Epílogo

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E p í l o g o

Tal vez

Narra Pablo:

—Te prometo un para siempre —La voz de Valeria causaba tanto en mí, una sola palabra y ella me tenía a sus pies.

Me besó y le devolví el beso. Sabía al gloss de fresa, el mismo que me volvía loco. Recordé la imagen de la mañana, como se miraba al espejo y le daba colorcito a sus labios. Recuerdo como se peinaba, como miraba sus ojeras y debatía si cubrirlas o no. Le ganó la flojera y su maquillaje solo fue un poco de brillo labial, el cual se lo acabo de quitar al besarla. No llevaba nada de maquillaje y yo la encontraba perfecta.

Y se lo hacía saber.

Era perfecta para mí en todos los sentidos, cuando estaba distraída y se mordía su labio inferior, cuando me miraba y parpadea para poder enfocarme cuando no usaba las lentillas o la manera en la que sus ojos se veían más chicos al llevar las gafas. No llevaba gafas, ni lentillas y su mirada estaba perdida, aun así me miraba con un brillo en los ojos. Me dio un beso, mientras mi mano sentía los latidos de su corazón. Se aceleraban cada vez que estaba con ella y más cuando le decía que la amaba.

Mi mano bajó a su vientre y me contuve de no agacharme a besarle en ese lugar, donde tenía dos pequeños lunares, uno más chico que el otro y donde posiblemente este nuestro bebé. La besé y al terminar pegó su frente a la mía y besó la punta de mi nariz, luego mi mentón. Amaba cuando besaba esa parte de mi cuerpo. Amaba como me besaba.

—Joder, chavales que no se separaran por una eternidad —Se metió Pedri.

Yo era el último del equipo que faltaba.

Le di un último beso a Valeria, mi Val.

—Te veo en 3 horas, algodón de azúcar.

Me sonrió y me alejé. Antes de cruzar, mire atrás. Ella me seguía viendo. Con esa mirada que ya no brillaba como hace un año. Seguía brillando al verme, pero quería que ese brillo esté en cada segundo de su vida.

Valeria era la chica que merecía un final feliz. Era la mejor de todas, te escuchaba sin interrumpir, no te juzgaba, se reía contigo, no existían los prejuicios o los protocolos con ella, te apoyaba, te aconsejaba y aunque tuviera un mal día trataba de no transmitirlo para no hacerte sentir mal. La Valeria que conocí, era muy diferente a la de ese momento, seguía siendo la misma y a la vez cambió, encontraba grandes diferencias, su manera de vestirse cambio, pero de eso no le tome mucha importancia, lo que si era importante fue como el brillo en su mirada se apagó, su sonrisa ya no se veía viva, se veía apagada y aun así te escuchaba sin interrumpir, no te juzgaba, se reía contigo, seguía apoyándote y cuando tenía un mal día, prefería alejarse y apartarse. Confieso que de esta última me di cuenta cuando supe todo lo que me ocultaba. Cuando no lo sabía, pensaba que se alejaba porque no quería saber nada de mí, pensaba que me haría lo mismo que yo le hice. Pero ella solo escapaba para no hacerme sentir mal, irónicamente me hizo sentir mal. Pero eso ya no importa, mis sentimientos no se comparaban con todo lo que ella sufrió.

Me enteré de los abusos de Benjamín ¿Cómo podía golpear a su propia hija? Confieso que yo mismo quise ir a darle una buena hostia y denunciarlo, pero por Val no lo hice. Ella no quería recordar, quería olvidarse de esa pesadilla, yo respetaría su decisión y la protegería como lo es, la rosa más hermosa de mi jardín.

Tomé asiento y miré mi móvil. Mi fondo de pantalla era una foto de Valeria, se la tomé distraída. Y repito. Mi novia es perfecta.

Se la tomé en el viaje a Mónaco. El amanecer era el escenario, junto al océano, estábamos en el yate, ella estaba sentada en el piso con las rodillas flexionadas, llevaba mi sudadera que le quedaban extremadamente grande, su cabello Castaño estaba enredado a causa del viento, sus ojeras no eran muy notorias y se había rizado las pestañas, los últimos rayos del sol enfocaban su rostro, sus ojos café se veían de un color miel al ser alumbrados por la luz. Su mirada estaba fija en el libro que apoyaba en sus rodillas, sonreía al leer. Le tomé la foto.

Ver a Valeria leer era mi adicción.

