✧; ¦ O14

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—Jennie. ¿Me estás escuchando?

—Maldita sea —siseó la mencionada por lo bajo—. Park está con Lisa ahora mismo. Están viniendo por acá —la azabache volteó disimuladamente hasta acomodarse al lado de Jennie. La imagen de Rosé junto a la pelinegra le trajo una leve sospecha sobre las verdaderas intenciones que fuera a tener Park—. Ni crea que va a tratar algo con ella —volvió a murmurar, esta vez un poco más alto.

Jisoo vio el ceño fruncido de la castaña claramente en gesto de enojo, pero lo que más la descolocó fue como su rostro cambió rotundamente, dejando a la vista su tierna y amplia sonrisa de un momento a otro.

—¡Hola Lisa! —exclamó muy animada al dar no más de tres pasos y ponerse frente a las otras dos chicas. La Kim mayor se palmeó la frente ante el comportamiento inusual de Jennie. Aquí empezaba una nueva etapa -no tan nueva-...

Jennie Celosa Kim.

O quizás también era algo más, Jisoo no podía asegurarlo del todo.

—Uh, hola Jennie —sonrió escasamente y Rosé rodó los ojos con claro fastidio.

—Hola Lisa, yo... Eh, yo fui a recogerte a tu salón, pero ya no estabas. Siento tardar un poco —se excusó sinceramente mientras apreciaba a la bella chica frente suyo.

—Ni tanto, Kim. Yo estaba con Lisa. Pensábamos ir a la cafetería. ¿Vienes con nosotras? —se entrometió la rubia con suma confianza.

Jennie contó los suficientes números para no perder la paciencia.

—De hecho, yo acordé mucho antes para pasar el tiempo de receso con Lisa. Solas —recalcó la última palabra como firmeza mientras la retaba con la mirada, esta sonrió con burla pero antes de responder algo más chocante, fue interrumpida por la pelinegra.

—Ella tiene razón. Lo siento mucho, Rosé —se interpuso en ambas y miró por unos instantes a la neozelandesa—. Agradezco que me hayas acompañado, pero ya te había avisado que tenía que ir con Jennie. No puedo ser grosera con alguna de ustedes.

La voz tan suave y tierna de Lisa solo hizo derretir a Jennie, estaba muy perdida por ella y ya no había marcha atrás. Sin embargo, tuvo que reprimir su estúpida sonrisa enamorada para reafirmarse y ver a la rubia.

—Ya la escuchaste, es más, ella ya te lo había dicho. Insistir es fastidioso. ¿Sabes? —soltó algo brusca y seria.

—Es una pena por hoy, pero recordaré invitarte luego —Rosé ignoró olímpicamente a la coreana y posó su completa atención en Lisa—. Nos vemos mañana, creo que hoy ya no nos toca clase juntas.

—Uh, está bien. Gracias, Rosie —esbozó una sonrisa amable.

Park escondió sus manos en los bolsillos de su jean y se acercó peligrosamente al rostro de Lisa. Jennie por poco y enrojece debido el enojo al ver cómo es que la más alta le dejaba un corto beso en la mejilla.

—Recuerda lo que te dije —susurró para luego separarse y sonreírle ampliamente a ambas chicas, mostrando su blanca dentadura.

Jennie volvió a fruncir el entrecejo, había podido escuchar todo con suma claridad, no la culpen por forzar su sentido del oído justo en ese momento.

¿Qué significaba eso? ¿Es que Park también quiere hablar sobre algo que no le incumbe? Estúpida.

Estaba hecha un manojo de pensamientos negativos.

Lisa solo optó por asentir levemente y se despidieron. Rosé siguió caminando de frente con actitud despreocupada y la azabache que aún seguía presenciando todo recostada en la pared, no evitó el verla con suma atención. A Jisoo no le estaba dando buena espina a pesar de no conocerla
directamente.

—Gracias por, por no plantarme —confesó con suavidad, ahora mostrando su verdadera actitud cuando estaba solamente con ella—. Estuve b-buscándote por todos lados.

—Lamento eso, pero estuve conversando sobre algo con Rosé y, cuando menos me di cuenta, ya estábamos caminando a no sé dónde.

Jennie soltó un leve resoplido.

—De acuerdo, no te preocupes. El problema fue Park.

Y ahí la pelinegra cayó en cuenta que habían de llevarse mal. Recordó cuando Rosé la tildó de"ex-mejor amiga", "rompecorazones", "indisciplinada" y "rebelde". También notó la fría y arisca actitud de Jennie y el cómo solo la nombraba por su apellido con molestia aparente. ¿Sería posible el que volvieran a ser amigas siquiera? Lisa lo estaba pensando detenidamente.

—¿Vamos a la cafetería? —la dulce voz de Jennie la sacó de sus lejanas ideas y simplemente aceptó dándole una corta sonrisa.

Para cuando la castaña volvió a mirar al frente, se percató que Jisoo ya no estaba en el lugar donde la había dejado. L e agradeció internamente, Jennie quería pasar un tiempo privado con Lisa.

Ambas caminaron al mismo ritmo mientras conversaban brevemente sobre su anterior clase. Las sonrisas no se hicieron de esperar por la pronta y agradable confianza que se generaba entre ellas. Jennie insistió y se le fue posible el comprar algunos snacks y un par de manzanas, Lisa fue la encargada
de traer dos botellas de jugo de naranja para la ocasión. Terminaron encontrando una mesa totalmente desolada y se sentaron una frente a la otra.

—Ahora solo me falta hacer un informe de investigación para Economía pero creo que... —comentó Lisa con fluidez.

—¡Jennie-unnie! —una aguda y algo chillona voz interrumpió la conversación.

La mencionado rodó los ojos algo molesta y en un par de segundos, ya tenía a una chica al lado suyo.

—Hola Yuna.

—¿Cómo estás cariño? —contestó melosamente y Lisa se dedicó a observar cuando la linda chica intentó acariciar la mejilla de Jennie. Ella rápidamente la tomó de la muñeca para alejarla.

—Disculpa si suena grosero, pero... ¿Qué haces aquí? —la miró despectivamente—. Si no te has dado cuenta, pues estoy muy ocupada y nos estás incomodando.

—¿Yo te incomodo? —sonrió con ironía—. Pero si tú eras la que me decía que quería pasar tiempo conmigo, unnie —la tierna actitud desapareció dejando algo ida a Lisa. Se notaba coqueta y atrevida.

Jennie quiso golpearse tan fuerte hasta olvidar el mal momento que estaba pasado justamente ahí.

—Dios —se resignó—, Yuna eso fue hace un par de meses.

—Ni siquiera pasaron dos —respondió para luego posar su delgado brazo sobre los hombros de la mayor. Su rostro se acercó lenta y seductoramente hacia ella—. No puedes olvidar nuestros pequeños pero interesantes besos —susurró, insinuándose de una manera increíble para la pelinegra.

Jennie se encontraba tan perdida ante los encantos de aquella chica que no reaccionó hasta escuchar la suave voz de Lisa.

—Yo, uhm... Lamento incomodar. Nos vemos luego, Jennie —habló con rapidez mientras tomaba su mochila y salía con agilidad del comedor.

La chica parpadeó un par de veces más y como pudo se deshizo del cuerpo de
Yuna que por poco y se acomoda encima de ella.

—Espera, no. ¡Lisa!

No lo pensó más y cogió su mochila sin importar dejar la comida tirada en la mesa, mucho menos quiso escuchar la voz de aquella coqueta pelinegra.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro