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—¡¿Por qué hiciste eso HyeSun?! —exclamó Jennie más que enojada en cuanto pudo separarse de la pelirroja. Ella solamente iba salir en busca de Lisa por su libro de Química, pero lamentablemente fue interrumpida por HyeSun en medio del pasillo.

Jennie odiaba a su compañera por ser tan insistente y obviamente esta no hacía nada más que coquetearle e insinuarle. Justamente cuando Kim la tomó de los antebrazos para moverla de su camino, la joven se zafó y la tomó fuertemente de las mejillas, uniendo sus bocas desesperadamente. La castaña no supo cuánto tardó pero hizo lo posible por separarse. Ahora mismo se sentía asqueada.

—Es que... u-usted me gusta, Jennie unnie —dijo tímidamente.

—¡¿Y crees que esa es una excusa para besarme?! —recriminó, limpiándose fuertemente los labios con la manga de su chaqueta—. ¿Qué rayos no te queda claro, eh?

—Je-Jennie —intentó acercarse.

—¡No, Jennie nada! ¡Aléjate de mí, maldita sea! —le gritó enojada, no podía controlarse. HyeSun empezó a sollozar, le dolía que la chica que le gusta la tratara mal.

Kim se acercó tomándola de brazo y le habló en voz baja. Su mirada seguía fija y molesta.

—Escucha bien, HyeSun. No quiero verte cerca de mí, ni de Lisa. ¿Entendiste? —ella asintió cabizbaja—. Hazme el favor de no fastidiarnos e interrumpir. ¿Sabes la mierda que se hubiera creado si Lisa te hubiera visto?

—N-no.

—Exacto, no sabes en el problema que me hubieras metido. Así que ahórrate tus ganas y busca a alguien que te soporte.

Jennie no pudo evitarlo y la soltó con algo de brusquedad. Suspiró fuertemente y ya que Química le tocaba a tercera hora decidió ir en busca de su pelinegra. Le importaba poco que HyeSun se quedara ahí sollozando en medio del pasillo. Ella había sobrepasado los límites.

Se apresuró en alejarse de ahí. Mucha fue su sorpresa al poder ver a Lisa caminando hacia las escaleras.

—¿Iba venir a verme? —murmuró Kim y, sin pensarlo demasiado corrió hasta acercarse a la chica—. ¡Hey, Lis! —la castaña la tomó delicadamente del brazo, pero su ceño se frunció cuando Lisa se alejó abruptamente—. ¿Estás bien? ¿Qué pasa?

Kim se puso frente suyo, sus ojos se abrieron desmesuradamente al verla completamente triste y con la naricita media rojiza.

—¿Qué tienes, Lili? ¿Estás llorando? —quiso sostener su rostro, sin embargo esta se removió incómoda.

—No me pasa nada, solo iba a entregarte tu libro
—su voz sonaba apagada, sin ningún rastro anímico como de costumbre.

Lisa presionó el libro en el pecho de Jennie y la rodeó para irse rápidamente. Kim tomó el objeto y fue detrás de ella.

—No mientas, no estás bien. ¿Qué pasa? Vamos, confía en mí —habló dulcemente, sosteniendo la muñeca de la mencionada.

—Suéltame. Quiero irme —musitó suave, no queriendo que su voz se quebrara ahí mismo.

—No, no te voy a dejar sabiendo que estás mal —replicó.

—¡Suéltame Kim! —elevó el tono de su voz, forcejeando con la mayor.

—Hey, hey. ¿Qué tienes? ¿Por qué te comportas así? —Jennie intentó abrazarla, pero esta se oponía totalmente.

—Solo vete, por favor. No insistas.

—Lis...

—No te incumbe, el problema soy yo. Siempre termino confiando en alguien que no debo.

—¿Qué? ¿Por qué dices eso?

—Pero no puedo reprocharte nada, al fin y al cabo eso somos, nada —culminó, sus ojos estaban llenos de lágrimas y de igual manera intentaba zafarse del agarre contrario.

—¿Nada? ¿Eso somos? —respondió dolida—. ¿Por qué estás diciendo estas cosas?

—¡Deja de hacerte la perfecta, deja de actuar como si de verdad te gustara! ¡Ya no mientas! —soltó rápidamente, lágrimas espesas se deslizaban por su mejilla—. Me lo dijeron pero yo no les creí, yo confié en ti —susurró sintiéndose estúpida.

—No te entiendo, por favor, dime qué pasa. Tú sabes que he estado cambiando, que no arruinaría nada porque no quiero quebrar lo que tenemos.

—¿Tenemos? —sonrió con tristeza—. ¿Piensas así? Jennie, solo déjame por favor.

—Pero...

—¡Solo vete con ella o quien sea que se te insinúa! —volvió a gritar—. ¡Lárgate y déjame tranquila!

—¿Ella?... Maldición —murmuró por lo bajo, entendiendo a lo que se refería.

—¿Ya recuerdas?

