Capítulo 6

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Elena POV

-Elena- La voz de Jack me hace salir de mi siesta bajo el sol.

- ¿No hay beso para mí? -

- ¡Déjate de payasadas Elena! -

- ¿Estas molesto? -

- ¿Eres estúpida o te haces? -

-Bájale a tu tono, a la hora de hablarme Jack- Me siento cuadrando los hombros. En este dúo yo soy la que mando, no él.

- ¿Me puedes decir quién es la que te tiene de tan mal humor? -

- ¡TU! -

- ¿YOOO? -

-Si, me puede decir, ¿Por qué carajos mandaste a matar a la monja? - Es eso.

-Tenía que deshacerme de un cabo suelto. La policía la estaba investigando, ¿por qué cambiaba de orfanato cada cierto tiempo? y la negativa de dar información de dos niñas que buscan. Como sabrás una de ellas es Anastasia y la otra la nieta de la duquesa. Y es esta última la que ha sido un grano en el culo- Le confieso lo que sé.

-Pero si ella adopto a Anastasia- Confirma, algo que ya sé.

-Si, lo hizo. Pero ella sabe que no es su nieta biológica. Por eso me deshice de Victoria, la tenía bajo presión junto a la policía, por los registros. La cual hice que los quemara. Faltaba poco para que empezara a soltar la lengua- La verdad deshacerse de Victoria siempre estuvo en el plan, aunque Jack no lo sepa.

- ¿Qué harás ahora? - Pregunta preocupado.

-Bueno, Anastasia se ha vuelto famosa, no necesitamos tenerla vigilada. Los medios lo harán y gratis- Le recuerdo lo que le espera a la bastarda, al ser adoptada por una duquesa. Hasta me da envidia.

- ¿Qué harás con tu hija y yerno?, ellos sospechan de ti. Que de alguna manera tienes que ver en que no encuentren a su hija- Me recuerda.

-Mira, Jack. Ellos pueden imaginar lo que les venga en gana, pero poder probar algo, no tienen nada, de nada. A menos que tú, vallas de chismoso- Le recuerdo.

-Sabes que no lo haré- Eso lo sé, está igual que yo de implicado.

-Solamente tenemos que estar pendientes de que no lleguen lo suficientemente cerca de Anastasia, para descubrir el sorprendente parecido de ella con la madre de Raymond-

- ¿La matarías? - Es una pregunta fuerte, pero sé ¿cuál es la respuesta?

-SI- Le respondí sin vacilar. La verdad es que aún no la he matado, porque sé que darán con ella en algún momento y es ahí donde les arrebataré la felicidad.

Me case con Thomas Lambert, por lo que implicaba ser su esposa. Cuando Carla nació no fui feliz. No amaba a Thomas, me embaracé para complacerlo. Sabía que se buscaría a una mujer que le diera lo que yo me negaba, quedándose con lo que yo más anhelaba.

Anastasia POV

- ¡Madre! -

-Madre nada Anastasia. Te han aceptado en las tres universidades más prestigiosas del mundo, Harvard, Princeton y Yale. Y tú me dices que quieres ir a una normal. -

-Madre sabes que no me gusta llamar la atención. Ahí seré la hija de Lady Olivia Miles. La vista de todos estará sobre mí, tú sabes cómo me afecta eso- Soy enfática en mi decisión.

-Anastasia, tienes que superar ese trauma. Eres casi una mujer. ¿Qué harás cuando te hagas cargo de la empresa? Tendrás que relacionarte con los empleados, la junta directiva y socios- Han pasado seis años de que llegue a esta familia y no he logrado superar mis traumas, pero mamá tiene razón, si voy a hacerme cargo de la empresa en el futuro tendré que superar todo lo que me atormenta.

-Está bien madre, dame una semana y escogeré una de las tres- mi madre se acerca a mí y me abraza, hablándome.

-Se que estar rodeada de personas te aterra, pero tienes que dejar eso atrás. Si una persona te miente y engaña. Eso te enseñará a ser más cauta, si te enamoras y te decepciona eso te hará más fuerte. Si te caes te vuelves a levantar. Yo ya estoy orgullosa de ti. Me preocupa tu futuro cuando yo no este para cuidarte, quiero que sepas como valerte por ti misma- Mis lágrimas se desbordan de mis ojos. Estos últimos años han sido los mejores de mi vida, Olivia Miles ha sido la mejor madre del mundo y no lo digo por lo material; sino por el profundo amor que me ha demostrado.

