Año 5 (Parte II)

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Harper acomodó su vestido color negro y su largo cabello castaño oscuro, no había notado lo oscuro que se había vuelto su cabello hasta ese momento.

El antes hermoso castaño caramelo ahora era casi negro, pero jamás dejó su bellezas. De hecho muchos de sus súbditos le mencionaban frecuentemente lo hermosa que es y lo mucho que puede ayudar esto a su causa.

Boris estaba afuera, de eso no tenía duda, él siempre la estaba vigilando y le agradecía aquello. No había día en el que Harper Grindelwald estuviera sola en aquel castillo.

Theo no se separaba de ella, Boris era apodado la sombra de la reina por una razón, el hijo de Boris también se había convertido en un hombre de confianza para ella, Daphne jamás soltaba su mano cuando había reuniones, esto le daba apoyo.

Teresa jamás dudó ni por un segundo en apoyarla en cada decisión que tomó durante la última semana, Tadeo se mostró firme al ofrecerse para ir a batallas en su nombre, Astoria y los demás Greengrass se mostraban adeptos a sus normas y en muchas ocasiones habían expresado su lealtad.

El baile de hoy definiría su rumbo, la batalla estaba cerca y en cuanto se desate la guerra ella tendría que tomar decisiones difíciles, esperaba que sus amigos de Slytherin tomarán la decisión correcta.

En realidad muchos ya lo había hecho, Pucey y su familia llegaron a ella justo al día siguiente de que se supiera que había un nuevo bando, Flint lo siguió y con el también Higgs.

Un tercer bando se había formado en tan sólo unas semanas, un bando tan poderoso como los mortífagos o la orden juntas. Nadie en ese castillo se atrevía a desafiar a su mandato, no entendía como había ganado tan mala fama en unas pocas semanas.

Está bien sí, puede o no que haya torturado a un mortífago capturado con las técnicas que le enseñaron Teresa y Boris, también puede que haya enviado a un grupo de exploración y por accidente dar la orden de quemar cierta mansión Riddle donde Voldemort se había ocultado el curso anterior.

-Hola - Saludaron Theo y Daphne entrando.

Él vestía un traje azul marino con detalles en oro que lo hacían ver como un príncipe mientras que la rubia un vestido lila con hermosos detalles de mariposas.

-Estamos listos- Le informó Daphne con una sonrisa.

-¿Neville? - Preguntó Harper y la rubia sonrió.

-Está abajo, recibe a los invidados- Explicó ella sonrojada.

-Muy torpemente si me preguntas- Se burló Theo.

Harper lo vio mal mientras aguantaba una risa, ciertamente Neville no era muy social, pero se había acoplado bien a la situación.

Él y su abuela aceptaron unirse a ella y los Buntovnitsi con gusto en cuanto les dijeron que iban contra Voldemort sin la necesidad de estar ocultos como la orden del Fénix.

Los padres de Daphne se mostraron algo inconformes en un inicio con la relación de su hija y quien era su alma gemela, pero terminaron por aceptarlo con algo de... Persuasión por parte de los primos Nott.

-Déjalo, ya sabes que le molesta mucho que lo vean- Reclamó Daphne golpeando la nuca de Theo.

-¿Saben si ellos vinieron? - Preguntó Harper nerviosa de la respuesta.

Había enviado una invitación a Remus, Sirius, Harry e incluso a los gemelos. No pretendía que vinieran, eso lo sabía, siempre habían preferido estar del lado de Hermione y lamentablemente Harper jamás estará del lado de Hermione Granger.

-Aún no los he visto- Respondió Theo sincero.

Él se acercó a ella, tomó la corona Grindelwald y se la puso haciéndola sonreír cuando besó su frente.

-No dejes que esto dañe tu ego si no vienen, ellos se lo pierden- Aconsejó el Nott.

-Lo sé, solo no quiero tener que luchar contra ellos-

-¿Y por qué lo haríamos? ¿Qué esa supuesta orden no lucha contra Voldemort también? - Preguntó Daphne confundida.

Harper ama su mejor amiga, es como una hermana para ella, pero no era tonta para negar la realidad...

Daphne es ingenua, cree realmente que aquella guerra fría tiene solución antes de que comience una física.

Claramente no es así, ya nada iba a frenar la roca que había encendido la mecha de lucha en aquellos bandos.

La orden podía considerarse buena, pero no había duda alguna de que son muy... Santos. Ellos jamás podrían acabar con Voldemort sin perder a más de la mitad de su bando gracias a su necesidad de demostrar lo buenos que son.

Ella no tenía tal necesidad, no sabía si sus instintos Grindelwald habían apagado la poca esperanza de una vida sin guerra que quedaban en ella o simplemente siempre lo supo y lo quería ocultar.

Lo único que sabía con certeza es que ya nada iba a frenar los enfrentamientos entre bandos que se iban a formar en los próximos meses e incluso, quizás, años.

-Mi reina- Llamó alguien.

Ella sonrió al ver a Brake Múnich entrar, el hijo pelirrojo de Boris se acercó a ella tomó su mano, la besó e hizo una reverencia.

-¿Todo listo Brake? - Preguntó ella emocionada.

-Todo listo mi reina, no le fallaré- Prometió el muchacho sonriendo.

-Sé que jamás lo harías Brake- Le dijo Daphne divertida.

El muchacho sonrió a los tres jóvenes frente a él, ya que tendría que pasar mucho tiempo a su lado en ese curso por haberse transferido a Hogwarts por órdenes de Harper, él se había vuelto unido a ellos.

-Vuele bien Brake- Pidió Theo amable a su amigo.

-Estaré bien Nott, soy un Múnich después de todo- Recordó antes de irse con una sonrisa.

Harper vio como Brake abrazaba a su padre antes de irse con su varita en alto y comandando a un grupo de más de 20 hombres.

-¿Crees que sea suficiente seguridad?-Preguntó Theo a Boris.

-Aquel que se atreva a atacar hoy caerá ante nuestra reina y mi varita- Juró el mayor.

Harper se acercó y le acomodó la corbata a quien se había convertido en alguien muy importante en su vida.

Boris ciertamente no era de usar trajes, él es un hombre de acción, le gusta estar cómodo, la batalla es su vida además de Harper y su familia, él no es un hombre de bailes.

-Es hora- Declaró Harper sonriendo.

Daphne sonrió al igual que Theo, se veían realmente emocionados.

El pequeño grupo caminó a las escaleras donde escucharon la música proveniente de abajo.

No fueron tan idiotas como para llamar a toda esa gente que podría o no traicionarlos al verdadero castillo de los Grindelwald.

Los llevaron a otro en las afueras de Francia donde se habían instalado hacía unas semanas, así jamás descubrirían que si verdadera fortaleza está en Bulgaria, escondida en lo más alto de las montañas y bajo cientos de hechizos lanzados por cada Nott, Greengrass y por Harper.

-¡Atención! - Llamó Tadeo Nott en el final de las escaleras.

Le habían avisado que su sobrina estaba lista para bajar y como la tradición dicta él, su familiar más directo y mayor, debía presentarla.

Aquello era un baile para demostrar el poder de la chica Grindelwald sí, pero también lo habían anunciado como un baile de presentación por lo que ella debía de actuar como si eso fuera.

-Mi sobrina- Comenzó de nuevo Tadeo con orgullo en su voz- ¡Harper Elizabeth Grindelwald- Nott! -

La castaña bajó las escaleras acompañada por Boris, Theo y Daphne mientras las miradas no dejaban de recorrerla o los murmullos de sonar.

-Buenas noches- Saludó educadamente la de ojos bicolor- Bienvenidos a mi humilde morada, el castillo de Brittnan, hogar de mis antepasados y hoy en día mi hogar-

>>Por favor diviértanse, sientan que están en su casa, porque así es.

No pretendo la perfección así que por favor actúen normal, no muerdo después de todo- Bromeó y la mayoría río cuando ella mostró sus perfectos dientes en una sonrisa. <<

>>Estoy emocionada de tenerlos a todos aquí así que por favor, pásenlo muy bien y disfruten de todo.

