───── 18: no tengo miedo I.

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【 C A P I T U L O D I E C I O C H O  】




Quisiera decir que las cosas se mejoraron luego de aquella reunión, pero esto es el mundo real y las cosas no funcionaban así. Greg, el esposo de Deanna, estaba muerto gracias a Pete y él estaba muerto también, cortesía de Rick. Esa misma noche Daryl había vuelto con alguien, quien al parecer tenia historia con nuestro nuevo líder.

Aun podía sentir los restos de la que alguna vez fue la cabeza de Pete sobre mi rostro, fue repugnante, a Abraham le sucedió lo mismo pero como es un maldito enfermo solo se rió e hizo bromas al respecto. Eso fue hace dos noches.

—¡Olive, te buscan!– cerré el cuadernillo y solté un suspiro, me levante de la cama y tome mi arma para bajar, sabia perfectamente quien me buscaba.

—Espérame para cenar–le dije a Sam antes de salir. Mire hacia la puerta—llegas tarde.

El camino fue silencioso y algo incomodo, con Daryl no hablábamos desde que salio con Aaron, había pasado mas de una semana. El no parecía intentar iniciar una conversación, así que opte por mantenerme callada.

Tras media hora de caminar por el bosque, llegamos a una pequeña cabaña casi en ruinas, hace mucho que nadie la habitaba.

—Entremos–ordenó Daryl, con su ballesta en alto camino sigilosamente hacia la entrada de la cabaña. Tenia mi mache en alto, aunque no parecía haber actividad.—Vacío.

Nos dedicamos a buscar cosas de utilidad, lamentablemente no mas que unas latas de conservas.

—¡Joder!–grite entusiasmada, tome las latas de cerveza y las deje sobre la mesa polvorienta que había ahí.

—¿Que sucede?–pregunto Daryl acercándose algo curioso.—algo bueno, alfil.

Abrí una y bebí su contenido, mis ojos se cerraron al instante gracias al placer que me provocaba su sabor.

—Como extrañaba esto.

—Trabajabas en un bar–dijo Dixon, sorprendido por la reacción de la muchacha.

—Que trabajará en un bar no implica de que bebiera siempre– respondí encogiéndome de hombros—extraño mi trabajo. ¿Extrañas algo?

—Nah, mi vida no es muy diferente ahora–el le dio otro trago largo a su cerveza y se sentó en el suelo, apoyado en la pared.— También tenía que luchar por sobrevivir y para tener una cena todos los días. Lo único bueno que tengo ahora es una familia.

—Pero tenias a Merle–respondí mientras me sentaba y dejaba el resto de cerveza entre nosotros, lo
Mire esperando una respuesta, pero su vista estaba ida—Es un hijo de puta, no te lo niego, pero es familia, pase lo que pase.

—Salid por eso– dijo.
El silencio volvió a abundar entre nosotros, mi mente viajó nuevamente a la muerte de Noah y cerré los ojos con fuerza. No quería pensar en eso.
—Sabes que no fue tu culpa– habló luego de un rato, parecía que el cazador también podía lee mentes.

—Quizás debí ser yo–dije mientras apoyaba mi mentón entre mis rodillas.— o tal vez debí sujetarlo con más fuerza.

—El único culpable aquí son esos cobardes–Daryl se veía molesto—No puedes cargar con todo.

—lo siento–murmure, la garganta me dolía y sentía que en cualquier momento me pondría a llorar— es inevitable no sentirme así.

—¡Y una mierda, O!– Dixon se levanto y se puso frente a mi de cuclillas, su respiración era pesada.—No te puedes culpar de todas las muertes, en el mundo en que estamos ahora, la gente muere todos los días, simplemente pasa y al final no podemos hacer mucho para evitarlo, solo luchar. Así que, te levantas y sigues adelante.

Acaricie su mejilla y sonreí apenas, unas lágrimas brotaron de mi sin permiso y las limpié rápidamente.
—Creo que la cerveza está comenzando a afectarme un poco– reí y me aleje del cazador. En cualquier momento el corazón se me salía del pecho.

¿En que momento el cazador comenzó a provocar estas cosas en mi?

[...]

—¿De cuantos caminantes estamos hablando?– pregunta Adam, estábamos en la casa de Deanna, nuestro nuevo líder, Rick. Nos había convocado a una reunión, según él y Morgan, el nuevo, habían visto una horda de caminantes gigantesca.

