Capítulo 26

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El verso en la portada del caítulo le pertenece a Asher Oran un amigo. se prohibe su uso.

Cristian POV

-Hijo, ¿Cómo te sientes? - Pregunta el hombre frente a mí.

- ¿Quiénes son ustedes y quien soy yo? - Pregunto mi mente está en blanco.

-Ellos son tus padres, Cristian y yo soy tu prometida- Informa la mujer que para mí disgusto está muy arreglada. Tampoco me agrada como me mira.

-Hijo, me alegra que hallas despertado, me tenías preocupada- Supongo que la mujer que me habla ha de ser mi madre.

-Quiero estar sólo. Y ver al médico- Parecen acatar mi pedido, ya que salen en silencio. A los minutos aparece el médico, un hombre como de mi edad.

-Buenas tardes, señor Grey, soy el doctor Evans- Se presenta.

-Bien, ¿Qué me ha sucedido? ¿Por qué no recuerdo nada? -

-Bueno tuvo un accidente y se golpeó la cabeza lo que le ha ocasionado amnesia- Lo interrumpo.

-Ellos- Señalo la puerta. - ¿De verdad son quienes dicen ser? - Pregunto viendo sus ojos.

-Ellos si son sus padres, pero la joven no lo sé a ella no la conozco, sé que a usted le gusta llevar su vida en privado-

-Entiendo. ¿Cuándo puedo irme? -

-En unos días señor, solamente déjenos ver que todo esté bien con usted y podrá irse a su casa- El doctor sale dejándome solo.

Recuesto mi cabeza en la almohada y cierro los ojos, los ojos más hermosos que he podido ver me miran, lágrimas salen de ellos, pero no veo el rosto completo, sólo los ojos. Luego recuerdo cosas como la vida que he llevado, un accidente, pero un dolor fuerte en mi cabeza me hace reaccionar. No puedo forzar a mi cerebro.

Los días pasan ya he recodado parte de mi vida, el médico me ha recetado medicamentos para los dolores de cabeza. La puerta se abre dejando a Olivia Miles muy molesta, Susana mi disque prometida se levanta como resorte de su asiento cuando la ve entrar.

-Cristian Grey he venido a hablar contigo- Dice mi futura socia.

-Usted no tiene nada de qué hablar con mi prometido- Inquiere Susana.

-Tu cállate. Serpiente de dos cabezas- Grita Olivia.

-Vasta las dos- Ambas callan y me miran. Olivia empieza a hablar de nuevo.

-Se que tienes amnesia, pero tan fácil has olvidado a Anastasia, por esta serpiente rastrera...- La corto no me interesa lo que tenga que hablar.

-Vasta, señora Miles, se quién es Anastasia, una mocosa mimada hija de una duquesa que le gusta andar de fiesta en fiesta. Yo tengo una prometida con la que pronto me voy a casar- No sé porque lo hago, en realidad no conozco a la hija de Olivia, pero me molesta que me interrumpa de esa manera, por eso quiero a Taylor para evitarme estas situaciones. Los ojos de la serpiente brillan de alegría.

-Bueno Olivia, creo que tus planes de emparejar a mi prometido con tu hija no salieron como deseabas, puedes irte- Y sonríe.

-Sabes niña, cuando a este idiota se le pase la amnesia yo seré la que ría- Da la vuelta y hace a retirarse, pero me enoja su actitud.

-Olivia da por cancelada nuestra relación comercial. No quiero tener nada que ver contigo- Se voltea y me mira veo odio en sus ojos.

-Bien espero que prepares la chequera porque haré cumplir los acuerdos a los que llegamos en caso de una ruptura. Y más que feliz de no ser tu socia, porque fue Anastasia la que hizo esos contratos no yo. Para que sepas yo siempre estuve en contra de su relación. Y con respecto a mi hija no la busques-

Sin más sale de la habitación cerrando de un portazo, la cabeza me duele, la serpiente como le digo me mira con ojos de felicidad, su mirada oscura y vacía no me agrada nada, mis padres me insisten en que fijemos una fecha para el matrimonio, pero no estoy seguro de querer dar ese paso con esta mujer. Mi sexto sentido me hace estar alerta.

-Susana quiero estar solo. ¡Ah! sirve para algo dile al doctor Evans que venga y antes de largarte dame una de esas píldoras- Señalo donde está el recipiente de estas. Obedientemente sale, pero antes me da una de esas miradas que creo que me está deseando la muerte, pero me importa una mierda. Mientras me tomo la píldora, el doctor entra.