-Lo se mamá. No sabes cuan agradecida estoy por que estés a mi lado- Se lo digo de corazón.

-No, hija yo soy la afortunada de tenerte. Ana, sé que este tema es escabroso, pero ¿Cuándo abrirás el sobre que te envió Victoria? – Me tenso al recordar el sobre que me he negado a abrir.

-Madre, me dices que me amas, pero insistes a que habrá ese bendito sobre- Me separo de ella, me duele que insista con ese tema.

-No, hija tú sabes que te amo. Sabes lo que he sufrido por no encontrar a mi nieta. Y aunque la encuentre, si eso sucediera; tu seguirás siendo mi hija. Pero me pongo en el lugar de tus padres, ellos deben estar buscándote. Se que eso te da miedo. Tienes la llave en tu escritorio para abrir esa puerta. El actuar de esa monja sólo me ha llevado a la conclusión de que ella sabía dónde está mi nieta y quienes son tus padres. Pero con su muerte ya perdí las esperanzas- Ella también llora, La he lastimado.

-Madre haremos un trato- Sedo.

- ¿Qué se te ha ocurrido hija? - La miro a los ojos porque esto será un juramento.

-Yo te doy el sobre, tu lees lo que hay ahí; si esta la información da la identidad de tu nieta, vas y la buscas. Pero la identidad de mis padres la guardas para ti. Cuando yo esté preparada leeré el contenido del sobre. ¿Tenemos el trato, que es más un juramento, madre? - Estiro mi mano para que me la estreche y así cellar nuestro juramento. Lo hemos hecho en otras ocasiones. Me estrecha la mano, para luego hablarme.

-Es un trato. Pero no tardes mucho en abrir ese sobre, podría ser tarde- Sé que tiene razón, pero mi miedo me supera. El pensar que tal vez de verdad mis padres o al menos que haya sido mi madre la que lo hiciere. No estoy preparada emocionalmente para asimilarlo.

-Bueno, ahora que todo ha quedado aclarado, cuando quieras puedes darme el sobre y luego te lo devuelvo. Aunque no tengo prisa lo importante es el tema de la universidad. Sabes cualquiera de las tres que escojas te ira bien esos cursos que tomaste mientras llevabas la secundaria te abrirán las puertas de esas universidades- Mi alienta mamá.

-Eso espero madre-

**********************

- ¿Hija trajiste todo? -

-Si, madre tu y Camila se han encargado que trajera hasta cosas que creo que nunca usaré, aquí no voy a asistir a eventos como lo he hecho en Londres. Aquí sólo me dedicaré a estudiar. A eso es a lo que vine a Estados Unidos. No a hacer vida social- Se que me enredaran en esos asuntos, mamá ha venido a galas, de las cuales me he escabullido. Pero mi sexto sentido me dice que me harán asistir en su representación.

-Eso ya nos quedó claro, Anastasia- Me dice Camila, esa sonrisa que he visto infinidades de veces, no me genera nada de confianza.

-Hija, se sociable. Conoce chicos, has amigas- Insiste mi madre en que haga amigos.

-Madre, el tiempo que he sido tu hija, no he logrado caerle bien a las hijas de tus disque a migas, ¿Qué hará que aquí sea diferente? – Insiste.

-Creo, que ya hemos hablado de ello- Mamá y su afán de que haga amigos.

-Sólo trata hija- Suplica.

-Si, trataré. Pero no será mi prioridad. A todo esto ¿Quién o quiénes de los chicos se quedarán conmigo? - Solo rezo para que diga que los tres.

-Para tu paz interna los tres- Responde mamá.

- ¡BIEN! - Por fin en algo estamos de acuerdo.

