CAPÍTULO 6: UN SENTIMIENTO EXTRAÑO

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Disfrútenlo muchas gracias!!.

Ahora nos vamos a ver a nuestra chica emo Maggie Jhonson, la cual desde que llegó a su casa, y se miró en el espejo dado al cumplido del albino, no ha dejado de pensar en eso, ¿Por qué me dijo Linda?, ¿Qué tengo de linda?, Esas, y otras preguntas, rondaban la cabeza de jóven pelinegra.

También rondaba por su cabeza la frase del peliblanco, que aparte de ser linda, le gusta la poseía, una buena combinación; y así pasó la tarde, pensando en eso. Una vez que llegó la noche, tanto Maggie como su madre se dispusieron a comer; sin embargo, la jóven emo se mostraba pensativa y casi no había tocado su comida.

—Maggie, desde que llegué te noto pensativa, y algo distraída, ¿Qué pasa? ¿Te pasó algo el día de hoy? —preguntó la señora Jhonson quién, al igual que su hija, estaba comiendo la cena que había preparado para las dos.

—Nada interesante mamá, salvo por un pequeño detalle —dijo sin muchos ánimos la jóven emo.

—¿Y cuál es ese detalle? —preguntó su madre.

—Para resumirlo, conocí a un chico ayer ho mejor dicho, lo volví a conocer porque ya lo había visto antes. Él y yo estuvimos conversando un poco, le gustó los poemas que he escrito en mi libreta y me dijo un... ¿Cómo se llama?, ¿Cumplido?.

—Sí, así se llama, cumplido, ¿Qué te dijo? —preguntó, se mostró muy interesada en lo que su hija le estaba relatando.

—Me dijo que yo era linda —respondió Maggie.

—¿De verdad? —preguntó su madre, con una sonrisa—. Qué bien hija, al parecer ya estamos progresando, ¿No lo crees?.

—¿Progresando? —ella levantó una ceja.

—Sí, me gusta que empieces a socializar —dijo—. ¿Y ese muchacho quién es?.

—¿Te acuerdas del inútil mimo que contrataste para mí fiesta de cumpleaños? —preguntó.

—Sí, si recuerdo a ese niño... ¿Acaso es él? —preguntó. Maggie asintió con la cabeza, mientras su madre se sorprendió—. ¿Ese chico fué el que te dijo ese cumplido?.

—Sí —respondió.

—Ok, bueno un cumplido es un cumplido —comentó la señora—. ¿Y por ese cumplido has estado así toda la tarde?, Jaja... ¿No me digas que ya te enamoraste de él?.

—¿Qué?, No, por supuesto que no, recién lo conocí, solo han pasado dos días, no te puedes enamorar en alguien en tan corto tiempo, ni que esto fuera una historia de Wattpad —comentó Maggie mirando su comida.

—Vamos hija, ¿Acaso no has escuchado del amor a primera vista?.

—Por favor mamá, no me digas que crees en algo tan cliché como eso —dijo Maggie, quién sonrió muy sutilmente.

—No es cliché hija, en verdad existe, cuando tenía tú edad yo me enamoré de un chico a primera vista, ese fué mi primer amor, y el primer amor es algo que no se olvida fácilmente —comentó la madre de Maggie—. Claro que ese chico ya tenía novia, pero aún así me enamoré de él.

—Ok, si dices que en realidad existe eso, pues te creo.

—¿Y ese muchacho tiene novia?.

—¿Y yo como voy a saber eso, he?, Ya te dije que recién lo conozco, solo sé que se llama Lincoln, que tiene una hermana menor que le gusta la poseía al igual que a mí, y nada más que eso —respondió la chica emo.

—¿Se llama Lincoln?, Curioso nombre. ¿Y él te gusta?.

—Ya te dije que ¡No!, Recién lo conozco, y no estoy interesada en él, no sé... no es de mi tipo.

—¿Y si no es de tú tipo por qué has estado pensando toda la tarde en el cumplido que te dijo, he? Jajaja.

Aquella pregunta, más la risa de la mujer, le provocaron a Maggie algo de incomodidad; y, sin darse cuenta, un muy leve sonrojo se posó sobre sus mejillas.

—E-Eso no es verdad, solo pensé en eso porque no es algo que me hayan dicho en la forma en la que él me lo dijo, solo... es eso, nada más, no me gusta en realidad —dijo la chica emo.

—Vamos hija, créeme que yo también tuve tu edad y te entiendo perfectamente, el amor es un sentimiento maravilloso, sientes mariposas en el estómago, solo andas pensando en esa persona gran parte del día, tendrás ganas de abrazarlo y no dejarlo ir, y muchas cosas más, el amor es un sentimiento muy poderoso —comentó la madre de la jóven pelinegra—. Pero, así también como es maravilloso, el amor también puede ser doloroso, mucha veces te romperán el corazón, sentirás que todo tu mundo se vino abajo, pero siempre, siempre aparecerá alguien que querrá estar a tú lado.