Después de todo, es para lo que vinieron.<<

Boris sintió un escalofrío en aquel momento, era como escuchar a Gellert Grindelwald hablar a sus súbditos de nuevo.

La misma calma, firmeza y poder en el tono de Harper se habían expresado en el su abuelo años atrás...

Y al parecer también había heredado el poder de hacer que sus palabras se escucharán como algo que se debe de hacer para sobrevivir.

Todos siguieron la petición de la joven reina y se pusieron a aplaudir, bailar, cantar, hablar o comer.

Ella se acercó a Terecen y el rubio sonrió al verla, besó su mano y la promedia del chico le sonrió amable, los padres de Terecen también le sonrieron a la vez que hacían una reverencia.

-¿Pasa algo linda? - Preguntó el es-Slytherin con el apodo que él y sus amigos le habían dicho siempre a la chica.

-Busca a Pucey y Flint, quiero que hagas tres verificaciones de seguridad y me informes cada una de ellas- Pidió.

-De inmediato-

Una vez Terecen se fue ella se acercó a Teresa que la abrazó.

La madre adoptiva de Harper vestía un hermoso y nada sencillo vestido verde ópalo junto a una corona que su hija le había regalado en su cumpleaños hace una semana y las joyas que su hijo le había regalado también el mismo día.

-Te ves hermosa mi amor- Alagó acariciando su mejilla.

-Gracias madre, tú igual-

-Mi pequeña reina, estas radiante- Le dijo Tadeo sonriendo.

-¿Enserio lo crees padre? - Preguntó Harper sonriendo ya que Tadeo no era de alagos.

El hombre asintió y la abrazó fuertemente besando su cabello y por accidente la enorme corona también.

-¿Quieres ir a saludar? - Ofreció Theo dándole su brazo.

-¿Debo hacerlo? Sabes que odio hablarle a la gente-

Theo soltó una risa y la hizo caminar, Harper vio a Daphne bailando con Neville mientras él se sonrojaba por algo que ella decía.

-¡Happy! - Saludó alguien.

-¡Solo yo le digo así! - Reclamó Theo al moreno que se acercaba.

Blaise lo ignoro, hizo una reverencia ante Harper y luego de que esta sonríera se levantó y la abrazó elevándola unos centímetros del suelo mientras ella reía.

-Hermosa como siempre ¿Dónde compraste ese vestido? Está hermoso- Alagó el Zabini.

-Buen intento, pero sabes que solo utilizo diseños de Daphne- Recordó Harper.

-Inteligente mujer Daphne ¿No lo crees?- Preguntó Blaise a Theo y él asintió obvio.

Una mujer también morena y de ojos marrones como Blaise se acercó sonriendos, su labia rojo iba a juego con su vestido y los tacones rojo bermellón.

-Reina Grindelwald- Saludó haciendo una reverencia y luego sonriendo.

-Harper, Theo, les presento a mi madre Victoria Zabini- Les informó Blaise con una sonrisa.

-Señora Zabini, que bueno verla aquí-

Harper dejó que ella le tomará la mano con una asentimiento de cabeza y luego la varita en la mano izquierda que pegaba al pecho, la señal de lealtad Grindelwald.

-Ya veo- Murmuró Harper sonriendo- Bienvenida sea al castillo entonces- La recibió sonriendo.

-Gracias por mi lugar en su filas, mi reina- Agradeció Victoria sonriendo ahora más tranquila al ser una Buntovnitsi, casi.

-Blaise- Llamó Harper y ella lo vio, él se veía nervioso al creer que sería iniciado en aquel momento- No obligo a nadie a estar en mi lado del tablero ¿Entiendes?- El chico asintió sorprendido- Si algún día quieres hacer esa señal, será bien recibida, pero si no lo haces no dejarás de ser mi amigo-

El chico se acercó y la abrazó, Harper siempre había sabido que Blaise no quería estar en una guerra o ser un soldado, él es un chico pacífico en lo que cabe, solo quiere disfrutar su adolescencia como deber ser y ella no va a robarle eso.

