───── 19: no tengo miedo II.

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【 C A P I T U L O D I E C I N U E V E 】





Rick habia tratado de calmar a los Alexandrinos, puesto que el estado de animo de la comunidad en general, habia decaido. Supongo que sus palabras alivianaron el ambiente, por ahora.

Pase una de mis manos sobre el panel donde habia chocado el bus, parte de mi no estaba segura si estos muros resistirian al gran grupo de caminantes que habia al otro lado y tampoco tenia la certeza si los demas voloverian a tiempo. Eramos muy pocos para combatirlos a todos, estbamos en desventaja.

—Olive– me llamo Aaron, me giré.— ven conmigo.

Asentí y caminamos juntos, estaba preocupado igual que todos pero intuí que había algo más.

—¿Que sucede?–pregunte cuando note que estábamos frente a la armería.

—Necesito que me ayudes a evitar un desastre–murmuró, podia notar lo afligido que estaba. Abrió la puerta y ambos ingresamos. Me sorprendí al ver a Maggie ahí.

—No hagas una tonteria–dije al darme cuenta de sus intenciones. Ella se giró, estaba molesta y también estaba sufriendo. Sus ojos estaban cristalinos y se que hacia el mayor esfuerzo posible para no llorar.

—¿No harías lo mismo por Adam?–su voz salio rasposa.—él igual esta allá afuera.

—Se que Adam hará lo necesario para sobrevivir y volver acá–me acerque y puse mi mano en su hombro. Por supuesto que la entendía pero arriesgarse así era demasiado estúpido.—y se que Glenn hará lo mismo, Mags.

Su cara se contrajo y me abrazo con fuerza, no tarde en escuchar sus sollozos.

>

Ni Aaron, ni yo pudimos cambiar la decisión de Maggie y tenía razón, yo hubiese hecho lo mismo pero sabia que Adam estaba en buenas manos junto al cazador, de Glenn no sabíamos nada.

Aaron nos guío por un tunel abajo de alexandria, el olor no era agradable, estaba húmedo y goteaba cada cuanto.

—Michonne dijo que Glenn enviaria una señal cuando llegara al otro punto de encuentro–comenzo a explicar Maggie—si es que esta vivo...

—Lo esta– la interrumpo.

—Puede estar atrapado, o capturado, o muerto...–dijo pronunciando lo último con pesadez—no importa, solo hago esto para saber que esta bien y si no, para no esperarlo.

Sabia que ni ella misma podia creer sus palabras, lo sabía perfectamente porque Glenn me habia dicho su secreto días atrás, y esa era la única razón por la que mi amiga hacia todo esto.

—Es aquí–anunció Aaron, alumbrando hacía una parad donde había una reja.—hace años no venía a este lugar. Casi desde que todo inició. La escalera debió romperse.

—Podemos usar la reja–sugerí. Ambos asientieron.

Tomamos la reja entre los tres y comenzamos a tirar, fue mucha la fuerza ejercida ya que Maggie y yo caímos al agua y un fierro salió disparado a la cabeza de Aaron.

—¿Estas bien?–pregunte al levantarme del suelo y acercarme a él.

—Solo fue un corte–contesto el hombre al verificar la sangre en su frente.

Unos gruñidos se oyeron desde el túnel, había un caminante más que prodido  en la entrada, ya estaba esquelético, Maggie se acerco para matarlo pero se llevo una sopresa al ver que habia otro que se avalanzo contra ella.

Tome mi arma con rapidez y fui en ayuda de mi amiga, al estar tanto tiempo bajo la humedad, la piel de los muertos estaba suelta lo que dificultava más tomarlos, Maggie me ayudo a sotenerlo y enterré mi machete sobre su cráneo, Aaron se habia desasido del otro.

Seguimos nuestro camino por el túnel, con precaución, no queríamos más sorpresas, llegamos hasta la otra reja, desque aquí podíamos ver a la horda de caminantes, era grande y estabamos muy cerca.

