Extra-2.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Kate POV

Tener que distanciarme de Elliot, fue muy duro para mí, no entendía porque una madre se empeñaba en obligar a sus hijos a unirse otra persona sin sentir amor era lo más cruel que podría hacer un padre. El amor no se obliga, el surge cuando menos lo esperas y solo te entregas a él.

Mis padres se enfadaron conmigo cuando se enteraron de que mantenía una relación con Elliot Grey, no por que proviniera de esa familia, sino por la fama que Elliot se había ganado y por llevarme más de diez años. Mi padre no concebía que su otra niña se enamorara del mayor de los Grey y casi pierden la cordura cuando se enteraron de que único hijo varón se había enamorado de la menor de los Grey, esos días fueron de locos.

Mi relación Elliot, empezó a desvanecerse cuando, cuando Cristian renegó de Ana y Elliot no intervino, esto lo sabía, pero fue duro encajarlo, lo habíamos hablado. Sien embargo el día que me encontré con Grace en el centro comercial y me presento a la falsa novia de Elliot me derrumbo.

"Una niña tú no será capaz de darle a mi hijo Elliot lo que necesita. Búscate un chico de tu edad"

Sus palabras me aguijonearon el alma y decidí poner mar de por medio, necesitaba desahogarme sin nadie a mi alrededor. Mamá sabía que estaba sufriendo, no obstante, se puso del lado de papá cuando lo que necesitaba era su apoyo. Los únicos que saben donde estoy es Ethan y la abuela.

Le enviaba mensajes a Ana para saber cómo estaba, saber que no había recobrado la vista también me tenía deprimida, Cristian me tenía una sombra la cual me seguía todo el tiempo, incluso ahora que estoy alejada no hubo manera de despistarlo, quería estar para mi hermana, ese era mi lugar y Grey me lo estaba quitando.

Un día por casualidad mientras caminaba por las frías calles de Londres me desmarqué de mi sombra y pudo aprovechar para desaparecer, corrí entre callejones y volví a mi departamento tomé una pequeña maleta y me marché donde la seguridad no me siguiera.

En el aeropuerto miro que destino tomar y el caunter a Italia comienza a llenarse de personas y decido que ahí es donde iré, específicamente a Roma. Compro el tiquete, para luego subir al avión.

Me siento rompo a llorar, móvil comienza a sonar, lo miro y es el número que deseado ver en el identificador, me debato entre contestar o no. Las palabras de Grace vuelven a mi memoria y opto por apagar el móvil. Ella esta equivocada con respecto a mis sentimientos hacia su hijo, no obstante, tiene algo de razón, Elliot se merece una mujer acorde a su edad, si fuese lo suficiente madura como aparento, hubiese luchado por nuestro amor. No lo merezco. Al llegar a Roma, le doy reinicio de fabrica al móvil, lo apago dejándolo en el sanitario, para luego bajar del avión, cuando llego a al hotel llamo a mi abuela y le cuento lo que tengo planeado, no está de acuerdo, sin embargo, me da mi espacio. Compro un móvil nuevo, dando una propina extra para que no conste mi nombre en la factura y así no me rastreen.

Me corto el cabello y cambio su color; también cambio mi estilo, también he notado que he bajado de peso, la depresión me esta matando, por las noches me duermo llorando y recordando los mágicos momentos que viví con él.

A un año de estar viajando por Europa, mi abuela me cuenta que irán a ver a Ana y a los mellizos, parece que Cristian se ha puesto más intenso en encontrar a Ana por lo que lo harán en de apoco, tomando rutas diferentes, mi madre me ha pedido que vaya, por lo que ahora estoy preparando la maleta para ir de visita a Arran.

-Al fin llegas hija -Me dice mamá mientras me abraza.

-Vine, porque extraño a mi hermana y deseo conocer a mis sobrinos -Le replico a sus palabras.

-No seas insolente Kate -Me increpa mi padre.

-Por favor, papá. Quiero estar con mi hermana a solas -La petición de Ana provoca que todos se callen.

-¡Hola! -Le digo a mi hermana.

-¿Por qué han peleado tu y nuestros padres? -Pregunta de carrerilla. Le cuento todo lo que ha pasado y me abraza. Extrañaba el calor de mi hermana.

-¿Has sabido algo de Cristian? -Ana, pregunta en el momento que papá entraba y me mira con ojos de reproche. Sé que mi hermana algún día se enojara con todos nosotros por mentirle.

-No, no sé nada de él -En cierto modo es la verdad, me he desconectado de los chicos Grey.

Paso unos días maravillosos al lado de mis hermanos y mis sobrinos, donde puedo darme el lujo de ser yo de nuevo. Al volver a la realidad, mis padres me piden regresar con ellos, no obstante, me niego a hacerlo, no he podido sacarme a Elliot de mi corazón. Cuando regrese quiero ser fuerte para soportar verlo con la mujer que su madre ha elegido para él.

No regreso a Roma donde había estado viviendo, quiero conocer Escocia y así poder estar más cerca de mi hermana y sobrinos, ya había decidido dejar Italia antes de partir, solo que no había decidido mi siguiente destino.

Los siguientes meses son menos pesados, he decidido retomar mi vida. Mientras me arreglo para ir a un antro, le escribo a Clare que ya casi estoy lista. Clare es una chica que conocí en uno de mis tantos viajes por Europa y casualmente es escocesa y nativa de Glasgow, solemos ir de juerga y beber hasta perder el sentido y hoy será una noche de esas, ya que he decidido regresar a casa. Ana me ha contado que Cristian se enteró de la existencia de los mellizos, que nosotros su familia le habíamos mentido y que volvería con el hombre de su vida y que yo debería de arreglar las cosas con Elliot. Me reí por eso último, lo mío con Elliot ya no se podía reparar, le había demostrado a Grace que no era suficiente para su hijo, si hubiese luchado por él las cosas fueran diferentes.

En el antro las cosas se ponen calientes, hombre fornidos y muy guapos nos miran con lujuria y Clare no tarda en encontrar su consuelo de esta noche un tipo de mas de dos metros, al estilo vikingo, uno me mira y levanta las cejas en modo pregunta, a lo cual niego lentamente. No estoy interesada en nadie, al menos aún no.

Mientras la noche avanza, mi estado de lucides va disminuyendo, el tipo de tempranos se me acerca y yo le sonrió.

-Ya te sientes más animada para disfrutar la noche, muñeca. Tu amiga ya se marchó con mi hermano -Me dice pegándose a mí. Voy a responderle cuando alguien me toma y me pone en su hombro.

-Ve a buscarte otra chica, esta es mía, aunque se niegue a ellos -El tipo me da una nalgada provocando que me existe. La fragancia de su colonia se me hace conocida, me siento protegida.

-Eres una chica muy difícil de encontrar y una tonta por creerle a mi madre -El alcohol en mi cerebro no me deja pensar con claridad.

-Noooo... séee de que hablas, cariño. No te conoozzcooo -Le digo riendo.

-Kate, te has ganado unas cuantas nalgadas, te has puesto en riesgo al ponerte tan ebria, ni siquiera me recuerdas -El me mira con reproche, esos ojos me parecen conocidos, no obstante, su rostro es borroso para mí.

Me quedo dormida por no sé cuanto tiempo, hasta que el agua fría de una ducha me despabila.

-¡Qué Mier...! -La boca de alguien se pega a mi boca acallando los gritos que salen de mi boca.

-¡Ese vocabulario, Kate! -Las palabras de Elliot hacen que abra los ojos por la sorpresa.

-¿Qué haces...? -Vuelve a besarme y me saca del baño para cubrirme con la toalla.