-Gracias- Murmuró él en su oído.

-No me debes nada, mucho menos un agradecimiento, eres mi amigo-Recordó la morocha.

Blaise y su madre se alejaron y fue Boris quien se acercó a ellos para informarles que debían quedarse después del baile.

-Pansy - Saludó Harper.

-Pan- Pan - Le dijo Theo sonriente.

-Hola - Respondió la pelinegra feliz.

Ella se veía realmente hermosa en su vestido verde oliva y con su cabello corto suelto.

-Reina mía - Dijo haciendo un gesto de saludo.

-No, no Pansy, eres mi amiga no tienes que hacer eso- Pidió Harper levantando a la chica que sonrió amable.

-Mi madre - Presentó a la mujer que se acercaba.

La pelinegra de ojos verdes realmente se parecía mucho a su hija, casi idénticas salvo por edad.

Ella vestía de azul rey con joyas a juego y el cabello en un moño, les sonrió mostrando la hilera de hermosos y blanco dientes iguales a los de su hija.

-Mi reina- De nuevo la estúpida reverencia, Harper se estaba cansando de que cada persona que la ve hace eso.

-Jenna Parkinson- Murmuró Theo en su oído al ver que su mejor amiga no recordaba el nombre de la mujer.

-Señora Jenna que agradable verla- Habló Harper después de aquello.

Una a una fue viendo a las familias de sus amigos llegar, los Crabbe, Goyle, Parkinson y Bulstrode.

Severus Snape no había asistido, Harper se lamentó al tener que declarar la guerra a su adorado profesor particular y mentor, luego recordó algo que él dijo una vez "Aún cuando no me veas, yo estoy"

De alguna forma supo que él le explicaría todo después, pero que no podía arriesgarse a ser visto ahí por algún motivo.

-Mi reina - Llamó alguien.

Al voltearse ella sonrió de lado al ver a los Malfoy acercarse, Draco le sonrió dulcemente y fue cuando las mariposas surgieron en su estómago.

Tomó una copa de vino blanco y la bebió rápidamente sin olvidar sus modales, abogó a las mariposas con aquello, una reina no se podía permitir sentirlas.

-Lucius Malfoy, no sé si me recuerda del campeonato- Saludó el rubio mayor con una sonrisa.

-Bastante bien, él hombre que insultó a mis amigos por su estado económico ¿Verdad?-

Lucius dejó de sonreír y tragó duro viendo a su esposa pidiendo auxilio.

-Solo un feo capítulo ¿Verdad?- Habló Narcissa tomando el control.

-Claro que sí, ni una duda de eso señora Malfoy- Respondieron Harper y Theo a la vez y luego sonrieron.

-Solo Narcissa, por favor -

Harper asintió sonriendo al igual que Theo, él no es un rey ahí, pero lo trataban como tal e incluso le decían alteza así que su ego ahora estaba casi superando al del tío de Harper, Sirius Black.

-Aceptamos con gusto su invitación, mi reina- Habló de nuevo Lucius.

Los dos señores Malfoy repitieron la misma acción que la señora Zabini había hecho hace pocos minutos.

Narcissa nunca había sido marcada, jamás en su vida sirvió realmente a Voldemort, pero algo le decía que a Harper le serviría con gusto, tal vez su instinto de feminismo o algo más fuerte, pero ella debía estar de su lado.

-Por favor, levántense, no es necesario hacer eso- Pidió Harper ya harta- Solo dos palabras bastan, lo juro-

-Lo juro- Repitieron ambos Malfoy con una sonrisa.

Ella asintió y sonrió cuando Draco avanzó dejando a sus padres tras él para saludar a su amigos.

-Nott- Le dijo a Theo con la mayor amabilidad que pudo.

-Yo no soy quien manda Malfollado, solo debes decirme "Dios del universo"- Se burló el castaño.

Harper soltó una risa ¿Cuándo sería el día en que estos dos no tuvieran una mini pelea?

-Malfollado tu abuelo- Le dijo Draco de mala gana.

-También es mi abuelo- Habló Harper.