*********

Hoy finaliza el primer semestre de la universidad. Entrar a Harvard fue la mejor decisión que pude haber tomado, en estos seis meses que he estudiado aquí, increíblemente hice dos amigos, ellos al igualmente que yo son adoptados. Ethan y Kate, son mellizos, son tres años menores que yo, tienen dieciocho años y fueron adoptados por una pareja de empresarios muy prominentes en este país. Los conocí en un restaurante mientras esperaba que me atendieran, el restaurante estaba lleno y yo ocupaba una mesa para cuatro, fue ahí donde les invité a que sentaran conmigo; ese día nació nuestra amistas.

Los mellizos, son muy inteligentes, dicen que el otro año intentaran ingresar en Harvard, Kate quiere estudiar periodismo como su abuelo e Ethan estudiara leyes como su madre. Esperan encontrarse aquí conmigo y el próximo año y yo lo espero con ansias. Lamentablemente no los veo muy seguido, ellos están terminado la preparatoria, sin embargo, me han prometido que en las vacaciones me acompañarán a Londres si sus padres se los permiten y yo cruzo los dedos para que les permitan acompañarme.

Cuando apliqué para esta universidad tomé la decisión de estudiar lo que me gusta. Mamá ha estado preocupada por mi porque los chismosos de mi seguridad le informan todo y cuando digo todo es todo, le informan cuando me salto las comidas y casi no duermo por estudiar. Por lo que me mandó a una ama de llaves para que este pendiente de mis alimentos. Si no voy al departamento a almorzar ella viene a la universidad y me trae mis alimentos, lo cual es vergonzoso, dichos actos han provocado que me bauticen como la princesita, serán idiotas.

En fin. Mis sacrificios alimenticios me han permitido ser uno de los primeros promedios de nuestra generación, por lo que en la graduación de este semestre yo daré el discurso de graduación, aunque no sea la mía, a veces pienso que también ha influido ser la hija de una duquesa.

De camino a la universidad leo el programa, están las palabras del decano, mi discurso y el del Sr. Cristian Grey, el propietario de una de las compañías más grandes de Estado Unidos y benefactor del área de tecnología de la universidad.

Ya en nuestros lugares y con mi seguridad no muy lejos de mí, el decano llega acompañado de un hombre joven muy guapo quien al conectar su mirada con la mía me sonríe como bobo y yo le devuelvo la sonrisa; el decano nos presenta y cuando estrecho su mano, siento una sensación extraña, siento un calor que se esparce por todo mi cuerpo, el cual me transmite seguridad y confianza, no dejo de mirar esos ojos grises como la plata, los cuales contrastan con mi ojos azul cielo, suelto su mano ya que el decano nos mira, está sonriendo.

-Señor Grey, le presento a la señorita Anastasia Miles. Hija de la condesa de York. Olivia Miles- El decano nos presenta.

-Es un gusto señorita Miles- El hombre vuelve a estrecharme la mano.

-Es un gusto conocerle señor Grey- Yo le sonrío como tonta.

Después de las presentaciones todos tomamos asiento ya que la graduación empieza. Durante el evento no dejo de ver el señor Grey, quien no me ha quitado los ojos de encima, salvo en los momentos que alguien llama su atención. Rezo para que esto termine rápido no me gusta sentirme observada ni ser el centro de atención de la gente. Dichosamente Josh mi guardaespaldas está listo para salir apenas esto termine y para mi mala suerte esto no termina rápido.

Le envió un mensaje a Tom para que tenga encendido el auto, no tengo la intensión de socializar con nadie; hoy viajo a Londres por los días de vacaciones de medio periodo y los chicos vendrán conmigo, iremos a Francia y luego a Italia será fantástico viajar con ellos, fue una suerte que sus padres les permitieran viajar.

Al dar por terminada la entrega de los títulos salgo como bólido, mi seguridad me está esperando en la entrada del edificio principal; hace unos minutos que Kate me envió un mensaje indicándome que estaban en el aeropuerto esperándome. Gracias a la providencia el decano no me pidió ser partícipe de la cena ya me quiero ir, el jet de mamá está listo en el hangar privado.

El salir del salón una masa de músculos se atraviesa en mi camino, una mano fuerte y grande me agarra evitando que caiga, levanto mi vista y es el señor Grey con quien choque.

-Lo siento señorita Miles, no era mi intensión que se callera- Me enderezo.

