Epílogo

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Anastasia POV

Me desperté junto a Cristian, ya había amanecido sentía el calor del sol en el rostro podía escuchar el canto matutino de las aves, sentía todo el cuerpo adolorido por la actividad sexual que tuvimos, ¡DIOS! Como la necesitaba, busque mi ropa a tientas. No encontraba mis bragas y ni mi sostén, oía a Cristian roncar suavemente, extrañaba eso también. En el calor del éxtasis me pidió que los tres nos fuéramos con él, pero no puedo llevar a los niños con un desconocido, aunque ese desconocido sea su padre. Encontré mi ropa, pero no mi ropa interior.

Después de vestirme con mucho cuidado y sin hacer ruido busco en las mesas de noche papel y lápiz, le escribo dejando plasmado lo que siento por él, la doblo y la dejo en la mesa de noche prensada con su móvil, le doy un beso en los labios. Espero haber escrito con una letra clara y legible.

-TE AMO! -Me voy a hurtadillas, me siento como la villana de la película. En el camino al salón choco con alguien.

- ¡Ay! -De camino al suelo alguien me atrapa.

-Anastasia -Reconozco la voz.

-Jason, buen día. Dile a Cristian que no me viste... o que... me viste, pero... No, solamente dile que deje algo en la mesa de noche -

-Bien, el joven Ethan dice que su madre está en modo nuclear -Eso no me extraña.

-Bueno, soy una mujer adulta. Nos veremos pronto Taylor. Pero no le digas nada -Me rio de todo.

-¿La llevo? -Evaluó la oferta.

-Mmm... Está bien, pero sólo hasta el portón. Esta suficiente nuclear para que te vea en la propiedad, no quiero que les acuse de secuestro -

-Hemos llegado, señorita-

-Gracias, Jason. Recuerda Ana. No soy tu jefa -

-¿De verdad no le dirás nada? -Me increpa.

-Quiero que sea una sorpresa, tengo muchas cosas que solucionar y otras que dejar muy en claras -

-El pensara que no lo quiere -Me informa.

-Tu estarás ahí para sacarlo de su error, te lo agradecería -

-Que fe me tienen -Sonríe.

-Jason. Sé que eres más que su jefe de seguridad, eres su amigo y aleja a todo el chupasangre que se le acerque. Y eso es una orden pronto seré la señora Grey -Me rio de mis ocurrencias.

-Lo haré. Cuídese Ana y le diré a Tom que aleje a cualquier idiota que quiera pretenderla -Ahora es él quien ríe.

-Gracias y cuídalo mucho por favor -

-Lo haré. Aunque no quiera - Con esas últimas palabras salgo del auto y me dirijo al guardia de seguridad.

-Buen día -Le saludo.

Al entrar me dirijo al salón de estar donde oigo a mi madre que está modo nuclear.

- ¡Es una irresponsable! ¡Debe estar con él! ¡Dejad a los niños con la niñera! ¡No vino a dormir! ¡Si la ven salir del hotel que dirán! -Tengo que dejar en claro muchas cosas.

-Buen día madre -Mi amigo peludo viene a recibirme.

-¡Hasta que te dignas en aparecer! -

-Madre, tenemos que aclarar ciertas cosas -

-¿Qué... que hay que aclarar? -

-Muchas cosas, madre. Pero no será hoy llamare a mis abuelos y a mis padres. No pienso repetir lo que voy a decirles -Y con eso me dirijo a la habitación de los niños, oigo sus risas y entro en la habitación.

-Buenos días mis niños -

- ¡MAMI! -Dicen al mismo tiempo.

-¿Han sido buenos? -

-Si, Ana se han portado muy bien -Dice Annie.

-Niños, mamá está muy cansada. Voy a dormir por un rato. ¿Annie puedes quedarte con ellos por favor? -

-Claro que los cuidaré -

-Annie, hay una posibilidad de que nos vallamos a Estados Unidos. ¿Te irías con nosotros? - Todo queda en silencio. Y eso me pone nerviosa. Annie ha cuidado de los niños desde que nacieron, sería muy difícil para mí y sobre todos para los niños encontrar a alguien para que los cuide.

