Maratón 3/3

El segundo día de celo de YeonJun los dos habían prácticamente estado acostados en la cama, solamente levantándose para comer o limpiar sus manos, producto de las múltiples liberaciones que tuvieron.

Ahora era el tercero y mientras YeonJun roncaba levemente a su lado, SooBin repasaba todo lo que había pasado en menos de cuatro días.

Había llegado a casa del omega para, solamente, conocer a su hijo que apenas cumplía tres meses y el cual se había quedado pegado a él a toda hora y sollozando cuando se alejaba, así que, casual, YeonJun le pidió quedarse a dormir.

Tuvo lo que podía considerar el mejor sueño de su vida junto a su cachorro y omega, resultando que este último había amanecido con malestar y fiebre así que, por consiguiente, se quedó a cuidarlo esa tarde dándose cuenta que estaba entrando en celo.

Quitando los detalles y uno que otro recuerdo placentero, al segundo día sucedió la transmisión de audio en donde su omega y él eran los protagonistas. Ese mismo día YeonJun le había mostrado el pequeño aparato que tenía el reloj que EunHae le regaló, llamó a su hermano y con aquella repartición de palabras que tuvieron llegó a la conclusión de que debía quitarle la empresa a EunHae.

Su hermano mayor estaba, en pocas palabras, loco y podía ser capaz de hacer lo que sea para conseguir su cometido, si bien habían sido cosas prácticamente "mínimas" teniendo en cuenta otras cosas que podría hacer, no podía arriesgar a YeonJun y mucho menos a su cachorro a algún plan alocado de EunHae.

Pero para poder quitarle la empresa al mayor debía ir con sus padres, contarles sobre YeonJun y su cachorro y, sobre todo, presentarlos ante ellos. Solo así, su padre le concedería el completo liderazgo a él, EunHae solamente quedaría recibiendo una pensión de los ingresos de la empresa así como lo estaba haciendo él en ese momento.

No sabía como su padre tomaría el que estuviera emparejado y con un cachorro de quien era, prácticamente, "su enemigo"

Pero lo que si sabía y de lo que estaba muy seguro, debía empezar a hablar con sus progenitores mucho antes de llevar al omega y a su hijo a la mansión Choi. Debía hacerlo lo más rápido posible y esperaba que sus padres colaborasen un poco.

—¿En qué tanto piensas? —preguntó YeonJun estirándose en su lugar para luego hacerse bolita bajo la manta, aún con cansancio encima.

SooBin lo miró y sonrió.

—En ti —contestó. Luego de que este tercer día de celo finalizara debían ir con Jung HoSeok para averiguar que ocurría con las hormonas del omega, y luego de eso poder explicarle su plan a YeonJun con más calma.

El omega sonrió también y abrió la boca para decir algo, más el sonido de su teléfono resonó en esas cuatro paredes.

YeonJun carraspeó y atendió.

—Hola, joven Choi —saludó HeeSong— Lamento interrumpir sus tres días libres pero en verdad tengo que informarle algo.

—No hay ningún problema, digame que sucede —tomó asiento en su lugar peinando su cabello enmarañado.

—Hay demasiadas personas fuera de la empresa, prensa más que todo exigiendo su presencia —el beta del otro lado asomó su cabeza por la ventana del tercer piso y observó a los numerosos periodistas en la entrada entrada del lugar— La seguridad ya hizo todo lo posible, pero siguen ahí.

YeonJun bufó, levantándose de su lugar para sacar un traje de su armario. SooBin lo miraba con el ceño fruncido.

—Es por la transmisión, ¿verdad? —preguntó a pesar de que era obvio. Sin querer tardar más en llegar al lugar sabiendo muy bien que si las personas seguían amontonadas en la entrada las demás personas, llamadas clientes, no entrarían y sería una pérdida para él. Mínima, pero lo era.

Así que empezó a calzarse el pantalón, asegurándose de que le quedase bien, la moda va primero que todo, claro está.

—Si, es por la transmisión —asintió el beta del otro lado.

—Está bien. Sal y dile a toda la chismosa prensa que voy en camino —y luego de una afirmación del beta colgó.

Arrojó su teléfono en la cama y fue al baño para cepillar sus dientes.

Era su tercer día de celo, ya no tendría tanto apetito sexual y podría controlar a su lobo y a él mismo, lo único que debía hacer era tomar una pastilla supresora de olor y rociarse lo poco que le quedaba en Spray ya que aparte de su aroma a omega en celo tenía el aroma de SooBin encima.

