, respondí.

- ¡Hola! - Dije

- ¿Olivia eres tú? - La vos me parecía conocida.

-Si, soy yo. ¿Quién al otro lado? - Pregunté, la voz se me hacía conocida pero no recordaba quien era.

-Soy yo Micaela Fitzgerald-

-Micaela, tiempo sin saber de ti, me alegro escucharte-

-Si estamos recién llegando a Londres por negocios de John. Quiero verte y conocer esa hija tuya, he oído hablar de ella. Mis nietos la quieren muchísimo -

-Claro, podría ser un almuerzo aquí en mi casa. ¿Viene tu hijo con ustedes? – Pregunté curiosa.

-No, solamente John y yo- Dijo emocionada.

Pero al colgar recordé mi preocupación por Ana, llamé a mi chofer y pedí preparar la limosina e ir en busca de mi hija. El primer lugar fue su apartamento me sorprendió hallarlo vacío, ella no ha estado en días aquí, dijo el vecino. Recorrí las calles de Londres sin encontrarla, en algún momento las llamadas entraban, sin embargo, no eran respondidas. Algo realmente estaba pasando Ana siempre respondía a mis llamadas.

Al ser las seis de la tarde mi alma regreso a mi cuerpo cuando mi jefe de seguridad me informaba de la llegada de mi hija. Mi preocupación fue sustituida por la ira cuando la vi ingresar con Cristian tomada de la mano, entendí en ese momento el silencio de su teléfono y porque no atendía mis llamadas, estaba con él, quizás en su cama, era obvio, Grey es un hombre que las mujeres jóvenes verían irresistible y mi hija ya había demostrado que no le era indiferente.

Pero mi porte de realeza me impedía hacer una escena, sería ridículo, puesto que Anastasia, es una mujer y no una niña. Me quede sentada en la sala mirándolos.

-Hola, madre- Mi hija me saludo con un beso el cual no le devolví.

-Hija- La sequedad en mi respuesta mostró mi enojo.

-Olivia...- No lo deje terminar.

-Quiero escuchar la versión de mi hija- Le hice callar.

-No hay ninguna versión Olivia- Me respondió Grey.

- ¡A NO! - Perdí el control.

Ambos tomaron asiento frente a mí, tomados de la mano como la pareja que demostraban ser, me sorprendió ver a mi hija con ropa que no era la que usaba el día anterior y me recordé de las palabras de Mark.

-Madre, Cristian y yo hemos decidido empezar una relación- Confirmó mí hija.

-Quiero que esto sea oficial Olivia, mis sentimientos hacia Anastasia van en serio- Me mira a los ojos.

-Me puedes explicar que paso con Mark- Vi cómo se le humedecían los ojos a mi niña y el enojo en los ojos de Grey.

-Si se refiere a la paliza que le di. Fue por defender a su hija, la iba a violar en un sucio reservado de la disco donde Ana estaba con sus amigos. Rompió totalmente el vestido de Ana, incluyendo la ropa interior tuve que ponerle mi saco para tapar su desnudez- Vi fuego en los ojos de Cristian.

-Pe...pero eso no fue lo que dijo-

-Es obvio que no madre, él nunca diría la verdad. Mira- Vi cómo se quitaba la blusa que usaba dejándome ver en sus senos cardenales, las marcas de los dedos y uñas del infeliz de Mark y un mordisco.

-Ahora entiendes porque lo deje de esa manera- Espeta mi ahora yerno.

-Ya veo- Me las cobraría una a una cada marca en el cuerpo de mi hija.

Durante un rato me explican con de talle lo sucedido en la disco y de los planes que tienen juntos. Por más que no quisiera era evidente que habían pasado la noche juntos y por el parche de Anastasia en su brazo, sabía que era un método anticonceptivo. Al menos no pretendía embarazarla pronto. Si no quería alejar a mi hija tendría que asimilar que estaban juntos, que algún día mi bebe dejaría el nido para hacer su vida.

Compartimos una agradable cena, mientras asimilaba la idea de su noviazgo se me hizo más fácil tratar a Cristian, tendría que hacerlo, estaba comiendo en la misma mesa con el posible padre de mis futuros nietos. Al ver a mi hija feliz todo era más fácil de asimilar. Le conté a Ana de la llamada de mi amiga y del almuerzo que tendríamos mañana con ella, por lo que invité a Cristian, quien acepto encantado. Se despidió de Ana por más de media hora. Hasta que se marchó.

Vi como mi hija subía las escaleras hacia su cuarto, con tristeza en sus ojos, sé que hubiese sido la mujer más feliz del mundo si hubiese permitido que Grey se quedara, pero ya habían compartido mucha intimidad.

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A la mañana siguiente Ana y yo compartimos el desayuno como siempre, la vi decaída. Me atreví a preguntar.

- ¿Por qué tan decaída, hija? - Sabía la respuesta.