—¡Se acabo!–sollozo Maggie, viendo el panorama—le dije que nunca nos separariamos. No puedo hacer esto.

—Iré yo por ti–dijo Aaron.

—No ira ninguno de los dos–dije decidida, le quite el bolso de armas a Maggie y las distracciones que había hecho. Maggie trato de refutar mi repentina decisión pero no la deje.—No te lo permitiré Maggie, por que Glenn me conto que estabas embarazada y me hizo prometer de que si algo salía mal en el plan de rick, yo te cuidaría.

—¿Que..?–pregunto sin poder creer lo que su esposo habia hecho. Las lágrimas no tardaron en salir por sus ojos—Olive, no te puedo permitir hacer esto. Tú sabes que es una estupidez arriesgarse tanto, ni siquiera sé si está... si está vivo.

—Se lo que hago, Mags–le guiñe un ojo y sonrei. Mi vista se dirigio a Aaron quién nego inmediatamente al enteder lo que le quería transmitir.—Sí, te quedaras aqui y harás lo que me pidió Glenn, cuidaras a maggie y al futuro chinito que vine en camino, ¿De acuerdo? Y de paso a Sam, dile que volveré antes de decir Quidditch.

Respire profundo y me colgue el bolso a un costado, mire a Aaron y asentí para que abriera la puerta, estaba lista. Salí con cuidado de no llamar la atención de muchos caminantes, trepe para salir hacia el exterior, dos caminantes me vieron y comenzaron a venir hasta a mi, no quise perder mi tiempo con ellos y los lancé hacia el suelo. Dirigí mi vista hacia los portones de Alexandria y pude divisar a Rick y a Merle.

—¡Olive!–gritaron desde arriba, yo puse ambos dedos en mis labios y comence a silbar para llamar la atención de algunos caminantes.—¡vuelve!

Ignore los llamados de ambos hombres y comence a correr, sabía que un grupo numeroso de caminates me venia siguiendo, lamentablemente la gran mayoría seguía intentando entrar a Alexandria.

[...]

Era mas de medio día, supongo. El calor estaba insoportable y me quedaban dos botellas de agua, habia caminado toda la noche y gran parte del dia de hoy. Maggie habia dejado un mapa en el bolso donde ponia la ubicacion que le habia dado Michonne, estaba a unos kilómetros.

—Más te vale estar ahí, chinito.

Di los últimos sorbos a la botella de agua y seguí caminando por la carretera, tarareaba de vez en cuando alguna canción que se me venia a la cabeza, todo estaba demasiado tranquilo.
La horda que me habia seguido ayer, se habia dispersados muchos kilometros atrás, quizás habían visto otra cosa que llamara su atención.

Al seguir mi camino, vi unos globos verdes de helio atados en una rama, fruncí el ceño y me acerque para cortarlos, fue cuando senti pasos a mi espalda. Me levanté con rapidez y saque mi pistola, habian dos sujetos frente a mi, traian chaquetas de cuero y no parecian tener muy buenas intenciones. Sus miradas me recorrieron de arriba a abajo.

—¿Qué quieren?–pregunte con seriedad. Uno de ellos, el más joven, me miraba fijamente. Estaba poniéndome incómoda y eso no me gustaba.

—Todas tus cosas ahora le pertenecen a Negan–dijo. Arrugue el ceño.

—¿Qué mierda es Negan?- cuestione. Estaba atenta a sus movimientos. El más viejo tenía una sonrisa burlesca.

—No es que, es quién– contestó el mas viejo— es el líder de los salvadores, y ahora entréganos tus cosas pequeña perra.

No podía enfrentarme a ambos, eso estaba claro. Ambos traían armas y me apuntaban, mi cabeza comenzó a trabajar con rapidez.

Alce las manos en señal de rendición— Está bien.

