1. welcome to new york

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El trabajo en Nueva York, mejor conocido como los juegos del hambre, donde la mayoría de los hombres destacan por tocarse los huevos.

Nueva York es una ciudad ultra competitiva, que, sin duda, ocupa una posición de liderazgo en numerosos campos, aunque si miramos bien esas posiciones, normalmente podemos encontrar a muchos hombres millonetis. ¿Dónde están las mujeres? Y no me digáis que no es indignante que de esas revistas y encuestas, de 100 personas, solo haya 4 mujeres dignas de ser reconocidas. Gente como Kristen Stevens se parte los cuernos, trabajando más que cualquier otro hombre, para que luego los hombres sacudan sus cabezas y preguntes cuánto de esto merece. Una mujer que duerme en la misma oficina y que no tiene vida personal, una mujer que levantó una de las mejores revistas de deporte de la nada. Esa es Kristen Stevens, esa es un reflejo del trabajo que hacemos las mujeres cada día. Hablemos de Ophelia Reed, una inteligente y habilidosa actriz, una maravillosa actriz la cual tuvo que trabajar para estar donde está y luchar para ser respetada, Ophelia ha tenido que soportar que la insultara, acosaran e incluso que no le ofrecieran el puesto porque estaba demasiado "pasada de peso" para ser la protagonista. Ella vino de una familia humilde, y estudió becada en la mejor academia de artes escénicas, tuvo que estudiar y trabajar mucho para conseguir esa beca y después de eso tuvo que luchar para hacerse un lugar en una industria muy machista y misógina, toda esa fama se la gano con sangre, sudor y lágrimas, así que lo mínimo que deberían hacer es darle el jodido respeto que se ha ganado.

Creo que es un hecho, que los neoyorquinos son trabajadores incansables y no conocen las semanas de 40 horas. Las pausas para almorzar raras veces duran más de 45 minutos y a menudo deben ser en el mismo puesto de trabajo. Bien, pues esto es uno de los privilegios el cual las mujeres no suelen tener, ya sea por elección o por obligación, las neoyorquinas no suelen tener este privilegio, dado que se tienen que partir los cuernos para ser respetadas, no ser reemplazables y ganarse la confianza en sus puestos de trabajo. La confianza, mis queridos lectores y lectoras, es otra característica de la mentalidad de las empresas, de aquí, así se crea un clima positivo que aumenta el bienestar de los trabajadores, aun así esto no es algo que se aplique en las mujeres. Porque vamos, ¿Cómo se puede confiar en una mujer más que en un hombre? Las mujeres dan muchos dolores de cabeza, ¿verdad, chicos?, son una tentación constante vistiendo siempre para distraer a los hombres, lloran por todo, se ponen agresivas cuando tienen la regla, solo deben ponerse un escote muy pronunciado y una falda cortísima para ascender en el trabajo. Pero luego piden que se les rebaje las horas de trabajo cuando son madre y piden baja por maternidad, ¡oh que gran problema!, se quedan preñadas y luego piden bajas, y entonces cuando están embarazadas las echan del trabajo como si nadie hubiera puesto su puta polla o esperma para que el embarazo se hiciera posible. Debemos soportar que nos echen del trabajo a la mínima falla, aguantar comentarios inapropiados de nuestros compañeros y jefes, aguantamos cólicos dolorosos y aun así hacemos nuestro trabajo como cada día, debemos soportar tener menos tiempo de descanso o incluso menos salario, cuando a veces trabajamos más que los hombres de la empresa, ser siempre cuestionadas por las ideas que damos. Pero lo peor es que muchas mujeres deben abandonar su sueño de ser madres porque saben que en el momento que se queden embarazadas, las echaran a la calle porque no quieren a una mujer que deba agarrar bajas por maternidad o pida hacer media jornada para estar con su bebe. Debemos soportar preguntas estúpidas de ¿Qué estabas visitando? ¿Fuiste grosera? Y todo eso se pone peor si eres una mujer en el poder, empresarias, ministras, actrices de élite, etc., porque entonces dicen que de follada en follada las puso en aquella posición de trabajo, como si todo el esfuerzo que hicieron para esta en aquel cargo fuera un simple revolcón en la cama de algún hombre poderoso.

Así que os pregunto, hombres que me estáis leyendo, ¿Cómo es presumir vuestro fajo de dólares? ¿Cómo es conseguir "perras" y modelos? ¿Cómo es poder ser malo y que esté todo bien porque estás enojado? Porque nosotras mostramos nuestros dólares, entonces somos una perra y no unas jugadoras exitosas. Nos pintan como si fuéramos las malas, pero es porque estamos locas. Creo que hablo por todas las mujeres cuando os digo que estamos cansadas de correr tan rápido como podemos para ascender y progresar, preguntándonos si llegaríamos antes si fuéramos un hombre. Entonces cada conquista que haríamos nos haría más una jefe para ustedes. Seríamos líderes intrépidas, seríamos unas alfas. ¿Cómo se siente que todos te crean? ¿Tal vez siendo un hombre podrían separar todas nuestras buenas ideas y nuestros movimientos de poder? Estamos tan cansadas de que los hombres vengan por nosotras otra vez. Porque si fuéramos un hombre, entonces seriamos "ÉL" hombre.