La conocía tan bien. Cada gesto me iba narrando lo que iba leyendo, si se sonrojaba o sonreía boba era porque estaba leyendo algo cursi, si no pestañeaba y miraba con fijeza las páginas del libro era porque estaba leyendo algo de misterio y trataba de resolverlo, si sus ojos se cristalizaban era porque algo la había hecho ponerse sentimental, una muerte de un personaje o solo algo realmente muy cursi y si apretaba las piernas, se mordía el labio inferior era porque estaba leyendo una escena caliente.

Me ponía verla leer ese tipo de escenas, a ella le calentaba y yo la complacía.

Recuerdo una vez cuando terminamos de hacer el amor, ella se puso a leer. La miraba y noté como sus dientes apretaron su labio y empezó a hacer presión con sus piernas. Miré por las páginas. Ella notó que la había pillado, se puso roja, se avergonzó y se quiso ir. La detuve y le pedí que lo que estaba leyendo, lo leyera para mí. Terminamos haciéndolo otra vez. Y nos reímos al terminar.

Valeria fue mi primera vez en tantas cosas. Agradecía que fuera con ella, la chica más dulce y ardiente del mundo.

Tenía tanta libertad con ella. Podía ser yo mismo, la mejor versión de mí.

El avión despegó y yo ya la extrañaba.

Saqué mi móvil, tenía un mensaje de ella. Era de hace unas horas.

Le di clic al enlace, era una playlist en Spotify. A ella le gustaba hacer playlist, Valeria no era Valeria si no tenía sus auriculares escuchando música. Vi las canciones y el título era.

💌Val y Pablo Forever💌

Sonreí bobo y vi todo el listado de canciones. Ella se había tomado el tiempo de elegir canciones que le recuerden a nuestra relación.

Le contesté.

Me:

😘🥰🥰🥰

Por mi mente se pasó el hecho de enviarle una foto mía y ponerle un tonto piropo como "mi amor por ti esta por los aires" pero me dio vergüenza tomarme una foto y que todos mis compañeros se rieran. De por sí ya me estaban burlando por lo cursi que era con Valeria. Les ignoraba.

Decidí enviarle una foto y un mensaje Guarro que le haría reír.

Me:

Preparada para romper las reglas de un país y follar todas las noches?

Vi que me leyó el mensaje. No respondió. Supuse que ya estaría abordando el avión y que luego me enviaría su respuesta.

—¿Le estás enviando fotos de tu polla a Valeria?

Pedri estaba tratando de ver lo que le enviaban a mi novia. Escondí mi móvil.

—Cállate ¿Por qué no mejor le escribes a cierta personita a ver si te contesta o es que sigue sin contestar?

—Cállate —Me dio una colleja.

Me quejé por ello y vi como Pedri sacaba su móvil para mandarle un mensaje a alguien. Suponía de quien se trataba. No dije nada.

Me puse los auriculares y le di a reproducir.

El vuelo se pasó rápido, algunos aficionados nos esperaban en el hotel. Muchos gritaban mi nombre, pidiendo fotos y firmas, me quedé por unos minutos hasta que un segurata me llevó adentro al hotel. Nos estuvimos registrando y al terminar mi turno vi como mi hermana y parte de mi familia entraba al hotel. No vi a Valeria, supuse que venía atrás, hablando con Sira.

Fui hacia ellos, abracé a mi madre y alcé la mirada para encontrarme con la castaña que me traía a sus pies. Mis ojos dieron con Sira, caminé hacia ella y traté de encontrar a Val, era chiquita al lado de los demás  y quizá por eso no la veía entre los familiares y amigos de mis compañeros que entraban. No la vi, me acerqué a mi hermana y a Sira.

—¿Han visto a Valeria?

Ellas dos se miraron entre sí.

—Gavi...

—¿Le ha pasado algo?

—Se fue al baño y...

—¿Qué? Aurora, por favor habla más rápido.

—Su asiento era junto al mío, se fue al baño, pero no regresó.

Mi corazón se detuvo. Me imaginé lo peor ¿Y si tuvo un accidente?, ¿y si la raptaron? ¿Y si Benjamín la atrapó y la mató? Entre en desesperación.

—Llama a la policía.

Saqué mi móvil y empecé a llamarla, no contestaba. La volví a llamar, una y otra vez, perdí la cuenta, hasta que sonó apagado. Fui a la habitación y caminé en círculos, mientras llamaba a mi manager. Me cogió a segundo tono.

—Me regreso a España.

Ignoré sus palabras y le pedí que me sacara el boleto del próximo vuelo.

—Han secuestrado al amor de mi vida, no me voy a quedar de brazos cruzados.

Tocaron la puerta, Aurora se asomó.

—Me ha llamado.

Sentí alivio y le colgué a Iván. De seguro perdió el vuelo y no ha podido llamarme porque estaba en otra llamada. Me calmé.