—¿Enserio vas a ir? —preguntó SooBin de brazos cruzados en la puerta, mirándolo peinar su cabello.

—Claro, no puedo dejar que esas personas estén obstruyendo la entrada por más tiempo —contestó sacando del cajón un blíster de pastillas, solo tenía dos.

El alfa se acercó a él y le arrebató el blíster, lo metió en el bolsillo de su bermuda y tomó el cepillo dental que YeonJun le había dado para su higiene bucal en esos tres días.

YeonJun lo ignoró y fue a vestirse con la camisa a botones y el saco, empezó a escarbar en su closet hasta que encontró la corbata indicada.

—¿Estás seguro de que puedes ir? —preguntó SooBin saliendo del baño.

—Que si —dijo rodando los ojos— Solo debo ir, decir que ese no era yo y volver, a no ser que cierto alfa quiera invitarme a algún lugar —SooBin carcajeó y tomó las prendas que el omega le extendía. Agradecía que YeonJun y él podían compartir ciertas prendas.

A las minutos la pareja ya estaba lista, lo único que faltaba era que YeonJun tomase los supresores, ya había rociado el spray en su cuerpo más no era suficiente.

—¡Dame! —gritó arrojándose encima de SooBin para alcanzar el blíster— SooBin es enserio, ya me estoy molestando —dijo a pesar de estar riendo.

El alfa alzó su cabeza y capturó sus labios en un dulce beso.

Al separarse le sonrió y le extendió el blíster haciendo al omega soltar un bufido.

—YeonJun, ¿cuál es la dirección del pediatra de Sunoo? —preguntó casual, mirando al omega tomar una de las pastillas.

—Es a tres manzanas de la empresa, se llama Jung HoSeok, ¿por qué? —ya había tomado el supresor ahora debía esperar a que hiciera efecto.

—Creo que debemos ir con él —explicó acunando las mejillas del omega— Creo que tienes un problema con tus hormonas —besó su nariz con cariño. No sabía como reaccionaría YeonJun al decirle su aparente problema de hormonas, así que mejor le daba muchos besos para que se lo tomara de la mejor manera. 

—¡Yo no tengo ningún problema! —negó con el ceño fruncido— ¡Estoy perfectamente bien! —SooBin solamente siguió besando su nariz y mejillas convenciéndose aún más de que YeonJun tenía un problema con sus hormonas cuando empezó a llorar bajito— Tu te preocupas por mi...

—Claro —asintió pasando sus pulgares por la piel de sus mejillas borrando las pequeñas lágrimas que había.

Ya el supresor había hecho efecto así que debían partir a la empresa.

—Te preocupas por mi y... Y no somos nada —dijo antes de secar sus lágrimas el mismo, dejar un beso en las comisuras del alfa y levantarse para ir a la puerta.

Por otro lado, SooBin hizo una mueca siguiendo al omega a la salida. YeonJun tenía razón, ellos no eran nada, SooBin en ningún momento le había pedido noviazgo o cotejarlo y apenas, el pobre Choi SooBin se daba cuenta de ello.

YeonJun manejó en silencio hasta la empresa, teniendo a SooBin de copiloto, se dio cuenta de lo que había dicho.

No somos nada. Recordó con una opresión en el pecho, si bien no debió haber dicho eso, esperaba que SooBin empezara a maquinar algún plan para pedirle aunque sea ser su novio.

Estacionó su auto en el primero puesto que vio, estaba frente a su empresa, se podían ver a las numerosas personas las cuales, se activaron apenas reconocieron su auto aparcando ahí.

—Esperame aquí —pidió colocando una de sus manos en la mejilla del alfa, la acarició y luego se inclinó a besarlo, después de todo nadie podía ver lo que ocurría gracias al vidrio ahumado.

Al separarse SooBin sonrió y se aseguró de voltearse por completo, para que cuando el omega abriera la puerta las fotos que fueran tomadas no apareciera su rostro.

YeonJun tomó un respiro y salió de ahí, asegurándose de cerrar la puerta con rapidez. De ipso facto los micrófonos y cámaras grabando y tomando fotos no se hicieron esperar.

—¿Es verdad que usted es el omega de la transmisión? —preguntó una beta.

—¡Joven Choi! ¿Qué hará respecto a esto? —otra beta.

—¿Su acompañante era el padre de su hijo? —preguntó otra.

YeonJun alzó sus manos pidiendo silencio, avanzó un par de pasos y señaló a la beta que había hecho la última pregunta.

—¿Qué te hace creer que el omega de la transmisión era yo? —le preguntó, alzando su mentón.

La chica tartamudeó un par de veces, para luego esconderse tras un camarógrafo.

—Un empelado suyo dijo que se ausentó tres días, joven Choi usted...

—Tengo un hijo que me necesita, casi siempre estoy ausente por cuidar de mi cachorro, ¿ausentarme tres días para cuidar de él es malo acaso? —le cortó la oración al beta. Tomó una respiración y empezó a hablar, quería irse de ahí— Yo no era el omega de la transmisión, siquiera entiendo como pueden creer que era yo solamente por el título que tenía, era un simple audio que se pudo haber sacado de una película porno. Así que, por favor, dejen de suponer lo primero que ven, muchas gracias —sonrió a las cámaras y avanzó a su auto.

Las preguntas que le lanzaban ya se habían desviado hacia el padre de Sunoo, así que no tenía más nada que hacer ahí. Ya había aclarado que el no era el omega de la transmisión, a pesar de que si lo era.

Cuando intentó abrir la puerta esta estaba trancada, SooBin desde adentro carcajeó por la mueca del peligris al tener que dar la vuelta para colocarse de copiloto. Al entrar con la misma rapidez que salió, YeonJun restregó su cara.

—Arranca, atropella algunos si quieres —le dijo quitando su saco— ¡Son un fastidio! Se supone que estaban aquí por lo de la transmisión, pero apenas negué que era yo empezaron a preguntar por el padre de Sunoo. Anda, SooBin, pasales el auto por encima —pidió de nuevo haciendo al alfa carcajear, YeonJun estaba apoyado en la guantera así que no veía que ya habían dejado a la prensa atrás— ¿Vamos con el doctor Jung? —preguntó alzando la mirada. El castaño asintió volviendo a pedir la dirección.

SooBin en todo el camino estuvo en silencio, maquinando en su cabeza algún plan para pedirle a YeonJun ser su novio y eso, hizo que el omega empezara a pedir disculpas por decir que no eran nada, aunque era verdad.

—Ya, no llores —le dijo estacionándose frente al pediátrico. Quitó su cinturón y estiró su mano para secar las pequeñas lágrimas del omega.

—E-es que no somos nada... —el supresor ya había acabado su efecto, así que el auto estaba impregnado a Vainilla.

—Pronto seremos algo, YeonJun —prometió, inclinándose para besar su nariz.

—¿¡De verdad!? —preguntó casi en un grito, ahora estaba emocionado. SooBin asintió y, luego de dejarse besar unas cuatro veces por el omega bajaron del auto.

Esperaba que el doctor Jung no tuviese una cita en ese momento ya que no era muy fan de los hospitales a pesar de que estaba en un pediátrico.

Al llegar a la recepción preguntaron a la carismática beta por dicho profesional el cual, gracias a la luna, no tenía una cita hasta dentro de dos horas así que luego de que la beta hiciera una llamada subieron al consultorio del alfa, el cual, los recibió con una sonrisa.

—¡Hola! —saludó con familiaridad a YeonJun para luego envolverlo en un abrazo que el omega también correspondió.

SooBin no lo va a negar, sintió un poco de celos, solo un poco.

—Oh, Doctor Jung, él es Choi SooBin —presentó YeonJun luego de separarse del abrazo del alfa.

HoSeok miró al alfa y le sonrió solo como él sabía hacerlo, extendiendo su mano al castaño.

—Jung HoSeok, un gusto conocerlo —le dijo transmitiéndole a SooBin una extraña sensación de seguridad y confianza. Al separar sus manos, el alfa se sentó en su lugar mirando a la pareja— ¿En qué les puedo ayudar? No has traído al pequeño Sunoo, así que no tiene nada que ver con él —supuso intercalando su mirada entre alfa y omega.

—No, yo creo que tengo un problema con mis hormonas —Jung se metió en su papel profesional y pidió que contasen todo con exactitud.

Y Jung HoSeok tuvo la pequeña sospecha de que Choi SooBin era el padre de Sunoo.

¡Fin del maratón! Espero les haya gustado :3

Fotito de Sunoo:

Si, así es Sunoo, imaginenlo así :3

The_Dark_Diamond