-Señor Grey, me dicen que quiere verme-

-Si. me siento bien por lo tanto quiero el alta médica-

-Señor, no creo que sea el momento...- Lo corto.

-Bueno si no me iré por mi pie- En eso entran mis padres.

-Que bien que vinieron porque me voy hoy-

Nadie objeta, ni dicen nada, sólo mi madre. El médico sale dejándonos solos.

-Me han dicho que vino Olivia Miles a verte? - Dice mi padre.

-Si, de hecho, iré a la empresa, quiero ver los contratos que he firmado con Miles, Inc. y reunirme con los abogados, presiento que he iniciado una guerra que voy a perder-

-Tenemos buenos abogados hijo- Afirma mi padre.

֍֍֍

Los días pasan y recuerdos aparecen en mi mente, recuerdos o sueños, en ellos me veo feliz, no como ahora que me siento como una mierda, Susana me acosa una y otra vez para que tengamos sexo, pero sinceramente la visión de ella desnuda no mueve ni una molécula de deseo, pero la chica de mis sueños me hace tener erecciones dolorosas, le he contado a mi padre de ese recuerdo y él me ha dicho que seguro es alguna de mis conquistas de mis años de universidad.

Pero el sentimiento con esta chica es profundo, además está el vacío que siento en mi pecho, la puerta se abre de golpe y me deja ver a Raymond Steele otro de mis socios.

- ¿Cómo estás? - Pregunta calmado.

-Bien en lo que cabe, no he recuperado del todo mis recuerdos, pero no creo que sean necesarios. Creo que ya lo que queda nos es nada relevante-

- ¿Estás seguro? - Me ve entrecerrando los ojos.

-Mira no sé qué te trae, a mi oficina. Pero estoy muy ocupado para perder mi tiempo con tonterías Steele-

-Sabes creí que eras más sensato. Cuando te confié mi bien más preciado después de mi esposa creí en ti, ahora veo que eres solamente un pelele de tus padres y prometida. Yo de ti, no le daría la espalda a ninguno- Salto del enojo por sus palabras.

- ¡SAL DE MI OFICINA! Cancelaré tus contratos con mis empresas- Le grito.

-Sabes Olivia me hablo de su conversación contigo. No le creí, pero veo que no mentía. Prepara tus abogados Grey, porque haré cumplir todas las cláusulas resarcitorias. - Y sin más se va.

Desde que anuncie públicamente mi compromiso con Susana todo se ha venido a bajo los únicos felices son obviamente ella y mis padres. Porque hasta mis hermanos y personal lo lamenta, soy la razón del cotilleo en los pasillos, todos hablan de lo bien que me veía con Anastasia. Pero yo no conozco a esa chica, porque me relacionan con ella.

-Andrea localiza a Taylor y dile que vuelve a trabajar para mi-

-Señor está seguro, sus padres no estarán de acuerdo-

-Yo soy el presidente de esta empresa y aquí se hace lo que yo digo, ¿Entendido? - Y cuelgo sin esperar su respuesta.

Los días pasan Taylor ha vuelto a trabajar para mí, pero ya no es el hombre que conocí es distante y poco hablador. La lucha legal entre mi empresa, Miles, Inc. y Steele & Fitzgerald, Corp.; me tienen al borde del colapso, mis abogados no han podido evadir los acuerdos resarcitorios, parece que ambos preveían lo que está pasando, perderé millones.

Tras eso el acoso de mis padres para que me case con Susana la cual se ha vuelto insoportable todos los días aparece en mi oficia; hasta hizo poner un escritorio en mi oficina según ella para ayudarme en los negocios, en vista de que nos casaremos. No sabe ni que es un balance, no creo que sepa de nada más que de gastar mi dinero.

Las píldoras me han causado una gastritis fenomenal por lo que las he dejado de tomar. Pero los sueños con la chica de ojos hermosos han sido más constantes y muy reales, desearía que fuesen reales, he dejado de contarles a mis padres mis sueños, a ellos no les interesa nada más que me case con Susana. Miro mi reloj y es medio día, saldré a comer fuera.

-Andrea, dile a Taylor que prepare el auto almorzaré fuera-

-Si señor-

-Iré contigo- Dice Susana.

-No, quiero comer solo, sin que nadie me agobie con conversaciones estúpidas-

-Hablar de nuestra boda no es estúpido-

-Si, si lo es, eso es asunto de mujeres háblalo con mi madre y mi hermana de todos modos ellas están muy felices- Cierro la puerta de mi oficina dejando a Susana con la palabra en la boca.