—Wow, dijiste tantas cosas cliché que podía sacar una novela barata y cobrar mucho, así como esos dibujantes de los fandoms que dibujan estupideces y cobran en su Patreon y hay idiotas que pagan. ¿Así que sentiré mariposas en mi estómago?, Qué tontería jaja.

—Ríete todo lo que quieras, búrlate, pero tarde o temprano sentirás como tú corazón palpita fuerte por esa persona, ya lo sentirás hija, ya lo sentirás, es parte de la vida enamorarse, eso si... no tengas miedo de enamorarte.

—Sí, claro —Maggie rodó los ojos y suspiró suavemente—, lo tendré en cuenta.

Una vez acabado la cena, y de hacer una que otra cosas por ahí, Maggie se encerró en su habitación, se puso su pijama negra con tontos púrpuras y se acostó en la cama. No obstante, Maggie no dejaba, por más que quisiera, por más que lo desee, no podía dejar de pensar en aquellas palabras del peliblanco, hasta que, a su mente, le vino la imagen del jóven albino dándole esa sonrisa encantadora y amigable. Eso hizo que Maggie sintiera algo en su estómago, algo la incomodó, y sin darse cuenta, un leve sonrojo se volvió a posar en sus mejillas.

—Por favor, esto es estúpido, ¿Amor a primera vista?, No creo en semejante estupidez  —se dijo a si misma, tratando de convencerse que no creía en eso, y que no sentía absolutamente nada.

Sin más, Maggie cerró sus ojos, y trató de dormir, llevando en su mente aquella imagen del muchacho que recién conoció.

Los días fueron pasando, para Maggie todo siguió igual, la misma rutina de todos los días, los mismos profesores, los mismos estudiantes, las mismas tonterías.

Sin embargo, aparte de la clase de literatura, que era lo único que a Maggie le gustaba hasta ese entonces, ella había desarrollado una costumbre de hablar con el peliblanco por redes sociales, a veces ella iniciaba la conversación, en otras ocasiones él la iniciaba, y cuando Maggie hablaba con ese muchacho peliblanco, se sentía bien, se sintió diferente, aunque no conversaban tanto tiempo, cada vez que lo hacían la jóven emo se mostraba felíz, —claro que no tan felíz como para gritarle a todo mundo desde la ventana se su habitación que estaba conversando con un amigo y que sin saberlo estaba desarrollando sentimientos hacia él— y cuando no conversaban, ella se sentía, triste, sí, esa era la palabra.

No obstante, después de varios días de conversar, y verse de vez en cuando en el lugar dónde se conocieron mejor, el peliblanco le pidió a la jóven pelinegra algo que ella nunca esperó tener en su vida.

—¿Quieres tener una cita conmigo, Maggie? —le preguntó a través de redes sociales nuestro valiente albino favorito.

Dicha pregunta la dejó sorprendida, una cosa era conversar por redes sociales, —como lo hacían ahora mismo— o verse de vez en cuando, charlar y caminar un rato juntos; pero otra cosa muy distinta era ya tener una cita, en plan de noviazgo.

—¿Cita? ¿Por qué me pides eso? —preguntó Maggie desde su habitación, muy sorprendida por la petición del albino.

—¿Por qué?, Porque me gustaría tener una cita contigo, tú y yo conversamos por aquí y nos vemos de vez en cuando, pero nos vemos en pocas ocasiones, así que pensé que al menos, por un día, pasar más tiempo los dos juntos, ¿Qué te parece?.

Ella no sabía, no tenía idea de qué responderle, ¿Decirle sí?, ¿Decirle no?, ¿Decirle no tenía tiempo?, ¿Decirle listo cuando y dónde nos vemos?, No sabía que responder la jóven emo.

—Yo... no sé.

—Vamos Maggie, será divertido, acepta.

Sin saberlo bien, ella respondió lo primero que pensó...

—Está bien, tengamos una cita.

—Estupendo, ¿Te parece bien el día sábado?.

—Sí, me parece bien.

—Ok, entonces a esperar el día sábado.

Después de eso, ambos terminaron de conversar. Maggie estaba pensando en la respuesta que le había dado a su amigo, pensó lo primero que se le vino a la mente; sin embargo, de un momento a otro, ella reaccionó de la siguiente manera...

—¿Espera un momento tendré una cita?, ¡Tendré una cita! —dijo en voz alta la pelinegra desde su habitación—. ¿Por qué dije que sí?, Eso fué lo primero que pensé, pero no es que realmente... bueno tal vez, pero —guardó silencio unos cuantos segundos más—. Tendré una cita, mi primera cita, y será con Lincoln.

Maggie miró nuevamente y, entre los mensajes que se había mandado con el peliblanco, encontró una foto que él le había enviado, dónde se podía ver al peliblanco sonriendo, dicha foto provocó que Maggie de nuevo se sonrojara y se diga a sí misma...

