CAPÍTULO 5: NO ME OLVIDÉ DE TÍ.

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Disfrútenlo muchas gracias!!.

En el capítulo anterior pudimos ver como Lincoln había llegado a su casa luego de haber pasado un tiempo con Maggie y de haberle hecho compañía.

Al llegar a su casa fué interrumpido por si mamá la cual le preguntó dónde había estado, a lo que Lincoln respondió que había pasado tiempo con una chica; y como ya es costumbre una de las hermanas escuchó eso y llamó a las demás hermanas comenzando con el I.H.E.L o...

El Interrogatorio de Hermanas Entrometidas Loud, pero Lincoln logró salirse de eso y se dirigió a su habitación, en dónde revisó su Facebook y se dió cuenta que Maggie le había mandado una solicitud de amistad. Lincoln la aceptó sin ningún problema y empezó a hablar con Maggie y acordaron verse de nuevo en la calle donde se habían encontrado anteriormente, en un parada de autobús.

Y así pasó, pero Lincoln tristemente nunca llegó y Maggie tuvo que irse de ahí pesando que Lincoln se había olvidado de ella.

Y así pasó el día hasta que cayó la tarde y los estudiantes comenzaron a salir de sus lugares de estudio.

Ahora nos vamos a ver a Lincoln el cual se encuentra caminando junto a su amigo Clyde mientras conversaban de los hechos ocurridos hoy en la escuela y de como se lo habían pasado.

—Fué realmente muy difícil la clase de educación física y peor con Jordan chica, ella arroja los balones muy fuertes, casi me hace sangrar la nariz —dijo Clyde, recordando el fuerte golpe que Jordan chica le había dado.

—Y que lo digas, a mí también me dió un golpe, pero ella no se compara con los golpes que me da Lynn, eso sí es para preocuparse, viejo —comentó Lincoln, igualmente recordando todo lo golpes que le da su hermana mayor.

—Lo bueno fué nuestra formación serpiente, eso hizo que no nos golpearan mucho —dijo Clyde.

—Así es, a eso se le llama estrategia... —dijo Lincoln sonriéndole a su amigo, haciendo una clara referencia.

—Oye Lincoln por cierto, me dijiste algo sobre que le habías quedado mal a una chica hoy en la mañana, ¿Me podrías relatar eso? Es que no te entendí nada amigo.

—A sí eso, verás lo que ocurre es que conocí a una chica un poco mayor que yo, se llama Maggie y había quedado con ella en encontrarme nuevamente en la calle donde nos conocimos, por segunda vez, pero por desgracia no pude llegar a tiempo.

—¿Alguna de tus hermanas no te dejó dormír bien? —preguntó Clyde mirando a su amigo.

—Bueno.... —dijo Lincoln recordado lo que pasó la noche anterior.

Flashback de la noche anterior.

Podemos ver diferente escenas en dónde Lincoln se encuentra ayudando a sus hermanas, como por ejemplo y como una vez pasó, Lori tenía a Lincoln siendo su posapies porque ella se estaba pintando las uñas, ah por cierto le quedaron horribles.

A Luan tomando a Lincoln como conejito de indias para probar los nuevos pasteles que ella había preparado antes y que los iba a usar para su "negocios graciosos"

Y por último podemos ver cómo Lincoln se encuentra cambiando el pañal de Lily y poniéndole uno nuevo pero Lily se lo tira en su cara.

—¡Po Po!.

Fin del flashback...

—Es increíble todo lo que puedes hacer en una sola noche, pero como vivo en una familia muy grande estas cosas suceden muy a menudo, excepto lo de Lori, eso fué porque perdí una apuesta, ¿Quién hubiera imaginado que Charles no comía crema de Maní con Chucrut? —preguntó Lincoln, recordado la apuesta que había hecho con Lori y que obviamente el perdió.

Lincoln y Clyde siguieron caminando hasta llegar a estar cerca del puente en dónde Lincoln había estado el día de ayer con Maggie.

—¿Por cierto Lincoln no te gustaría ir al arcade más tarde? —preguntó Clyde—. Escuché que están estrenando un juego retro llamado Polibyus, no sé que es pero quiero jugarlo —mencionó el amigo de Lincoln, emocionado de querer jugar ese juego que habían llevado al arcade.

—¿Polibyus, ¿Dónde he escuchado eso antes, ha bueno, no importa —pensó—. Claro Clyde, me gustaría ir al arcade y jugar un rato porque quiero distraerme de... —en ese preciso momento, a Lincoln le llamó poderosamente la atención una persona.

Mientras Lincoln hablaba con Clyde este se dió cuenta que una chica de cabellos negros se encontraba en el puente sola y sin nadie que le haga compañía a lo que Lincoln la reconoció y esa chica era Maggie la cual observaba los autos pasar y pasar por debajo del puente, pero está vez Maggie no tenía intenciones de hacer algo tonto.

—Este, ¿Clyde nos podemos ver más tarde o mañana?, Tengo que hacer algo muy importante ahora ¿Sí, amigo?. Me tengo que ir ahora —se disculpó Lincoln con su amigo, quién no entendió el repentino abandono del peliblanco.

E-Está bien Lincoln, no hay problema, nos vemos luego, adiós —se despidió Clyde, mirando como Lincoln se alejaba de él.

Lincoln se acercó casi corriendo hasta donde estaba Maggie y una vez estando cerca de ella, la llamó por su nombre.

—Maggie...

—Ha, eres tú, ¿Qué quieres? —preguntó Maggie, mirando al albino con algo de molestia al pensar que se había olvidado de ella, o que se había burlado de ella.

—Quería pedirte disculpas por no haber llegado a tiempo y vernos el día de hoy como habíamos acordado, lo siento, perdoname por haberte hecho esperar —se disculpó Lincoln, por no haber llegado a tiempo en la mañana.

—Si claro como no, te olvidaste de mí, así como todos lo hacen —comentó en forma triste la pelinegra.

—No Maggie, no me olvidé de tí, yo solo... —fué interrumpido.

—Lincoln, sino querías ser mi amigo ¿Por qué no me lo dijiste desde un principio?. Yo estaba muy felíz porque pensé que había encontrado un amigo con quién pasar el tiempo, pero al parecer no era verdad, me hiciste esperar como toda una tonta en esa parada.

—Maggie no me he olvidado de tí, y en verdad me gustaría ser tu amigo, Maggie no pienses mal de mí, es solo que me anoche... —enfrente de ella, no podía echarle la culpa a sus hermanas—, anoche me acosté tarde por jugar videojuegos y no pude levantarme a tiempo, lo siento mucho, te prometo que no volverá a suceder —dijo Lincoln disculpándose nuevamente por lo ocurrido anoche.

Maggie solo miraba los autos pasar por debajo del puente para después dar un suspiro y decirle al albino..

—¿Sabes una cosa?, olvídalo, olvida lo que pasó —comentó Maggie con un tono de voz neutral.

—¿Entonces seguimos siendo amigos? —preguntó Lincoln, con una sutil sonrisa.

—Si, seguimos siendo amigos, pero que no se vuelva a repetir, ¿He? —dijo la chica emo, ahora con un cierto tono de voz un tanto menos neutral, tirando a alegre.

—No, no volverá a suceder —respondió—. ¿Y como te fué el día de hoy en la secundaria?.

—Como todos los días, la secundaria apesta, los profesores apestan, mis compañeros apestan, lo único bueno de ir a la secundaria es cuando sales de esa, nada más, de ahí, estar adentro es lo peor del mundo.

—Oye no pienses así Maggie, la secundaria no puede ser tan mala ¿Cierto? —preguntó.

—¿Mala?, La secundaria es lo peor, profesores estúpidos, materias innecesarias, alumnos idiotas, la secundaria apesta, como me gustaría no volver jamás y evitar tener que verles la cara —contestó Maggie, mirando al albino con el ceño fruncido, recordando el pésimo día que tuvo.

—Vaya, que carácter jaja —dijo Lincoln riéndose un poco por como Maggie se expresaba de la secundaria, de los maestros, y de los alumnos.

Maggie en ese momento recordó algo que era bueno de toda la secundaria, y es que, entre tanta mierda, la clase de literatura era la única en la que ella podía sentirse tranquila por unos momentos, y más aún cuando había que escribir poemas, ya que a ella le gusta la poesía.

—Lo único bueno de esa estúpida secundaria, es la clase de  literatura porque de vez en cuando, podemos escribir poemas, de ahí, ninguna otra materia me agrada —dijo Maggie revisando su mochila y sacando una libreta con todo los poemas que había escrito ella antes.

—¿También te gusta la poesía?, Eso es genial, tengo una hermana a quién también le gusta la poesía y es buena, claro que a veces yo la ayudo con ciertos versos y rimas; pero ella tiene talento para eso, ha ganado uno que otro concurso —mencionó el peliblanco, la hermana a la que se refería era su hermana menor Lucy.

—Ya veo, ¿Y a ti te gusta la poesía? —preguntó Maggie.

—Siendo sincero, no —respondió—, no me gusta mucho; pero eso no impide que yo ayude a mi hermana de vez en cuando, yo personalmente prefiero los cómics o los videojuegos —dijo Lincoln, tomando la libreta de Maggie y leyendo todos los poemas que la jóven emo había escrito.