Tire el bolso que traía conmigo y la arma que tenía en mis manos, los miré nuevamente con cautela y aproveché su distracción con el bolso para sacar el arma que tenía escondida detrás de mi pantalón y le disparé al más viejo. Su cuerpo cayó al suelo con un orificio en la cabeza.

—¡Hija de puta!–gritó el chico. Se abalanzó contra mí.

Estuvimos forcejeando unos minutos, hasta que con fuerza lo patee y lo saque sobre mi, me levante con rapidez para coger el arma que había caído un poco más allá hasta que sentí un disparo y continuamente un ardor en mi pierna. Tome el arma con rapidez al ver que sus intenciones, dispare rápidamente dándole en el hombro, soltó el arma unos segundo y me tiré sobre él. Mis uñas atacaron sus ojos y podía escuchar sus gritos y sus intentos de sacarme de encima, su mano se dirigía a mi herida y la presionó. El dolor me hizo caer al suelo nuevamente, cerré los ojos y respiré con dificultad. Esta lista para morir.

Hoy el disparo, pero no sentí nada. Sin embargo, el chico me miró unos segundos hasta que su cuerpo cayó al suelo.

—¡Olive!
Observe a quien había efectuado el disparo y no era nadie más que mi chino amigo, sonreí unos segundos hasta que mi cara se contrajo de dolor.
—Dame tu cinturón.

No quería abrir mis ojos, el dolor era muy insoportable. Pero supuse que Glenn estaba acompañado de Nicholas.—Muerde esto– dijo Glenn pasándome un paño, le obedecí. Enseguida apretó mi pierna con el cinturón y quise gritar un montón de improperios pero no pude.

—A Maggie le alegrara saber que te encontré– murmuré y abrí los ojos. Me sorprendí al notar que no era Nicholas quien acompañaba a mi amigo, sino que era una niña, alguien de Alexandria. Enid, sino me equivoco. Me miró unos momentos y después se directo a desenganchar los globos.

—¿Quiénes eran esos tipos?– preguntó el Coreano registrando los cuerpos de los muertos. No tenían nada.

—No lo sé– respondí encogiéndome de hombros— no me percaté si me estaban siguiendo o algo, solo querían todas mis cosas para dárselas a alguien llamado Negan.

—Es mejor que sigamos– dijo este mirando a su alrededor, desconfiado.
Mire a mi amigo unos segundo—La mitad de la horda se desvió– continué, su vista se enfocó en mí. Supongo que pudo adivinar mis siguientes palabras.

—Están en Alexandria– completó.


El camino a Alexandria fue lento, Glenn no me queria forzar más de lo que daba, y sabia perfectamente que se estaba conteniendo para no correr detrás de su esposa. Desde nuestra posición podíamos ver los altos muros de la comunidad y como también un gran número de caminantes lo rodeaba.
Glenn y Enid parecían discutir, no le preste atención, mire mi pierna, el pantalón que traía puesto estaba empapado en sangre, al parecer el cinturón no era suficiente. Tome una bocanada de aire, teníamos que continuar.

Me acerque a Enid y corte los globos que colgaban de su mochila, sería señal suficiente para que supieran que Glenn estaba vivo.

Un ruido nos distrajo unos momentos, la torre que el camion habia chocado se estaba cayendo frente a nuestras narices llevándose consigo gran parte de la muralla que protegía alexandria, los caminantes estaban ingresando y en mi mente solo podia pensar en una sola cosa. En mi hermano.

—Entraremos por el otro lado–anuncio el coreano, su vista se dirigia a mi pierna.— Olive...

—Puedo hacerlo–dije antes de que me pidiera quedarme, camine cojeando pero lo hice. No permitiría que me dejaran atrás.

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La noche habia caido y Glenn ya habia ideado un plan, la parte mas difícil era saltar la muralla, mi pierna nos estaba retrasando y yo estaba perdiendo mucha sangre, sin embargo me negaba a morir así, habia hecho un promesa e iba a cumplirla, no le fallaria ni a Maggie y ni a mis hermanos.

