26: Corazón

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7 de febrero, 2022

Mis labios pronunciaron su nombre sin emitir ningún sonido. Él estaba ahí, a unos metros de mí.

Parpadeé en un intento de creer que Pablo no estaba aquí, pensar que todo esto era una ilusión. No era así, él estaba ahí, apoyado en el coche de Pedri.

¿Qué hacía aquí? ¿Y el tiempo que le pedí?

Volví a pronunciar su nombre y tuve las ganas de acercarme, di un paso y no di el siguiente, no porque no quisiera, fue porque Manú me agarro de la mano y de un movimiento me hizo girar para que lo vea.

Ojos verdes. Unos claros ojos llenos de malicia que los convertía en la mirada más fea del mundo. 

—Una última cosa —Sonrió socarrón—. Benjamín me contó sobre el "trato" que hicieron. Ya sabes, ese niñato, tú, su futuro —Se me acercó más y con una sonrisa amenazante siguió—. Si te le acercas o te vas con él, te juro que le digo a Benjamín y él se encargará del resto. Y aquí entre nosotros, el niñato es algo bueno en lo que hace, no serías capas de abordarlo de reseñas negativas que lo arruinarían ¿verdad?

Su firme mirada me demostró que no se lo estaba tomando a la ligera. De una manera brusca me zafé su agarre como si quemara. Miré de reojo a Pablo, me miraba y estaba segura de que se estaba debatiendo entre acercarse o no. Tomo una decisión, se estaba acercando.

No pensé con claridad. Mi plan se había ido a la mierda, pero lo que si tenía muy en claro era no llevar conmigo a Pablo.

Mire a Manú, esa sonrisa victoriosa que tenía pegada en el rostro. Era tan repugnante. Intento agarrarme del rostro, ladeé mi cabeza brusca y empecé a alejarme.

Escuché como Pablo me llamó. No volteé, seguí moviendo mis piernas, lo más rápido que podía.

—Valeria, Val, espera —me llamó Pablo detrás de mí, mis piernas daban largos pasos, aun así, él logró alcanzarme.

El mundo se me detuvo al verlo, esos ojazos castaños que tanto me gustaban mirar. Su mano agarró la mía, su tacto me daba seguridad y por un segundo me replanteé dejar todas las amenazas a la mierda.

Entendí que mi futuro no era el que estaba en juego y Pablo no se merecía eso, las opiniones, las críticas, eso podían hacerlo caer. Él no se merecía eso.

—Val, ¿Qué sucede?

—¿Qué haces aquí, Pablo? —le pregunté.

Si tan solo me hubiese hecho caso y dado el tiempo. Solo unas semanas, hasta poder encontrar una solución. Todo hubiese sido diferente.

—Yo... Yo solo... —Miró sus manos, vi que tenía un libro—. Es para ti, quería... Quiero dártelo y te seguí.

—Tío, no seas patético —farfulló Manú detrás de mí, un frío escalofrío y una presión en mi garganta apareció cuando Manú me agarro de la cintura y me pego contra él, podía sentir el calor de su cuerpo, pero solo causaba una sensación de asco—. Valeria ya pasa de ti, ¿verdad, cariño?

En ese momento quería salir corriendo, desaparecer ante la mirada de Pablo, su mirada de no entender lo que estaba pasando.

Y yo me quedé callada, pensando en que solo quería que Manú dejará de tocarme.

—Déjala —Pablo aún me tenía de la mano, me sujeto con más fuerza, no la suficiente para hacerme daño—¡Qué la dejes! —Su mano me soltó y empujó a Manú, este me soltó de la cintura a causa del empujón.

Pablo volvió a agarrarme de la mano y tito de mí para ponerme detrás de él. Podía ver sus anchos hombros y espalda como una armadura que me resguardaba.

Pero esto iba más allá de mí, ellos dos se tenían una rabia y era testigo que en muchas oportunidades han estado a punto de irse a hostias. La lucha de testosterona no se quedó allí, claro que no.

Vi las intenciones de Manú, en querer ir por Pablo y empujarlo. Rápido, me solté del agarre y me metí entre ellos dos. Me llené de valentía y hablé con las esperanzas de que mi voz no saliera como si quisiera llorar.

—Déjalo... —"él no vale la pena" quise añadir, pero, no lo dije—Y por favor vete.

