Capítulo Tres

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Capítulo Tres

Wren

Fuller se sentó al otro lado de la mesa, frente a mi. Vació su mochila y sorpresa sorpresa, no tenía el libro de "el odio que das". Todo lo que tenía era el ordenador y un cuaderno. Literalmente no tenía ni siquiera un lápiz o un bolígrafo.

― ¿Dónde está tu libro?

― Me lo he debido dejar en casa ― se encogió de hombros y sonrío ―. Hey, ¿cómo te sabías de memoria todos esos datos de estadísticas?

― Soy buena con los números y de verdad me gusta el baloncesto ― mi contestación fue simple pero Fuller me miraba como si hubiera resuelto unas ecuaciones de Navier-Stokes.

La biblioteca se encontraba en silencio. Salvo por nosotros, la única otra persona que había era la señorita Parsons, la bibliotecaria. Debía haber conseguido alguna tipo de subvención y estaba desempaquetando una caja enorme con libros nuevos. Incluso la ayude a seleccionar alguno de ellos. Ella sabía lo mucho que me encanta leer y me pedía mi opinión sobre nuevo material de vez en cuando.

― De todas formas ― dije ― ¿Quieres ir a la clase de la señorita Brewster y coger un libro extra?

― Nah, compartimos el tuyo. ― No esperó a me opusiera; en su lugar, se levantó de la silla y caminó hacia mi lado.

― ¿Puedes mirar por dónde vas? ― me sobresalté cuando su pierna chocó con la mía.

― Culpa mía ― Fuller se apartó su pelo oscuro de la cara. Sus profundos ojos azules dieron con los míos y se negaban a apártese. ― Realmente no te gusto, ¿no? ― me ofreció una sonrisa de medio lado pero falló.

― No especialmente. ― Quería decir mucho más pero las palabras se negaron a salir. Fuller James era literalmente la última persona que eligiría con la pasaría tiempo. No solo arruinó mi vida hace cinco años, sino que se paseaba por Magnolia Valley High como si fuera intocable, y jamás tenía que dar la cara por andar como si fuera un capullo arrogante. Siempre tenía vía libre de los profesores o incluso del director. Probablemente hoy ha sido el unico dia en el que se ha visto forzado a hacer algo que no quería hacer mientras estaba en los pasillos de nuestro instituto.

― Ouch ― pusó su mano en el pecho e hizo una mueca de dolor. ― Eso duele. ― Pero en lugar de ponerse serio, se rió. Todo era broma para él y sus amigos idiotas. ― Ahora, ¿qué necesito para que escribas mi redacción?

― Sabía que esto era una estúpida idea. Prefiero que me expulsen y perder mi plaza en el campamento CTIM . ― Cogí la mochila y me la colgué del hombro.

Las mejillas de Fuller se pusieron rojas y abrió la boca, pero nada salió de ella. Por primera vez desde que fuimos por nuestros rivales, parecía realmente en shock.

― Era broma, Wren. Espera.

― Esto es una biblioteca, no el patio de recreo. ― la señora Parsons nos miró mientras ponía su dedo en los labios pidiendo silencio.

Esperaba que Fuller estallara de risa ante la idea que nos comportábamos como si estuviéramos en un patio de recreo, pero inmediatamente dejó de hablar. No importaba, ya había aguantado suficiente.

Fuller me alcanzó y sujeto mis manos.

― Espera, Wren ― susurró. ― No te vayas. Por favor. ― Su voz sonaba ligeramente temblorosa.

― ¿Por qué no? Si esto te lo vas a tomar como una broma, ― crucé mis brazos sobre mi pecho y sacudí la cabeza ― ¿Por qué debería perder mi tiempo contigo?

― Lo siento. Solo estaba bromeando. ― su mirada cayó, en sus ojos se deslumbraba arrepentimiento ― No lo pensé. ― dijo Fuller mientras pestañeaba ― Por favor quédate.