La mujer asiática siguió mirando la pantalla del portátil con atención, leyendo atentamente el escrito que Gena había escrito, un escrito el cual la joven había escrito esta mañana mientras se alistaba y desayunaba. Hoy había salido una de las revistas más famosas de todo Nueva York, "Ten of the EE.UU.", en la cual se recopilan algunas de las mejores empresas, productoras, restaurantes, emisoras, etc., con sus respectivos dueños y una pequeña valoración, Gena no solía mirar aquellas revistas pero Tea si, ya que quería ver si su cadena de radio salía alguna vez. Así que las buenas mañanas de Gena fueron una Tea entrando por su puerta, muy enojada, mientras le gritaba que se despertara porque tenía que leer lo que ponía, y no sería ella quien desobedecería a su querida y loca mejor amiga y compañera de piso. Básicamente, Gena le tiró un despertador en la cabeza, el cual tenía de decoración porque no funcionaba, y Tea la agarró y la tiró de la cama. Volviendo al tema importante, una vez que la castaña se hubo levantado del suelo y las dos neuronas conectaran del viaje astral del sueño, leyó lo que Tea le señalaba y, como si alguien se hubiera comido todo su chocolate o hubiera osado insultar a su personaje favorito, la ira de Gena despertó y lo único que pudo hacer fue ponerse a escribir el artículo que Kristen estaba leyendo ahora mismo.

Pero, ¿qué ponía en el artículo que hizo que la joven catalana perdiera la interminable paciencia que tenía? Pues verán, en el apartado de mejor revista de deportes, la revista online de Kristen había sido una de las privilegiadas de ser mencionada en la revista, el problema vino al leer la pequeña redacción que hizo el hombre que creó a aquella revista, el encargado de escribir aquellas reseñas y opiniones "profesionales", había hecho la reseña más misoginia y machista de la existencia. Gena casi no creía lo que había leído, y sin duda se enojó demasiado, leer aquella asquerosa reseña de aquella revista fue lo suficiente para hacer que una rabia femenina le invadiera y se pudiera a escribir un artículo de opinión en menos de dos horas, sintiendo la necesidad de liberar la frustración que sentía y que sin duda todas las mujeres citadas en "Ten of the EE.UU.". Gena estaba jugueteando con su collar de manera nerviosa, un gesto característico que hacía cada vez que estaba nerviosa por algo, ella ahora mismo estaba expectante por saber lo que opinaba Kristen de su escrito. La mujer asiática simplemente miraba atentamente el portátil, con su barbilla apoyada en sus manos entrelazadas con los codos apoyados en la mesa, después de lo que pareció una eternidad, Kristen apoyó sus manos en los costados del portátil de Gena mientras levantando la vista para mirar directamente a los ojos a la joven catalana con su típico semblante serio.

—Bueno, Gena. —dijo la mujer de una manera neutra, sin emociones, mirándola con aquellos ojos negros penetrantes, los cuales parecían mirar directamente a tu alma. La nombrada solo podía mirarla estática, aguantando la respiración mientras Kristen la miraba con el semblante serio antes de sonreír de manera amigable y divertida —Te has lucido, chica. Sin duda este es uno de tus mejores escritos.

—La castaña simplemente dio un suspiro de alivio, sintiendo su cuerpo relajarse y que cualquier tensión abandonar su cuerpo. —Joder Kristen ya te vale, vaya susto me has metido hija.

La nombrada solo pudo reírse del comentario y reacción de la catalana, ella sabía que Gena podía ser muy paranoica, siendo muy perfeccionista en sus escritos y sintiendo que debía perfeccionarlos hasta quedar satisfecha, Kristen también sabía cuánto la admiraba la joven escritora, sabía que su opinión podía significar mucho para ella y que se ponía muy nerviosa cada vez que le enseñaba un escrito. Al fin y al cabo, Kristen había sido la que vio su potencial como escritora, la que le dio un espacio en su revista de deportes para que Gena hiciera lo que quisiera, era su mentora y no podía estar más orgullosa de ello. Por cosas como estas Kristen se alegraba de haber contratado a Gena, incluso si sus escritos de opinión a veces no tenían nada que ver con el deporte, a ella le daba igual ya sabia que esta chica era un diamante, un diamante que debía brillar y ella le daría esa oportunidad de brillar. Había esta relación estrecha de mentora-aprendiz, pero además Kristen había sido la que había ayudado a Gena a integrarse en Nueva York y estaría siempre agradecida por eso.