Pablo me miró sin entender.

Anda. Vete. Por favor.

—Valeria —Su voz se escuchó desesperada, el como pronuncio mi nombre, de una manera lenta y el como me miró me hizo bajar la mirada. No podía mirarlo a los ojos—, por favor, mírame..., Valeria..., Val...

El nudo en la garganta incrementaba.

—Vete, Gavi.

No llores. No llores.

—Val —Pablo intento ahuecar mi rostro entre sus manos, yo retrocedí—. Es por lo de las otras chicas, te juro que no significaron nada, te lo juro. Valeria, eres la única a la que quiero. Val...

—Joder, que esa excusa la dicen todos —farfulló Manú con intenciones de cabrearlo y como Gavi es un fosforito, no se demoró en encender.

—¡Cállate!

Estaba segura de que Gavi lo quería volver a empujar, pero no lo hizo porque yo estaba enmedio.

El castaño volvió a llamarme, de una manera suave y desesperada, buscando que lo mirara.

—Valeria, por favor... Créeme..., Val...

—¿No entiendes que quiere que te vayas? —masculló Manu—. En serio, lo único que haces es dar pena, además ella ha vuelto conmigo. Así que, hazte un favor y vete.

—Es mentira. Valeria es mentira, dilo por favor —Escuché como su voz se quebró al decir lo último. Ni siquiera me atrevía a mirarlo. 

Abrí mi boca y sentí como Manú me apretaba un poco en la cintura, como si me estuviera haciendo acuerdo de que literalmente dependía de él.

¿Por qué no se me hacía fácil decir la verdad? Porque me quedé una noche despierta, escuchando todos sus sueños.

Cerré los ojos, contuve las lágrimas y sin mirar a Pablo, abrí mi boca y dije:

—Es verdad, Manú y yo hemos vuelto —Esas palabras, estaba segura de que había roto algo en Pablo, lo sabía porque a mí también me había roto.

—Es mentira —Me agarro de las manos y esta vez no me pude apartar—. Es mentira Valeria, estas mintiendo ¡Mientes!

—No estoy mintiendo.

—No me miras a los ojos, estás mintiendo. Val, solo dime si él te está haciendo algo, Val, solo dímelo.

—No me está haciendo nada, solo volvimos y ya. Me di cuenta de que le seguía queriendo...

—No te creo, no me miras a los ojos. Es mentira.

—Es verdad.

Seguía sin mirar esos hermosos ojos marrones.

—Mírame a los ojos y dímelo —Su voz salía quebrada.

No me hagas hacerlo. Por favor no.

Lento alcé la mirada, pero primero miré hacia los lados, armándome de valor. 

Hazlo.

Es por él. Es por él y aunque le rompa el corazón y me doliera en lo profundo de mi alma, solo estaba pensando en él y en todos sus sueños.

Le miré a los ojos. Y se acuerdan que les dije que mi segunda obsesión era el café, pues la primera eran los ojos de Pablo.

Cabe destacar que en ese momento, algo en mí se rompió al ver esos ojos cristalizarse.

—He vuelto con Manú, me sigue gustando, él me sigue queriendo. He vuelto con él, Gavi. Le quiero.

Le odio.

—Val...

—Ya la escuchaste —Manú se puso a mi lado—, es mía, nunca dejo de serlo.

Vi como una lágrima se deslizó por la mejilla de Pablo. Baje la mirada. Aguantándome las ganas de llorar.

—Valeria...

Me rompía el como pronunciaba mi nombre, intento sujetarme de las manos. Manu no se lo permitió.

—Es mía, chaval. Ahora pirate antes de que te unas buenas hostias.

Manú lo empujó.

—Ella no es tuya. Nunca te quiso, ¡no como a mí!

—Pues, te acaba de decir a la cara que me quiere a mí.

—Tú no la quieres, idiota.

Pablo lo empujó.

—Y ella no te quiere a ti —Manú me miró—. Anda, díselo, Valeria.

—Pa... Gavi yo...

Le miré a los ojos, no sé cómo lo pude hacer, pero, lo hice.

—Yo... yo nunca te dije que te seguía queriendo...

—Val..., mientes

—Este tío no entiende, a ver te la dejo más fácil —Manú me agarro la cara, alzó mi mentó y me besó. Una ola de malos recuerdos me golpeó. Se sentía tan diferente, agrio y asqueroso, de pronto, deje de sentirlo a la vez que escuchaba el sonido de un golpe.