Me quedé plantada de pie mientras recordaba en silencio. De verdad que no quería que me expulsaran o castigarán y quedará grabado permanentemente en mi expediente. Y lo más importante, de verdad que quería ir al campamento CTIM . Había ganado la plaza gracias a mis notas y a una emotiva carta. No había forma alguna en la que mis padres pudieran pagar el gran precio de setecientos dólares. Además, todos los que entraron en el campamento recibieron un certificado por cuatro libros de ciencias gratis para la universidad el próximo año. Eso valía al menos cuatrocientos dólares.

― ¿Wren?

― Bien ― la duda en mi voz era incuestionable. ― Pero solo si te lo tomas en serio.

― Lo prometo. ― su tono se transformó totalmente. Sonaba sincero.

― Si eso cambia, me largo ―me senté de vuelta en la mesa. ― En serio ― No necesitaba perder mi tiempo con un estúpido deportista, pero había visto un lado diferente de él en la biblioteca. ¿Quizás había más de lo que se veía cuando se trataba de Fuller James?

― Entendido ― asintió.

― Está bien ― saqué mi ordenador y el archivador. ― Primera pregunta... ¿Has leído el libro?

Fuller se encogió.

Sorpresa, sorpresa.

― Tomaré eso como un no. Lo dividiremos en bloques. Leerás nueve capítulos esta noche y mañana, y ocho el jueves. Obviamente vas a necesitar buscar un tema antes del jueves, pero si lees la mayor parte, te ayudaré. ¿Trato?

― Haré lo mejor que pueda ― la voz de Fuller ya no sonaba igual de segura que hace unos minutos.

― Para empezar, quiero que pienses sobre estos temas mientras estás leyendo ― paré y esperé a que Fuller que encendiera el ordenador ― Racismo y brutalidad policial, la importancia que tiene la comunidad en la educación, la lucha de identidades, y la injusticia racial.

Sus dedos se movían dolorosamente despacio por el teclado. Mientras esperaba a que terminase, mi vista se desplazó a sus bíceps musculosos. Según las chichas de segundo año que se sentaban detrás de mí en la comida, Fuller se ejercitaba constantemente. Él alegaba que se pasaba horas levantando peso, corriendo y lanzando tiros libres, antes y después del instituto. Lo que sea que estuviese haciendo, obviamente le funcionaba.

― Okay, ya lo tengo ― Fuller me miró y me pilló mirándolo. Las curvas de sus labios se levantaron pero no dijo nada.

El calor subió por la parte trasera de mi cuello hasta mis mejillas. Por suerte, antes de que pudiera morirme de la vergüenza, el móvil de Fuller sonó.

Lo cogió para mirarlo. Ni siquiera se preocupo de que la señorita Parsons el viera y se lo quitará. Su descarada seguridad era más que irritante,

― Okay, bien, voy a empezar con la carta de disculpa para el señor Tillson y la señorita Constance, y después tengo que ocuparme de las tareas de Cálculo. Realmente no hay más que pueda hacer por ayudarte hasta que leas. ― Alcancé mi mochila y metí dentro un cuaderno y la calculadora. Si pudiera tener la carta y mis tareas hechas antes de que sonara la campana, tendría tiempo para dar un paseo cuando llegase a casa del instituto. Después de haber sido llamada al despacho del director y ser obligada a tratar con Fuller al mediodía, lo necesitaría para desahogarme.

La mandíbula de Fuller se abrió.

― ¿Qué? ¿No querrás que me quede sentada y te lea el libro en alto, no?

― Me parece bien ― las cejas de Fuller se juntaron.

― Recuerda, nueve capítulos esta noche ― suavice mi tono y paré, recordando mentalmente sobre su largo tiempo de entrenamientos ― Pero si andas muy justo de tiempo o estás muy cansado, te recomiendo que le eches un vistazo al audiolibro. Lo puedes escuchar en tu móvil o en tu ordenador. La señorita Parsons puede ayudarte a instalarlo y puedes empezar a escucharlo ahora.

― ¿De verdad? ― sus ojos se iluminaron.