—Perdió el vuelo —Me reí, de seguro se quedó leyendo.

—Hermanito... —Se acercó a mí—Me ha dicho que le cuides el libro que te dejo.

—¿Qué?

—El libro —Me dio una media sonrisa, esa que estaba llena de pena—. El libro —repitió.

Recordé lo que me dijo "Puedes... puedes guardar mi libro en tu mochila, ya no entra en mi bolso"

Mi mochila. La seguía teniendo colgada en mi espalda. La coloqué en el colchón de la cama y miré el libro, entre mis manos lo cogí, despacio como si fuera a desaparecer de entre mis dedos. Por alguna extraña razón tenía miedo de tenerlo con totalidad en mis manos. Me armé de valor y leí la portada.

"El principito"

"... mis primeras lecturas, sonará cliché, pero fue el principito..."

Lo desgastada que estaba la cubierta era el reflejo de todas esas veces que Val releyó ese libro. Una y otra vez.

No era el libro que yo le regalé, era el primero de toda su colección. Valeria se perdía en libros, en historias, se perdía en su mente, en diferentes mundos. Una vez le pregunté "¿por qué amas tanto leer?" Ella me respondió:

"Porque puedo viajar sin tomar un avión, puedo enamorarme y vivir miles de vidas en tan solo una. Los libros son magia, Pablo"

Magia. Tenía entre mis manos un pedazo de Magia que le pertenecía a Val. Esa magia que ella amaba, esa magia que me pidió cuidar.

Abrí el libro y entré las primeras páginas sobresalió un papel. Una carta.

—Te dejaré solo... —murmuró Aurora, cerrando la puerta.

Las manos me temblaban y tuve miedo de leer la carta. Porque sospechaba que no era una declaración de amor.

De: Valeria Rosón
Para: Pablo

Pablo... Esto se ha vuelto la segunda cosa más difícil que he hecho en toda mi vida. No sé por dónde empezar, tengo tanto que decirte, supongo que lo haré primero para pedirte perdón, perdón por hacerte creer que estaba bien. Porque no lo estoy, no estoy bien.

Me he pasado toda la noche pensando y escribo esto mientras estás dormido, de vez en cuando me asomó para verte, tu respiración es tranquila, tus pestañas acarician tus pómulos y de tus labios se cae un pequeño hilo de baba. Me estoy conteniendo de no irte a levantar y llenarte de besos, pero sé que si lo hago, sé que si voy y te levanto, charlo contigo y te cuento todo lo que pasa por mi mente en este momento, tus besos y mirada me convencerán de quedarme contigo. Porque no puedo vivir sin ti, pero debo de aprender a estar sin ti.

No sé si te has dado cuenta, supongo que sí, siempre te fijas en cada mínimo detalle de mí, es por eso que seguro te has fijado que mi mirada ya no es la misma. Me he visto en el espejo y mis ojos están apagados, salvo cuando estoy contigo. Cuando estás conmigo se iluminan con mayor intensidad, pero cuando te vas, algo en mí se apaga ¿Te parece justo que mi vida solo se vea iluminada por ti?

Me devolviste parte de mi brillo y te agradezco por ello. Dicen que el amor lo cura todo, sanaste lo que destrozaste y pusiste una curita con todo tu amor a lo que no rompiste. El amor lo curan todo, es verdad. Y es por eso que me voy, a recuperar y abrazar ese amor por mí, algo que perdí en todo este último año. Me voy para sanar mis heridas, con mi propio amor y no depender del tuyo. Quiero ser dueña de mi propia felicidad, quiero sonreír y que mis ojos brillen, quiero sanar y quiero hacerlo por mí y por nadie más.

No te sientas mal, lo último que quiero es lastimarte. Te lo digo para hacerte saber que me iré, que no sabrás de mí por un tiempo. No te preocupes, me las apañaré. No sé a dónde iré, creo que encontraré mi lugar, algo que me enamore y me haga quedarme allí. Te pido que no me llames, ni me escribas mensajes, porque si lo haces me lo pondrás muy difícil. No te voy a bloquear, ni cambiaré de número, la conexión entre los dos seguirá, pero no llames, ni escribas, porque no estoy lista y cuando lo esté, te lo haré saber. Si me amas respetaras lo que te pido. Si me amas, me dejaras ir.

Quiero pedirte otras cosas más, no dejes que el "qué dirán" afecte tu vida, si pierdes te levantas y lo vuelves a intentar una y otra vez. Sigue jugando con pasión, llegarás muy lejos y créeme que te digo que donde sea que esté, estaré muy orgullosa de ti, no te metas en peleas, cuida tu salud mental, lee un libro, escucha música y baila. No te pediré que me esperes, porque es injusto para ti. Date oportunidades, si alguien más llega a tu vida y te hace sentir el triple de lo que yo te hice sentir, no dudes en darle una oportunidad... ¿Lo prometes?

