【 C A P I T U L O  D I E C I S I E T E 】

Habían transcurrido unos cuántos días desde la muerte de Noah y pensar ello me daba una sensación desagradable en el cuerpo. He pasado gran parte de estos días con Adam y Sam, no quería ver a nadie de la comunidad porque sabía que me verían como una loca, no quería soportar sus comentarios criticándome, sabía perfectamente que había hecho y por qué. Respecto al grupo, Glenn venían un par de veces en el día junta a Maggie, él estaba igual de afectado que yo pero tenía a su esposa que lo apoyaba en todo momento, Tara había despertado dos días después y tampoco salía mucho, después de todo Noah también era su amigo. Rick vino un par de veces y trajo a la pequeña Judith para darme ánimos, Carl se quedaba con Sam en las tardes y leíamos historietas y en la noche venía Merle, aunque gran parte del tiempo lo echaba porque... es Merle.

Solo esperaba la visita del cazador pero nunca llegó. El aun no llegaba.

Unos golpes en la puerta me trajeron a la realidad, me vi por ultima vez en el espejo y decidí salir.

—Tardaste mucho–se quejo Sam antes de entrar corriendo al baño. Solte una risita y continue mi camino hacia la primera planta de la casa donde se encontraba Michonne quien mantenia una seria conversacion con Adam,

—¿Qué mierda te paso en la cara?–pregunte una vez que estuve frentea ellos. Adam tenia inflamado el pomulo.

—Fue Rick–respondió Michonne algo cansada.—Estaba fuera de control, Adam trato de separarlos y bueno ya viste el resultado.

—¡Es un lunático y por culpa de el tendran que irse de Alexandria!—dijo Adam bastante enojado.

—Fue solo una pelea, no creo que Deanna nos eche solo por eso–trate de decir para bajar la tension del ambiente.

—No es solo por Rick–murmuró Michonne, mi vista de dirigio hacia ella y frunci el ceño.—También te culpan a ti.

—Deanna convoco a una reunion esta tarde para decidir sobre ustedes–Adam me miro y formo una mueca.—Estoy contigo, O.

—Iré a ver a Maggie–dije y me abrí paso entre los dos para salir de ahí.

Tenia las manos en los bolsillos y daba pasos cortos, sentia las miradas y trataba de aguantar las ganas de decirles algo, estaba enojada, no, furiosa. Pase de largo la casa donde estaban los demás, no tenia ánimos para ver a nadie, camine directo al gran portón de Alexandria y para mi mala suerte estaba Nicholas y Spencer, respire hondo y los mire fijamente.

—Abran el portón–exigí.

—Mi madre ordeno toque de queda, nadie puede salir–Spencer parecia molesto—menos tu.

—No me interesa si hay toque de queda, solo abre el maldito portón–replique. Me cruce de brazos esperando que lo hiciera pero al parecer no era su intencion.—Bien.

Me acerqué al portón y tomé el seguro y lo abrí, camine fuera de la comunidad ignorando los gritos de Spencer. Me introduje en el bosque a un lugar que habia visto cuando llegamos aqui.

Estando afuera todo parecia estar tranquilo.Me sente en la tierra, mis pies quedaron colgando y me dedique a mirar, la brisa del viento hacia que los arboles tuvieran una suave danza, respire profundo y cerré los ojos, hace mucho no me sentia asi, con tantas emociones en mi cuerpo.

Un toque en mi hombro me sobresalto, saque el pequeño cuchillo que traía siempre y estuve apunto de clavárselo a lo que sea que me haya tocado hasta que vi de quien se trataba.

—Aquí estabas–dijo. Guarde mi cuchillo y me acomode para que el tambien pudiera sentarse.

—¿Como me encontraste?–pregunte.

—No lo se, solo supuse que estarias en el bosque–respondió mientras me sonreia apenas—siempre que te sientes triste o confundida sueles ir al bosque, desde pequeños es asi.