-Mereces un castigo por ser una niña mal criada. Tus padres debieron haberte reprendido por ser irresponsable -Me pone sobre sus rodillas y el primer golpe no tarda en llegar.

-¡AY! -Grito por lo fuerte del golpe, al decir cinco, no aguanto más y mis lágrimas se desbordan. No se si son de dolor o de qué. No obstante, los siguientes golpes son en la convergencia entre mis piernas, lo que me excita, jadeando de deseo. Elliot al notarlo me levanta, acomodándome en la cama.

-Querías, sexo lo tendrás -Me mira a los ojos como un depredador, se acomoda entre mis piernas y me penetra de golpe, lo gritos de dolor y placer que me salen de la boca, son acallados por su boca mientras me embiste sin piedad.

No sé cuales son sus intenciones, ¿Por qué está aquí? Las preguntas se agolpan, en mi cabeza, sin poderlas pronuncia Elliot me tiene sumergida en un mar de placer que no me deja pensar con claridad.

Cuando hemos bajado del espacio donde el orgasmo nos había llevado de derrumba a mi lado, dejándome en el espacio que ocupo en la gran cama. Mis lágrimas se desbordan al sentirme usada. No me ama me ve como un objeto de su propiedad. Fui una tonta, me quedo en ese pequeño espacio hecha una bolita pequeña, donde guardo todo mi dolor. Sollozo bajo hasta que siento como se hunde la cama a mi lado.

-Lo siento, estaba tan molesto, que te he lastimado. Soy un animal. Cristian tenía razón. Tú me sigues amando, igual que yo te amo, Kate. No sé que paso para que huyeras de todo y de todos -Me lleva consigo, donde recuesto mi cabeza en su pecho, escuchando los latidos acelerados de su corazón, guardo silencio, porque recuerdo aun las palabras de su madre, él deja pequeños besos en mi cabeza mientras acaricia mi espalda.

-No soy suficiente para ti, Ell. Soy inmadura y cobarde por huir. No te merezco, tu necesitas una mujer madura, en todo el sentido de la palabra -No le miro para que no vea el dolor en mis ojos.

-No, no tu eres todo lo que deseo y te lo voy a demostrar – Hacemos el amor una y otra vez y de todas las formas posible, hasta quedar rendidos.

Me despierto a no se que hora del día, por el sonido incesante de mi móvil, miro el identificador, es Clare.

-¿Dónde te tienen? ¿Cuánto piden de rescate? Voy a llamar a tus padres -La pobre está preocupada.

-Tranquila es sólo mi ex que me ha encontrado. Estoy bien. Solo hazme un favor. Y vende mi apartamento y déjate todo lo que hay dentro voy a pasar por mi maleta, solo me llevaré lo esencial -Le pido.

-¿No regresarás? -Noto tristeza en su pregunta. Le cuelgo y procedo a ponerme la ropa, solo que mis bragas están inservibles. Me acerco a Elliot, le doy un beso en la mejilla.

-Perdón por huir una vez más, hay cosas que debo arreglar por mi misma y una cosa de esas soy yo misma –Lo vuelvo a besar y salgo de la habitación, para dirigirme a mi apartamento en el taxi hablo con Ana, donde me cuenta que ella y Cristian retomaran su vida juntos y me aconseja arreglar las cosas con Elliot, a lo que le prometo que lo haré cuando me repare a mí misma.

Tomo lo esencial de mis pertenencias y me marcho a mi apartamento de Roma. Ahí contacto a un sicólogo para que me ayude. Los días pasan y el doctor me da tareas para superar lo que me aprisiona, una de ellas es el desprecio de Grace hacia mi familia.

Durante los dos meses de terapia, he trabajado en mi auto estima, parece que en mi subconsciente muy adentro había sentimientos reprimidos, los recuerdos de mi infancia cuando los niños se burlaban de mi por ser adoptada, esas burlas junto a las palabras de Grace me habían afectado a mi auto estima.

