Capítulo 8

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Anastasia POV

Cinco años después

Desde que mi seguridad le informaron de mi desliz con Cristian en un sauna de hotel, mi madre me amenazo con desheredarme si me volvía encontrar con él, son un trio de imbéciles y traidores. Posterior a eso mi madre enfrento a Grey el cual según palabras de mi madre no negó ni afirmo nada, pero ella le dejo una fuerte advertencia de si se acercaba a mi de cualquier manera cancelaría los tratos comerciales con su empresa, muy preocupado por su patrimonio familiar, no volvió a comunicarse conmigo y según él yo no le interesaba, ¡Menudo idiota!

Mi madre no se molesto por el desliz en si, sino porque el señor Grey es conocido por ser un mujeriego, el cual me haría sufrir dijo mamá y estaba en lo cierto después de eso he visto fotos de él con mujeres diferentes, en diferentes eventos y obvio mi madre ha ido más yo no, para mantenerme alejada de él.

En las reuniones comerciales que ha tenido mi madre con Cristian y sus directivos me ha mantenido al margen, pero si me ha permitido participar en otras negociaciones, los últimos dos años me han permitido obtener experiencia pese a que no me he graduado todavía; eso será mañana por la tarde.

Con respecto a mis amigos Ethan y Kate mi relación con ellos se ha fortalecido. Ellos trabajarán en las empresas con sus padres, mismos que son socios nuestros. Kate ha estado viéndose a escondidas con Elliot Grey, digo a escondidas ya que ella es más de diez años menor que el mayor de los Grey. En más de una oportunidad tuve servirles de celestina para que se pudieran ver inclusive a espaldas de su mellizo.

Entre compras, risas y que haríamos después de la graduación, nos pasamos el día. Los chicos me acompañan ya que a ellos les queda un año más de universidad, ellos se irán de vacaciones con sus padres, yo decidí pasarlo con mi madre en Centro América donde escogerá en que país inaugurará nuestra próxima subsidiaria, le dolió saberlo, en el fondo sabían igualmente que yo, de que Cristian trataría de acercarse a mi de alguna manera, le hice saber que ya soy una mujer adulta no la joven que él conoció empezando la universidad. Sé que una vida con un hombre como él estaría llena de sufrimiento y mentiras.

**********

-Buenos días- Saludo entrando al comedor donde mamá y Camila ya se encuentran tomando el desayunando; los chicos decidieron mudarse con sus padres días atrás ya se habían llevado sus pertenencias. Este pent-house se alquilará a partir del próximo mes ya que yo vuelvo a Londres la próxima semana.

-Buenos días- contestan ambas.

-Hija Apúrate tienes que ir al spa y luego regresar para que te arregles he irnos a la graduación- Me apura mamá.

-Si ya lo sé madre- Suspiro pesadamente.

- ¿Anastasia preparaste el discurso? - Pregunta Camila.

-No lo escribí, pero lo tengo grabado en mi mente- Le comuniqué.

-Excelente hija- Adula mi madre.

El día lo paso en el spa, luego a mi departamento donde me arreglaron el cabello y me maquillaron; mamá y Camila dijeron que tenía que verme espectacular ya que tendría que dar el discurso a mis compañeros de generación por ser el mejor promedio de Harvard.

En la limosina veo el pasar de los edificios, me pregunto si Cristian estará en la graduación, siempre lo ha estado es el mayor de los benefactores y su empresa brinda becas a estudiantes con potencial y no pueden cubrir sus gastos de estudio. Será muy difícil verlo.

Ya en la universidad y con el programa en mano me doy cuenta de que Cristian no vendrá ya que será mamá quien dará el discurso, me da la impresión de que, ejerció su influencia para ser ella la del discurso, parece que mi madre nota mi desconcierto por la ausencia de Cristian.

-Pese a lo que cruza por tu mente, no tuve nada que ver en el que Grey no de el discurso, como mecenas de la universidad, si fue él mismo el que me cedió el lugar- La miro, ya eso me es indiferente, Cristian quedo como una experiencia de mi juventud a hora soy una mujer y debo perseguir mis propios sueños.

-Me alegro de que seas tu madre- La abrazo y le doy un beso en su mejilla; no soportaría ver a Cristian, sus palabras ese día en el spa me han seguido una y otra vez y yo como tonta caí en su juego. Muchas veces en la ducha o antes de dormir me he tocado a mí misma imaginando que son sus manos las que recorren mi cuerpo, para hacerme llegar al éxtasis.

De camino nos encontramos al decano quien nos recibe brindándonos la ubicación de la estrada del salón. Camila se acomodará en el lugar de los invitados junto a uno de seguridad, los otros dos chismosos irán a nuestro lado. ¡Que excesivo! Hay momentos que siento que estos hombres me asfixian.

Un hombre con un ramo de flores se acerca a mi y los chicos se interponen en su camino.

-Es para la señorita Miles- Dice el joven.

- ¿Quién lo envía? - Pregunta mamá.