-Eso sería genial, no podría estar sin estas preciosuras. ¿Cuándo sería? -

-No será mañana, ni la próxima semana. Todavía no lo sé -

-Bueno si no te molesta iremos al jardín, para que te bañes y duermas -

-Gracias, Annie -Es una niña de corazón puro y la familia la adora, principalmente los niños.

-Vamos niños -Con un beso en la mejilla los niños se van.

Me dirijo a mi habitación y me quito la ropa.

- ¿Y tú ropa interior? -La voz de mi madre me hace saltar del susto.

- ¡Madre, Por Dios! Vas a matarme del susto -

-No me has contestado -Está molesta.

-No logre encontrarla - Le digo con descaro.

-Te estas comportando como una adolescente -Me reprende como si lo fuera.

- ¿Madre que haces en mi habitación? -

- ¿Al menos te protegiste? -¡Mierda! Estaba tan ebria que se me olvido ese detalle.

-Ni idea madre -Le restó importancia.

-Mandaré a Tom a traerte la píldora del día después -

-Ni lo pienses. Si me embarazo nuevamente, será del mismo hombre. Cristian se volvería loco de la alegría. Recuerda que no estuvo en el nacimiento de los mellizos -

-¡Estás loca! Te comportas como una niña. Eres una mujer adulta Anastasia -

-Eso... eso madre soy una mujer adulta la cual puede tomar sus propias decisiones y ya me cansé que lo hagan por mí. Ahora si me disculpas quiero asearme, Cristian me dejo muy casada -Y con eso me voy a la ducha. Lo último estuvo de más, le falte el respeto, me disculparé con ella más luego, pero si queremos ser justos todos ellos me lo han faltado a mí, al tomar decisiones sin consultarme. Me termino de duchar, me pongo un pijama y no me preocupo por la ropa interior. Pero antes de dormirme les mando un audio a mi familia citándolos para dentro de tres días y no espero sus respuestas.

Durante tres días me he enfrascado en el trabajo y estar con los niños, les he empezado a hablar de su padre, aunque no entienden, le he pedido a Annie que les enseñe fotos de Cristian para que se vallan a costumbrando a su rostro y no se incomoden en la presencia de su padre cuando vallamos a visitarlo.

Tres días han pasado y en teoría hoy llega mi familia de Estados Unidos, como no he visto sus mensajes no sé a qué hora llegarán, así que me he alistado para ir a realizar mi sesión diaria de ejercicios, no antes de bañar y vestir a mis niños dejándolos con Annie.

Tres horas después de una fuerte sesión de ejercicios de entre pilates, yoga, zumba y pesas estoy de regreso en la casa, Tom me informa que tenemos visitas, ya sabiendo yo quienes son las visitas. Cuando entro escucho voces animadas que hablan de los niños.

-Buen día -Saludo con cortesía, la educación es un pilar en mi vida.

-Buen día -Responden todos en coro. Me dirijo a mi habitación a ducharme y me iré derecho a comer algo, el ejercicio pesado que realizo en cada sesión hace que consuma más alimentos de lo necesario, sin embargo, hay días que sin hacer ejercicio mi apetito se dispara irracionalmente, no me haré la prueba de embarazo, hasta que este con Cristian; si lo estoy me gustaría recibir la noticia de ser positivo a su lado.

Después de haber comido mi plato de frutas y mi ensalada de quinoa con Salmon me dirijo al jardín trasero donde escuche que todos estaban reunidos, tal vez me estoy portando como una perra con ellos, no obstante, me siento molesta con todos por tenerme en la oscuridad por tanto tiempo, mis hijos deberían estar con su padre y él disfrutando de ellos como yo lo he hecho; sé que me han querido proteger pero todo tiene un límite, cuando él me lastimo aquella vez, él había perdido la memoria; pero una vez la recupero trato de acercarse a mí y no se lo permitieron, luego el muy idiota se culpa de mi actual condición cuando él muy bien sabe que fue Susana la que ordenó que me dispararan.