-No se preocupe señor Grey, si me permite tengo que irme, mi vuelo sale en una hora y no quiero llegar tarde al aeropuerto- me suelto de su agarre y seguir caminando, pero al llegar a la salida el me vuelve a tomar la mano y me jala, chocando con su cuerpo nuevamente.

-Quiero invitarla a cenar señorita Miles-

-Lo siento señor Grey...- no me deja terminar cuando me interrumpe poniendo un dedo sobre mis labios.

-No, dígame, Cristian. No puedes o no quieres Anastasia. Se que tu madre tiene un jet y no creo que haga a que su única hija viaje en un vuelo comercial, así que creo que si puedes- ¿Él conoce a mi madre?

-Tiene razón Cristian, pero a donde voy nos esperan a mis amigos y a mí por lo que tenemos que seguir el plan de vuelo- Trato de aflojar su agarre.

-Señorita Miles, ¿La está molestando? - La gruesa vos se Tom se oye tensa al preguntarme.

-No, Tom el señor Grey sólo se despedía- Me suelto de su agarre.

-Sus amigos la esperan en el aeropuerto- Me informa mi seguridad.

-Bueno Cristian, tal vez en otra ocasión. Adiós- Continuo mi camino a la salida.

Salgo como alma que lleva el diablo, este hombre causa una revolución en mi interior por lo que tengo que poner un océano de por medio, para poder aclarar mi mente, recién lo conozco y lo que me hace sentir me da miedo, curiosidad, intriga y otras cosas que me tienen confundida, así que lo mejor es desaparecer al menos por un mes.

Doce horas después estamos llegando al famoso Hotel Negresco en Niza, Francia donde mi madre nos consiguió la suite más grande en la cual nos hospedaremos estos quince días y luego iremos a Italia.

-Chicos estoy muerta, dormiré un rato luego iremos a cenar- Lo digo como una aseveración y así no me fustiguen para salir, estos chicos con muy activos para su edad, tomo mi maleta para ir a mi habitación cuando Tom me interrumpe.

-Señorita Ana, nosotros estaremos en el piso de abajo, nuestra habitación es la doce quince, por cualquier cosa- Me informa.

-Perfecto, te llamare al móvil si decidimos salir más tarde a cenar- El asiente y se retira, después de una larga discusión entre ellos los chicos deciden ir a la playa y yo feliz, así podré dormir.

El teléfono de mi habitación suena, ¡Mierda! Es que acaso una no puede dormir en paz.

-Hola- Respondo el móvil sin mirar el identificador.

-Señorita Miles, le hablamos de la recepción. Tenemos una entrega para usted. ¿Autoriza a que la entrega suba a su habitación? - Me sorprendo, hable con mamá al llegar al hotel y no mencionó haberme enviado algo.

-Envíe al botones con el paquete, por favor y gracias. Señorita un favor más, estoy durmiendo que no me interrumpan de nuevo- Casi que suplico.

-Lo siento, señorita Miles, no volverá a suceder- Minutos después tocan a mi puerta. Abro y me encuentro con un inmenso ramo de rosa y peonias, el botones me lo entrega luego la tarjeta que viene con el mismo.

-Gracias- le digo al joven dejando una propina en su mano.

Las pongo en la mesa de centro en la sala de la suite, absorbo el aroma de las flores que inunda la sala de la estancia antes de abrir el sobre con la tarjeta, me extraña que mamá me envíe flores siempre me obsequia otro tipo de cosas, como ropa, libros, zapatos: pero flores nunca.

Señorita Miles, espero que las flores sean de su agrado.

"Sus ojos me han hipnotizado, los veo a todas horas, aun cuando cierro mis ojos. Espero tener el agrado de volver a verla"

PD: Si su seguridad me lo permite y le dejo mi número por si quieres hablar con alguien que no sean sus amigos.

-Sonrío. Lo que no sabe Cristian es que en mi vida no hay espacio para nada que no sean mamá y mi carrera. Tomo la tarjeta y la guardo en mi bolso de mano, por más quiera hablarle, no puedo. Por lo que decido continuar con la siesta. Los chicos deben estar en la playa, todo esta silencioso.

