Grace POV

Cuando Cristian conoció a Susana, me sentí feliz. Porque al fin uno de mis dos hijos varones sentarían cabeza, no es que no lo desee de parte de Elliot, sin embargo, con él ya perdí la esperanza de que lo haga.

Al principio todo fue perfecto hasta que, la chica lo empezó a distanciar de nosotros, Cari vio sus intenciones, solo le interesaba la fortuna familiar y lo que implicaba ser una Grey.

Cuando se separaron me sentí triste ya que mi hijo volvería a su vida de mujeriego en compañía de su hermano. No obstante, me equivoque nuevamente, se había enamorado perdidamente de otra chica, había explicado Elliot; una muy inocente, inteligente, con un futuro prometedor y sobre todo heredaría el imperio de su madre.

Eso me alentó ya que me aseguró que ella no iría tras de la fortuna de Cristian, sin embargo, cuando la conocí, puede ver en ella a la mujer que más he odiado en la vida Elena Robinson; si con esa mujer Carrick me fue infiel, solo una vez, sin embargo, mi orgullo de mujer quedo herido; no entendía como la nieta de esa mujer se hacía pasar por la hija de una condesa, fue ahí cuando comencé a indagar por mis medios.

Fue algo triste saber como habían separado a la chica de sus padres, no obstante, mi odio hacia Elena no me permitía ser empática con ella. Por ello traté de convencer a Cristian que se alejara de ella, les había hecho creer que su condición de hija adoptada me desagradaba, fue ahí que mi hijo saco a relucir que Susana también lo era, con ese argumento ya no tenía más opción que tragarme el orgullo.

La usencia de mi hijo a las cenas familiares incrementaron mientras la chica vivía en nuestro país, el le dedicaba más tiempo a ella que a nosotros su propia familia. El cuando se comprometieron no pude esconder mi descontento por lo que mi hijo me pidió que me mantuviera al margen de su relación.

El cuchillo se hundió más cuando me enteré de que mi hijo mayor, mantenía una relación con la hija adoptiva de Carla Lambert, aunque no es nieta biológica de Elena está ligada a esa familia y peor cuando supe que el mellizo merodeaba a Mia a mi niña, fue duro para mía aceptar ese hecho; todos mis hijos relacionados con la familia de la mujer que tanto he odiado.

Una luz detrás de una tragedia vino a cambiar todo, la maldita de Elena con el afán de querer acabar con su nieta casi mata a mi hijo, es por ello que acepte la propuesta de Susana; de aprovechar la condición de salud de Cristian para que ella lo reconquistara, me alegre, aunque sea cruel el saber de la perdida de memoria de mi hijo, al cual cruelmente lo encañe y si algún día tendré que pagar por ello. Después del accidente tuve una felicidad agridulce ya que el accidente había servido como medio para que mis otros hijos rompieran sus relaciones con los mellizos, pero me dolía verlos tristes por la salud de su hermano y la perdida las personas a quienes amaban.

Una agonía se apodero de mí cuando me entere que Susana había sido parte del accidente que casi cobra la vida de mi hijo Cristian y me enfurecí cuando Raymond golpeó como un salvaje a Cristian y fue ahí que todos los planes de que mi hijo olvidara a Anastasia se vieron a bajo. Con la decepción reflejada en los ojos de Cristian y Elliot se apartaron de nosotros, sus padres por haberles mentido.

Fue doloroso para Carrick y para mi saber, que mis hijos se arrastraba por ver a esas chicas, a Mia a sido más fácil de manipular y el chico Steele se ha mantenido ocupado con su hermana mayor, por lo que ha dejado de lado a Mia.

Por más de dos años Cristian y Elliot no cruzaron palabra con nosotros, manteniendo su enojo a flote, se la pasaron trabajando y viajando, buscando a Anastasia, hasta que un día oí a Elliot hablar con su hermano de que la había encontrado, sin embargo, ella no había querido regresar con él.

Mi sorpresa fue ver una revista de chismes, fotos de Anastasia bajando de un avión privado en compañía de un hombres y dos pequeños niños, aunque la revista la aseguraban que el padre de los niños podría ser su acompañante, me basto ver al niño para darme cuenta de que eran mis nietos, mis primeros nietos y estaban creciendo lejos de nosotros y principalmente alejados de Cristian.