-Buenos días-

- ¡MAMI! -Gritan Cristian y Phoebe, abrazando mis piernas.

-Mis amores -Los levanto a ambos y los llenó de besos.

-¿Cómo se han portado? -

-Biennn -Dicen ambos.

-Annie, ¿Me haces un favor? -

-Dime, Ana -

-Lleva a los niños a la sala de juegos. Tengo un asunto que tratar con mi familia -

-Claro. Vamos niños al salón -Nadie hasta el momento me han dicho nada, ni han contestado mi saludo. A mi lado siento que hay un sillón y tomo siento.

-¿Estamos todos? -

-Pues sí -Dice mi padre.

-Anastasia, ¿Porque estas molesta con nosotros? -Pregunta la abuela Micaela. Niego con la cabeza.

-Se los dije en su momento, Ethan y yo nunca estuvimos de acuerdo, sin embargo, tenemos igualmente la culpa por callar. Elliot está enojado conmigo por no contarte – La voz de Kate se oye apesadumbrada.

-Y si quieren culpara a alguien de que Ana y Cristian se hayan visto eso me lo deben a mí. No pude soportar verlo vencido. A demás mis sobrinos tienen derecho de estar con su padre, ninguno de nosotros tiene derecho de usurpar ese lugar. No podría ver a mis sobrinos a la cara manteniendo estas mentiras -Ethan me apoya y se siente tan culpable como Kate.

-¿Por qué? ¿Quieren saber porque estoy tan enojada? -Retomo para darle respuesta a la pregunta de mi abuela.

-Hija, lo entiendo. Pero ponte en nuestra posición -Dice el abuelo Thomas.

-Yo he hecho el intento de comprender, el ¿por qué quieren protegerme? Más no han pensado en mis hijos, como lo dijo Ethan. Yo tuve que esperar por más de veinte años y casi morir para conocerlos. ¿Quieren eso para mis hijos? -

-No, no lo queremos hija -Dice mamá Carla.

-Entonces. ¿Por qué me han tenido engañada? Me han hecho creer por casi tres años que Cristian seguía con amnesia -Suspiro pesadamente tratando de controlar mi enojo para no faltarles el respeto. Los amo.

-Creímos que era lo mejor -Dice mi madre Olivia.

-Les voy a decir lo que yo creo que paso -

-¿Qué crees que paso? - Pregunta el abuelo John.

-Han sido egoístas. Nos han querido proteger tanto, que se olvidaron de que sin Cristian no tuviera a mis hijos -

-Pero hija...-No dejo terminar a papá.

-¿Saben cómo se ha sentido Cristian? -Todos callan.

-Se ha sentido como ustedes cuando me arrebataron de tu vientre mamá. Así se ha sentido. Los niños creen que eres su papá -

-Cristian ha visto a los niños -Pregunta el abuelo Thomas.

-Ya saben la respuesta de esa pregunta -

-Hija entiéndenos. La cruel forma en que naciste, lo que has sufrido. Por eso te hemos protegido -Dice mi madre Olivia.

-Yo lo entiendo, pero Cristian nunca me ha hecho daño, no de manera consciente. Si no fuera por él, ustedes, mi familia biológica, no sabrían dónde y quien era. Estuvieron en nuestra fiesta de compromiso por él. Y aun así miren como nos han alejado de él -

-¿Aún lo amas? -Pregunta mamá Carla.

-Nunca he dejado de amarlo. Si no lo amara ya estuviera saliendo con alguno de los idiotas del gimnasio –

-¿Qué harás? -Preguntan.

-Primero que todo dejar todo en orden aquí, mudarme a Estados Unidos, dirigir las empresas desde la cede de Washington; por último y lo más importante buscar a mi prometido a ver si me quiere con él o me manda a la mierda por abandonarlo sin despedirme -

-Tardaste toda la noche despidiéndote -Dice Camila quien no había dicho nada hasta el momento.

- ¿Qué significa eso de despedirse toda la noche? -Pregunta el celoso de mi padre.