Pablo le había apartado de mí de un puñetazo en la cara.

Vi como Manú, se le abalanzó, pero, Pablo lo empujó y quiso volver a golpearlo, lo hubiese hecho, si no hubiese sido por Pedri, que apenas vio lo que estaba haciendo, corrió hacia donde nos encontrábamos y agarró a Gavi.

—Vámonos, anda, vámonos —Pedri empezó a jalarlo, como un hermano mayor separando al hermano pequeño de una pelea.

—Juro que si le haces daño, te mataré —le amenazo Gavi a Manú—. No le pongas ni un dedo encima.

—¡Ya me la follé! Si es lo que quieres saber.

Gavi volvió a abalanzarse, pero Pedri lo agarro con más fuerza. Lo contuvo y se relajó al mirarme. Deje de respirar cuando mis ojos chocaron con los de Pablo, me dio una mirada que destrozaba todos mis pedazos rotos. Pablo se deshizo del agarre de Pedri, dio un paso hacia mí y susurró solo para que yo escuchara.

—Solo recuerda que yo si te quise y te sigo queriendo —Bajé la mirada y me entrego el libro—. Es para ti, estoy seguro de que te gustará.

Con las manos temblorosas agarré el libro. No le miré a los ojos y solo le vi alejarse.

Estaba perdiendo al chico de mis sueños. Lo estaba viendo alejarse, una parte de mí se fue con él.

—Te regala un estúpido libro, que estúpido —Manú me arrebato el libro y lo tiro al piso.

Me agaché a recoger el libro, al ponerme de pie, le miré y farfullé:

—Tú eres el estúpido.

Di media vuelta y me fui. No me detuve cuando me llamo, solo me fui y él tampoco es que me persiguiera. Nunca lo hizo.

Pensé que Manú ya no me tenía en sus manos, pero lo seguía haciendo. Me seguía manipulando a su antojo y yo seguía cayendo como un conejo en la trampa.

Podía haberle dicho la verdad, pero conocía a Manú y sabía que si no le seguía la corriente que su jueguito, le hubiese ido a decir mentiras a Benjamín.

Mi mente no dejaba de repetirme una y otra vez la cara de Gavi, sus ojos. Mis ojos estaban llenos de lágrimas, no veía por donde caminaba, los oídos me zumbaban y me aturdía. Llegué a un callejón y me apoyé contra la pared, intentando respirar. Intentando no ahogarme.

De nuevo me estaba pasando, estaba teniendo otro ataque.

Fui cayendo hasta sentarme en el sucio suelo. Algo estaba oprimiendo mis pulmones, buscaba respirar, pero no podía. Las lágrimas acumuladas en mis ojos fueron cayendo, empapando mi cara.

Como pude, me coloque los audífonos y le di play a mi música, mientras abrazaba el libro que me dio Pablo.

"sing of the times" de Harry Styles empezó a sonar, mientras me encontraba abrazando un libro, la música me acogía, no podía respirar y mi mente solo me hacía recordar el rostro de mi príncipe azul.

Le rompí el corazón. Lo vi en sus ojos.

Y el mío se rompió cuando vi que le hice llorar.























































































<333 No me odien, que de lo que va del día ha sido horrible. La vida me odia 😭

Y llore más con este capitulo.

Se que quieren algo bonito, pero si se habrán dado cuenta este fic toca temas importantes y no puedo tomarmelo  a la ligera y que todo se solucione así de rápido y tengamos un final feliz con boda y bebés. Quiero dejar un mensaje y que no sea un fic como los demás 🥲

Que es mi reto como escritora y espero lograrlo 🥺

Y no se preocupen que Val y Pablo encontrarán la manera.

Todavía no vamos ni por la mitad de la historia, así que aún siguen subidxs en esta montaña rusa 🎢

Gracias por la 200k es mi primer fic que llega a tanto 🥰🥰🥰

Maratón 1/2

Subo el otro como a las 4 o 6 de la tarde (hora peruana ❤️🤍❤️)

Nos leemos dentro de poco y vayan a comentar sus teorías u opiniones en el último tiktok que subí.

Por favor no se olviden de votar y comentar, eso me motiva a seguir escribiendo :)

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