—Espera, no me puedo estar enamorando de él, eso no va conmigo, somos amigos desde hace días y ahora tendremos una cita —en ese momento recordó lo que le dijo su madre respecto a las mariposas en el estómago, se tocó su estómago con sus manos y comentó—. ¿Mariposas en el estómago?, Qué sensación tan rara, por favor.

Ahora nos vamos a ver a nuestro albino favorito, quién estaba en su habitación, muy contento y emocionado de haberle pedido a Maggie una cita, no obstante, dicha felicidad se vió interrumpida por cierta hermana que aún no me explico cómo pudo entrar en su habitación tan fácilmente.

—¿Oye hermano estás listo para el día sábado? —preguntó Luan. Lincoln se sintió confundido por la pregunta de su hermana.

—¿Listo para qué? —preguntó.

—¿Cómo qué para qué?, Lincoln nosostros tenemos un cumpleaños el día sábado y tú prometiste ayudarme en negocios graciosos ¿Acaso no lo recuerdas?.

—¿Espera yo prometí eso?.

Flashback el día anterior...

Podemos ver cómo Lincoln estaba tan distraído jugando videojuegos mientras su hermana le hablaba sobre una fiesta de cumpleaños que iban a tener el día sábado. Obviamente, Lincoln solo aceptó sin siquiera escuchar lo que su hermana le había dicho, osea cualquiera le hubiera preguntado si él era gay y Lincoln hubiera dicho que si.

Fin del flashback...

—Este... yo...

—¿No puedes ser lo olvidaste cierto? —preguntó Luan.

—¡No!, claro que no Luan jamás jaja, claro que lo recuerdo muy bien jeje, yo prometí ayudarte con negocios graciosos... —respondió—,  ¡Maldita sea me olvidé de Luan completamente, Lincoln Loud eres un tonto.

—Bueno me alegro que no te hayas olvidado, mira esto es lo que tenemos el día sábado y estaremos muy ocupados, a las 10 y veinte de la mañana tendremos un cumpleaños de un niño de 9 años con la temática de caballeros —dijo la castaña.

—Luan...

—Después de eso a las dos de la tarde tendremos otro cumpleaños de otro chico —dijo la castaña.

—¡Luan!... —dijo Lincoln más alto.

—Y a las cuatro y media de la tarde, tendremos el cumpleaños de una niña rubia con temática de princesas y a las seis... —dijo Luan continuando con su lista.

—¡¡Luan!!... —dijo Lincoln casi gritando.

—Me invitarás a tomar un helado como lo prometiste Lincoln —dijo Luan terminando de leer su lista, y dándole a su hermano menor una sonrisa.

—¿Espera qué?, Luan no podré ayudarte le día sábado.

—¿Qué? ¿Por qué?, ¡Lincoln no me puedes dejar sola estoy muy atareada el día sábado y te necesito como mi ayudante, me lo prometiste —dijo Luan, ahora estando sería.

—Si, lo sé Luan, pero, lo siento no podré ir, ya tengo planes con otra persona, lo lamento —se disculpó el peliblanco.

—Vamos Lincoln, Clyde puede esperar para jugar otro día —dijo Luan, empezando a molestarse con Lincoln por no respetar y cumplir la promesa que le hizo.

—No, Luan no es con Clyde, es con una chica —dijo Lincoln pasando su mano por detrás de su cuello.

Cuando Luan escuchó eso, un sentimiento de celos y molestia invadió su jóven cuerpo y con su voz algo enojada le dice...

—¿Una chica?

—Sí.

—¿Y quién es esa chica? —preguntó, con un pequeño tic en el ojo producto de los celos y lo enojada que estaba.

—Este, ¿Recuerdas a la chica que le hicimos su...? —Lincoln fué interrumpido por su hermana.

—Sabes que olvídalo, no puedo creer que desees pasar más tiempo con una chica que ayudar a tú propia hermana a la cual le prometiste ayudar, está bien, ¿Sabes qué? No te necesito Lincoln, veré si encuentro a otra persona que me ayude...¡Hum! —dijo Luan siendo un manojo de celos y enojo.

—Pero Luan yo...

—Veré si Charles quiere ayudarme con esto, al menos él es más fiel qué tú y no se tira para atrás como otras personas, nos vemos Lincoln.

—¿Luan no crees que estás exagerando un po... —fué interrumpido debido a que su hermana cerró la puerta con fuerza, haciendo un gran ruido.

Una vez que salió del pasillo, Luan estaba enojada con el albino, ya había quedado en ayudarla y ahora tendría que hacer todo el trabajo ella sola.

—No sé por qué me molesto con él, tarde o temprano él tendrá que hacer su vida y salir con otras personas, pero... aún no quiero que eso pase, aún quiero tenerlo solo para mí —dijo Luan de manera triste—. ¿Me preguntó quién será esa chica con la que Lincoln saldrá?.

Fin del capítulo.

Continuará...

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