Maggie le entregó a Lincoln la libreta con sus poemas y cuando los leyó quedó asombrado ya que Maggie era también buena, aquellos poemas si bien, eran en su mayoría sombríos, tenían un toque especial; no obstante, de todos los poemas que habían ahí, Lincoln se dió cuenta que había un poema que no estaba escrito, solo tenía el título, o mejor dicho, el poema solo tenía nombre, mas no el resto.

—¿Te necesito?, ¿Y por qué no has escrito este poema Maggie? —preguntó el peliblanco.

—Porque quería escribir algo de amor, ya sabes, cosas románticas y esas estupideces, pero ese sentimiento no creo que vaya conmigo, mi corazón no tiene a nadie en estos momentos y, no sé, no tengo, no encuentro inspiración para escribir —respondió de manera neutral la chica emo.

Ya veo —pensó Lincoln. Después de de terminar de leer los poemas, le devolvió a Maggie su libreta.

—¿Y? ¿Qué tal te parecieron mis poemas? —preguntó Maggie.

—Muy buenos, algunos son tristes y hasta deprimentes, como ese poema de la inmortal rosa solitaria, en un infinito y eterno campo de césped negro, pero otros no lo son tanto, son poemas que podía comparar con los de mi hermana —dijo Lincoln, aunque Lucy era gótica, los poemas de ambas chicas podías compararse.

—Gracias, tal vez algún día llegue a publicar mis poemas, no sé cómo me irá pero, lo intentaré —comentó ella.

—Pues te deseo suerte con eso, aparte de que eres linda, te gusta la poesía, eso es una muy buena combinación.

—¿Linda? —ella levantó una ceja, con una expresión de rareza en su rostro—, ¿Por qué dices eso?.

—Porque es la verdad, ¿No?, Eres linda —dijo Lincoln, con una sutil sonrisa, esa sonrisa característica, el encanto Loud.

—Ha, ¿Gracias? —se sintió confundida, esa palabra "linda" era algo que no estaba acostumbrada a escuchar en su día a día—. Como sea, en cuando sea mayor, publicaré mis poemas.

—Y créeme que seré el primero en comprarlos cuando salgan a la venta jaja, ya lo puedo leer en los periódicos y revistas, Maggie Jhonson, la mejor poetisa de Royal... no, la mejor poetisa de todo Estados Unidos, ¿No sería genial?.

—¿La mejor poetisa de todo Estados Unidos?, ¿No te parece eso un poco exagerado? —dijo Maggie, con una muy, muy pequeña sonrisa, ya que le causó gracia el comentario del menor.

—¿Por qué exagerado?, No lo es, en la historia existieron personas que tuvieron sueños aún más complicados de cumplir que el tuyo, y lo han conseguido, con mucho esfuerzo, pero lo consiguieron —comentó el peliblanco.

—Ok ya entendí, tampoco tienes que darme una clase de historia, niño —dijo Maggie de nuevo con su tono de voz neutral—. Con esfuerzo tus sueños se pueden hacer realidad, frase cliché pero en ocasiones resulta ser verdad.

—Yo también tengo un sueño, ser un dibujante e ilustrador de cómics y crear el comic más épico de todos los tiempos, y estoy seguro que lo conseguiré —dijo Lincoln con un tono de voz que, demostraba mucha confianza en sí mismo.

—Suerte con eso... —dijo Maggie de manera cortante—. Bueno, ya me tengo que ir, nos vemos luego Lincoln.

—Oye Maggie, ¿No quieres que te acompañe de nuevo?.

—No, no es necesario, si gustas nos escribimos después en Facebook, hasta luego —sin más, Maggie se despidió del albino y empezó a alejarse de él. Por su lado, el peliblanco también empezó a caminar con rumbo a su casa.

Maggie se dirigió a su casa, como era costumbre, su mamá no iba a estar ahí seguramente porque estaba en su trabajo. Cuando llegó, Maggie se dirigió a su habitación, arrojó su mochila a un lado y se acostó en la cama con la intención de dormir un poco; no obstante, le vino a la mente lo que le dijo Lincoln, respecto a que era linda.

Se sentó, tomó un espejo que su madre le regaló y el cual guardaba en su cajón. La chica emo se miró en dicho espejo y se preguntó a sí misma...

—¿Linda?, ¿Por qué dijo eso? Bah, son puras tonterías —Maggie guardó ese espejo y volvió a acostarse en su cama, cerró sus ojos y durmió un par de horas.

Fin del capítulo.

Continuará...

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