-Andrea, cancela todo lo que tengo para hoy, no regresaré- Me dirijo al auto y veo a Taylor esperándome, subo al auto y salimos a la carretera.

-Taylor, ¿Qué sabes de mi accidente? ¿Tu estabas ahí? - Lo veo mirarme por el retrovisor y duda al hablar.

-Si, si estaba ahí señor y con respecto a saber que sucesorio ese día o precisamente en el accidente, no mucho porque estaba inconsciente. Pero por su seguridad y más por la mía no me pregunte más al respecto. Es más, pregúntele a su prometida- Es lo último que me dice y me lleva a mi restaurante favorito, donde como solamente para llenar mi estómago, el móvil no me deja en paz, llamadas y mensajes de mis padres y prometida queriendo saber dónde estoy no me dan tregua, decido apagarlo.

Paso el día vagando, por la ciudad, me encuentro en un bar bebiendo como cosaco, desde mis años de universidad no lo hacía. Salgo del bar y me encuentro a Taylor con expresión seria y cansada.

-Te han llamado a ti también- Afirmo.

-Si señor-

- ¿Les has dicho? -

-No señor-

-Eso es lo que me agrada de ti, siempre fiel. Solamente que ahora guardas secretos -Me mira y no dice nada.

-Vamos lo llevare a su apartamento-

-Bien- Digo porque no quiero ver a mi familia.

A casi de cuatro meses del accidente las pastillas que me dio el doctor Evans mantienen mis pesadillas a raya y me permiten descansar y sobre todo que la guerra entre mis socios más poderosos llego a su término, no hubo manera de evadirlos perdí billones de dólares pero al fin ya termino la guerra legal, sin embargo me ha dejado un vacío, mis otros socios se sorprendieron por mis decisiones, pero cuando quise dar marcha atrás, con la cancelación a los contratos no había manera de negociar con ellos, ya habían tomado sus decisiones

-Iré a traer algo de comer- Dice Susana.

Ni la miro se ha vuelto insoportable, he tenido que oír quejas de los empleados por culpa de sus malos tratos, se cree la dueña, pero si va a ser mi esposa no puedo desmentirla, no por ahora. Estoy revisando unos contratos cuando la puerta se abre.

-Andrea, he dicho que no quiero que me interrumpan- Digo con voz de CEO.

-Cris...Cristian- Escucho una voz que me parece conocida.

- ¿Quién es usted señorita? - Pregunto exasperado.

- ¿No me reconoces? - Pregunta la joven, y veo a Steele sostenerla.

-Señor Steele, creí que le había quedado claro que no deseaba verlo de nuevo, mis abogados se pondrán en contacto con los suyos y los de la señora Miles, no hay nada de ustedes que me interesé. ¿Y esta mujer quién es? - Pregunto ya con mi enojo al cien por ciento.

-Es mi hija- Contesta Raymond, no sabía que tenía una hija lo que me sorprende.

- ¿Para que la trajo? Para mentirme. Le dije que yo ya tengo una prometida, la cual es aceptada por mis padres, no una mujer que se anda entregando a hombres como si fuese mercancía barata- La miro con desprecio, mis padres y Susana me hablaron de ella, creo que es la hija de Olivia, la niña es una cazafortunas adoptada a los quince años, se ha metido con todos los socios de su madre, lo que no entiendo es porque Steele dice que es su hija.

-Anastasia – dice mi hermano con cierta preocupación en su voz

-Hija, sal. El señor Grey y yo tendremos unas palabras en privado. Taylor, Elliot podrían dejarnos solos un momento, por favor- Ellos toman a la chica del brazo y salen.

-Sal tú también- Le ordeno.

-Sabes nunca creí que fueras tan despreciable, siempre te creí un mujeriego sin remedio. Pero cuando me hablabas de mi hija, veía a un hombre realmente enamorado, pero hoy no te reconozco, nunca te había oído hablar de tus conquistas de esta manera, un caballero no se expresa así de cualquier mujer-

- ¿Qué quieres? - Preguntó.

-Nada, en realidad. Estoy aquí por esa mujer, de la cual hablaste con desprecio. Sabes ella realmente te ama, tu no lo recuerdas porque todavía estas afectado por el golpe...- Él se acerca a mí y me da un golpe que me envía al suelo.

- ¡Joder! - Lo veo quedarse viéndome en la espera de mi reacción, pero yo me muevo rápido y lo golpeo, no logro tumbarlo. Se devuelve y me vuelve a golpear.

