Capítulo 25

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Anastasia POV

Las palabras de mi madre se repiten en mi cabeza una y otra vez.

Se han comprometido y han fijado fecha para dentro de dos meses.

Se han comprometido y han fijado fecha para dentro de dos meses.

Se han comprometido y han fijado fecha para dentro de dos meses.

-Lo siento hija- Dice mamá.

-Lo siento más yo mamá. Cristian siempre me dijo que sus padres no me aceptaban, que deseaban que él se casara con Susana, que los únicos que lo entendían y veían lo que realmente es ella son sus hermanos en especial Elliot, pese a que ella no lo ama solamente a su dinero. Es curioso mamá Susana es la persona que estuvo detrás del atentado, en complicidad con Elena y Jack-

-Lo sabemos hija. El temor de tu padre es que ellos y sus esbirros te están buscando, pero ellos ni señas de donde estás-

- ¿Qué sabes de Taylor y Luke?, el jefe de seguridad de Cristian y mi guardaespaldas-

-Los padres de Cristian los han despedido, debido que ellos estaba de tu parte y están al tanto de todo lo sucedido. Pero hace dos días a tras le devolvieron el puesto a Taylor y no hemos sabido nada de él a Sawyer lo ha contratado tu padre, él estará a cargo de tu seguridad-

-Al menos Cristian tendrá a una persona de su lado. Taylor es un buen hombre y fiel empleado, a demás de Elliot -

De apoco voy conociendo a cada miembro de mi familia, menos a Kate y a Ethan a ellos los conozco de hace años. Me han contado que siempre me habían buscado, la abuela Micaela dice que me parezco a ella en sus años de juventud, no puedo negar que eso sea cierto ya que el parecido es poco común, no somos copias, pero si compartimos muchos rasgos. Me sorprendí cuando mamá Carla me contó que no tengo hermanos biológicos sólo a Ethan y a Kate, parece que la cesárea forzada que le hicieron para sacarme de su vientre le causó una lesión que no le permitió concebir más hijos. Elena me negó el derecho a tener más hermanos aparte de los aludidos.

Han pasado dos semanas de mi recuperación del coma, ya puedo comer comida sólida y eso es perfecto porque me hará ganar peso a mí y a los niños, que están siendo buenos ya que los mareos y vómitos han disminuido.

-Buenas tardes- Dice la voz familiar de Taylor.

-Taylor, ¿Eres tú? - Dirijo mi rostro hacia donde está la puerta.

-Al fin esta despierta señorita Miles-

- ¿Cómo esta Cristian? - Suelto de golpe sin dejar que diga cualquier cosa. Pero su tardanza en responder me inquieta.

-Bien en lo que cabe. Pero sigue con amnesia. Me han prohibido hablarle de usted. Esa mujer se atrevió a amenazarme de muerte si lo hacía. Entenderá que tengo familia y no puedo arriesgarme-

-Lo sé Jason-

-Ella nunca lo deja solo cuando estoy con él y si no es ella es uno de sus padres. Les hable de lo sucedido ese día, pero no me creen-

-Si, me odian. No tengo claro el motivo, porque saben que Susana igualmente que yo es adoptada-

-Señorita Miles, ¿Qué le ha pasado? ¿Por qué no me mira? - Pregunta Taylor con preocupación.

-Recuerda, me dispararon en la cabeza. Pues no puedo ver, estoy ciega-

- ¡Mierda! Cuando el señor Grey se recupere hará que esa mujer pague lo que hizo. ¿Es permanente? -

- ¿Hablas de la ceguera? Pues no saben puede ser que la recupere o puede ser que no. Solamente Dios sabrá-

-No puede ser- Dice sorprendido.

- ¿Qué? - Pregunto sabiendo a lo que se refiere.

- ¿Cuántos meses tiene? -

-Casi cuatro respondo-

-Lo siento tengo que irme. Pero la llamaré- Con eso se retira. Me deja desubicada.

- ¿Qué fue eso, mamá? Nunca vi a Taylor perder su control de esa manera-

-Creo que se impresionó. Tratará de asimilarlo- Inquiere mamá Carla.

