[55] Consentidor

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Maratón 2/?


Era el segundo día de estadía de el pequeño Choi en casa de sus tíos, el pequeño no había dado problemas a la pareja.

Ahora estaban almorzando, estaba en las piernas de BeomGyu que le daba una ensalada de verduras, el pequeño estaba rodando unos autos en la mesa, haciendo el sonido de "A" cuando quería más.

Pero hubo un momento en donde Sunoo sacó un pedazo de zanahoria de su boca y la dejó encima de la mesa.

—Sunoo, ¿qué pasó? Vamos, comela —dijo BeomGyu volviendo a extenderla al pequeño que negó, alejándose de la cuchara.

—Comela —insistió TaeHyun señalando la verdura— Ya te comiste algunas, come esa también.

—Ya, dejalo —BeomGyu estiró su mano y empezó a escarbar en la ensalada para sacar todas las zanahorias que había en ella, dejándolas en su propia ensalada.

—Beom, tiene que comerlas, ya se comió varias en las cucharadas que le diste —insistió TaeHyun al omega que lo ignoró dejando el último pedazo de zanahoria en su plato.

—Pero no las quiere más —negó con su cabeza y tomó una cucharada de ensalada para llevarla al pequeño que, luego de ver fijamente la cuchara abrió su boca, soltando una risita al no sentir el sabor de la zanahoria.

TaeHyun rodó los ojos.

—Eres un consentidor —declaró limpiando su boca con un pedazo de papel.

—Sunnie ya comió las suficientes zanahorias, ¿verdad que si, príncipe? —preguntó besando la mejilla de Sunoo que asintió distraído en sus autos de juguetes— ¡Eres tan lindo! —y lo abrazó, aplastando al pequeño que no se quejó gracias al olor que emanaba el omega.

Ahora TaeHyun rió, era completamente natural que un omega en cinta se vea muy cariñoso con los niños y BeomGyu en ese estado y mimando a Sunoo le causaba un vuelco en el corazón.

Por otro lado, a metros de Sunoo y el TaeGyu, estaba Choi SooBin intentando despertar a YeonJun.

El omega había dormido desde la tarde del día anterior y ya eran las doce del medio día y no se había levantado.

Y ya llevaba unos minutos viéndolo y no se movía de su posición.

¿Y si se murió? Le preguntó a su lobo.

No seas dramático. Rey del drama.

Es que está tieso, no se mueve.

Eso no quiere decir que está muerto, anda a desayunar ya estás diciendo incoherencias.

Pero antes de que le respondiera a su lobo, el omega despertó con lentitud, restregando sus ojos mientras se estiraba.

SooBin sonrió y se acercó al omega para dejar un beso en su mejilla.

—¿Qué hora es? —preguntó con voz ronca debido al sueño, el alfa volvió a besar su mejilla y contestó.

—Las doce del mediodía del dos de enero, mi vida —el omega sonrió por el apodo pero se levantó y fue al baño para bañarse y lavar sus dientes.

SooBin lo persiguió y se metió a la ducha con él, el peligris le dio una mirada diciéndole solo con eso que no intentara nada.

Pero a SooBin le importó poco así que luego de que los dos estuvieran empapados lo acorraló en una de las paredes para besarlo ferozmente.

YeonJun jadeó en medio del beso, se estaba quedando sin aire, por eso golpeó levemente el hombro del castaño que se separó en contra de su voluntad.

—Tengo que tomar la pastilla —dijo en un intento vano de huir del castaño que lo apresaba a cada rato— ¡SooBin! —se quejó cuando el mencionado lo jaló para que no saliera de la ducha. Ya no importaba el baño, si se quedaba ahí terminarían en otra cosa.

—¿Qué? —preguntó llevando sus besos a su mandíbula.

—Tengo que tomar la bendita pastilla, Choi SooBin, dejame ir, tomarla y después que comamos haces lo que quieres —dijo esquivando los besos del alfa que luego de unos segundos gruñó y salió de la ducha igualmente, secándose con una toalla igual que la del omega— Ve afuera, anda —dijo señalando la puerta mientras escarbaba en las cosas personales que había llevado y que seguramente SooBin dejó en esa repisa.

Cuando encontró la pastilla que buscaba la metió a su boca, la mantuvo ahí hasta que el vaso de cristal se llenó considerablemente y tosió un poco al sentir la pastilla pasar por su garganta.

Esa sensación era muy incómoda para él a decir verdad.

—Yo tengo hambre así que no voy a hacer nada hasta que no tenga el estomago lleno —le informó al alfa que hizo ademán de lanzarse a él de nuevo. Ahora tenía una bata de baño cubriéndolo.

SooBin rodó los ojos y se recostó en la cama a revisar su teléfono distraídamente hasta que el peligris se acostó a su lado y se recostó en su pecho pidiendo caricias en su cabello silenciosamente.

—Eres un urgido —dijo YeonJun en medio del silencio.

—No lo soy. Solo estoy aprovechando el tiempo a solas —se defendió con un argumento muy bueno a decir verdad.

Los dos sabían que cuando esas pequeñas vacaciones acabaran los dos estarían tan ocupados con Sunoo y sus respectivas empresas que solo querrán dormir cuando estén en casa y en una habitación solos.

Se podía hacer la excepción con el celo de algunos de los dos, pero no sería igual a lo que estaban experimentando ahora.

—Esa es la comida —dijo SooBin al escuchar a alguien tocar, se levantó de la cama para abrir la puerta, estaba en bata así que no había de que preocuparse. Abrió la puerta y una beta le sonrió, dándole las buenas tardes y dejando el carrito con comida dentro de la habitación.

SooBin agradeció con una sonrisa y cerró la puerta, arrastrando el carrito a un costado de la cama.

Había pedido la comida cuando el omega estuvo dormido.

—¿Qué es eso? Huele muy delicioso —dijo el omega tomando asiento en su lugar para ver los platos con comida frente a él. 

El desayuno eran frutos rojos con yogurt mientras que el almuerzo era cordero con arroz y una buena ensalada de vegetales de compañía.

Y cabe destacar que todos eran porciones extremadamente exageradas, lo suficiente para dos personas y sobraba para otras dos.

—Buen provecho —SooBin besó la mejilla del peligris y empezó a comer de sus frutos rojos con yogurt. Los dos habían decidido comer en el sillón de cuero que había allí, la mesa en frente de ellos.

—Esto... Oh Dios, está muy bueno —dijo bebiendo del yogurt haciendo reír al castaño por el bigote que le quedó. Los dos terminaron de comer el desayuno al mismo tiempo así que ahora estaban en una pequeña competencia en ver quien acababa la ensalada primero.

SooBin se ahogó así que YeonJun fue el ganador.

—¿Qué estará haciendo mi bebé? —preguntó el peligris comiendo del arroz.

—Estoy comiendo, ¿por? —respondió SooBin ganándose una mirada del omega.

—Mi bebé, Sunnie, mi cachorro —aclaró tomando la carne de cordero— Tu no eres mi bebé —dijo con el ceño fruncido.

—Tal vez esté almorzando o quien sabe, ¿viendo caricaturas? —dijo alzando sus hombros con una leve risita.

Los dos pasaron a una amena conversación sobre la carne y el arroz, los cuales se acabaron rápidos y los dejaron lo suficientemente llenos.

SooBin fue el encargado de llevar el carro de servicio afuera y cuando volvió, el peligris estaba viendo por la ventana con una media sonrisa en su boca.

Se acercó y lo abrazó por la espalda, besando la marca, causando un escalofrío en el peligris.

—Ahora debemos reposar o nos dará un calambre —dijo cuando sintió los besos del castaño a lo largo de su cuello.

SooBin se quejó.

—Eso es mentira, de verdad que eres muy molesto —dijo con el ceño fruncido.

—Me gusta molestarte, es mi pasatiempo favorito —alzó sus hombros antes de voltearse y abrazar al castaño por los hombros e iniciar un beso lento pero apasionado que dio paso a los encuentros íntimos de ese día, el segundo día de su estadía.

.

Por otro lado, Sunoo estaba lloriqueando mientras estaba en la tina del baño de la pareja Kang - Choi. TaeHyun era quien lo estaba bañando mientras que BeomGyu estaba sentado en una esquina pasándole juguetes al niño que no quería bañarse al parecer.

Sunoo lloriqueó y se encogió cuando TaeHyun alzó el envase con el que le arrojaría el agua.

—Ya, Sunnie. Está tibia —dijo el alfa arrojando un chorro de agua al niño que siguió lloriqueando y tratando de esquivar el agua. Aunque terminó empapado igualmente. 

A los segundos Sunoo dejó de lloriquear y se distrajo con los juguetes que le había dado el omega, algunas veces chapoteando, mojando a TaeHyun en el proceso.

—Cierra los ojos —le dijo a Sunoo que lo miró sin entender con una montañita de espuma en su cabeza— Así —TaeHyun apretó sus ojos y lo abrió encontrando a Sunoo imitándolo.

Rió y colocó su mano encima de los ojos del pequeño para prevenir que cayera espuma en sus ojitos, la cual cayó y ensució el agua en donde estaba el pequeño que les sonrió cuando abrió sus ojitos.

—Yo lo seco —se ofreció BeomGyu tomando la toalla de rana que estaba en las cosas de Sunoo que estiró sus bracitos y sonrió cuando el omega lo empezó a secar con cuidado hasta envolverlo como a un burrito— ¡Pareces una orugita! Ay, Dios mio, eres tan tierno —dijo besando sus mejillas.

Sunoo no había llorado por sus padres aún, estaba muy a gusto con la pareja, aunque no lo estuvo a la hora de dormir.

—¿No puedes esperar un momento? No entiendo como no estás cansado —se quejó el omega dándole la espalda al alfa que besó su hombro para luego hacer un camino en su espalda— SooBin, ya es suficiente, ¿ahora qué quieres? ¿Quieres cumplir otro fetiche? No voy a ladrar, para tu información.

Ya era de noche, no tenían ninguna de las luces de la habitación encendidas, dejando que la luz de la calle y de la luna alumbrar la cama tamaño King que estaba más que desordenada cabe destacar.

Como si fuese una pelea de boxeo, habían tenido cuatro rounds en donde los dos se habían atrevido a explorar los gustos sexuales de su pareja, ninguno de los dos tenía fetiches que, podríamos llamar, eran poco comunes. Y YeonJun no se explicaba como el castaño aún estaba enérgico y con unas evidentes ganas de seguir y seguro probar otra cosa, quien sabe.

—¿Eres un sátiro acaso? —preguntó colocando una mano bajo su mejilla para cerrar los ojos, probablemente se quedaría dormido.

—No, tal vez estoy en celo —bromeó besando su hombro desnudo repetida veces. SooBin se dio por vencido luego de que el omega se quejara cuando dejó una mano encima de su muslo derecho, se quedara tranquilo.

Por ahora.

YeonJun se quedó, acostado y casi que perdiéndose en el mundo de los sueños pero gracias a su teléfono sonando tuvo que abrir los ojos y tomar el aparato.

—Videollamada de Tae, ponte algo de ropa —dijo colocándose una bata de baño superficialmente al igual que el alfa, volvieron a acostarse en la típica y cliché posición de cucharita y el omega atendió la llamada.

—¡Pa! ¡Pa! —lo primero que les recibió al atender fue la carita sonrojada de Sunoo junto a su sonrisa de pequeños dientesitos.

—¡Hola, Sunnie! —saludaron los dos, sonriendo al niño que se quejó cuando TaeHyun se sentó a su lado.

Ah, hyung, Sunoo no quiere dormir, quiere verlos —dijo ayudando al pequeño a acostarse en una posición cómoda, dejando el teléfono tal vez apoyado en una almohada.

Sunoo estaba acostado boca abajo estirando su manito a ellos en la pantalla.

Pa —dijo en medio de un bostezo.

—Vamos a dormir, príncipe —dijo el omega sonriendo por la ternura que daba su bebé— ¿Estuviste llorando, bebé? —Sunno asintió adormecido, al parecer BeomGyu le estaba dando palmadas en la espalda.

—Eres un pequeño llorón —dijo SooBin haciendo una cara graciosa que hizo a Sunoo reír.

Alfa y omega se encargaron de arrullar al pequeño, hablándole y diciéndole apodos bonitos, Sunoo cerró sus ojitos pero los padres seguían diciéndole cosas.

—Ya se durmió... —susurraron ambos al mismo tiempo al ver en vivo y directo como la boca del pequeño se abría levemente, esa era la manera en la que podían saber que Sunoo estaba lo suficientemente dormido como para dejarlo solo o dejar de arrullarlo.

Compartieron algunas palabras con la pareja y colgaron, alegando que debían hacer algo.

Ese fue SooBin.

—¿Ahora que quieres hacer? —preguntó con un suspiro.

—Quiero marcarte —se sinceró sin ningún tipo de vergüenza. El omega ya estaba marcado, a lo que se refería el alfa era dejar múltiples marcas rojizas y purpuras en donde mejor le pareciera y el peligris sabía que esa zona eran sus muslos.

—No haremos nada, lo haces mañana, tengo mucho sueño, estoy cansado y las piernas...—se mordió la lengua al darse cuenta de lo que estaba a punto de decir, SooBin se apegó a él, quedando con su frente en su pecho.

—Anda, dilo —animó.

—No, eso llena tu tonto ego de alfa —negó acariciando los cabellos del alfa que rió volviendo a insistir en que terminara la frase. El peligris rodó los ojos y bajó su boca a la oreja del castaño— Iba a decir que me tiemblan las piernas por tu culpa. Buenas noches, imbécil —y con eso, se dispuso a dormir sin dar señales cuando SooBin lo molestó para aunque sea un besito.

YeonJun aveces podía ser muy cruel con él.

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