-Te recuerdo que soy una mujer adulta papá -

-Bueno, bueno vallamos a almorzar que ya todo está listo -Dice mamá Olivia y así distraer a mi padre. Si supiera de que Cristian y yo estuvimos juntos, le reacomodaría las idea nuevamente.

Así lo hacemos, pasamos la comida en silencio, salvo los ruidos y risas de los niños, ellos tratando de asimilar todo lo que les he dicho, al terminar me dirijo con Annie y los niños para darles un baño y que duerman la siesta; mientras eso sucede me comunico con John Reyes quien es el asistente de presidencia de Miles, Inc. en América, lo pongo al tanto de mis planes para que preparen la oficina de presidencia a mi llegada en un mes, reservo la suite presidencial en el Four Seasons Washington DC por una semana para dos adultos y dos niños, la reserva será de una semana si Cristian no me quiere en su vida lo aceptare con el dolor en el alma.

Los días pasaron y mi familia regresó a América pidiéndome que me quedara en la mansión de mis padres, no obstante, me negué, necesito terreno neutral para resolver las cosas con Grey, al ver que no cedía a sus peticiones dejaron claro que podía quedarme con ellos si cambiaba de parecer. Mientras ponía en orden aquí en Londres le hablado más a los niños de su padre ya al mirar una foto de él, ya dicen papá. Al pasar los días mi madre reconoce haber estado equivocada en su actuar, me pide no alejarla de nosotros, le dejo claro que esa no es mi intención que yo la amo a pesar de lo sucedido y que trataré de venir cada cierto tiempo o ella puede ir a visitarnos.

Con el corazón ella garganta vamos rumbo al hotel donde nos hospedaremos, son las dos de la mañana aquí en Washington y el viaje me tiene molida los niños vienen dormidos Cristian en mis manos y Phoebe en los brazos de Annie, la pobre viene más cansada que yo, hoy le daré el día para que duerma al igual que yo, mañana iré con los niños a buscar a Cristian, es mejor hacerlo lo más pronto posible. Al llegar al hotel la recepcionista me reconoce en el acto.

-Señorita Miles, bienvenidos-

-Gracias. Luke, Johan encárguense del registro y del equipaje, por favor -

-Si señora -Responde Johan.

-Señorita, mi llave y la de los chicos entréguesela a ellos. Por favor -Me entrega una copia de mi llave y me dejo guiar por el botones.

En la habitación acomodamos a los niños en las cunas que reservé, mientras traen nuestro equipaje.

-Annie tengo entendido que esta suite tiene dos habitaciones, escoge cualquiera de ellas y hazme saber cuál es la mía, necesito hacer un mapa mental de la habitación, en la siguiente hora me dedico a eso, Luke me informa que todo está acomodado y que él y Johan estarán en la habitación de al lado, cansada por el viaje me voy a dormir.

A la mañana siento dos pequeños bultos a mis costados, son mis niños de seguro extrañan su habitación me muevo para cambiarme de posición y vuelvo a dormirme.

-¡Mami, mami!, comida -Me despierto con los gritos de los niños y me los como a besos, cuando me levanto Annie me informa que es más de medio día y que los niños están aseados y que ella pidió la comida de todos. Como la suite tiene una pequeña piscina, con agua tibia me la paso con los niños en ella hasta casi las siete de la tarde, cenamos entre risas y juegos y debido al cambio de horario nos vamos a dormir muy temprano.

Al día siguiente todos nos levantamos a las siete de la mañana pedimos de desayuno fruta, yogur, cereales y panqueques con jarabe para mí, le doy el día a Annie para que descanse, yo me voy con Luke, Johan y los niños a la empresa de Cristian.

En la recepción del edificio Luke le informa a la recepcionista que venimos a visitar a Cristian.

-Señorita Miles, buen día. Es un gusto verla nuevamente -La mujer me reconoce.

-Vamos a visitar al señor Grey, ¿Esta él? -

-Si, señorita Anastasia. La voy a anunciar -

-No, es una visita sorpresa -Y con eso me dirijo a los elevadores con nuestra seguridad tras de nosotros.