Me han quitado el suero vitamínico el cual fue sustituido por píldoras, he aumentado de peso según dice la doctora y ya he comenzado a caminar por mi propio pie, tengo que, sobre ponerme, no me he abatido por la falta que me hace la ausencia de Cristian, no puedo darme ese lujo, todo lo que yo sienta, perciba e ingiera les afecta a mis bebes, aunque por las noches y cuando me quedo por ratos sola me doy el lujo de desahogarme, la posibilidad de ser madre soltera me ha golpeado.

Papá dice que una persona no puede ser forzada a recobrar sus recuerdos porque podría tener problemas de salud mental, así como yo no puedo forzar mi vista, aunque no veo nada.

Mientras tomo una siesta con mis manos en el vientre, algo llama mi atención, unos golpes en mi mano los cuales provienen de mi vientre. Se están moviendo mis bebes me están saludando y sonrió.

- ¿Y esa sonrisa? - Pregunta papá.

-Ven- Le pido, mi relación con él ha mejorado, su deseo de protegerme a veces me asfixia, pero lo entiendo. Sólo quiere cuidarme.

Tomo su mano y la poso sobre mi vientre.

- ¿Lo sientes? -

-Si- Lo oigo suspirar hondo y aclarar su garganta.

-Sabes, yo nunca pude tener eso con tu madre. Antes de que tu madre supiera que venías de camino, tuve un viaje de negocios en uno de mis barcos. Fuimos atacados por piratas y me secuestraron por meses; cuando regrese encontré a una Carla destrozada y tus abuelos en un proceso de divorcio que se convirtió en la guerra. Sentir a mis nietos me causa mucha alegría. Quiero que sepas que te protegeré, aunque te opongas a ello, no voy a perderte de nuevo. Te amo y los amaré toda la vida. Voy a aceptar que vallas a vivir a esa isla por su seguridad, pero bajo mis términos-

-Bien- No digo más nada porque sé que en algún momento nos lo dirá.

Mamá Olivia a organizado todo para nuestra estadía en Arran, al parecer pronto me darán la salida de este lugar, ya puedo caminar sin ayuda, aunque mis piernas flaquean cuando estoy cansada.

****

Ha llegado por fin la partida de este lugar, mi padre y mi abuelo Thomas han coordinado la seguridad, en mi condición no han querido omitir ningún detalle, mamá Olivia y mi mamá Carla en compañía de Camila, viajaron días a tras a Arran a coordinar que todo este perfecto a nuestra llegada. Mis abuelos se quedarán para no levantar sospecha, Kate e Ethan están a cargo de las empresas, solamente estarán mis padres conmigo y durante un corto tiempo y así no levantar sospechas. Hay algo que me ha dado vueltas desde hace varios días, no quiero irme sin intentar ver a Cristian, sé que papá y el abuelo Thomas han tratado de hablar con él, pero parece que ha sido él mismo el que se ha negado. Le pedí a Camila que me trajera una peluca rubia y unos lentes de contacto grises, me servirán para ocultar mi identidad y poder realizar mi plan, lo que no sé es si mi padre me cumplirá ese deseo

-Papá- Lo llamo cuando estoy vestida.

-Si, hija-

-Quiero pedirte algo? - Lo oigo gruñir.

-Dime-

-Se que todo lo que has hecho ha sido por nuestro bien, he hecho esfuerzos para no derrumbarme. Quiero ver a Cristian antes de irme, quiero ver por mí misma que él me ha olvidado- Le suelto con lágrimas en mis ojos. Él me abraza.

-No me agrada, porque sería como entrar a la cueva del lobo. Pero veré que hago, hablare con Jason- Me da un beso y me deja sola. A los minutos regresa.

- ¿Todo listo? Esta arreglado veremos a Cristian, será rápido Susana salió y no sabemos cuánto tardará-

-Sólo ayúdame con los lentes, por favor- Me los pone y salimos del hospital con las indicaciones de los médicos en mano y con los nervios a flor de piel. No llevamos mucha seguridad para no llamar la atención, llevo ropa holgada para ocultar mi vientre.