- ¡DIOS! Golpeas fuerte- Esto se ha vuelto una pelea, golpes van y golpes vienen.

-Sabes, cuando vuelvas a ser el de siempre mi hija estará lejos de tu alcance y me encargaré que te olvide y tú serás el que suplique- Con eso me da un derechazo que me deja inconsciente.

No se cuánto tiempo pasa, pero escucho los gritos de Susana, me hago el tonto, oigo a Taylor y a mi hermano hablar entre ellos.

-Susana porque no vas a llamar a una ambulancia mientras levantamos a hermano-

-Si, si está bien- Y sale dejándome con ambos. Me levanto, rápido.

-Ponle seguro a la puerta- Le digo a Taylor mientras veo a mi hermano reír.

- ¿Qué recuerdas? - Pregunta.

-Todo- Confirmo.

-Pega duro Steele. Te ha acomodado las neuronas, si hubiera sabido que había que hacer eso para que recobraras sus recuerdos, lo hubiese hecho yo mismo- Me dice riéndose.

-Quiero todos los detalles, no me oculten nada-

-Ahora no Cristian. No mientras este la víbora, sería capaz de hacerte daño si se entera que se le cayó el teatro-

-Ahora solamente actúa, mande de regreso a los paramédicos y ordene borrar los videos de seguridad de hace dos horas- Hago lo que me dicen y mando a Susana a la casa de mis padres.

-Ahora dime que ha pasado todo este tiempo- Mi hermano y Taylor me cuentan todo, sin embargo, no creo que me estén contando todo.

-Quiero ver a Anastasia- Le digo estando en el auto.

-No creo que eso sea posible. Elena y Jack la buscan para terminar con lo que empezaron, ellos saben que no ha muerto o mínimo lo sospechan, Susana no ha vuelto a reunirse con ellos, pero si ella se entera que usted recobro la memoria volverá con ellos-

- ¿Saben dónde está? ¿Tu Elliot, sabes dónde la tienen? Kate es tu novia-

-No, no lo sé. Para que me dejaran estar cerca de ti tuve que mentir y decirles a nuestros padres que habíamos peleado por ti- Me dice

-Ni idea. No me lo dijeron. Quieren mantenerlo lejos de ella. Usted se volvió un cretino cuando perdió la memoria y recuerde que usted canceló toda relación comercial tanto con la señora Miles, como con el señor Steele- Me recuerda Taylor. ¡Mierda la he cagado!

Esos recuerdos llegan a mi memoria como descarga eléctrica, prometí no hacerle daño y lo hice.

-Ahora lo que queda es hacer el teatro hasta descubrir las pruebas para encarcelar a Susana y mostrárselas a sus padres, sé que es muy difícil para usted, pero por ahora olvídese de la señorita Miles- Me sugiere Taylor.

-No podré hacer lo que me pides, Taylor. Y con respecto a mis padres me importa una mierda lo que ellos piensen-

-Kate tiene unas fotografías que pueden ayudarte- Dice Elliot.

-Si, lo sé. Pero ellos están del lado de Susana y cualquier cosa que ellos sepan lo sabrá la serpiente-

Los meses pasan y he tenido que aprender a ser buen actor y seguir con este juego que va consumiendo mi alma, he tratado de contactar a Raymond y a Olivia y nada. Hasta donde en descubierto Steele se ha hecho cargo de la subsidiaria de Miles, Inc. Traté de averiguar porque Anastasia no lo hace, sin embargo, sigo encontrándome con muros que me impiden saber de ella.

Mi móvil vibra anunciando un mensaje, lo tomo y encuentro una imagen, pero el número dice fuera de área y desconocido.

El vientre abultado de una mujer embarazada aparece en mi pantalla, se nota que está muy avanzado. Un texto aparece segundos después.

"Está muy hermosa, lástima que nunca la verás"

Trato de llamar, no obstante, me dice que la llamada no puede efectuarse. Dejo de insistir.

Los sueños reviviendo mis días con Ana me golpean cada noche, me desespero como nunca, me ido de casa a vivir a mi antiguo apartamento, logre a duras penas convencer a Susana que era lo mejor, pero sus avances para que tengamos intimidad se acrecentaron, me he vuelto un maestro de las escusas, por eso ahora paso más de viaje de negocios para darme espacio.

Pese a la insistencia de Taylor de no buscar a Ana, he decidido venir a Londres a buscarla, estoy frente al portón de acceso a la mansión de su madre ya fui a su apartamento de soltera y me han informado que esta rentado a una familia. Salgo del auto para hablar con la seguridad, veo que son nuevos.