-Una señora me pidió que lo entregará- Responde el chico.

-Lo tomare mamá. No fue Cristian - Tomo las peonias que me entrega, agradeciéndole el gesto. Leo la tarjeta que viene con ellas.

Felicidades.

Espero que el chocolate y la nutella te sigan gustando.

Se han convertido en mis sabores favoritos.

Mi cara se calienta y un sudor frio recorre mi cuerpo recordando el tiempo que pase con Cristian en el Spa y las sensaciones que me provoco su boca en mi sexo, tanto así que me empecé a humedecer.

- ¿Que dice la nota? - Pregunta mamá.

-No entiendo el mensaje y no dice quien envía las flores- Me encojo de hombros para no darle importancia al tema. Le entrego las peonia Alekséi mí nuevo guardaespaldas y nos dirigimos a nuestros lugares.

Durante la graduación se me hace difícil concentrarme en el discurso, Los recuerdos en el spa volvieron a mi mente como si hubiese sido ayer, causándome sentimientos encontrados.

Recibí mis diplomas de manos de mi madre y luego de recibir una ovación por parte de mis compañeros y luego del brindis de despedida mi madre, Camila, la seguridad y yo salimos a celebrar en el Harvest Restauran, uno de los restaurantes gourmet de la ciudad, donde mi madre reservo una mesa para nosotros.

Durante la cena mi madre hablo de como me iré incorporando a la empresa, la junta directiva no esta muy de acuerdo con el hecho de que yo me haré cargo algún día de las empresas de mi madre. Ya que en algunos años ella se retirará a disfrutar de lo que le reste de vida y así poder encontrar a su nieta biológica que no logra localizar. Hay chicas que han aparecido diciendo que lo son, pero las pruebas de ADN dan negativo, eso me entristece ya que esa chica pudo haber vivido lo que yo sufrí por años, sólo espero que haya corrido mejor suerte que yo.

Las ganas de ir al baño hacen su aparición por lo que me disculpo con ellas para dirigirme al área de sanitarios de este lado. Cuando Tom hace el intento de seguirme lo freno.

- ¡ALTO! Ni se te ocurra seguirme, los sanitarios están cerca no en otro edificio- Por lo que frena dándome mi espacio.

Entro al lujoso sanitario donde solo hay un cuarto de baño muy espacioso con un lavabo, mientras hago mis necesidades escucho que la puerta se cierra. Salgo del sanitario arreglándome el vestido que me puse y al levantar mi cara choco con un fornido pecho y el olor a colonia el cual reconozco inmediatamente.

-Cris...Cristian- Eso es lo único que logra salir de mi boca.

-Hola, preciosa-

- ¿Qué haces aquí? Mi seguridad va a sacarte a patadas- Le digo tratando de pasar por su lado.

-No lo harán, están ocupados espantando a un periodista que intenta hablar con tu madre- Se ríe el muy idiota.

- ¿Cómo sabías que estábamos aquí? - Inquiero.

-Bueno, soy dueño del Restaurante y obvio que sabría que vendrían aquí. Por cierto ¿Te gustaron las peonias? -

- ¿Qué quieres Grey? – Pregunto molesta.

-Bueno quería felicitarte, disculpa que sea de esta manera, pero se me prohíbe acercarme a ti, tu madre fue muy clara en su amenaza. Cree que te haré daño si me acerco a ti-No sabe que ya lo hizo, pero no se lo hago saber.

-Pues por algo será, no. Te he visto siempre con una chica diferente...- No me deja terminar cuando posa sus labios sobre los míos, su lengua a caricia mis labios pidiendo les permiso para entrar a mi boca y como si tuvieran vida propia estos se abren, su lengua encuentra la mía, la cual le corresponde.

De pronto me encuentro entrelazando mis brazos sobre la nuca de Cristian, él posa sus manos en mi trasero, en reflejo mi cuerpo empieza a calentarse; levanta una de mis piernas hace que la enrolle en su cadera. Mi sexo choca con el bulto entre sus piernas que amenaza con romper su pantalón.

De mi boca sale gemido que lo enciende más, lo que provoca que me levante el vestido dejando ver mis bragas de encaje, me suelta a regañadientes.

- ¿Sabes? extraño tu sabor- Lo miro sin saber a qué se refiere.

- ¿Qué...? - Me baja las bragas para luego levantarme y sentarme en el lavabo.

-Nena, esta va a ser rápido, tengo que saciarme de ti antes de que tu seguridad note que no regresas- Posa su boca en mi sexo provocando que gima. Me tapo la boca para amortiguar los gemidos, sería vergonzoso que mi madre nos encontrara así.

-Delicioso- Dice sobre mi sexo. Lame, muerde y chupa con ferocidad mi intimidad.

-Dámelo nena- Como una orden mi cuerpo estalla en mil pedazos en su boca. Al recobrar la conciencia de mis actos, empiezo a llorar, solo para esto me busca no me ama, es solo sexo; soy un objeto para satisfacer una necesidad masculina.