—Simplemente, no puedo evitarlo, mientras sigas reaccionando así voy a continuar haciéndolo. —respondió con una sonrisa haciendo que Gena frunciera el ceño e hiciera una mueca. —Hablando en serio Gena, es un trabajo excelente y sin duda con un mensaje muy necesario, y aún más después de la publicación de Ten of the EEUU.

—Es que escribí el escrito por esa dichosa revista misoginia y machista.

Kristen no pudo evitar soltar una pequeña risa, totalmente divertida por las palabras que había dicho Gena, no era ningún secreto que la joven era siempre muy directa y no solía adornar sus palabras para que sonaran más suaves y menos agresivas. Era algo que ella misma había admirado de la escritora, una cualidad que las dos compartían, siempre decían lo que pensaban, daban su opinión de forma directa y sin intentar cubrir la verdad con palabras bonitas y maquilladas. Aunque la catalana solía tratar de ser menos brusca con sus amigas, algo que la asiática no hacía, y eso lo admiraba mucho.

—Pues entonces prepárate para quedarte sin dedos cariño, —comentó mientras volvía a mirar el portátil, una de sus manos en el trackpad mientras. —porque esta no es ni será la primera ni la última vez que hablan de mí de esta manera en una revista...y más si están lideradas por hombres.

—No sé cómo puedes estar tan tranquila después de lo que han dicho de ti. —mencionó mirando a su jefa, sintiéndose un poco irritada por la calma de la mujer de mediana edad, sin saber cómo podía estar así después de todo lo que había escrito en aquella revista. —¿Cómo puedes estar tan tranquila después de lo que ese cerdo asqueroso ha escrito sobre ti?! —pregunto subiendo un poco su tono de voz, sonando más agresiva e irritada, mientras la apuntaba con la mano extendida hasta ella, acercándose a la mesa donde estaba sentada.

—Gena, soy una mujer asiática la cual hace dos años montó una revista online de deportes y se ha coronado en la cima de las mejores revistas de deportes, revistas de deportes que normalmente están dirigidas por hombres. —explicó con calma Kristen, levantando la vista y mirando fijamente a los ojos de Gena casi como si la penetrara con la mirada. —así que si antes ya recibía comentarios asquerosos por ser una mujer y encima asiática, ahora recibo muchos más por ser una mujer exitosa llevando una revista de deportes, una cosa que se considera de hombres. Somos mujeres Gena, siempre nos criticaran y aún nos criticaran más si somos mujeres emprendedoras y exitosas, tratarán de derrumbarnos y allí es cuando nosotros debemos contraatacar, pero no de la misma manera en la que ellos lo hacen, sino de manera inteligente y elegante para quedar mejor que ellos. Eso es lo que hacemos las mujeres y eso es lo que acabas de hacer tú con tu escrito... Además soy mayor que tú y tengo más experiencia y más paciencia en estas cosas, te acostumbraras con el tiempo.

Gena tenía la boca ligeramente abierta después de haber escuchado el apasionado discurso de su jefa, estuvo durante un buen tiempo analizando atentamente lo que ella había acabado de decir, dejando que sus palabras se asentaran en su joven cerebro antes de soltar un suspiro y se relajó un poco. Aunque aún estaba irritada, pero al menos ahora ya no estaba tan agresiva como hace unos momentos. En el fondo ella sabía que Kristen tenía mucha razón, incluso ella había tenido que soportar un montón de comentarios de hombres a lo largo de su corta vida, comentarios sobre su cuerpo, sus ideales, su trabajo y que lo único que hacían era probar la paciencia de Gena. Las mujeres siempre habían tenido que trabajar más que los hombres y aun así muchas cobraban menos que ellos, tenían que soportar críticas por sus cuerpos, su manera de hablar, teniendo que esforzarse el triple para ser escuchadas.

—Igualmente, si me mencionaran en una revista y en ella dijeran; "Una mujer que su revista de deportes subió como la espuma en dos años, y sin duda fue por sus enormes pechos, los cuales son más grandes que dos bolas de básquet y que es lo que han logrado que su revista de deportes tenga tanto éxito.", —cito a la perfección la catalana sin necesitar de leerlo, porque sinceramente, se había leído tantas veces aquella parte de la revista que es como si lo hubieran grabado a fuego en su cerebro para siempre. Aunque, no es como si un comentario así de misógino pudiera olvidarse. —pues hombre, muy tranquila, yo no estaría.

