9: Dijiste un mes

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Antes
3 de Febrero, 2021

Ganar era una satisfacción que no se podía explicar. Sentías tanto y querías gritar, saltar de la emoción. Choqué los cinco con Carla y ambas saltamos gritando y cantando "drag me dow" que se escuchará bien o mal no nos importaba, solo divertirnos ante tremenda victoria de remontada.

Formaba parte del equipo de vóley, era la capitana y habíamos derrotado al equipo de otro instituto. Me lo tomaba muy en serio, perder no estaba entre mis planes y el hecho de haber ganado era un grito de felicidad.

—Venga, vamos, chicas.

Con todo el equipo celebramos en los vestidores. Hasta que la entrenadora vino a cortarnos el rollo y a mandarnos a tomar la ducha para ya irnos a nuestras casas. Aburrida.

Mi pelo estaba un poco húmedo al salir de las instalaciones educativas. Mis amigas iban a mi lado, las cuatro conversando sobre la fiesta que había esta noche para celebrar.

—Entonces iremos a casa de Valeria para alistarnos —señaló Ester a mi lado, me iba sujetando del brazo, Carla iba a mi otro lado. Las cuatro juntas.

—Necesitamos un día de chicas —señalé —, mamá tiene unas mascarillas traídas de Corea.

—Me gusta la idea.

—Y la ropa. —Ester me hizo mirarla —. Val necesitó que me prestes ese vestido tuyo, el azul con la espalda descotada. Necesito verme sexy.

Hizo una pose rara y frunció sus labios como un pato. Aguante una carcajada y asentí.

—Todo tuyo, amiga.

Ella soltó un chillido de felicidad y me abrazo. Las cuatro ese día estábamos en la misma sincronía, enfocadas en la fiesta que se llevaría esta noche.

—Girls, hoy ligaremos —chilló Pau —. Me pido a Hugo, es tan sexy.

Y un patán.

—¿Cómo puedes pedir a Hugo, si su hermano está buenísimo?

Y así inició una conversación de los chicos a los cuales mis amigas les habían puesto el ojo encima. Por mi parte yo no pensaba depender de un hombre para divertirme esa noche. Es más, no pensaba enamorarme de un chico de aquí a mucho tiempo. Suficiente tuve ya con el idiota de mi ex. Ya había pasado más de un mes desde nuestra ruptura, él me busco y dijo todo lo falso que una espera escuchar. No caí directo a sus pies, no caería en sus juegos otra vez. Además, mamá y yo ya habíamos arreglado nuestros problemas para volver a meter la pata por un hombre inmaduro.

No me volvería a enamorar. Eso nunca.

—Vamos, Valeria, ya llego Dany —Carla me saco de mi ensoñación.

Las cuatro cogidas de los brazos, empezamos a caminar en dirección donde Dany se había aparcado.

—Valeria.

Escuché a alguien llamarme. Alcé la mirada en busca de la persona que me llamaba, al principio pensé que solo había sido mi imaginación, pero volvieron a llamarme y lo encontré. Era un muchacho. 

Lo pude recordar. Él mismo tío de la cafetería.

¿Cómo se llamaba?

¿Gavi?

—Espérame —Me deslicé de su agarré y fui hacia el chico que estaba a unos metros de nosotras.

Sonrió al verme.

¿Qué hacía aquí?

Hola ¿Gavi? ¿Cierto?

Asintió.

—Ese es mi nombre, Valeria.

Pues él si se acordaba de mí.

Lo miré para que dijera lo que tenía que decir, pero se quedó callado. Mirándome con una sonrisita nerviosa.

Le di una sonrisa de boca cerrada y le pregunté:

—¿Qué haces por aquí? ¿Pasabas?

—No de hecho... —Paso una de sus manos por su castaño pelo—. Dijiste un mes. 

—¿Un mes? —fruncí mis cejas al no entender.

—Que si venía en un mes, me dabas tu número.

Mi mente hizo un gran clic y la sonrisa de labios apretados cambió a una completa de mostrar mis dientes. ¿En serio el vino por ello?

Oh por dios.

Bajé la mirada y sonreí boba. No me podía creer que un chico haya hecho eso por mí, esperar un mes cuando ni siquiera me conocía. Creí que lo olvidaría y que nunca volvería a verlo.

—Vale —Jugué nerviosa con mis dedos, bajé la mirada y la volví a subir a sus ojos marrones—. Me has tomado por sorpresa —confesé con una risita —. Pensé que no te importaría y lo olvidarías.

—Ya vez que no —dijo con un acento que reconocía como el sevillano, y pasando una de sus manos por su pelo castaño, añadió—. No me las has dejado fácil.

Lo miré sin saber a qué se refería.

—La mayoría de lunes a viernes ibas a esa cafetería, te sentabas en la misma mesa de siempre a leer, te veías demasiado concentrada y entretenida, la bulla no te interrumpía y solo dejabas de leer cuando tu amiga rubia llegaba —dijo y automáticamente alzó sus brazos —. No he sido un acosador.

—Te creo —señalé y es que ese nerviosismo me confirmaba su sinceridad—. ¿Te puedo preguntar algo?

El movió su cabeza de arriba a abajo y murmuró un "claro". Me fijé en sus lunares.

—¿Por qué no te me acercaste?

—No... no quería incomodarte y esperaría un mes como lo dijiste...

¿En verdad estaba pasando esto? O estaba soñando y fantaseando con un personaje del libro.

Me le quedé mirando, su cabello era castaño claro, más claro que él mío. Era alto, no tan alto, pero si me sacaba varios centímetros de diferencia. Quise seguir mirándolo, pero el grito de mis amigas llamándome me lo impidieron.

—Tengo que irme —Miré detrás de mí, mis amigas estaban mirándome desde las ventanas del coche. Regresé a mirar a Gavi—¿Me das tu móvil?

Él pareció no entender mi pregunta, se la volví a decir y con un poco de torpeza me lo entrego. Le apunté mi número.

Valeria :)
#######

Le entregué el móvil y me despedí agitando mi mano y diciéndole.

—Nos vemos pronto.

Di media vuelta y empecé a andar, tan solo di unos pasos cuando escuché que dijo algo que no entendí. Sonreí por ello, me causaba gracia y una presión en el corazón que no entendía. 

Las preguntas frecuentes de mis amigas me invadieron apenas llegué al coche.

—¿Quién era? ¿Qué quería?

—Un amigo.

—Un amigooo —chillaron como si les hubiese dicho que me voy a casar —¡Está guapísimo! —Se asomaron por la ventana, él seguía ahí, mirando el móvil con alegría.

Al llegar a casa fue una fiesta de adolescentes, lo primero que hicimos fue almorzar y luego revoloteamos mi armario en busca de vestidos que utilizaríamos esta noche. Unas horas después, recién salía de la ducha, estaba envuelta en una toalla mientras mis amigas se peleaban por verse en el espejo de mi tocador.

Mi móvil empezó a sonar. Fui en busca del aparato y vi que se trataba de un número desconocido. Había dos opciones, o era papá o el chico que se apodaba Gavi.

Contesté.

—Hola.

Su acento sevillano fue fácil de reconocer. Era él. Gavi.

—Hola.

Nunca digas nunca.





































<333

Feliz año nuevo!!!!!

Él capítulo es algo corto, pero lo amooo

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