—Es tranquilizante, no hay mucho ruido por aquí–me encogí de hombros—excepto por los gruñidos pero no me quejo. Asi es ahora.

—O, hablare con Deanna–mencionó. Lo mire fijamente y negue.

—Lo siento, Adam. Pero no me siento comoda estando ahi.–murmuré. Desvie la vista, me picaban los ojos pero no queria llorar frente a Adam.

—Pero eres mi responsabilidad y hare lo que sea para que te quedes conmigo, con Sam.–el me tomo de las manos y me miro, sus ojos solo trasmitian tristeza.—No puedo volver a perderte.

—Ya no soy una niña, Adam. Se cuidarme, no necesito que sigas sacrificandote por mi, tengo que aprender a ganar mis batallas sola.—Ambos sin darnos cuenta estabamos llorando, odiaba con todo mi ser que estemos asi, en saber que en cualquier momento lo puedo perder, no lo soportaria, no dos veces.—No puedo prometerte que nunca me perderas, seria ingenuo pensar que eso no sucedera. Pero si te puedo prometer que hare lo necesario para sobrevivir y mantenernos con vida.

—Cueste lo que cueste–juntamos nuestras manos sellando un pacto.

—Te quiero hermano mayor–murmuré mientras lo abrazaba con fuerza.

[...]

La hora habia llegado, las personas se reunanian alrededor de la fogata para darle inicio a la asamblea, el aire estaba tenso. Preferí quedarme en la oscuridad y escuchar lo que decian. Varios alexandrinos hablaron mal sobre nosotros, otros solo decían que querian mantenerse a salvo, Maggie trataba de defendernos igual que los demás del grupo, pero no lo necesitabamos, me canse de oirlos y decidi aparecer.

—No necesito que me defiendan–murmure con voz monotona, me cruce de brazos y obserbe a los presentes—No me arrepiento de lo que hice.

—Olive...–Deanna pronuncio mi nombre con tono de advertencia y la mire.

—¿Que Deanna? ¿Que es lo que quieres de nosotros?–pregunte con enfando alzando los brazos—no vine aqui para justificarme, vine a decir la verdad.

Ustedes tuvieron el privilegio de estar aqui desde el principio, no conocen lo que es estar ahi afuera, no saben lo que este mundo nos hizo a todos nosotros, como la gente cambio. ¿Creen que el verdadero peligro son los caminantes? pues no, el verdadero peligro alla afuera  son las personas. Porque ahora hay una sola cosa que se puede hacer  y es sobrevivir, a cualquier costo.

No tengo las manos limpias, he hecho cosas horribles para estar aqui, cosas que espero que nadie mas haga, por eso nos necesitan, porque ustedes no seran capaces de sobrevivir a este mundo sin que les abramos los ojos a la realidad. Las cosas no volveran hacer como antes, al menos no completamente, tienen que aprender a luchar y les enseñaremos.

Mi pecho subia y bajaba, nunca fui buena hablando frente a un gran publico, algunos me miraban con esperanza, otros simplemente no escucharon nada y otros solo tenian miedo.

—Olive tiene razón–Rick aparecio cubierto de sangre y con un caminante muerto entre sus hombros y lo lanzo a la fogata, muchos se sorprendieron y gritaron asustados.—Esa cosa entro sola y lo seguiran haciendo, igual que los vivos solo por que están aquí, y los que estan allá nos cazaran, nos hallarn, intentiran usarnos, intenran matarnos pero nosotros sobreviviremos, lucharan, les enseñaremos a hacerlo. Ustedes cambiaran, tendran que hacerlo.

Rick me miro y asintió.—No me arrepiento de nada de lo que dije ayer, lamento no haberlo dicho antes.

—No estan listos–murmure mientras me abrazaba a mi misma–pero deben estarlo, porque la suerte se agota.

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—ＮＯＴＡ ＡＵＴＯＲＡ: Décimo séptimo capitulo de SURVIVORS, espero que les haya gustado, apreciaría que pudiesen votar y comentar que tal les pareció.