—Gena, cariño, —comenzó sin levantar la vista del portátil y tecleando en él, seguramente corrigiendo las faltas de ortografía que hizo la joven y que el corrector había pasado por alto. —me da igual lo que ese hombre diga, ¿sabes por qué? —dijo con calma mientras sus ojos miraban otra vez a Gena, una sonrisa de costado lleno de ingenio estaba dibujada en su rostro. —Porque Jack es solo un hombre, yo soy Kristen Stevens, y sus comentarios sobre mí solo hace que la gente vaya a mi página para comprobar que lo que él era cierto o no, haciendo que los números de visitas en la revista digital suban aún más. Le salió el tiro por la culata para variar, yo gané si siquiera despeinarme.

La joven no supo como contestar a eso, simplemente una sonrisa divertida se extendió por todo su rostro, sin duda estar con Kristen le estaba dando mucha experiencia tanto laboralmente como en la vida, por algo ella era el modelo a seguir de la catalana. Inteligente, fuerte, independiente, perseverante y exitosa, esa era Kristen Stevens. Gena espero pacientemente mientras su jefa continuaba revisando el escrito en busca de faltas de ortografía, al cabo de un tiempo comenzó a teclear algunas cosas en el móvil, más específicamente en Notion y en la página que tenía reservada para su libro, el cual como bien le había dicho Tea; Era casi inexistente. La castaña comenzó a mirar las cosas que tenía en la página, pero no era mucho más que información de personajes, apenas tenía unos nombre, los apellido y las profesiones, simplemente no tenía muchas ideas pero no le salían las palabras, no fluyan. Era como si faltara algo para motivarla, le faltaba la pieza clave para que las palabras fluyeran en las páginas, y eso la estresaba, ya que no sabía que era lo que faltaba, sabía que no era la ausencia de título, sino que era por la ausencia de un personaje. ¿Qué personaje faltaba?

—Y listo, —dijo de repente Kristen, haciendo que la joven se sobresaltara al no esperarse para nada que abruptamente su jefa hablara. —tu escrito ya está publicado en la columna.

La mujer asiática le sonrió a su querida aprendiz, recibiendo una sonrisa orgullosa de Gena, como si una madre le dijera a su hija que había hecho algo bien y ahora tendría un premio, o simplemente se veía como una persona que buscaba validación de las personas que le importaban y se alegraba cuando le decían que lo había hecho bien. En aquel momento entro un señor de mediana tirando para tercera edad, con un chándal que casi hacen que los ojos marrones de Gena sangraran, llevaba el peor conjunto que alguien pudiera ver; Chaqueta de chándal de color rojo y dos franjas blancas en sus brazos, debajo llevaba una camisa tipo polo del mismo color rojo, un pantalón de vestir de color beige y finalmente unas deportivas de dos colore; Negro y Beige. La joven escritora no conocía a ese hombre, pero lo que sí sabía era que tenía una mirada desesperada y parecía un cachorro abandonado, ella supuso que era alguno de los contactos de trabajo de Kristen y seguramente la asiática debió haberle hecho algo para que aquel hombre estuviera así de alterado. Gena debería haberse ido, pero ¿quién perdería la oportunidad de tener chisme gratis?, además era la aprendiz Kristen y ella no le había dicho que abandonara la sala, entonces ella permaneció allí en la sala mientras miraba al señor.

—Kristen, no puedes hacer esto, estás cometiendo un grave error —dijo el hombre de manera suplicante y desesperada.

Y con esas palabras, Gena supo qué hizo bien en quedarse, porque aquel hombre acababa de cometer el mayor error, porque con aquellas palabras habían desatado la ira de Kristen. Era hora de ver Troya arder.


[...]


La joven catalana salió de la oficina de Kristen con una sonrisa divertida, tratando de suprimir la risa tras estar escuchando el monólogo destructivo de Kristen, dejando al hombre casi por los suelos y sin argumentos. Harper, la cual llevaba sus gafas cuadradas de montura negras y su cabello atado en un moño alto desordenado, levanto la cabeza de las hojas en las cuales estaba escribiendo al ver a su amiga salir de la oficina de su jefa con una sonrisa divertida y conteniendo la risa. La joven de cabello cobrizo ladeo ligeramente la cabeza mientras se deslizaba con las ruedas de la silla de su escritorio, Gena se apoyó en la mini pared que había en su cubículo en su escritorio con esa cara de; Tengo chismecito.

—¿Qué pasa? —pregunto rápidamente mientras se sacaba el auricular con micrófono para así tener los dos oídos para enterarse de que pasaba, miro a la mujer asiática la cual se estaba empezando a poner de pie mientras escuchaba al hombre de cabello blanco, el cual tenía el rostro aún más pálido y desencajado.

—Al parecer Kristen ha cometido un "grave error". —dijo de forma burlona haciendo que Harper abriera la boca, sabiendo que esas eran las palabras prohibidas, solo un suicida diría esas palabras a Kristen Stevens. —Pásame las palomitas, anda, Baby labrador.