Draco la vio algo apenado y ella solo soltó una risa haciendo que se relaje.

-Un gusto verte bella presumida- Saludó él divertido.

Harper sonrió ante aquello, no importa cuánto poder tenga, al parecer Draco jamás le diría de otra forma que no sea así.

Esto la relajó un poco de tanta formalidad, realmente la tenía harta aquello y deseaba poder terminar ya con aquello, pero no si su plan estaba en marcha.

-Hurón malcriado- Respondió finalmente la castaña oscuro.

-Como que yo sobro aquí- Murmuró Theo, pero ninguno de los otros dos lo escucho por estar sonriendo al otro- Iré a ver si Astoria quiere bailar- Dijo finalmente.

-¡Mejor busca a Blaise! - Dijeron a la vez Drcao y Harper.

Ambos se vieron con sorpresa y luego diversión.

-¿Tú lo sabes? - Preguntaron a la vez al otro.

Los señores Malfoy hacía rato que se dieron cuenta que aquel no era su lugar, estaban bailando en una esquina de felicidad por haber visto la marca en el bíceps de Harper.

Ella no había usado mangas ese día por que la tradición dicta que dejar tu marca a la vista, de ser posible, mostrar tu marca en el baile de presentación.

-Claro que lo sé, no soy estúpido, se nota a kilómetros- Le dijo Draco a la castaña emocionado.

-No me lo creo- Le dijo esta divertida.

-¿Qué? Pero si se ve a kilómetros, si ambos no cubrieran sus marcas- Comenzó Draco obvio.

-No, que no me creo que no seas estúpido- Le explicó Harper divertida.

Draco la vio mal antes de rodar los ojos divertido, él sólito le había dado el pie para la broma.

Justo comenzaba una canción así que sonrió galante tomando todo el valor que no tenía.

-¿Bailas presumida? - Invitó amable.

-Que amable eres con tus apodos Hurón malcriado- Contestó ella tomando su mano.

-No esperes que te llame reina ¿Si? Para mí siempre serás mi hermosa presumida- Le explicó Draco.

El rubio se dio cuenta tarde de lo que dijo, pero aún así sonrió como Harper lo hizo cuando escuchó aquello.

Ambos se pusieron en posición uno frente al otro con los demás, rápidamente las miradas estuvieron en la joven reina que no había bailado en toda la noche, pero que al parecer estaba dispuesta a hacerlo cuando su compañero es cierto rubio ojigris.


Cuando la música empezó ambos dieron un paso al frente y levantaron sus brazos derechos enfrentando así sus palmas, pero jamás tocándose.

Comenzaron con la lenta caminata en círculos que exigía el inicio del baile, también se miraban para luego sonreír demasiado orgullosos para hablar y mirar hacia otro lado.

-No esperes que te hable primero- Le dijo Draco.

-Ya lo hiciste - Se burló ella.

El ritmo comenzó a ser más y más rápido hasta que llegó el punto en donde ella rodeó su cuello con delicadeza y el puso sus manos en la cintura de la castaña.

Quedaron enfrentados uno al otro con miradas de orgullo y diversión, pequeñas sonrisas escondidas escapaban de sus labios cuando sus frentes se juntaron en una parte del baile.


Se habían olvidado de la sala llena de personas que no dejaban de verlos, al parecer ahora sólo estaban ellos en su mundo extraño de competición, orgullo y diversión.

Draco sonrió mientras bailaban de una lado a otro, tomó la mano derecha de Harper que aún rodeaba su cuello y con agilidad la hizo dar un giro sosteniendo aquella mano.


Su vestido negro giró con ella y las capas de tela se extendieron como dos alas negras hermosas.

El rubio no tuvo que decir nada de su siguiente paso, al parecer ella lo conocía sin necesidad de hablar, puesto que comenzó a girar de nuevo hacia él haciendo que el brazo del rubio volviera a envolver su cintura.

-Yo guío- Dijeron ambos a la vez cuando sus rostros volvieron a quedar a centímetros del otro.

Draco sonrió y Harper saltó al tiempo justo en que el agarre del Malfoy en su cintura se hizo más fuerte para girarla en el aire, pero sobre si mismos.

Las puntas de las narices de ambos jóvenes se tocaban mientras la castaña rodeaba el cuello del chico con un solo brazo y con el otro se apoyaba en su pecho, él tenía una mano en un fuerte agarre en la cintura de la morocha y otra acariciando su mejilla.

Los ojos grises conectaron con el azul hielo y el café avellana de los ojos de la Grindelwald mientras de nuevo las sonrisas arrogantes surgían, aquello era más que un baile, al parecer se había convertido en una competencia por quien tenía el control.

Una que Draco sabía que iba a perder, pues no era idiota, sabía bien que estaba a merced total de aquellos ojos hipnotisantes y la sonrisa de perlas blancas totalmente simétrica que sobresalía en aquel momento.

-Me ves mucho Hurón, me vas a gastra- Molestó Harper mientras Draco le daba una vuelta dejándola de espaldas contra su pecho y rodeando su cintura.

-Es que yo... - Draco no quería mentir más, realmente aguantarse de decir lo que pensaba no le gustaba- Tú eres perfecta-Murmuró en su oído- Y se muy bien que en esta pequeña batalla de poder voy a perder-

Harper sonrió y se volteó abrazando con un brazo el cuello del rubio y con la otra mano acariciando su rostro mientras él sostenía su cintura con una mano y la otra delineada sus labios delicadamente.

¿En qué momento ella había ganado su pequeña competencia de poder? Desde antes de iniciar.

La música se iba sofocando a su alrededor y fue cuando Draco se inclinó sosteniendo a Harper y haciendo que ambos quedaran en en el aire, el comenzó a acercarse al igual que ella, ninguno que quería perder el ser el primero.


Pero una ola de aplausos los hizo volver a la realidad del baile en el que estaban y las personas que los observaban.

-Yo... - Comenzó Draco buscando una excusa para su pequeño momento de valentía.

-Hablamos luego- Sentenció Harper al ver algo que no podía esperar.

Draco siguió la mirada de la morocha y vio con sorpresa quiénes estaban detrás de un Theo que sonreía burlón, una Daphne que lloraba por el hermoso momento, un Neville que aplaudía como loco y unos Blaise y Astoria que gritaban.

-¡¿Y el beso?! ¡¿Por qué cortaron la toma?!-

Harper se sonrojó un poco ante aquello y vio a sus invitados que no dejaban de aplaudir.

Narcissa y Lucius chocaron los puños mientras asentían con una sonrisa, Tadeo miraba mal a Draco porque nadie es suficiente para su pequeña.

Teresa aplaudía con lágrimas en los ojos, al parecer ella se dio cuenta de que su amada hija encontró al fin un amor épico como el que ella siempre había querido para ella.

-Debo ir a hablar un momento, con permiso- Le dijo Harper a Draco algo avergonzada.

-Adelante, hermosa presumida- Contestó él entre avergonzado y feliz.

Nota:

Buenas, buenas.

Volví por un rato, aún tengo mucha tarea. 💔🥺

Realmente el final de año en mi país es difícil, pues solo me queda este fin de semana para hacer guías, luego esta semana para repasar ya que la otra son exámenes de colegio y luego los exámenes nacionales ¿Y ustedes?

¿Qué les pareció?

Creo que este a sido mi capítulo favorito hasta ahora. 🥺❤️

¿Teorías?

¿No les pasa que Draco y Harper? 🛐↗️✨🥺

Draper mis papis. 🥰🤩💚💙🛐

Neville y Daphne mis bebés. 🥺🥰

Theo admite que te gusta un poquito Zabini. 😂💚

Tú lo sabes, yo lo sé, todos sabemos. 😂

Boris te amo. 😂🥰❤️

Brake mi niño. 🤩❤️

Se vienen cosas chidas. 🤩

¿Quienes llegaron?

Cameron Monaghan

as

Brake Múnich.


¿Quién creen que es el alma gemela de Brake?

¿Y la de Pansy?

¿Y la de Astoria?

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