-Soy Cristian Grey- Me presento y continuo.

-Deseo hablar con la señorita Miles o con la señora Olivia- Los hombres se miran entre ellos.

-Lo siento señor Grey, pero su ingreso no está autorizado. Y las señoras no están en la mansión- Me informa uno de ellos.

-Se lo advertí- Me dice Taylor. Me subo al auto abatido.

Fui a cada uno de los edificios de Miles, Inc., en ninguno pude obtener información de Olivia y menos de Ana. Regresé a Estados Unidos con mi moral por los suelos.

-A mi apartamento- Le ordeno a mi ahora amigo, es el único que me entiende, Elliot por su parte ha tratado de ayudarme hablando con Kate, ella se niega a dar alguna información de su hermana.

-No me lo dirás ¿Verdad? -

- ¿El que? - Pregunta el muy sínico.

-Lo que le paso a ella-

- No soy quien, usted tendrá que descubrirlo solo. Tiene que ser cuidadoso porque Jack y Elena la están buscando. De hecho, nos han estado siguiendo desde que salimos-

-Y ahora lo dices-

-Tengo que dejarlos para que sepan que usted no sabe nada al respecto-

- ¿Susana lo sabrá? -

-No creo que sea tan estúpida para reconocer que tuvo que ver con el accidente y todo lo demás. Si le pregunta lo negará todo. Ya sabe sin pruebas no hay condena-

Llegamos a mi apartamento deseando descansar, pero me encuentro con la desagradable sorpresa de que Susana a esta aquí el lugar está hecho un desastre la ropa que una vez fue de Anastasia está hecha trizas por todo el lugar-

- ¿Qué haces aquí? -

-He estado aquí por días esperándote, he sacado la basura de tu habitación- Lo último lo dice señalando los trozos de ropa.

-Estas ebria- Es un hecho.

-Sólo un poco. Cristian, ¿Qué tengo que hacer para que me ames? -

-Nada, nuestro compromiso está fijado, has obtenido lo que has anhelado, nos casaremos en un mes y tus deseos se cumplirán- La tomo del brazo y tomamos camino al elevador.

- ¿Adónde vamos? - Pregunta.

-A la casa de mis padres-

-Pero soy tu prometida, debería de dormir contigo-

-No, no dormiré contigo, ni, aunque nos casemos lo haremos. Nuestro matrimonio es un arreglo entre mis padres y tu-

- ¿Por qué nunca me has amado? - Vuelve a preguntar.

-Porque mi amor se gana. Y tú nunca lo has hecho, lo único que deseas es mi dinero y además que no me reproduciría con una mujer que es capaz de matar para obtener lo que quiere-

-Yo no he matado a nadie-

-A casa de mis padres, Taylor. Yo no dije que lo hayas hecho- El auto se moviliza por la carretera. Ya casi hemos llegado a la casa de mis padres cuando tres autos nos interceptan. Taylor detiene el auto.

-Señor, no diga nada, déjemelo a mí. Yo me encargo- Y sale del auto. Lo veo conversar con los tipos, no discuten solamente hablan, lo veo regresar.

- ¿Qué quieren? -

-A la señorita Sanders-

- ¿Por qué? – Pregunta ella

-Tiene cuentas con ellos. Considero que la entregue, son de la mafia rusa. Al parecer quieren saber ¿Dónde están sus cómplices? Piensan que tal vez ella sepa su paradero- Explica mi amigo.

Jasmina se ha dormido en mis piernas, Taylor la saca, la lleva a uno de los autos y los veo irse. Me sorprende con la frialdad con que se la entregó a esos hombres, insisto este hombre sabe cosas y no quiere decirme.

- ¿La matarán? - Pregunto.

-No creo solo quieren saber lo que le mencioné, pero también dependerá de ella-

Sin más regresamos a mi apartamento. En el camino nadie dice nada, yo me dirijo a mi habitación y él a la suya. Me doy un baño y mientras me visto escucho que he recibido un mensaje, corro para tomar mi móvil, con la esperanza de que sea ella, pero no es así recibo otra imagen de un número desconocido y fuera de área como la última vez.

"Hermosos no"

La imagen de dos bebes mellizos, una niña y un niño recién nacidos, aparece en la pantalla de mi móvil.

Intento a llamar al número y obtengo la misma respuesta de la imagen anterior. Con una determinación grabada en mi mente me quedo dormido.

No descansaré hasta encontrarla.

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