—Demasiado para enfrentarlos–respondió este, Rick estaba más serio de lo normal y entendía, este lugar era un oasis en media de tanta mierda, no lo podíamos perderlo así como así.

—Tenemos un plan, pero antes necesito saber cuantos estarán conmigo—habló el nuevo líder.

—Cuenta conmigo– dije  inmediatamente, estaba atenta a la mirada molesta de Adam, y claramente no me importaba.

—Con nosotros igual–se unió esta vez Glenn y Maggie.

—No tienes que preguntarlo–contesto el cazador quien estaba apoyado en unas de las paredes de la casa.

Y asi sucesivamente se fueron uniendo más y más personas.

Los días pasaban y el plan de Rick se ponía en marcha, todos ayudaban a aportar un granito de arena. Eric les llevaba refrescos a todos, la mayoría trabajaba bajo el sol durante todo el día, Adam aunque no estaba muy de acuerdo también ayudaba, pero gran parte del tiempo mantenía su vista puesta en mi y eso me fastidiaba.

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Para muchos no era sorpresa ver a Daryl en compañía de Olive, ambos casi siempre estaban juntos, desde el alba al anochecer, sin embargo ninguno quería aceptar los nuevos sentimientos que estaban floreciendo entre ellos.

—¿Vas con Daryl?–pregunta Maggie.

—Si, le llevaré algo para que coma, ha estado haciendo guardia casi todo el día–contesto la pelinegra.—¿por?

—Solo preguntaba–se encogió de hombros la castaña con una mirada pícara—¿qué sucede entre ustedes dos?

—¿A que te refieres?–preguntó Olive haciéndose la desentendida.

—¿Ustedes dos ya..?–movió las cejas de arriba a abajo. Olive rodó los ojos, Maggie solía darle muchas vueltas al asunto.

—¿Te refieres si nosotros dos ya hemos tenido sexo? Pues no–respondió ella tomando la botella de agua y el sobre de galletas—Solo somos amigos, nada más.

Salió rápidamente de la casa, dejando a una castaña inconforme con su respuesta. Pero, ¿que podía responder? Con el cazador no sucedía absolutamente nada.

—Gatita–le saludo Merle a mitad de camino.—¿Vas con mi hermanita?

—Si–respondió con tono seco.

—¿Que sucede entre ustedes dos?—cuestiona con una sonrisa burlesca y una mirada divertida— los he visto muy cerquita.

A—¿Es broma? ¡NO SUCEDE NADA!–le grita enojada—¡Y no tengo porque darte explicaciones a ti!

Llegó hacia el puesto donde el cazador se encontraba haciendo guardia, subió las escaleras aún molesta, seguía murmurando groserías.

—¿Que sucede?– pregunta este al verla de tal forma.

—Merle– gruñó la pelinegra molesta.

—¿Qué hizo ahora?

Olive lo miró unos segundos y pensó que decirle lo que pasaba sería demasiado vergonzoso. Ambos eran adultos, pero parecía que cada vez que le decían algo respecto al cazador actuaba como una adolescente hormonal.

—Nada, boberías– prefirió decir. Saco el paquete de galletas y se lo dió.– supuse que tendrías hambre.

O...– el cazador utilizaba ese sobrenombre seguido con Olive.— quería pedirte algo.

—¿Que cosa?–le preguntó algo confundida. Él nunca le pedía nada.

—Quiero que te quedes– sonó firme.– no quiero que vayas conmigo.

—¿A qué te refieres..?– Olive se calló abruptamente, su semblante cambió a uno más serio y miró fijamente al cazador.– No me puedes decir qué hacer.

—Solo hazlo– la mirada de Daryl era profunda, y olive no podía interpretarla.— No quiero que te suceda nada.

—Se cuidarme y ...— Daryl la interrumpió.

—Lo se.

Claro que lo sabía, Olive era una mujer fuerte, capaz de cuidarse por sí misma. El problema era Daryl, quien era incapaz de reconocer lo que estaba empezando a sentir, sin embargo no podía dejar de lado la preocupación, afuera podía pasar de todo y él tenía que estar concentrado y eso no funcionaría teniéndola cerca.