- ¿Porque lloras? - Pregunta preocupado.

-Vete Cristian. Por favor- Le digo mientras me ayuda a ponerme las bragas.

-Anastasia, no es lo que piensas, yo...- Es interrumpido por mi madre quien toca la puerta del cuarto de baño. Cristian preocupado se esconde en el sanitario, me acomodo mi vestido, arreglo mi cabello y abro la puerta.

- ¿Porque lloras? - Pregunta mamá con rostro de preocupación.

-De alegría madre, he logrado uno de mis sueños mamá. Vamos. Madre ¿podemos adelantar nuestro regreso a casa? - le pregunto mientras llegamos a nuestra mesa a disfrutar del postre, pero mi estomago se cerro y no logro comer mi pastel de chocolate.

-Pues si, solo creí que te quedarías unos días para disfrutar de las vacaciones-

-No mamá, quiero trabajar en la empresa lo mas pronto posible y demostrarles a esos dinosaurios que puedo ser como tu- Le doy una brillante sonrisa para tranquilizarla.

Al sentarme, escucho que mi móvil anuncia un mensaje lo saco pensando que ha ser Kate o Ethan, sin embargo, al míralo es un número desconocido, lo abro.

«Te equivocas al pesar que solo te busco por lo que acaba de pasar en el sanitario, mis sentimientos hacia ti son mucho más que eso. Los medios plasman y escriben lo que a sus ojos creen ver. Me he mantenido alejado de ti por que tu madre es muy tenaz en sus decisiones, lo que ha provocado que mis sentimientos se intensifiquen. Las mujeres con las que me has visto no significan nada para mi. No te miento he tenido algo con algunas de ellas, pero es sólo sexo, no hay amor. Permíteme acercarme a ti, ya eres una mujer, para demostrarte que te soy sincero, a partir de hoy, a cualquier evento que valla iré solo, las únicas mujeres que me acompañarán serán mi madre, mi hermana o tu si me das la oportunidad».

Tu más grande admirador, Cristian Grey.

Trato de controlar lo que siento en este momento para evitar las preguntas de mi madre y Camila, no puedo dejarme llevar por mis actos de adolescente, dejaré que el tiempo pase, lo que no sé si debo confiar en Cristian. Tendré que hablar con Ethan, él ha sido mi consejero desde que lo conocí pareciera que me conoce desde que nací. Borro el mensaje, sin responderlo. Dejaré que el tiempo pase.

En el pent-house, me dirijo a mi habitación sin mirar a nadie para recoger toda mi ropa; extrañaré este lugar, pero es imperativo tomar distancia para poder pensar y tomar una decisión, ya soy una mujer adulta y puedo tomar mis propias decisiones, mamá tendrá que dejar de intervenir en mi vida, aunque sé que lo hace para no verme sufrir, eso es lo que hacen los padres, más debo de aprender de mis errores, ella no estará toda mi vida cuidándome y son sus propias palabras.

Unos golpes en mi puerta me distraen de mis pensamientos.

- ¿Puedo pasar? -Pregunta mi madre.

-Si, entra- Veo a mi madre con ropa de dormir y sin maquillaje a pesar de su edad, se conserva y es hermosa, si no supiera que no es mi verdadera madre, creería que, si lo es, somos tan parecidas, si los medios no hubiesen pasado el tema de mi adopción creerían que si lo somos.

- ¿Qué pasa hija? Desde que salimos del restaurante has estado muy callada. Es más no has dicho absolutamente nada- Se ve preocupada.

-No me pasa nada mamá. Es sólo que ya no me queda nada aquí y quiero volver a casa y empezar a construir mi futuro- Ratifico mi deseo.

- ¿Estas Segura? ¿Tu decisión tiene que ver con Cristian? - Las madres siempre saben lo que le sucede a sus hijos.

-No, madre. No tiene nada que ver con él- Miento.

-Podemos hablar, si tú quieres- Vuelve a preguntar, no me apetece.

-Mamá, estoy muy cansada y quiero irme lo más pronto posible. Quiero dormir- Eso si es cierto, mi cuerpo esta muy tenso y quiero descansar.

-Buenas noches, hija- Se despide al ver mi negativa, esas son las cosas que agradezco, ella siempre me da mi espacio.

-Buenas noches, madre- Sale de mi habitación dejándome sola.

Me lavo los dientes, para después meterme en la cama; pero antes de apagar la luz de mi mesita de noche, mi móvil suena con una llamada entrante lo miro y dice desconocido, sin pensarlo mucho corto la llamada; a la quinta vez es un mensaje, lo abro y lo leo.

Quiero verte Anastasia.

Necesito expresarte en persona lo que siento.

Otro mensaje.

Nena, respóndeme por favor.

Antes de responderle decido apagarlo, necesito saber lo que quiero de verdad, encontrarme a mi misma y lo que puedo encontrar con Cristian. Cierro mis ojos y caigo en un profundo sueño.

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