—Harper alzo el bol de palomitas que tenía en su escritorio para que así su amiga pudiera tomar algunas. —Ese hombre acaba de formar su sentencia de muerte. —afirmo la joven sin ninguna pena hacia el hombre mayor, el cual parecía cada vez más desesperado.

—Y que lo digas, —confirmo la castaña mientras tomaba un puñado de palomitas y las comía lentamente. —Deberías haber visto como le cambio el semblante, fue épico, fue como ver Troya antes de arder, mientras estaba ardiendo y ahora a punto de acabar de arder.

Gena y Harper se callaron de golpe al ver como Kristen lentamente comenzaba a caminar para salir de su despacho, seguido obviamente del hombre del outfit horrendo, ambas fingieron que estaban haciendo otra cosa y no escuchando la conversación como unas abuelas chismosas. Gena se puso a mirar el móvil, revisando los mensajes de Gmail como su fuera la cosa más interesante del mundo, aunque cabía decir que la promoción de rebaja de unas Dr. Martin de 190 $ las cuales estaban rebajadas a 79 $, era una oferta muy tentadora la cual al llegar a casa tomaría. Mientras tanto, Harper fingió que estaba escribiendo algo en el portátil, como si estuviera revisando la agenda de Kristen, como si estuviera reservando alguna cita o cancelando algún plan al que la habían invitado, cuando en realidad estaba en una app de citas para ver si ligaba. En cuando la asiática abrió las puertas de cristal de su despacho, todo el mundo en la oficina pudo escuchar la conversación que estaban teniendo ella y el hombre mayor, aunque, aparte de Harper y Gena, los demás estaban demasiado centrados en hacer su trabajo.

—Lo de los deportistas es un tema muy delicado. —dijo el hombre algo apurado y gesticulando con las manos, mientras seguía a Kristen como si fuera un perro a su dueño. —¿No puedes dejarlo? —pregunto con el rostro esperanzado y nervioso, las dos chicas jóvenes podían jurar que veían las gotas de sudor en su frente. —Estáis insinuando que nos hacemos ricos a costa de unos críos.

—Harper levanto ligeramente la cabeza mientras soltaba un; "Uuuuh", muy bajo. Mientras que Gena solo vio como el rostro de su mentora y jefa seguía de forma impasible y dura. —No los sugerimos, lo demostramos. —afirmo con seguridad y firmeza, ni siquiera molestándose en mirar al hombre que estaba caminando a su izquierda. —Tu subdirector se ha comprado un barco de dos millones, mientras que tu jugador estrella vive a base de cupones.

Esto pareció activar todas las alarmas del hombre de cabello blanco, sin duda Kristen había dado en el blanco, ya que su piel aún palideció más, comenzando a sudar más y su rostro se volvió aún más angustiado y nervioso, pero también adopto una pose defensiva, rápidamente adelantándose y poniéndose delante de la jefa de la revista online de deportes para cortarle el paso. La chica de cabello caoba se arrastró silenciosamente en la silla con el bol de palomitas en la mano, posicionándose en el borde de su escritorio de frente a la escena que se desarrollaba mientras comía. La joven escritora, en cambio, solo tuvo que levantar ligeramente la vista del móvil, dado que ya estaba colocada bien para ver el rostro del hombre. Ambas estaban muy expectantes a ver que pasaba, porque Kristen había puesto la pose que ellas habían denominado como; "La pose de la parca". Ese nombre era dado que Kristen siempre hacía una pose en particular cada vez que estaba a punto de destruir a alguien en un debate y cerrar definitivamente la discusión, esa pose consistía en una Kristen de pie con la mano izquierda con los nudillos en la cadera y la mano derecha ligeramente alzada y flexionada como su estuviera a punto de levantarla y mirarse las uñas. El rostro podía variar, ya podía ser burlona un día y al la próxima vez seria, pero la pose nunca cambiaba, si ella hacía esa pose era mejor que aquella persona huyera o abriera un agujero en la tierra y desapareciera antes de que Kristen lo hiciera con sus palabras

—Kristen, aquí somos todos una gran familia feliz. —él expuso en un tono de fingida calma y entendimiento mientras gesticulaba con las dos palmas de las manos abiertas, como mostrando que estaba en son de paz o a merced de la mujer asiática. —Siempre nos has caído bien. —Harper hizo una mueca torcida con la boca al escuchar aquella mentira, mientras que Gena ladeo la cabeza a lo Emily Prentiss cuando había algo que le molestaba o sacaba de las casillas. —Y nos encanta lo que haces, pero no intentes labrarte una reputación quemando puentes. —finalizo con una sonrisa falsa y nerviosa, mientras en lo más profundo de su ser esperaba haber podido convencer a la mujer.