-Hemos llegado, caminarás tomada de mi brazo en todo momento- Me fa las instrucciones.

-Padre conozco este edificio, tenemos que guardar apariencias y no dar a conocer mi identidad. No sabemos si hay espías-

-Bien, pero estaré pegado a ti por si te mareas-

No decimos nada más, entramos al edificio y nos anunciamos, reconozco las voces de las recepcionistas, parece que todo va bien y que Taylor ha hecho bien el trabajo, ya que no hay resistencia, subimos por el elevador privado hasta la última planta la de Presidencia. Papá nos anuncia y reconozco la voz de Andrea la secretaria y asistente personal de Cristian.

-Señorita Mil...- No termina mi nombre, me ha reconocido. -El señor Grey los espera, sean rápidos, la arpía no tardará- Dice sin más y entramos a la oficina.

-Andrea, he dicho que no quiero que me interrumpan- Su voz me hace estremecer.

-Cri...Cristian- Es lo único que puedo decir después de casi cinco meses de no verlo.

- ¿Quién es usted señorita? -

- ¿No me reconoces? - Mi padre me sostiene sabe que en cualquier momento me puedo desplomar.

-Señor Steele, creí que le había quedado claro que no deseaba verlo de nuevo, mis abogados se pondrán en contacto con los suyos y los de la señora Miles, no hay nada de ustedes que me interesé. ¿Y esta mujer quién es? -

-Es mi hija- Contesta papá.

-Anastasia – La voz de Elliot se escucha en algún lado de la oficina, más las palabras de Cristian no lo dejan decir nada más.

- ¿Para que la trajo? Para mentirme. Le dije que yo ya tengo una prometida, la cual es aceptada por mis padres, no una mujer que se anda entregando a hombres como si fuese mercancía barata- Habla con desprecio, saber que le han dicho Susana y sus padres y siento a mi padre estremecer.

-Hermano, creo que te arrepentirás de tus palabras, te he dicho que no debes creer en todo lo que te han dicho – Las palabras de Elliot son como una briza rápida para Cristian.

-Hija, sal. El señor Grey y yo tendremos unas palabras en privado. Taylor, Elliot podrían dejarnos solos un momento, por favor- Ellos me toma de los brazos y me ayuda a salir ellos saben que no estoy bien. Poso mi mano libre en mi vientre para darme paz a mí misma.

- ¿Te sientes bien? - Pregunta un preocupado Taylor él sabe de mí estado. Niego con la cabeza. Mientras en la oficina de Cristian se oyen los gritos de mi padre y los de él, luego ruidos de cosas rompiéndose.

- ¿Qué pasa ahí? - Pregunta Andrea.

-Creo que le están devolviendo los recuerdos a mi hermano por idiota - Informa despreocupadamente Elliot, cuando sale mi padre. El teléfono de Andrea suena, ella contesta.

-Oficina del señor Grey. Si ya les digo- Y cuelga.

-Señores, me informa la seguridad que la víbora viene entrando y subirá por el privado, es mejor que se vallan por el de servicio que va al área de parqueo, así no los verá-

-Gracias a todos- Me despido.

-Elliot ve a ver a tu hermano, móntate una buena actuación para que no te descubran- Dice papá y salimos como balas.

Mi padre le avisa a Tom donde recogernos y es ahí cuando me permito desmoronarme, cientos de lágrimas corren por mis mejillas y mi padre al terminar de ordenarle a Tom me toma entre sus brazos y lo abrazo.

-Tranquila mi amor, no llores. Algún día recobrara sus recuerdos. Ahora no es él-

No digo nada solamente me dejo llevar y al cabo de los minutos estamos abordando el jet de papá rumbo a Londres y luego a Escocia. Mi padre me lleva a la habitación que hay en el jet.

-Aquí esta tu ropa. Necesitas quitarte esos lentes- Me quita los lentes y luego sale para darme privacidad. Me cambio y me acuesto, sintiendo como el avión se mueve para finalmente despegar.

Con el corazón hecho pedazos y recordando la promesa de Cristian

"Nunca te haré daño"

Con el corazón hecho trizas y me quedo dormida.

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