—Tu ve por maggie– grita el coreano a Enid. Ambos teniamos nuestras armas alzadas, comenzamos a disparar y a gritar para llamar la atención de los muertos y así Enid pudiera escalar hacia donde se encontraba Maggie.

—¡Por aqui!–grite con fuerza.

Podia oir los gritos de Maggie, Glenn habia quedado sin municiones y yo estaba apunto, me puse delante de él y tiré el arma vacía, tomé mi machete y corte  unas cuantas cabezas, pero cada vez eran más y más.
Mi vista se nublo unos segundos, lo suficiente para que perdiera el equilibrio, mi machete cayó al suelo, Glenn me sotuvo y me cubrió con cuerpo, estabamos rodeados y ambos sabíamos lo que significaba.
—Déjame– murmuré a penas.

—No lo haré– Glenn tomo mi machete y siguió mi tarea. Pero en pocos segundos quedó enganchado en la cabeza de un muerto. Ahora si.

—¡GLENN!–oí el desgarrador grito de Maggie.

Cerré los ojos para no ver nuestra inminente muerte sin embargo esta nunca llego. Los gruñidos fueron disminuyendo uno a uno gracias a la ráfaga de disparo a nuestro alrededor, mi vista se dirigió hacía la otra torre donde estaban, Sasha, Abraham y mi hermano.

—¿Podrían abrirnos?–gritó Abraham con una sonrisa.

Glenn estaba igual de aturdido que yo, me levanto como pudo y me sostuvo de su hombro. Corrimos hacias ellos, como pudimos, Maggie estaba sobre el camión junto a los demás, Daryl conducía, Glenn me ayudo a subir, mi pantalón estaba cubierto de sangre al igual que el resto de mi cuerpo, la herida dolía mas que nunca.

—Estas herida–murmuró el cazador viendo mi pierna.

—Hay mejores cosas de las que ocuparse—dije ignorando su mirada. Y tenía razón, mi herida había pasado a segundo plano.—conduce.

Paro justo donde habia una pequeña laguna, se bajo del camión igual que todos nosotros y se fue directo a vertir el combustible, no se que que pensaba hacer y tampoco perdería el tiempo averiguándolo, cojee hasta llegar a Glenn y lo ayude a deshacerse de algunos caminantes, los demás hicieron lo mismo, un poco mas allá también estaba el resto de la comunidad. Todos luchabamos por cosas distintas, sin embargo, en estos momentos peleábamos por algo en común, por esta comunidad.

—¡Todos arriba!–ordeno Daryl subiendose sobre el camión.

Todos le hicimos caso, sin embargo habia una pregunta que tenia que hacer.

—¿Como carajos consiguieron una bazooka?- cuestione. Abraham rió.

Escuchamos la explosión, detrás de nosotros se ilumino gracias al fuego, los caminantes atraidos por este fueron acercándose uno a uno.

Todos aprovechamos esta distracción para acabar con ellos, en conjunto. Durante toda la noche.

Estabamos agotados, la mayoria se encontraba frente a la casa de Rick tomando un respiro, yo aun cojeaba y por un minuto habia olvidado la herida que tenía, mire el suelo el cual tenia una pequeña posa de sangre, ya no tenia el torniquete, supuse que lo habia perdido durante la noche. Rápidamente comencé a senitme mal, agotada, mis piernas flaqueron en unos segundos y caí de rodillas, mi vista cada vez estaba mas nublada, un pito ensordecedor llegó a mis oídos.

—¡Olive!–fue lo ultimo que oí.


NOTA AUTORA: Décimo noveno capitulo de SURVIVORS, espero que les haya gustado, apreciaría que pudiesen votar y comentar que tal les pareció.

Por fin aparecieron Los Salvadores, claramente esa parte no igual a la serie pero quiero que sepan que alguien jugara un rol muy importante con la gente de Negan.

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