—Os envié el artículo por cortesía. —dijo cortante Kristen, dándole al hombre una sonrisa educada, pero con un toque claro de cinismo, haciendo que la sonrisa del hombre desapareciera por completo. A Kristen Stevens no se le podía decir que hacer. —No cambiaré ni una coma. Pero os mandaré él enlacé cuando lo publique. —y con eso y un apretón de manos, la mujer di por terminada la discusión.

Gena sonrió orgullosa y burlonamente al ver como Kristen hacía frente a aquel hombre y lo despechaba con elegancia, eso era lo que ella querría poder hacer si alguna vez se encontraba en una situación así, era como si ella fuera intocable, ya que jugaba con los hombres de la misma manera en la que algunos de ellos jugaban con las mujeres. Simplemente increíble. En cuanto Kristen fue a darse la vuelta, rápidamente Harper se levantó de la silla y paso por el costado de Gena con una rapidez, sosteniendo un bote de desinfectante, mientras que Kristen se limitó a extender la mano mientras se giraba.

—Kristen, ha sido increíble. —le comento Harper totalmente emocionada mientras le tiraba desinfectante en la mano, la nombrada se asustó un poco por la cercanía de su joven secretaria. —Parecía que-

—¿Qué haces aquí? —pregunto de manera retórica mientras interrumpía a Harper, agarrando el megáfono que había dejado en el escritorio de la de cabello caoba. —¿Y mi comida?

—Sí! Sí, ahora voy a por ella. —Harper se giró rápidamente y fue detrás de su escritorio para teclear una comanda online para la comida

—¡Contarme algo que no sepa! —grito Kristen por el megáfono mientras caminaba hacia los puestos de trabajo de los demás.

—¡Espera, Kristen! Tengo tu caf-.

Y se marchó, y a su barco le llamo libertad. -canturreo Gena una parte de una canción en español de forma burlona, haciendo que su amiga le mirara extrañada. —Es una canción muy famosa en España. —comento quitándole importancia al asunto, antes de mirar el café que tenía Harper en sus manos. —Sí, Kristen no se lo toma, ¿me lo puedo tomar yo?

—Su amiga simplemente bufo mientras le tendía el café a Gena. —No es un cappuccino, es un café latte con leche de soja y espuma desnatada por encima y canela por encima.

—A la hora en la que me ha levantado Tea y la manera en la que lo ha hecho, me sirve cualquier cosa mientras tenga cafeína. —respondió de manera desesperada mientras agarraba el café y comenzaba a caminar para irse. —Me marcho a la comodidad de mi hogar, si necesitas que te venga a recogerte cuando acabes de trabajar me avisas.


[...]


Gena estaba saliendo de la oficina en un paso tranquilo y de manera felizmente mientras tomaba el café que Harper le había dado, tenía sus auriculares puestos mientras escuchaba "Enchanted" de Taylor Swift, estaba contestando a un mensaje de Tea, la cual le decía que estuviera atenta a su cadena de radio, ella sonrió internamente mientras sabiendo que su mejor amiga debía tener algo planeado por lo que había sucedido con la revista. Sintió que, después de todos los acontecimientos, su día podia cambiar y convertirse en uno no tan malo o incluso un día normal, pero aquella idea se fue por la borda en el momento en el que giro la esquina para adentrarse en el pasillo final hacia la salida. En ese mismo momento un pitido y el sonido de unas puertas metálicas de ascensor abriéndose se escucharon por todo el lugar, y en el momento en el que ella giró en aquella esquina, cocho de bruces con una persona y su cabeza golpeando su pecho. Rápidamente, el gris en la camisa de Gena se convirtió en marrón cuando el café fue derramado en su camisa, ella pudo sentir la el rubor subiendo a sus mejillas por la vergüenza del momento. Antes siquiera de que pudiera levantar la cabeza, ella ya se había quitado los auriculares y se iba a disculpar, pero entonces aquella persona abrió la boca, y toda la vergüenza se fue para abrir paso al coraje.

—Oye, ten cuidado por donde andas. —espetó frustrado el chico con el que se había chocado.

Los ojos marrones de la joven se clavaron de manera automática en unos ojos verdes, ojos verdes y brillantes, como las hojas de los árboles y plantas con las gotas de rocío de la lluvia, eran jodidamente hermosos y capaces de quitarte el aliento con solo una mirada. Y su aspecto fue en lo próximo en lo que se dio cuenta, un cabello brillante de color castaño claro, un poco repeinada para su gusto pero entendible. Sus labios eran simplemente perfectos, y Gena estaba segura de que su sonrisa sería increíble, aunque igualmente se veía bien con el ceño fruncido y la mandíbula tensa de molestia. ¿Y su cuerpo? Gena perfectamente podía pensar que ese tío era un piloto naval, de no ser porque iba con traje de vestir color negro grafito, con camisa de vestir blanca abotonado hasta el último botón del cuello y una corbata negra azulada con rayas blancas. Gena tuvo que darse una bofetada mental para recordar que este tipo era un capullo de mucho cuidado, ¿por qué los tíos buenos siempre debían ser unos capullos?, pensó Gena, al igual que, incluso si su teléfono aún estaba reproduciendo la canción de "Enchanted" de Taylor Swift, la castaña no estaba encantada de conocer a este sujeto que le estaba echando la culpa

—¿Disculpa? —pregunto de manera retórica y enfadada la catalana. —Pero si tú eres el que debería andar con cuidado, no yo.