― Si, yo escucho los libros todo el tiempo. Especialmente durante los entrenamientos o durante la temporada de atletismo. Me ayuda a pasar el tiempo durante las carreras largas. ― Lo que no le había dicho era que empecé a escucharlas en segundo de secundaria, después de que Marissa dejará de hablarme y Fuller me hubiese puesto aquel mote.

Me encontré escapando dentro de los libros durante horas y horas. Perdiéndome en nuevos mundos, enamorandome de cambiantes de formas, y deseando poder viajar en el tiempo, siendo un vampiro, o de alguna manera mágica escapar dentro de las páginas.

Con un nuevo recordatorio de las desagradables maneras de Fuller, cerré mi ordenador y lo metí en mi mochila.

― Como dije, voy a empezar con mis tareas. Por algún motivo los cinco primeros ejercicios ya no son legibles. Están cubiertos de lechuga y aderezo

― Si, lo siento por eso ― Fuller se estremeció.

No respondí. ¿Qué podía decir? No era como si fuese perdonarlo. Además, todavía tendría que pedirle a alguien los apuntes de hoy de Cálculo.

― Okay, bueno, iré a investigar lo del audiolibro. Gracias por decirmelo. No soy tan rápido leyendo. Si tengo suerte, puede que sea capaz de leer un capítulo antes del entrenamiento. ― Fuller recogió sus cosas y se dirigió a la mesa de la bibliotecaria. ― ¿Te veo mañana?

― Está bien. ― dije sin mirarle.

Treinta ejercicios de matemáticas y una caja de uvas y fresas Nerds después, la campana sonó. Levanté la vista, y para mi sorpresa vi a Fuller todavía en la mesa redonda de la bibliotecaria. Debían estar teniendo problemas con el audiolibro. Normalmente, hubiese ido a echar una mano, pero Fuller y la señorita Parsons podrían ingeniárselas sin mi está vez.

― Hey, Wren. ¿Podemos hablar un momento?

Me giré para encontrarme cara a cara con mi tío.

― Creo que ya has dicho todo lo necesitabas en el despacho del director. ― Sé que sonaba irrespetuoso, pero estaba enfadada.Sino fuera porque soy su sobrina, no habría habido manera en la que me encasillaran dar clases a Fuller.

― Escucha niña, siento lo de antes. Sé que está no es la forma en la que querías estar en la sala de estudios, pero Fuller de verdad necesita tu ayuda. ― miró hacia Fuller y la señorita Parsons ― Si lo echan del equipo, adiós a sus posibilidades de conseguir cualquier beca, y no hay forma de que podamos volver al campeonato estatal sin él. Eso realmente lo perjudicaría a él y al resto del equipo también.

Me estremecí. Definitivamente no quería que ninguno de los chicos del equipo pagará por las malas notas de Fuller. Pero no era mi culpa que él no las consiguiera en primer lugar.

― Escucha, necesito pedirte un favor ― miró alrededor comprobando que no nadie escuchaba esta conversación.

― ¿Otro más? ― me crucé de brazos.

― Este es el último, lo prometo. ― bajo la voz ― ¿Puedes mantener toda esto de las clases obligatorias y la bajada de notas de Fuller en secreto?

Arrugué mi nariz. ¿Por que mi tio me pedía que lo mantuviera en secreto?

― La cosa es que, cuando Fuller se perdió unos cuantos partidos, el equipo cayó en picado. Aunque era muy seguro de sí mismo, los muchachos del equipo le respetaban y confiaban en que fuese el leader. Si se corre la voz de que quizás no jugase, podrían empezar a jugar con sus mentes. La duda los arrastraría. Podría tener un impacto negativo en la temporada. Además, una mala nota es prácticamente irrelevante. Después de trabajar con la alumna más inteligente de Magnolia Valley High, estoy seguro que volverá a aprobar en poco tiempo.

Lentamente dejé salir un profundo suspiro.

― Y... significaría mucho para mi.