Te dejo Pablo, ten un lindo recuerdo de mí, recuérdame como tu primer amor y quizá en algún punto de la vida nos volvamos a encontrar. Fuiste mi persona correcta y alguien me dijo que cuando la persona es la correcta siempre será el momento, es nuestro momento, pero está lleno de baches y cristales rotos por mi parte. Necesito sanar. Prometo sanar, prometo que seré la mejor versión de mí y cuando esté bien, te volveré a buscar y solo si seguimos amándonos, tú y yo tendremos una oportunidad, si no es así, espero que me dejes ser tu amiga. Recuerda que las personas correctas también pueden ser mejores amigos, almas gemelas o un gran amor.

Tal vez no seas el amor de mi vida, no puedo afirmarlo, pero sí puedo afirmar que eres mi primer amor y tal vez lo tuyo y lo mío sea un para siempre. Después de todo te lo prometí.

En este momento, te dejo. Tu y yo quedamos en un Tal vez, follaamigo ;)

Te ama, Valeria.

Pd: no cambies de número
Pd: dedicame un último gol
Pd: Esto no es un final, solo es un tal vez.

Mis lágrimas cayeron sobre el papel, se mezclaron con las secas lágrimas de Val y la tinta se corrió en unas palabras. Saqué mi móvil y le escribí un "Podemos solucionarlo, te amo" no le di a enviar, porque la amaba y ella me lo pidió. Doble la carta y la volví a meter en el sobre, pero me di cuenta que algo más estaba allí adentro. Lo saque y entre mis dedos sujeté el anillo de compromiso que selló promesas.

Todos los días esperaba su mensaje, alguna señal que me dijera que estaba con vida. En la estancia en Qatar, una sola vez supe que Aurora habló con ella. No me dijeron nada, aunque le rogué que me dejara escuchar su voz, respetaron su decisión.

Le dediqué mi primer gol en el mundial, aunque no me estaba mirando desde el palco, sabía que me estaba viendo desde alguna televisión en cualquier parte del mundo. Sabía que la había hecho sonreír y que su corazón se aceleró al verme anotar un gol. Di lo mejor de mí en el mundial, lamentablemente no pude ganar, pero lo hizo una selección que realmente lo merecía. Estuve cabizbajo cuando eliminaron a España, recordé lo que dijo Val "si pierdes te levantas y lo vuelves a intentar una y otra vez" aún era joven, tenía 18, mi carrera iniciaba, habría más mundiales, más partidos, perdí muchos, gane más.

En año nuevo me acordé de ella. No había ninguna fecha en la que no me acordara de ella y aunque moría por llamarla y escribirle, no lo hice. Pasaba tiempo con ella leyendo su libro y escuchando música, de cierta manera me hacía sentir cerca de Val.

El 15 de enero del 2023 gané mi primer título con el club de mi vida. Habían pasado casi dos meses y no saben la emoción que sentí. Era feliz, pero me faltaba algo y ese algo dio señales de vida, algo mínimo, algo pequeño y aunque hubiese deseado escucharlo de su voz, lo amé.

—Valeria dice, enhorabuena por la victoria —me dijo Aurora, estaba 100% seguro que ella seguía hablando con Val y también estaba seguro que le había dicho algo más, pero ella no me lo decía para no lastimarme.

En mayo gané mi segundo título, gané La liga siendo titular y pieza fundamental en la mayoría de los partidos. Ese día tenía tantos mensajes de felicitaciones, pero hubo uno que se llevó todo el protagonismo.

Follaamiga😘:

Hola...

Hablamos. Hablamos demasiado. Supe de ella y estuve feliz por todo lo que me dijo.

Tiempo después me sentí orgulloso de Valeria, mi Val. Había abierto de nuevo sus redes sociales, mostraba fotos de su vida, de sus aventuras y lo más importante dio a conocer su primer libro en físico.

Me compré uno y aunque me rompió el corazón leerlo, mi corazón bombeó demasiado fuerte al leer la dedicación.

"Dedicado al chico de ojos cafés"

Yo era ese chico.

Ella cumplió su promesa.

Ella estaba cumpliendo sus sueños.

Valeria tenía razón.

Esto no era un final, era solo un tal vez.














































































"¿Somos un tal vez?"
"Sí, lo somos"












































La historia continúa en
No somos un tal vez
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Xoxo. 👀

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