—Lis, no. Eso no es lo que tú crees, ella fue quién me besó, yo la alejé en cuanto pude... Debes creerme.

Lisa la miró fijamente, pero a veces la mente es traicionera y frases que constantemente escuchaba se hicieron presente.

"Es indisciplinada y rebelde por naturaleza".

"Ten cuidado, muchos han salido lastimados por su culpa".

"Simplemente las relaciones amorosas no van con Jennie".

—Quiero estar sola —decretó débilmente, suspirando para calmarse.

—No, Lisa, no puedo irme, déjame explicarte. Por favor.

—No tienes porqué, sería absurdo. Puedes hacer con tu vida lo que se te plazca.

—No voy a soltarte —remarcó, sosteniendo firmemente su muñeca.

Jennie estaba comenzando a temer que todo lo que habían logrado juntas se fuera por la borda, no quería pensar en eso pero su corazón sentía que debía prepararse para lo peor. ¿Qué hará si Lisa no le cree?

—Lo que te dije es la verdad, por favor, no dudes de mí.

—¿Puedes dejarme? Te lo estoy diciendo de la mejor manera.

La mirada de Kim viajó desde el rostro de Lisa hasta lo que ella creía, su "salvación".

—¡HyeSun! ¡HyeSun, ven aquí!

—¿Por qué la llamas? —le reprochó—. ¿Quieres burlarte de mí?

—No, nada de eso. Ella te lo dirá, ella va a explicarte como fueron las cosas —la desesperación en su voz era notoria, sus manos temblaban levemente.

La pelirroja con algo de desconcierto fue acercándose, tenía los brazos cruzados y su mirada vacilaba entre ambas chicas.

—¡HyeSun! —exclamó Jennie sintiéndose aliviada—. Vamos, dile a Lisa que fuiste tú quien me besó. Dile la verdad.

¿En serio crees que haría eso? Por Dios, pensó la jovencita, conteniéndose de sonreír ladinamente.

—HyeSun, por favor —casi rogó con sinceridad.

—Pero unnie, ¿por qué dices esas cosas?

—HyeSun...

—Si fuiste tú quien se acercó a mí por un beso —posó su delgada mano en el hombro de Kim.

—¡Eso no fue así, no mientas! —le gritó.

—¿Por qué finges delante de Manoban? —sonrió con "inocencia"—. Tarde o temprano se iba a enterar.

El corazón de Lisa se oprimió dolorosamente, cayendo en cuenta que había vuelto a ser herida.

"Romper los corazones ilusionados de cuanta persona quisiera".

Rosé tenía razón.

"Entonces te seguro está jugando contigo o tratando de cumplir una apuesta", recordó claramente aquello que HyeSun dijo.

Como pudo, logró librarse del agarre impuesto, corriendo para subir las escaleras.

—Lisa, espera —HyeSun intentó detenerla, mas esta gruñó molesta—. ¡No vuelves a tocarme!

La pelirroja se alejó cohibida y la mayor fue detrás de Lisa una vez más.

—¡Detente, Lisa! ¡No le creas nada, ella mintió! —avanzó velozmente, tomando la mano de la pelinegra. Un nuevo forcejeo empezó en medio del pasillo.

—¿No qué ella diría la verdad? ¿O es que acaso te salió mal el estúpido plan? No quiero verte ahora, Kim.

—¿Vas a creerle más a ella que a mí?

—Tú solo déjame.

—Responde Lisa.

—¿No entiendes? ¿Cómo quieres que te explique entonces? ¡Déjame en paz! —alzó la voz en vano, ya que Jennie la tomó de ambas muñecas.

—¡Responde! —le gritó por primera vez, encarándola y cruzando miradas. La situación se le estaba yendo de las manos.

—Ya ni siquiera sé en quién creer. Solo no debí confiar.

—¿Ni en mí? Lisa, por favor, yo no pienso hacerte daño.

"Kim es egoísta, solo le importa su bienestar y lo que le conviene. Tarde o temprano se aburrirá".

"Si quieres abstenerte de cualquier problema o decepción, lo mejor es que te alejes de Jennie".

Debí de hacerles caso.

—Déjame tranquila, quiero estar sola —suspiró con pesadez, evitando la mirada de la coreana.

—Lisa...

—¡Que te vayas! —gritó esta vez, sobre saltando a la mayor—. ¡Hazme caso al menos una vez en tu vida y déjame en paz! —las lágrimas volvieron a ella—. ¿No quieres hacerme daño? Bien, simplemente desaparece de mi vida.

¿Cómo curar un corazón que fue lastimado otra vez? Lisa puso sus manos en el abdomen de Jennie y la empujó notoriamente. Se sentía mal, se sentía asfixiada. Solo quería desaparecer y estar en algún lugar tranquilo y sin nadie que alterara su corazón. Corrió todo lo que sus piernas le permitieron, desapareciendo del campo visual de Kim una vez más.

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