Al llegar al último piso llegamos a la recepción y reconozco la vos de Andrea al teléfono.

-Si han llegado -Dice la aludida.

-Andrea, ¿Qué tal? -La saludo.

-Bien, señorita Miles. ¿La anuncio? -

-No, no creo que los niños deban presentarse con su padre -Le informo.

-¿Ellos son los hijos del señor Grey? -

-Si lo son. Luke, Johan quédense aquí afuera. Niños denme la mano -

Caminamos y al llegar lo escucho hablar por teléfono empujo la puerta y entramos, está tan concentrado hablando que no se ha percatado de nuestra presencia, pero son mis bebes quienes toman la iniciativa.

-Papi -Dicen ambos a la vez.

-Lo siento tengo que colgar... si es muy importante -Y lo escucho poner el teléfono en su lugar. Lo escucho moverse, sus pasos hacia nosotros.

-Mis niños. Como deseaba verlos -Y ya no los siento a mi lado. De repente siento su mano tomando la mía.

-Ven lo siento se me olvidaba lo de tu visión -

-No pasa nada tranquilo -Mis lágrimas escuecen en mis ojos, trato de retenerlas para que los niños no se asusten.

-¿Cuándo llegaron? ¿Dónde se quedan? -Pregunta alegremente.

-Ayer en la madrugada y nos quedamos en el Four Seasons -

-¿No se quedan con tus padres? -Pregunta extrañado.

-No, aún estoy molesta con ellos y no has preguntado por el nombre de los niños -Le reprocho.

-Esa información ya la sé -

-Porque no me extraña -Le digo con sarcasmo.

-Tú hablas dormida -Me dice.

-Así, porque será que no te creo -Lo oigo tomar el teléfono.

-Andrea, cancela toda mi agenda por esta semana y reprograma todo -Le ordena a su asistente.

-Niños, siéntense aquí -Lo oigo abrir y cerrar gavetas y moverse por su escritorio.

̶ Bien niños estamos listos -Lo escucho caminar deteniéndose a mi lado.

-¿Te quedarás ahí? -Me levanto un poco desconcertada porque no me ha dicho nada ni donde vamos.

-Luke -

-Cristian -Ambos hombres se saludan.

-Luke, tu y Johan pueden irse al hotel, me comunicaré contigo más tarde -Les ordeno para que descansen.

-¿Está segura? -Pregunta Johan.

-Totalmente -Camino hacia el elevador y choco con alguien.

-Lo siento. Toma al niño y dame la mano -

-Cristian, se llaman Cristian y Phoebe - Toma mi mano diciendo.

-Bellos nombres -Llegamos a donde supongo esta su auto.

-Taylor a mi casa -Le ordena a su jefe de seguridad. Yo me quedo callada con junior en mis brazos que se ha quedado dormido.

-¿Phoebe está dormida? -

-Si, lo está. Son muy callados -

-No solamente que no han entrado en confianza -Le advierto.

-¿Por qué me dejaste Ana? -Esperaba esta pregunta.

-En primer lugar, tenía miedo y debía resolver los pendientes de la empresa; además de aclarar con mi familia el por qué me habían ocultado que tú me buscaste durante ese tiempo -

-¿Y ya lo aclararon? -Pregunta curioso.

-Si, creen que necesito que me cuiden. Ya sabes por mi condición -

-Si, necesitas que te cuiden o necesitan que los cuide, pero ese será mi trabajo de ahora en adelante, ¿Lo entiendes? -

-Si, lo entiendo. Pero recuerda que tengo empresas y empleados a los que tengo que dirigir. Ya he arreglado empezar a trabajar la próxima semana aquí, mi padre hará la transición el lunes ante los socios -Cuento las cosas tal y como serán. Lo conozco y sé que es igual o peor que mi familia cuando se trata de nuestra seguridad.

-Yo estaré contigo -

-No será necesario -

-Si, estaré. Como tu futuro esposo, porque nos casaremos pronto, debo de cuidar los intereses de mi futura esposa y de mis hijos -Siento que esto será una batalla que ya tengo perdida.

-Lo has decidido todo -Le confirmo.

-Si, ni tu familia ni nadie me hará separarme de ustedes y mandaré a Jason por tu equipaje y el de los niños -

-Annie, Luke y Johan han venido con nosotros -

-¡Se pueden ir de regreso a Londres! -Se exaspera.

-¡Estas loco! Es mi personal de confianza -Sobre todo Annie y Luke.

-Yo contratare personal -

-Annie, es más que la niñera de los niños, es mi amiga, la única que me escucho llorar y me consoló en secreto, Luke ha estado conmigo desde que me recupere del accidente, me ha cuidado y Johan es el guardaespaldas de los niños y ellos los aman -

-Está bien lo acepto, pero solo ellos y me obedecerán a mí a partir de mañana serán mis empleados -

-No, son mis empleados. Pagados con mi dinero -

- ¡Terca! De acuerdo, sin embargo, recibirán ordenes de mi en algún momento -

-De acuerdo hablare con ellos -

-Hemos llegado -Me informa y al llegar me siento extraña.

-¿Dónde dormiremos los niños, Annie y yo? -

-La chica en la habitación de invitados, los otros dos en el área de personal y ustedes conmigo -

- ¡Estas loco! No podemos dormir los cuatro en tu cama -

-Por ahora sí. Mientras decoran su habitación. Vamos a acostarlos que ya me duele el brazo -

Después de acostar a los niños, Cristian envía dos de sus autos al hotel a recoger el equipaje y con el cansancio de ayer y las emociones de hoy se me ha olvidado enviar mensajes a la familia, después de hacerlo me acuesto en la gran cama y me quedo dormida.

-Vamos dormilona la comida espera -Cristian me habla al oído para despertarme sin hacerlo con los niños.

Mientras almorzamos, con Annie y los niños me siento bien, los niños un poco callados fuera de lo normal tendrán que acostumbrarse ya que este será nuestro nuevo hogar, mi móvil me saca de mis pensamientos.

- ¡Miles! - Respondo.

-Hija, los extraño. ¿Puedo ir a visitarlos? -Me quedo en silencio.

-¿Quién es? -Pregunta Cristian.

-Mamá, quiere saber ¿Si... si puede visitarnos? -

-Toda tu familia puede venir Ana, aunque estoy molesto con ellos no puedo quitarles a mis hijos el relacionarse con tu familia -

-Nuestra familia Cristian... Lo oíste mamá, puedes venir -

-A dile que venga lo más pronto posible necesito hablar con todos -

-¿Oíste mamá? -

-Si hija lo escuche, prepare el viaje. Dile a Cristian que gracias. Los amo -Y con eso cuelga.

Tres días después le pido a Annie que lleve a los niños a la piscina hoy hace mucho calor y no los queremos en la reunión de adultos donde todos callaran y solamente Cristian hablará.

-Bueno los reuní aquí con una finalidad, inicialmente los iba a mandar a la mierda a todos, pero por el amor profundo que siento por mis hijos no lo haré. Quiero que nos veamos como lo que somos, la familia de Cristian y Phoebe. Otra cosa Olivia, Raymond y Carla, quiero su bendición para casarme con Anastasia -

-Si, la tienes - Dicen los tres.

-Bueno. Olivia, Carla y Micaela ustedes organizaran la boda y yo el resto -

-Yo tengo derecho a opinar -Digo enojada.

-Te ves hermosa enojada -Me da un beso y se marcha.

-Pero quiero ser parte de la organización de la boda -

-Tienes una empresa que dirigir y dos hijos que cuidar -Y se marcha dejándome con mi familia.

- ¡TENEMOS UNA BODA QUE PLANEAR! - Grita mi abuela.

Meses después.

-¿Cómo está mi bebe? - La voz de Cristian se escucha a lo lejos.

-Tengo sueño -Me quejo.

