Las enfermeras dejaron a Jungkook entrar después de lo que fue casi 40 o 60 minutos de una larga espera. Ya no escuchaba los gritos de Taehyung, el doctor le había dicho que la cesárea había sido todo un éxito y que su esposo ya se encontraba descansando con su bebé en su habitación asignada.

Entró y lo primero que miró fue a su esposo que se encontraba charlando con alguna de las enfermeras que confirmaban que todo estuviera bien.

—Amor... —susurró sintiendo su cuerpo temblar de nervios y de emoción.

Taehyung apartó la mirada de las enfermeras para sonreírle. Lo llamó con una mano y le indicó que no hiciera mucho ruido. Jungkook se acercó, las enfermeras se despidieron después de felicitarlos, dejándolos solos y en silencio.

—¿La quieres conocer? Acaba de terminar su mamila y se quedó dormida
—por primera vez Jungkook notó el bultito blanco que llevaba Taehyung en brazos—. Es hermosa, mi amor —sus ojitos brillaron, eso logró una gran sonrisa en el rostro de Jungkook quien se sentía curioso por conocer a su princesa.

Jungkook asintió eufóricamente, mirando a Taehyung quien tenía a su bebé cubierta con una manta. El mayor La descubrió y Jungkook sintió su corazón encogerse. Su hija era tan pequeña y hermosa, mantenía sus ojitos cerrados y sus manos apretadas en un puño. Se acercó a ella con una sonrisa, admirándola de cerca, quedándose un largo rato observándola. Su mirada transmitía amor y eso hizo a Taehyung sentirse tan feliz. El mayor limpió sus lágrimas y le sonrió a su esposo.

—¿Puedo cargarla? —su lengua se trabó en algún momento, mientras de sus ojos bajaban finas y cristalinas lágrimas de felicidad.

—Claro que sí —Taehyung asintió, apartando una lágrima que bajaba por la mejilla de su esposo para acomodarse mejor antes de entregarle a su pequeña.

Taehyung le explicó cómo debería tomarla en brazos y Jungkook así lo hizo. Sus brazos y su cuerpo temblaban, la niña era tan pequeña que temía dejarla caer o romperla de lo delicada que se miraba, era como una muñequita de porcelana. El mayor se había reído ante lo nervioso que estaba Jungkook, pero después solo pudo mirar a sus amores con cariño.

—Hola, bebé —saludó a la pequeña, sonriendo cuando ella tomó su dedo y apretó.

La bebé se movió ante la voz de su padre, parecía que reconocía su voz y eso solo hizo a ambos padres sentirse tan felices. 

—Ella sabe quién soy —los ojos de Jungkook brillaban mientras miraba a Taehyung con emoción y alegría.

—Lo sabe. Solo mírala, está tan cómoda en tus brazos —Taehyung sonrió sintiendo sus lágrimas correr por sus hinchadas mejillas—. Además, sabe que no la dejarás tranquila —rio un poquito, haciendo al menor reír también.

Jungkook al mirar a su bebé sintió como los dolores y molestias habían desaparecido, ahora se sentía con más energía que antes. Taehyung también lo notó, eso se debía a que el síndrome de couvade se terminaba una vez que el bebé haya nacido, justo como en ese momento. Suspiró aliviado, ya había recuperado a su esposo.

Jungkook se acercó hasta él para besar sus labios. Estaba tan agradecido con su esposo por su bebé, sabía cuánto esfuerzo había hecho el mayor para tener a su niña en brazos, que solo quería besarlo hasta que sus labios se desgastaran, o, por lo contrario, hasta que la bebé llorara por atención. También a ella la quería llenar de besitos en sus pálidas y esponjosas mejillas. Su princesita era más hermosa de lo que se imaginó, estaba tan enamorado de ella.

El doctor entró en la habitación minutos después dándoles algunas indicaciones a los padres primerizos como el cuidado de la bebé y la reciente cesárea de Taehyung para al terminar, marchase con una gran sonrisa y una felicitación.

Mientras pasaban los minutos Taehyung y Jungkook se sentían más enamorados de su pequeña niña a la que después de decidir mucho optaron por llamarla Suni, que era un nombre lindo y ambos estaban de acuerdo. Desgraciadamente las enfermeras se tuvieron que llevar a la bebé para que descansara y Taehyung y Jungkook se volvieron a quedar solos, un poco tristes porque su bebé ya no estaba con ellos, pero era un agradable momento.

—Te amo tanto —Jungkook le confesó, entrelazando sus manos y acercándose a los labios rositas de su esposo. 

—Te amo más —le susurró en sus labios antes de que estos se mezclaran por completo.

Jungkook no esperó más y comenzó a mover sus labios lentamente. Sabía cuánto Taehyung amaba que lo besara lento, pues él decía que sus besos lentos eran los mejores. Jungkook pudo sentir la sonrisa del mayor en sus labios en cuanto lo besó.

Los días pasaron rápido, al fin Taehyung fue dado de alta. Irían a casa y se concentrarían en su pequeña niña. También comenzarían con sus ejercicios pues Jungkook había subido de peso al estar comiendo mucha comida chatarra con su esposo.

Taehyung miró a Jungkook sin su playera, sus fantásticos y marcados abdominales habían casi desaparecido, pero no le importaba, lo amaba por la linda persona que era por dentro. Le sonrió y caminó hasta él.

—Creo que debemos hacer mucho ejercicio —Jungkook susurró cuando notó a donde iba dirigida la mirada de su esposo.

—No me importa mi peso ahora y tampoco el tuyo. Pero en algún momento debemos de ponernos en forma nuevamente —sonrió—. Ahora solo bésame, por favor.

Jungkook se acercó llevando sus manos hasta la cintura de Taehyung donde lo acercó a su cuerpo. Ya extrañaba mantener sus cuerpos lo más cerca posible. Ahí le guiñó un ojo y luego lo besó.

Los dos estaban felices, su bebé al fin estaba con ellos y lo mejor era que estaba sana. Era la niña más sana y fuerte, aparte de que era muy hermosa y el parecido con Taehyung era sorprendente. Probablemente eso hizo que Jungkook se enamorara mucho más de ella pues la bebé era una copia en pequeño de su esposo.

Taehyung le sonrió besando su mejilla para darse la vuelta y caminar hasta la habitación de su bebé que había comenzado a llorar. Jungkook sonrió y siguió a su esposo, su nueva vida había comenzado.

¡Hola!

¿Cómo están?

Este es el final

Gracias por seguir aquí leyendo hasta el último capítulo💕

Gracias por todo💕

¡Adiós!