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-Chicos, ¿qué haremos hoy? - Les pregunto porque hemos visitado los lugares más importantes de Niza y me estoy aburriendo.

- ¿Porque no alquilamos un bote y recorremos la costa por unos días? - dice Ethan.

-Me da miedo el mar, lo sabes muy bien, hermano- Dice Kate.

- ¿Tu que propones Ana? - pregunta Kate.

-Bueno a me da igual ya hemos visitado los lugares más importantes de la ciudad y hecho de todo, así que decidan yo los sigo – Les digo despreocupadamente.

-Chicas dos días y después podríamos adelantar el viaje a Italia o ir a España o a Alemania a tomar cerveza- Propone Eathan.

-Me parece buena idea chicos, Kate hagámoslo y después decidiremos a que ciudad o país ir- Les propongo.

-Está bien acepto. Ethan encárgate tú de la cena de hoy- Dice Kate.

Ya en la cena estamos en el área privada donde hemos tomado nuestros alimentos estos días cuando el maître se acerca a nuestra mesa.

-Señorita Miles, jóvenes. Disculpen la interrupción, me han pedido que los invite al salón privado que está en el segundo piso- Todos nos sorprendemos.

- ¿De quién viene la invitación? - Ethan es el que habla primero, como el hombre. Él es muy sobreprotector con Kate y conmigo, este tiempo se ha vuelto como un hermano para mí.

-Yo- dice una voz detrás del maître, quien se hace a un lado.

-Señor Grey - Se levanta Ethan.

-Me gustaría que me acompañaran, estoy por negocios en Niza. Y al entrar al restaurante me sorprendí al encontrarlos. Me gustaría cenar en compañía de caras conocidas. ¿Me acompañan? – Miro a los chicos no le van a creer puesto ya saben lo de las flores.

- ¡Porque no! Claro que si lo acompañamos- Dice Kate muy emocionada. Ethan me mira esperando una afirmación de mi parte. Me levanto en aceptación a su propuesta, recuerdo sus palabras en la tarjeta e igual que él no dejo de ver sus ojos por doquier. Kate toma del brazo a Ethan dejándome atrás con Cristian.

- ¿Le gustaron las flores señorita Miles? Tenía mi número-

-Si, si me gustaron y no suelo llamar o enviarle mensajes a un desconocido, no es propio- Le digo recordando las palabras de mi madre.

-Entonces permítame conocerla, señorita Miles-

-Ana, señor Grey-

-Si la voy a llamar por su nombre llámeme por el mío, Cristian-

-Gracias por la invitación. Pero no entiendo ¿porque quiere conocerme Cristian? –

-No sé, hay algo en usted que llama mi atención- Eso no lo esperaba.

-Bueno no quiero ser descortés Cristian, pero yo no tengo tiempo para conocer personas, le hice una promesa a mi madre de graduarme a tiempo y pienso cumplirlo- Espero que se decepciones y no insista.

- ¿Y ellos que son? - Al sentir desdén en su pregunta le aclaro.

-Ellos son mis amigos, llevamos ya un tiempo conociéndonos. Tenemos un compromiso en común- Al llegar al salón reservado por Cristian, se hace un silencio incomodo entre los dos, pero antes de entrar el cierra la puerta, al mismo tiempo con su otra mano me jala lo que me hace chocar con su duro cuerpo el cual irradia calor haciendo que me estremezca.

-Esta conversación no ha terminado- Al terminar junta sus labios con los míos, haciendo que me tense por el acto. Nunca me he besado con nadie, esto es nuevo para mí. Él me está dejando en claro lo que quiere conmigo, pero mi posición sigue siendo la misma. Abre la puerta dejando que pase primero, los chicos me miran con curiosidad, pero los ignoro.

La cena transcurre entre conversaciones sin sentido y bromas entre Cristian y Kate a excepción de Ethan que mira a Cristian con recelo y desconfianza. Cristian propone ir a un centro nocturno para divertirnos, pero Ethan y yo nos negamos a salir, sé que la invitación fue hecha más que todo para estar a mi lado, sin embargo, por cortesía creo yo acepta ir con Ethan y Kate.