-No te hablo a ti, le estoy hablando a Teddy, tu duerme -

-Si, pero él te escucha y no deja de moverse. Recuerda que está en mi vientre -Le hablo con pereza.

-Bueno señora Grey son las ocho de la mañana y hay unos pequeños que la están esperando para el desayuno -

-Estoy cansada, no me dejaste dormir anoche -

-Así, no se quien se ha vuelto insaciable con esas escusas de las hormonas -

-Bien, bien iré a bañarme -

Me dirijo al baño, este parto será sencillo porque no tendré mellizos, pero Tedy es un bebe muy grande y me pesa demasiado. La existencia de Ted en mi vientre se dio en la luna de miel después de que pasara toda una noche devolviendo todo lo que había comido el día anterior y que no había tenido mi periodo menstrual desde antes de mi reconciliación con Cristian en Londres. Grey se volvió loco de la alegría y muy sobre protector, ya tengo ocho meses y este niño me ha dado guerra. Pero ver la felicidad de mi esposo ahora que va a ser padre nuevamente y que ha podido ver el desarrollo de mi embarazo ha si invaluable.

¡Ah! Dije ver, si, en efecto recupere la vista en mi despedida de soltera en mi propia casa resbale en la piscina y me golpee la cabeza en el filo de esta lo que hizo que perdiera la conciencia por dos días, cuando desperté, había recobrado la vista y ver a mis hijos por primera vez fue lo más hermoso, llore de felicidad al verlos y mirar los ojos de preocupación del hoy mi esposo fue contradictorio porque vi tristeza en ellos.

Pero ahora estoy más feliz que nunca porque podré ver a Ted a la hora de nacer, mientras me seco, enumero lo que necesito llevarme al hospital este niño tiene prisa por nacer así que puede adelantarse. Al salir siento un líquido caliente escurrir por mis piernas.

-¡Mierda! ¡Ay! -El dolor es fuerte.

-¡CRISTIAN! ¡ANNIE! -Grito porque le dolor es insoportable.

-¿Qué ocurre? -

-Revente fuente, Cristian, Ted viene de camino -

-Tranquila le diré a Luke que prepare el auto. Tu vístete, algo rápido -

Después de besar a besar a nuestros hijos mayores, asegurándoles que a nuestro regreso traeremos a su hermano los dejamos con Annie y nos vamos.

En el hospital me preparan para la sala de operaciones, Cristian se cambia para estar conmigo, en el camino le avisamos a la familia de la llegada de Ted, incluso a los padres de Cristian, en estos meses hemos tratado de relacionar a los niños con ellos también, aunque la relación sea un poco distante.

La epidural ha hecho efecto y ya no siento las contracciones, Cristian toma mi mano.

-Ya pronto estará con nosotros -Y me besa la mano.

Alos minutos oímos el llanto más hermoso.

-Señor Grey, ¿Quiere hacer los Honores de cortar el cordón de su hijo? -

Cristian lo hace temeroso y regresa a mi lado, esperamos que nos entreguen a nuestro hijo. En la habitación vemos a nuestro hijo alimentarse, Cristian lo mira con emoción y admiración, le da besos y toma su pequeña mano, pero un escándalo fuera de la habitación lo sobresalta y empieza a llorar.

-Iré a ver qué pasa? -Y besa a nuestro hijo mientras trato de calmarlo. Cuando mi adorado esposo abre la pueta una estampida de personas entran y la seguridad tras ellos.

-No nos querían dejar entrar -Informa mi suegro.

-Esto es un hospital padre -Dice Cristian.

-Y él es mi nieto -Señala a Ted. Resulta que mi suegro no es tan agrio como mi suegra, resulta que es de las mujeres que piensan que no hay mujer que llene sus expectativas, conmigo y mi hermana se jodió, ya que Cristian siempre fue mío desde el primero momento que lo ame, así como lo han sido Elliot y Kate.

Todos celebran la llegada del nuevo miembro de la familia, que igual a sus hermanos será amado y consentido y que no sufrirá las desdichas que tuvimos que sufrir y en especial yo por culpa de una persona incapaz de sentir amor.

FIN

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