Al salir del consultorio del doctor me sentí enferma y me desplomé asustando al psicólogo.

-Señorita, Steele. Le aconsejo hacerse una prueba de embarazo. Está muy pálida. - Le había contado de mi reencuentro con Elliot y haciendo memoria no he tenido mi periodo en dos meses, que es le tiempo que llevo desde la última vez que vi a Elliot.

-Si lo haré -Recordé la experiencia de mi hermana, yo no voy a ocultarle a Elliot, su paternidad. No voy a cometer loe errores de mis padres, no obstante, debo salir de las dudas, tomo una decisión; no lo haré aquí, regresaré a casa.

Llamo a casa, anunciando mi regreso definitivo, mis padres se emocionan, por lo que papá sugiere mandar el jet a lo que me niego. La prensa estará pendiente del hecho y como consecuencia Elliot se enterará de mi regreso.

-No, no es necesario. Estoy en el aeropuerto, he comprado el boleto, los veo en unas horas. Besos -Cuelgo la llamada cuando escucho que llaman al abordaje.

Las ocho horas de vuelo no me caen nada bien, en ese tiempo mis visitas al baño son constantes, el perfume de mi vecino es asqueroso.

Al llegar a Washington y escuchar el aviso de que podíamos bajar tomo mi bolso y mi maleta de mano y bajo velozmente, respiro el aire de regreso y para mi sorpresa, mamá me está esperando.

-Has regresado. Mi bebé ha regresado -Me abraza fuertemente.

-Creí que tu bebe era Ana – Le sonrío para que sepa que es una broma.

-Los tres son mis bebes -Me besa la mejilla.

-Lo sé mamá, es una broma -Le sonrío.

-Todos están felices por tu regreso -Ella me sonríe de vuelta.

-Mamá estoy muy cansada. No quiero recepción de bienvenida – Más que todo no quiero decirle que no me siento bien.

-La familia estará decepcionada por tu decisión, Kate. No tienes que seguir huyendo como una niña asustada -Me mira reprobatoriamente.

-Lo sé y debo de hablar con toda la familia, sobre todo con Elliot. Tengo que salir de una duda por lo que te pido tiempo -Ella asiente a mi petición.

Al llegar a casa en efecto están casi todos, menos Cristian. Niego con la cabeza, lo suponía. Los saludo a todos para luego subir a mi habitación, donde me doy una ducha, para luego vestirme y luego a dormir, en mi cama caigo en un profundo sueño. Escucho las voces susurradas de mis padres.

-Carla, lleva dieciocho horas durmiendo, ¿no crees que es demasiado?; mira esas ojeras, mi niña está enferma -Dice mi padre.

-Ella está enferma de amor, Ray. Ella lleva sufriendo tres años por Elliot -Me besa la frente.

-Si, la culpa es mía, no vi cuanto lo ama -Suspira papá.

-No Ray, esto es por algo más. Sospecho que Grace Grey está tras de todo esto – Y con eso salen de la habitación.

Cuando mi cuerpo reacciona por el olor a comida me levanto, me ducho y me pongo ropa casual. Estoy decidida a salir de la duda. Las nauseas me atacan por el olor a comida, sin embargo, logro disimularlo. Como cereal con chocolate ya que es lo único que mi bebe logra aceptar.

Llamo un taxi y me subo en él, ignorando las protestas del chofer que insiste en llevarme. Mi padre no deja de ser protector. En la clínica privada me brindan un espacio; lo que toca esperar.

Cuando la doctora se presenta, me pregunta por que estoy ahí, le explico como me he estado sintiendo y ala ausencia de mi periodo. Me extraen sangre y doy una muestra de orina. Dos horas después estamos confirmando lo obvio.

-Haremos una ecografía para saber si todo va bien con el bebe -Asiento con la cabeza.