—Tú eres la que ha salido del ascensor mirando al móvil. —Replicó el hombre haciendo que Gena alzara una ceja, este hombre sin duda no sabía con quién se había metido. —Da gracias que tu café solo se haya derramado en tu camiseta y no en mi traje y camisa blanca, sino ya estarías dándome el dinero para otra.

—Parece ser que no te sabes las reglas de conducción. —Comenzó ella mientras ponía una mano en su cintura y con la otra mano, la que aún sostenía el vaso de café, apuntaba a la mano esquina de donde había salido el chico. —Bajaste por las escaleras y giraste abruptamente, sabiendo perfectamente que en estas paredes están las puertas de los ascensores, y siendo consciente que había un punto ciego, entonces no podías saber si alguien salía o no de los ascensores. —explico rápidamente y con fuerza la castaña, enfatizando cada coma mientras apuntaba con la mano, la joven tenía una sonrisa victoriosa sabiendo que el chico no podría contradecirle esto. —Así que, no hay nada, ni una pizca, de lo que ha pasado que sea culpa mía. Ha sido tu culpa, guapito de cara.

—El chico trajeado alzo una ceja, tratando de ocultar la diversión y tratar de evitar que la esquina de su labio se levantara. —¿En serio acabas de compararme el pasillo que conecta las dos empresas con una autopisa? —pregunto tratando de sonar serio, pero le fue imposible que no se le notara la diversión en su tono.

—Mhm, déjame pensarlo, —dijo ella mientras hacía una cara de estar pensándoselo cuando no había nada que pensar. —Sep, justamente he hecho eso, y tengo jodidamente razón en todo lo que he dicho, y lo sabes. —El chico apretó la mandíbula por impotencia, la chica tenía razón, pero él era demasiado orgulloso como para admitir su error. Gena rodó los ojos al notar eso, sin duda este hombre tenía el ego por las nubes. —Por Chuck, necesitas que un chequeo de ego.

"Ese podría ser un buen título para el primer capítulo del libro", pensó Gena mientras hacía una nota mental para cuando acabara de hablar con este capullo apuntarse el título en Notion para su libro. El chico no pudo evitar mover sus ojos de arriba y abajo, recorriendo el cuerpo de Gena, pero no era de una manera despectiva ni lujuriosa ni incómoda, simplemente estaba viendo los daños causados por el choque. La única víctima afectada fue la camisa gris de Gena la cual tenía unas letras imprimidas de color negro que ponía; THE FUTURE IS FAMALE. El chico no pudo evitar que la comisura de su labio no se alzara muy ligeramente, pasándose la lengua para hidratarlos y pensaba alguna manera para no tener que darle la razón a aquella mujer, la cual él consideraba molesta e impertinente.

—Ve a comprarte una camisa nueva igualita a esa y luego ve a la planta de Otis Capital, pregunta por Charlie Young, dame el ticket de la factura y te pagaré la camisa. —comento vagamente, pero con sinceridad el chico que se presentó como Charlie Young, él realmente estaba dispuesto a pagarle la camisa.

—Ya, bueno, eso no va a ser posible

—Charlie levanto una ceja algo confundido. —¿Y por qué no?

—Lo compré en Londres año pasado, era una camisa especial y limitada que sacaron para el día de la mujer. —Respondió con obviedad Gena, haciendo que el hombre de ojos verdes hiciera una mueca. —Con un; "Lo siento por haber sido tan idiota como por no mirar por donde iba y chocarme contigo", me sirve.

Gena pudo ver como él fruncía el ceño y su mandíbula se volvía a apretar, ¿Realmente iba a ser tan capullo y no decir un simple "lo siento"? Este hombre realmente tenía problemas serios de ego y eso hacía que la catalana quisiera golpearle y darle lecciones de humildad. La castaña iba a hacer un comentario sarcástico y mordaz otra vez, pero un grito horriblemente fuerte y desquiciado, seguido de cosas siendo arrogadas, hizo que los dos se sobresaltaran, aunque Gena se sobre salto confundido y chillo; "¡Qué demonios!", mientras que Charlie se veía totalmente apurado y totalmente nerviosos, casi como si estuviera aterrado.

—¡Mierda!, ¡Joder!, ¡¿qué le ha hecho ese idiota a Rick?!