- ¿Qué sucedió antes de entrar en el salón con Cristian? - La vos molesta de Ethan me saca de mis pensamientos y como nunca le miento le digo la verdad. Este chico se toma su papel de protector muy en serio para su edad.

-Me beso. Me dijo que quería conocerme. Le dije que no tenía tiempo para conocer personas al nivel que él pretendía. Me inquirió de porque si con ustedes y le dije que todos tenemos una meta en común y que hasta habíamos decidido vivir en el mismo apartamento para no desperdiciar tiempo- Le conté mi conversación con Grey.

- ¿Y que dijo él a tus palabras? - Inquirió molesto.

-Bueno, Cristian me beso y antes de abrir la puerta me dijo que la conversación no había terminado. Pero no le respondí el beso- Le confieso.

-Ana, ¿Te gusta Cristian? – La pregunta de Ethan me sorprende.

-Por qué lo preguntas? – Pregunto con curiosidad.

-No, no lo sé. Es que sólo lo has visto una sola vez y él es mayor que tú. No sé sólo desconfío de él- Justifica su desconfianza mi amigo.

-Nunca me han besado y tampoco he pensado en una relación de pareja. Sabes por lo que he pasado en mi infancia y por eso no confío en casi nadie. Además, sabes que le prometí a mi madre que terminaría mis carreras en tiempo y cuando estuviese preparada les haría frente a las empresas de la familia-

-Bueno creo que el señor Grey no lo va a entender- Y creo que tiene razón.

-Me temo que tienes razón, Ethan, pero de darse el caso si tengo que hacerlo le pediré a Tom que lo aleje- Espero no llegar a ese punto.

-Eso espero. Ana, tú eres como una hermana, estás muy joven para enfrascarte en una relación sentimental. Y por lo que sé de mis padres, Cristian Grey es un mujeriego. Tu eres la hija de una condesa millonaria y con muchas empresas las cuales le producirían muchas ganancias si el entablara públicamente una relación contigo. Conste que también tu serías como un trofeo, eres hermosa e inteligente- A veces pienso que este chico es mucho mayor que yo por su forma de pensar.

-Gracias, Et. Tomaré en cuenta lo que tú me contaste de él- Lo beso en la mejilla y me voy a dormir.

En la ducha tomo una decisión, seguir nuestras vacaciones en otro lugar. Al salir miro mi móvil sonde la luz titilante en el me indica que tengo un mensaje. Lo desbloqueo, miro mi WhatsApp y tengo mensajes de mi madre, preguntándome ¿cómo estamos?, le respondo, luego miro un mensaje de un número que no tengo en mi agenda, lo dejo para después.

Rato después la curiosidad me carcome y miro el mensaje del desconocido.

Desconocido: Anastasia, me gustaría que estuviera aquí en la disco conmigo. Suelo ser muy persistente cuando me propongo una meta y he descubierto que usted me atrae. Por lo que mi meta es que usted y yo salgamos a cenar.

No quiero ser descortés con él ya que ha sido respetuoso hasta el momento, pero al ser persistente es mejor irnos antes que Tom y los demás guardaespaldas tomen el asunto en sus manos, por lo que tomó la decisión de irnos a Italia.

Organizo todo desde aquí llamo a Camila para que organice nuestra llegada a nuestro hotel en Palermo, Camila me confirma que el Hotel es el Posia. Antes de llamar a recepción hablo con Tom para que coordine nuestro vuelo apara las dos de la tarde de mañana y por último informo a recepción de nuestra salida anticipada y que preparen nuestra cuenta cargándomela a mí, la recepcionista se preocupa por nuestra repentina salida, la tranquilizo diciéndole que todo obedece a que queremos conocer otros destinos y me cree. Le escribo a los chicos.

-Chicos preparen su equipaje que partimos a Palermo mañana a las dos de la tarde, todo está arreglado, así que preparen su equipaje.

Kate: ¡¿QUEEEE?!

Yo: En el avión les cuento. A y que Cristian no lo sepa.

Ethan: Kate, sé que Grey te cae bien, no le comentes nada. Por favor.

Yo: A dormir chicos.

A dios Francia. Y con eso me duermo, viendo un par de ojos grises que me miran con enojo.

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