-Quería que Cristian se quedará mamá. Pero sé que no lo permitirías- Bajó la mirada a sus manos.

-Eres mi hija Anastasia, sabes que los ojos de la sociedad estarían sobre ti. Tienes que cuidar tu imagen- Le recordé.

-Lo se mamá-

-Lo veraz hoy- Un brillo le iluminó los ojos, realmente estaba enamorada de él. Sólo esperaba que no la hiciera sufrir.

Antes de medio día Cristian llego con su seguridad y pidió permiso para estar a solas unos minutos con Ana y aunque no me gustará tuve que ceder ante su petición. No soy estúpida querían tener un poco de intimidad. No me quedo que aceptar, solo esperaba que no se les olvidará que tendría visitas.

Para mi paz interior Ana y Cristian aparecieron quince minutos antes de que Micaela y John aparecieran. Los recibí yo misma mientras los chicos estaban en la sala, los inste a seguirme y hacer las presentaciones.

-Micaela y John les presento a mi hija Anastasia Miles y a su novio Cristian Grey-

-Es un gusto, señores Steele- Saludo Ana.

Cristian, de seguro que los conocía puesto que los saludó por su nombre. Me quedé sorprendida que Micaela y John no le quitaban los ojos de encima a mí hija la miraban de pies a cabeza, cada movimiento. Les ofrecí algo de beber para llamar su atención y que dejaran de mirar a Anastasia quien ya estaba incomoda.

–Tomaremos el almuerzo en la terraza- Anuncie, para dirigirnos ahí. Ana y Cristian se retrasaron mientras yo caminaba con mis amigos hacia la terraza.

-Olivia, ¿Puedo hacerte una pregunta? –

- ¿Qué será? - Pregunté incómoda.

- ¿Dónde nació Anastasia? - Preguntó mi amiga.

-No lo sé, en el orfanato me dieron su acta de nacimiento, lo único que dice es el nombre y la fecha de nacimiento. –

-Extraño- Dijo Micaela.

- ¿Porque lo preguntas Micaela? - No me agradaba su curiosidad.

-Se parece tanto a mí a su edad-

-Micaela, ¡Basta! Olivia nos ha recibido en su casa. No le faltes el respeto a su amistad-

-Lo siento. Es que Raymond y Carla han sufrido buscando a nuestra nieta. Que la veo en cada niña adoptada- Mi amiga llora, desconocía esa parte de su historia familiar.

Raymond, podría ser el padre biológico de Anastasia. Si mi niña abriera el sobre que le dejo Victoria, saldríamos de las dudas, pero le tiene tanto miedo a ese sobre que se niega a abrirlo.

Anastasia y Cristian llegan en el momento preciso para dar por terminada esta conversación.

-Cristian, me sorprende verte en Londres- Inquiere John.

-Bueno, tengo negocios aquí y sobre todo que estaba formalizando mi relación con Anastasia- Veo como mi niña se sonroja, por las palabras de Grey, él lo nota y le besa una mano.

- ¿Tus padres lo saben Cristian? -

-No, Micaela. Ana y yo nos conocemos de hace varios años, pero decidimos que esto debe ser formal. No es que no lo fuera antes, sino a lo que me refiero es a hacerlo del conocimiento de todos- Rectifica mi ahora yerno.

-Hija, ¿Qué piensan hacer Cristian en New York y tu aquí? ¿No te irás? - Ese es mi temor que se vaya y me deje sola. Sus hermosos ojos azul gris me miran con amor y toma mi mano con la suya.

-Madre jamás te dejaría. Cristian y yo hemos hablado al respecto y él viajará a menudo en su jet y yo podría viajar y supervisar las empresas en Estados Unidos por ti. ¿Te parece madre? - Micaela y John no se pierden ningún movimiento de Ana, incomodándome, mi hija ni lo nota y Cristian no deja de mirar a Ana.

- ¿Qué estudiaste Ana? - Ahora en John quien pregunta.

-Bueno, derecho comercial y Administración en banca y finanzas- Responde mi hija con orgullo.

-Mi chica preciosa es muy inteligente John- Cristian habla con orgullo de mi hija. Veo como ambos se sonríen uno al otro como si no estuviéramos.

-Olivia sería bueno reanudar nuestra relación comercial. Como lo hacíamos hace años- Sugiere John.

-Madre sería genial, así tendría una excusa para viajar a New York- Propone mi hija.

La cara de felicidad de Ana no tiene precio. Estar seca de Cristian la motiva más a viajar.

-Bueno eso lo veremos, por ahora comamos-

-Eres una chica muy especial, ahora entiendo por que Ethan y Kate te aprecian tanto. Ellos no dejan de hablar de ti. Ellos te tienen en muy alta estima. Anhelan graduarse para trabajar juntos – Expresa mi amiga.

Es extraño y curioso Anastasia nunca había visitado la familia de sus mejores amigos.

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