Le pedí a Elliot que hablara con Cristian y que solicitara la custodia compartida de los niños, me sorprendió saber que él estaba al tanto de la existencia de los niños, sin embargo, me hizo saber que no tuviera ilusiones de poder acercarme a ellos. Cristian nos quería lejos de sus hijos por no aceptar a su madre.

-Grace, si quieres ser parte de la vida de tus nietos debemos disculparnos, con Anastasia y su familia. Ellos no tienen la culpa de mi desliz y los errores de Elena -Me argumentó Carrick.

-No lo sé, Carrick. Esa mujer me hirió mucho se hizo pasar por mi amiga, para luego seducirte -Le recuerdo.

-Grace, fue hace mucho tiempo. Carla era una adolescente y su hija estaba lejos de nacer. Elena ya esta muerta; si quieres odiar a alguien, ódiame a mi y no a esa pobre niña que ama a tu hijo y nos ha dado nuestros primeros nietos -Suspiro con pesadez.

-Yo... me siento apenada, Carrick -Me sincero.

-Bueno mientras tu pierdes la pena, yo iré a disculparme. No voy a perder más tiempo con estupideces -Se marcha dejándome sola con mis pensamientos.

Mis hijos han resulto sus diferencias, Cristian y Elliot se han comprometido con sus parejas, no obstante, serán Cristian y Anastasia los que se casen primero. Cristian se ha negado en traer a los niños para conocerlos, me hizo saber, que debía aceptar a Anastasia, porque es la mujer que escogió para compartir y siendo honesta acepté que he sido un terca y egoísta con mis hijos, estoy perdiendo tiempo valioso de compartir con mi familia por odio a quienes menos lo merecen.

Es por ello por lo que aquí voy con mi esposo hacia la casa de mi hijo y su futura esposa, donde nos han invitado a cenar.

-Carrick, sino me perdonan -Expreso mi miedo.

-Grace, eso no pasará. Anastasia es una mujer muy dulce y comprensiva, así como su familia no te rompas la cabeza pensando tonterías -Mi esposo me regaña.

El camino se me hace muy rápido, cuando noto que estamos frente a la puerta de la casa. Nuestro chofer me abre la puerta del auto y salgo muy nerviosa, levanto la vista y me encuentro en la puerta a Cristian con mi nieta entre sus brazos.

-Madre -ME da un beso en la mejilla.

-Cristian, hijo. Gracias por invitarnos -Las lágrimas me escurren.

-Madre, no llores. Mira ella es Phoebe Grey. Mi hija. Phoebe, ella es mi madre y tu otra abuela -La niña me mira sonriendo, me sorprende cuando me abraza y posa un beso en mi mejilla.

-¿Puedo cargarla? -Le pregunto a mi hijo, más es ella quien me sorprende.

-Siii -Se lanza a mis brazos y la estrecho fuerte. La lleno de besos y ella ríe.

-¡ABUELO! -Le grita a mi esposo quien viene tras de nosotros.

-Princesa -Le sonríe Carrick.

Llegamos al salón y toda la familia de Anastasia ya ha llegado, algunos me miran con recelo, en especial las madres de Anastasia, es obvio que Olivia y Carla tienen que proteger a su hija de mí. Hoy todo va a cambiar.

-Princesa ve con papá, que la abuela tiene que decir algo – Le doy un beso en su frente y se la entrego a Cristian. Carraspeo para llamar la atención.

-Buenas noches y gracias por invitarnos, en especial a mi...-Cristian me interrumpe, más no lo permito debo hacerlo para terminar con esto

-Déjame terminar, hijo -Le pido.

-Quiero disculparme. Reconozco que al principio de la relación de Cristian con Anastasia no me agrado y no porque no fuera perfecta para él, todo fue por una estupidez, estupidez que a hecho que pierda más de tres años de la vida de mis nietos -Las lágrimas me escurren por los ojos.

Anastasia se acerca a mí y me abraza, gracias a Dios ha recuperado la vista.

-Grace, no hay nada que perdonar. Todo quedó atrás, Cristian y yo sólo deseamos ser felices con nuestra familia. Así que vamos para que conozcas a Cristian junior – Salimos tomadas del brazo en busca de mi otro nieto.

Que equivocada estaba, ahora no perderé el tiempo en tonterías y disfrutaré de mi familia.

Este capítulo se lo dedico a mi amiga Fadia. Espero que te guste.

Estoy pensando hacer otro extra de Kate y Elliot. Lo seguiré pensando.