—Genial– murmuró con ironía, se levanto del suelo y bajo la escalera yéndose del lugar.

[...]

El día había llegado mucho antes de lo que pensaban, se suponía que seria un entrenamiento igual que siempre pero los camiones que impedían el paso a la horda gigante de caminantes se habían caído al vació por un desprendimiento de tierra. Esto ya no era un simulacro y Rick tenia que poner en marcha su plan.

Abraham, Sasha y Daryl serían los que desviarían a la horda y los demás ayudarían a que ellos pudiesen hacer su trabajo. Los muertos eran muchos en número y los alexandrinos no estaban listos para pelear, era la manera mas apropiada, sin embargo tal actuar no dejaba de ser arriesgado. Cualquier ruido fuerte podía desviar a los muertos y todo el plan se arruinaría.

Olive se encontraba junto a Sam, su no tan pequeño hermano estaba preocupado, al parecer el cazador y su hermano mayor se habían puesto de acuerdo para dejar a la pelinegra en Alexandria.

Es mi deber–había dicho su hermano—y el tuyo es quedarte aquí, cuidando a Sam.

La única mujer de los hermanos rodaba los ojos de vez en cuando al recordar lo que había dicho. Pero todos sus pensamientos se vieron interrumpidos con unos gritos desgarradores a las afueras de su casa.

—Quédate aquí–le advirtió a Sam, tomó su arma y se dispuso a salir con cuidado.

Estaban atacando a Alexandria, eso estaba claro. Desenfundó su machete y se acercó a una persona que estaba tirada en medio del jardín, ya no tenia vida, enterró su arma en su cráneo, no quería problemas si volvía como una de esas cosas.

Un golpe la tomó de sorpresa y cayó al suelo, su arma un poco mas allá. Era un hombre de aspecto andrajoso y con sobrepeso quién estaba encima de ella, le tomó ambos brazos y comenzó a forcejear.

—¡Quítate de encima pedazo de mierda!–vocifero la mujer con rabia.

Unos cuantos forcejeos le dieron ventaba a Olive para propinarle una patada y desestabilizar al sujeto, le tomo unos segundos alcanzar su arma e incrustarla en su cabeza. La sangre del tipo le salpicó en la cara.

—¡Olive!–se dio vuelta al oír su nombre, era carl. Tenía en sus manos un fusil y la veía con preocupación.

—¿Judith?–pregunto esta preocupada al verlo solo.

—Esta bien–dijo mirando a su alrededor—¿qué rayos sucede?

—¡Cuidado!–gritó tirando a Carl al suelo. El tipo se abalanzo sobre ella proporcionandole un corte en el rostro, no pudo hacer más ya que Carl le disparó en la cabeza. Olive quitó su cuerpo inerte de encima y se levantó.

—No es nada– le dijo al niño cuando vio que miraba con preocupación su cara—ve con judith y llévate a Sam contigo. Iré a ver que sucede.

Corrió hacia la entrada con rapidez, Maggie y Carol también se encontraban ahí, todos estaban aterrorizados, Alexandria era un caos, había cuerpos tirados, y la sangre adornaba las calles.

—¿¡Quienes son esas personas!?- pregunto Olive al acercarse a ellas, su pecho subía y bajaba rápidamente.

—¡No lo se!–respondió su amiga. Carol les dio armas a ambas.

—No importa, hay que proteger a este lugar– hablo Carol, tenía su rostro manchado con sangre y estaba cubierta por un ropaje que cubría casi todo su cuerpo.

Acabaron con los pocos que quedaban, sin embargo ese no era el mayor de sus problemas, el camión que había impactado una de las murallas, había provocado mucho ruido, suficiente para que parte de la horda desviará.

—¿Así es la vida afuera?–le pregunto Spencer a Olive, estaba abrumado, millones se emociones se podían reflejar en sus ojos.

—Mas o menos–respondió esta algo cansada.

—¿Como puedes vivir sabiendo que hay un mundo así?

La muchacha lo miro atentamente.

—Solo sobrevives como puedas. Yo no tengo miedo a morir–contesto con sinceridad— ¿y tu?


NOTA AUTORA: Décimo octavo capitulo de SURVIVORS, espero que les haya gustado, apreciaría que pudiesen votar y comentar que tal les pareció.





XOXO.

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