Maratón 4/4

—No deberías ir, siquiera la prensa estará allí —opinó YeonJun con el ceño fruncido picando fruta para los dos. SooBin suspiró y besó su mejilla.

—Mi padre insistió, quiere que los empleados me conozcan, además no importa si no está la prensa —dijo abrochando su camisa de botones blanca— Odio usar traje —dijo colocándose el saco negro.

—Acostúmbrate —contestó el omega colocando el cuenco frente al alfa que festejó como un niño antes de empezar a comer.

Ya llevaban tres días en su nueva casa, ya todo estaba acomodado y ya tenían todo abastecido, refrigerador, gabinetes, todo. Sunoo estaba durmiendo en su fabulosa habitación, el pequeño ahora cada que despertaba no lloraba, si no que tomaba asiento en la superficie y los llamaba para que lo sacaran de ahí y, obviamente, lo mimaran con los besos del buenos días.

Se supone que ese día la pareja iba a dormir hasta tarde ya que el día anterior se acostaron en la madrugada viendo una película en la televisión, pero a las ocho de la mañana el teléfono de SooBin sonó.

El padre de SooBin lo quería en la empresa para presentarlo a todos los empleados del lugar, antes de que saliera a la luz pública que él tomarían el puesto. SooBin no quería ir, claro está, quería quedarse durmiendo con el omega y luego tal vez rodar a Sunoo en su auto por toda la casa, pero era una responsabilidad ahora.

Por otro lado, YeonJun desde que se levantó y observó al alfa con la parte inferior del traje empezó a tener un mal presentimiento. Ahora que estaba robando frutas del cuenco del alfa, tenía un muy mal presentimiento.

En la empresa estaría EunHae y estaba algo ansioso por eso a pesar de que él no estaría allí.

—Yo no se amarrar una corbata —negó el castaño dejando la corbata encima de la mesa.

Quiere que se la pongamos y le demos un beso luego. Dijo el lobo de YeonJun haciéndolo fruncir el ceño.

No seas cursi.

—Cuando trabajabas para mi llevabas corbata, ¿quién te la colocaba en ese entonces? —preguntó masticando la última rebanada de manzana.

—Mi vecina —soltó, era obvio que era mentira.

YeonJun asintió y dejó los cuencos de lado, se levantó y tomó asiento en el regazo del castaño, tomó la corbata y la empezó a ajustar con agilidad, era obvio que SooBin sabía hacer el nudo de la corbata, solo quería ser consentido.

Ajustó el nudo con cuidado y alisó la camisa con sus manos, se inclinó y dejó un pequeño beso en los labios del castaño, riendo cuando el mismo lo atrajo por su nuca para besarlo con más profundidad.

—¡Pa! ¡Pa! ¡Pa! —se separaron y miraron hacia las escaleras, Sunoo los estaba llamando.

—¿No crees que Sunoo lo hace intencionalmente? —preguntó SooBin subiendo las escaleras con el omega, sólo le faltaba peinarse y colocarse el calzado para irse.

—¿Intencionalmente? SooBin, es un bebé —dijo riendo.

—O tal vez tiene un radar para ese tipo de momentos para despertar o llorar —siguió diciendo sus pensamientos en voz alta y se desvió a la habitación para terminar de alistarse.

YeonJun entró a la habitación del pequeño y le sonrió, Sunoo le contestó la sonrisa mientras lo miraba en medio de los barrotes.

—¿Cómo amaneció el bebé más lindo de esta casa? —preguntó como todo padre consentidor. Sunoo rió y se dejó cargar.

—Me voy —avisó SooBin entrando a la habitación para besar la frente del pequeño— Buenos días, Sunnie —dejó un beso en los labios del omega y le sonrió antes de retroceder.

—Colócate el cinturón, por favor —dijo mientras quitaba con sumo cuidado las pequeñas pelotitas que se hacían a los bordes de los ojos al dormir a su cachorro.

—Claro. No tardo en venir —dijo empezando a bajar las escaleras, recordó algo y soltó un grito— ¡YeonJun! —llamó casi que en la puerta.

—¿¡Qué!? —preguntó el omega aún en la habitación de Sunoo el cual carcajeó por los gritos de sus padres.

—¡Te amo!

—¡Si, creo que yo también! —besó la mejilla de Sunoo y rió cuando el alfa se quejó antes de cerrar la puerta, seguía con ese mismo mal presentimiento pero esperaba que solo fuera eso, un presentimiento— Ahora tu me vas a acompañar a organizar mi oficina, ¿está bien? —Sunoo señaló el suelo. 

—Wiu wiu —dijo pidiendo el casco de bombero.

—Toma tu wiu wiu —dijo colocándole el casco para llevárselo a la habitación que sería su oficina y la de SooBin, tenían sus computadoras allí junto a algunos papeles importantes, más que todo él.

Encendió la computadora y esperó un momento.

—Sunoo, ¿quieres comer? —preguntó mirando al niño jugar con unos autos en el suelo— Si, si quieres comer —y se lo llevó ahora a la cocina para preparar algo, Sunoo solo se dejaba hacer, tenía su casco de bomberos junto a sus autos así que no había problemas.

Por otro lado, SooBin le sonrió a todos los empleados que estarían bajo su mando en unos días luego de dar un pequeño discurso improvisado.

Todos aplaudieron y observaron a Choi JongIn quien también tenía unas palabras que decir.

—Hola, hermanito —saludó el villano. Digo, Choi EunHae.

SooBin siguió viendo hacia el frente fingiendo no haberlo escuchado ni visto, había tomado la iniciativa de ignorar de EunHae y esperaba funcionara.

—Espero puedas controlar esta empresa, todos ellos son unos ineptos —dijo, SooBin lo ignoró.

Si son ineptos es porque tienen un jefe inepto.

EunHae siguió provocándolo, preguntando por Sunoo, YeonJun, ¡incluso por TaeHyun! El hombre ya no sabía que más decir para buscar una reacción en él así que se rindió y se despidió con una sonrisa falsa de sus ex-empleados. 

SooBin pudo soltar el aire y se dispuso a conocer mejor a los supervisores, gerentes, oficinistas, para no perderse el día en el que estuviese en la oficina de jefe.

Pasó una hora, habían hablado demasiado e incluso se hizo un brindis en su honor, SooBin se despidió de su padre diciéndole por lo bajo que cuando quisiera podía ir a ver a Sunoo y a YeonJun.

Exploró un poco el edificio y lo detalló antes de subir a su auto y emprender su camino a casa en donde al parecer su preocupado omega lo esperaba.

Sentía por el lazo una preocupación y miedo muy grande, era obvio que era de YeonJun pero no sabía porqué el omega estaba así. Recordando sus palabras antes de salir de casa, sonrió y se colocó el cinturón sin saber lo mucho que le lastimaría unos metros más adelante.

—¡Pa! ¡Pa! ¡Wiu wiu! —Sunoo estaba manejando su auto por toda la sala de estar, gritando y jugando con emoción haciendo reír al omega que ya había organizado todo en su oficina y ahora estaba organizando algunas cosas con HeeSong para abrir la empresa— Pa.. —Sunoo golpeó su pierna con su manito y puchereó.

—¿Hambre, bebé? —preguntó recibiendo una negación— ¿Quieres que juegue contigo? —preguntó de nuevo recibiendo un asentimiento con una sonrisita. YeonJun dejó su teléfono de lado y se sentó en el suelo para empezar un juego que no entendía pero que a Sunoo le divertía.

YeonJun empezó a hacer una torre con los bloques favoritos de Sunoo, haciendo una poker face cuando el pequeño le disparó una pelota, derribándola y rompiendo en carcajadas que hicieron al omega sonreír también. 

Había dejado hablando solo a HeeSong pero estaba jugando con Sunoo, así que luego se disculparía.

Sunoo gateó hasta el otro extremo de la sala de estar para tomar en sus manitos varios muñecos, había policias, bomberos, espías y demás.

El omega agachó la mirada y tomó un par de respiraciones, de repente empezó a sentir náuseas. Sunoo le extendió un policía y un auto pero no pudo hacer más que apretarlos en sus manos cuando una fea sensación cruzó por todo su cuerpo.

SooBin. Fue lo primero que se le vino a la cabeza, estiró su mano y marcó al alfa intentando hacer el esfuerzo en seguirle el juego a Sunoo.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis pitidos sonaron antes de que la llamada se colgara. Llamó unas tres veces y ya estaba preocupándose.

Lo llamó por medio del lazo pero no hubo ninguna respuesta o ninguna señal y eso lo colocó con los nervios de punta.

Dejó de mover el juguete a un lado de Sunoo y atendió una llamada.

Número desconocido.

—¿Hola? —contestó mirando a su cachorro jugar ahora solo.

—¿Choi YeonJun? —preguntó una voz gruesa y seria.

—Si, ¿quién es?

—Me llamo Kim NamJoon, soy médico, usted es quien está en los contactos principales de Choi SooBin, ¿es usted su hermano? —con esas palabras YeonJun tomó a Sunoo y subió a la habitación para vestirlo y vestirse él mismo, ¿qué le había pasado a SooBin?

—S-soy su prometido, ¿qué sucedió? —preguntó abrochando los botones del enterizo de Sunoo, sus manos temblaban pero aún estaban aptas para moverse sin lastimar al bebé.

—Chocó con una pared de concreto en la autopista principal, en este momento está en el hospital central en sala de emergencias.

—¿Está muy grave? ¿Es-está...

—No está tan grave, señor Choi, por favor mantenga la calma. —y con eso el hombre colgó dejándolo con las palabras en la boca.

¿Qué hacía SooBin en la autopista principal?

El camino de las empresas hasta la casa no se conectaba con esa autopista, ¿qué hacia el alfa ahí?

Con los nervios a flor de piel terminó de ajustar sus tenis y salió de la casa, asegurándose de cubrir a Sunoo el camino de la casa al auto.

—Ahí, quieto, Sunnie —dijo mientras ajustaba el cinturón de la silla de bebés en el pequeño que solo sujetaba un auto de juguete en su mano izquierda mientras que la derecha estaba en su boca, chupando su dedito pulgar.

YeonJun subió al auto y emprendió camino al hospital central, llamando a Sana en el proceso, la omega estaba más cerca del hospital y podría dejar a Sunoo allí un momento, no podía pasar a ciertos lugares con el pequeño.

Y aunque la idea no le agradaba por sentir que estaba molestando a la omega en sus últimos días de vacaciones, era lo único que podía hacer en ese momento.

Por otro lado, tenía un leve pensamiento de quien pudo ser el causante de el choque del alfa, era obvio, siquiera había que decir su nombre.

¿Seguiría EunHae jodiendo sus vidas?

Bueeeeeno, hemos llegado al fin de la maratón, espero les haya gustado mucho leerlo, tanto como a mi me gustó escribirlo ♥

Muy pronto conoceremos a la criaturita del TaeGyu, si es niña... ¿Cómo quieren que se llame? Y si es niño... ¿Cómo se llamaría? ¡Ustedes eligen!

Nos vemos pronto ♥

The_Dark_Diamond