La doctora me hace quitarme la ropa y ponerme una bata, para luego acomodarme. Mi vientre está muy abultado, casi no lo había notado. Cuando escucho el primer latido del corazón de mi bebe, la puerta es abierta de golpe, dejando ver a un muy molesto, Elliot.

-Kate, ¿qué estas...? -Su voz es silenciada por los latidos acelerados del corazón de nuestro hijo.

-¿Eso es lo que estoy pensando que es? -Elliot pregunta con lágrimas en los ojos.

-Si usted es el novio de la señorita Steele, supongo que es el padre de la criatura. De lo contrario debe irse -La doctora habla por mí.

-Si, si lo soy -Ell entra como vendaval y toma mi mano posando un beso en mi palma. Tengo miedo mucho miedo, no obstante, tengo a Elliot para superar esta prueba, mi bebe lo necesita y yo también.

-Katherine, tienes alrededor de doce a quince semanas de gestación. Estás baja de peso y con un poco de anemia. Así que te enviare con una dieta especial para poder mejorar, tu peso y los medicamentos para eliminar la anemia que en tu estado es peligroso por lo mínima que sea -Elliot abre los ojos como platos.

-Yo me encargaré de que cumpla con todo doctora -Le promete el padre de mi hijo. Salimos del hospital en silencio él no dice nada y yo tampoco. No sé en qué punto estamos.

-Deja de preocuparte, sea lo que sea que estas pensando, déjalo que yo me encargo. Iremos a tu casa y le daremos la noticia a tu familia. Me importa una mierda si tu padre lo aprueba o no; así como tampoco me importa lo que diga mi madre. Llegamos a casa, todos los autos de la familia están. Elliot me abre la puerta para ayudarme a salir, estoy muy nerviosa. En efecto al entrar me encuentro a toda la familia, incluyendo a Mia que está tomada de la mano de mi hermano y Carrick Grey. Grace es la única ausente.

-Hermano me alegro de que me hayas escuchado -Cristian le sonríe a Elliot. Ana se acerca a mí, tomándome por sorpresa al darme un abrazo.

-Me alegro de que resolvieran sus diferencias -De dice al oído.

-Bueno familia, es bueno verlos a casi todos aquí. Así que no tendremos que repetir la noticia muchas veces -Las palabras son dichas con seriedad y en dirección a su padre, quien lo mira apenado.

-Les tenemos una noticia -Dice Elliot mirando a todos.

-Sé que le llevo muchos años a Kate, que he sido un mujeriego, si lo fui. No soy un santo, sin embargo, cuando esta mujer aquí a mi lado llego a mi vida, todas las demás dejaron de existir. Nunca le he sido infiel a ella. Los acontecimientos que afectaron a Anastasia y a Cristian; nos afectaron indirectamente. Se que por una mentira fraguada lamentablemente por mi madre nos llevo a separarnos. Hace tres meses la encontré de nuevo, le demostré que la seguía amando y hoy tres meses después nos han confirmado que nuestro amor dio frutos en el vientre de mi futura esposa -Mi padre abre los ojos con asombro, mi madre, mi hermana y mi abuela lloran de alegría y me abrazan; mientras papá está en shock.

-Papá, di algo por Dios – Mis lágrimas escurren porque él está ahí quieto mientras todos nos felicitan.

-Yo solo quiero que seas feliz, me niña -Me abraza como si quisiera soltarme.

-¿Cuándo piensas casarte con mi hija, Elliot? -Mi padre pregunta, mientras le tiende la mano a mi futuro esposo.

-En dos semanas. Ni un día más ni un día menos -Responde la pregunta a mi padre.

-Pues a organizar otra boda -Exclama mi hermana.

-Nosotros también tenemos algo que decirles -La voz de Ethan se escucha haciéndonos callar a todos.

-¿Qué has hecho hijo? -Papá pregunta preocupado.

Esto se ha vuelto el día de las revelaciones.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro