El último mes había llegado. Las molestias que Taehyung y Jungkook sentían eran más intensas ahora pues la bebé estaba a casi a nada de nacer. Los viajes y paseos largos se prohibieron ya que en cualquier momento las contracciones comenzarían. En este mes Jungkook estaba más nervioso, los dolores eran molestos y también tenía que estar más al pendiente de su esposo.

Taehyung se mantenía lo más tranquilo posible pues sabía que eso podría afectar a su bebé, aunque una pizca de miedo se conservaba en su ser. Él ya estaba preparado físicamente para el momento, sus clases de parto los ayudaron bastante. Al ser padres primerizos era mejor estar preparados.

Jungkook miró a su esposo y sonrió. Le encantaba mirar a Taehyung así, tan sereno y sonriente mientras él mismo estaba a punto de gritar y correr por toda la casa debido a sus nervios.

El ombligo de Taehyung se marcaba en la tela de su ropa, Jungkook sonrió con ternura, encaminándose hasta él.

—Eres muy precioso —dijo, mirándolo con amor.

—Me siento hinchado y feo, para nada precioso —se rio un poquito, mirando a su esposo que moría de ternura enfrente de él.

Jungkook negó y se acercó a sus labios besándolo lentamente. Taehyung le sonrió en cuanto se separaron.

—De verdad escogí al hombre perfecto —sus ojitos brillaban ante su sonrisa tan preciosa.

—Y yo también lo escogí —Jungkook no se quedó atrás y dijo mientras lo miraba con felicidad.

Taehyung lo llamó con su mano. Jungkook se acercó hasta sus labios para besarse de nuevo hasta que sintió al mayor morder su labio. Se separó de él mirándolo sin entender.

—¡Jungkook! —sus ojos se abrieron grandes mientras soltaba un grito ante la primera contracción.

—¿Qué sucede? —sus facciones cambiaron a unas preocupadas mientras tomaba el rostro de su esposo.

—¡Está pateando! —su cabeza cayó en el respaldo del sillón mientras sus uñas se enterraban con fuerza en las almohadas de este.

Los ojos de Jungkook se abrieron más grandes y enseguida se levantó para ayudar a su esposo. Tomó su celular y la mano de Taehyung para indicarle que todo estaría bien.

—Respira amor, hazlo conmigo —le pidió. Taehyung asintió mientras comenzaba con sus ejercicios de respiración

Jungkook llamó a su doctor, este les dijo que si no pasaban cinco minutos desde la última contracción y Taehyung volvía a tener otra era mejor llevarlo de inmediato hasta el hospital. Jungkook asintió, tomando la información para llevar el tiempo, pero el embarazado soltó un gemido más fuerte, llevando sus manos a su vientre. No había pasado mucho y había tenido otra contracción. El doctor que estaba escuchando le dijo que se apresurara a llevarlo ya que como bien sabían, su esposo estaba en labor de parto. El doctor prepararía todo lo más rápido posible para esperarlos.

Jungkook volvió a guardar su celular mirando a Taehyung que estaba comenzando a llorar mientras posaba una mano en su vientre y con la otra presionaba fuertemente la mano de Jungkook.

—Amor, el doctor nos está esperando, iré por las cosas de la bebé —dijo y salió corriendo hasta la habitación de su hija.

Tomó la pañalera de la bebé que habían preparado unas semanas atrás y luego salió corriendo por Taehyung que había comenzado a maldecir por el dolor que estaba comenzando a tener.

—¡Esto es tu culpa! —le gritó mientras Jungkook lo dejaba en el auto para correr hasta su lugar y comenzar a conducir.

—Respira bebé, dejaré que me insultes todo lo que quieras, pero respira hondo, por favor —le alentó.

Taehyung obedeció, respiraba y cada que tenía una contracción soltaba una mala palabra. Cuando llegaron al hospital las enfermeras ya lo esperaban con una silla de ruedas. Rápidamente lo llevaron hasta la sala que habían preparado para él. Jungkook lo miró desaparecer en las puertas de la habitación donde se encontraba el doctor. Suspiró, sentía cosquillas en su estómago. El momento había llegado.

¡Hola!

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Por desgracia, solo nos queda el capítulo final y es todo :c

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¡Adiós!