Antes de que Gena pudiera preguntarle algo más, Charlie salió corriendo, subiendo las escaleras de dos en dos, sin duda parecía muy apurado y aterrorizado. La catalana se quedó muy sorprendida y confundida, quedándose por unos segundos estática mirando por donde se había ido el chico trajeado, solo para luego negar con la cabeza mientras comenzaba a caminar afuera del edificio, tirando el vaso del café en la papelera, antes de subirse a su Citroën DS. La joven catalana puso la radio, sintonizado la cadena hasta estar en la cadena "Kiss Music" y pronto la voz de Tea se pudo escuchar por todo el coche haciendo que la castaña sonriera suavemente ante las palabras de su amiga.

"Buenos días New York", -saludo de manera entusiasmada y con intensidad Tea, e incluso si no pudieras verla podías notar en su tono que tenía una sonrisa en su rostro. —"Son las diez de la mañana, una mañana con un cielo azul hermosos y despejado, dan incluso ganas de cantar solo las canciones de Taylor Swift de 1989. De hecho, lo haría de no ser porque he planeado un repertorio de canciones especiales para el día de hoy." —continuo la castaña soltando una pequeña risa mientras se oían algunos movimientos suaves, seguramente estaba pasando algunos papeles o algo parecido. —"Como todos sabrán hoy Ten of the EEUU a publicado hoy y no he podido evitar notar la ausencia de grandes mujeres emprendedoras de estos momentos, pero no solo ha sido la ausencia de estas mujeres las que ha llamado mi atención, sino también las reseñas que ponían debajo de la información de los trabajos de estas grandes mujeres. Reseñas en las cuales las redujeron y limitaron a mujeres, las cuales, no llegaron a ser las mejores y exitosas por su arduo trabajo, sino por tener unas bonitas tetas y trasero, incluso han alegado que muchas han llegado a la cima por meterse en los pantalones de hombre exitosos." —continuo en un tono más intenso y agresivo, incluso se le escapaba un poco su acento francés natural, era obvia la pasión que estaba poniendo. —"Así que hoy en Kiss Music vamos a trasmitir durante todo el día canciones de mujeres, canciones de mujeres exitosas y feministas, porque nosotras no necesitamos colgarnos de ninguna hombre ni menear nuestros traseros para llegar a la cima del éxito. Así que empecemos con Woman de Kesha, esto va por vosotras hermanas."

—Gena no pudo evitar sonreír de oreja a oreja ante las palabras de Tea, golpeando al aire con el puño en un gesto de victoria y orgullo por su niña. Era tan refrescante escuchar la voz harmoniosa y suave de Tea, la cual a su vez estaba llena de poder y pasión mientras cantaba la canción de Kesha, mientras la joven escritora conducía por las abarrotadas de New York. —Oh, como amo ser una mujer.

"I'm a motherfucking woman, baby, alright
I don't need a man to be holding me too tight
I'm a motherfucking woman, baby, that's right
I'm just having fun with my ladies here tonight
I'm a motherfucker."


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Nota antigua;

𝐈𝐭'𝐬 𝐦𝐞, 𝐡𝐢, al fin tengo el capítulo 1 de Style [inserta gritos de alegría], por Chuck esto ya parecían las obras de la Sagrada Familia. Realmente lamento mucho haber tardado tanto en subirlo, esto tenía planeado subirlo el 8M como especial para el día de la mujer, me acuerdo de empezarlo en clase y de tener la mitad del capítulo hecho en aquel día, pero luego me dio un bloqueo con el capítulo y no pude salir de él. Era frustrante porque sabía lo que quería poner, pero no me salían las palabras y me podía tirar una hora entera para simplemente escribir una frase. Pero después de muchos esfuerzos y la ayuda de mi mejor amiga, la cual me ayudo en algunas partes, pude finalizar el capítulo 1.

Quiero dedicar este capítulo para agradecer de manera más extensa a Mey_Lin2004, la cual me ayudo bastante con este capítulo y estuvo animándome cada vez que me bloqueaba o me frustraba por no poder escribir más de una frase. Pero también quiero aprovechar para agradecerle por ser mi mayor apoyo desde que empecé a escribir y a mostrarle mis escritos, ella fue la que me ayudo a agarrar confianza en lo que escribía y la que me motivo a escribir en Wattpad. Así que detrás de cada personaje, de cada escrito, de cada capítulo, de cada historia, hay una chica emocionada que los vio primera y chillaba de emoción cuando los leía. Esto va para ti Mey, realmente te quiero mucho mi pelo tomate.💖

Espero que disfruten el capítulo, ya sabéis que en poco tiempo tendréis el próximo, pero no hago promesas, y si me podéis apoyar dándole like y comentando sería genial. También os recomiendo que os paséis por mis otros libros a dar un vistazo a ver si os gustan, pero no es obligatorio.

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