Mi corazón golpeó mi pecho. ¿Significaba mucho para él? ¿Sabes lo que significaba mucho para mi? No pasar ni cinco segundos a solas con Fuller James, sola sesiones continuas de clases particulares? ¿Qué pasaba si le llevaba hasta la graduación remontar sus notas?

― Pero no es que seamos amigos. ¿Qué excusas quieres que le de a la gente para explicarles por qué estamos quedando mientras estemos en la sala de estudios?

― Quizás podrías decir, que desde que estáis en la misma clase, ¿vais a hacer los deberes juntos? ― una arruga se formó en su frente y presionó juntando los labios.

― Como si la gente se creyera eso. ― me burlé.

― Por favor, Wren ― mi tío parecía desesperado.

― Bien. Le diré a la gente que estamos trabajando en nuestras redacciones de Literatura Avanzada porque tenemos sala de estudios a la misma hora. Eso es parte verdad. ― El por qué Fuller no asistía a las clases normales iba más allá de mi. Me sentí un poco culpable, pero no era mi culpa que tuviera problemas con las clases avanzadas. Quiero decir, yo no era buena montando un patinete, por tanto, no intentaría ir al Campeonato Mundial de Patines.

― Gracias, corazón. Eres la mejor ― me dijo con una sonrisa. Miró su reloj ― Mejor me voy al gimnasio y me preparo para el entrenamiento. Gracias otra vez, Wren.

Después de que se fuera, me quedé de pie ahí parada unos segundos. ¿Acaba de acceder a guardarle el secreto en beneficio de Fuller? ¿Todo para que los muchachos del equipo no tendrían un hándicap por el hecho de su jugador estrella este en el banquillo?

Claro, su promedió veinticinco puntos por juego, pero entonces ¿qué? ¿Por qué no pudieron TyShaun o Marc dar un paso adelante? Ellos no eran tan hábiles con el balón como Fuller, pero entre los dos de ellos, deberían ser capaces de mejorar sus promedios esta temporada.

Antes de que pudiera asimilar lo que acababa de pasar, me sentí el familiar zumbido de mi teléfono en la parte de atrás de mi mochila.

Viendo que el horario escolar había terminado y podíamos usar nuestros teléfonos sin meternos en problemas, abrí la mochila, cogí el movil y lo desbloqueé.

Dae: Encuéntrame en el pasillo.

Yo: ¿Cuál?

Dae: Fuera de la biblioteca.

Deslicé las correas de mi mochila sobre mis hombros y me dirigí al pasillo. Dae se paró en el otro lado con los brazos cruzados.

― ¿Qué pasa? ― No podía ocultar la sorpresa en mi voz.

― ¿Cómo supiste que estaba ahí y no en la sala de estudio?

― Salí de la clase unos minutos antes y te vi en allí con...

― Hola, Dae ― Dos chicas jóvenes pasaron por aquí, bateando sus pestañas en él.

― Hola ― Sonrió educadamente pero volvió a prestarme atención inmediatamente.

― Pero Dae ― Hice mi mejor imatación de las chicas ― Préstanos atención.

Caliente, pero con los pies en la tierra y sin interés en ser parte de la gente popular, Dae tenía muchos admiradores en nuestra escuela. Pero, después de que su corazón fuera pisoteado el verano pasado por su ex-novia, Eva, él había jurado no salir con alguien nuevo hasta que llegará a la universidad.

― Sí, sí. Muy gracioso. Pero en serio ― dijo Dae, bajando la voz, ― no es la parte importante de esto conversación. ¿Por qué demonios estabas sentado al lado de M.S.E en la biblioteca? ― Parecía como si acabara de bajar un gran trago de leche agria. ― ¿Has perdido la cabeza? ¿Necesitas que te lleve al hospital o algo así?"

― Oh, um, yo... ― El pasillo estaba lleno de estudiantes, incluyendo un grupo de chicos de segundo año que tenían sus móviles fuera. Uno de ellos dejo por poco su taquilla abierta.

― ¿Hola? ¿Tierra llamando a Wren? ¿Por qué estabas con Fuller James? ― Dae agitó su mano frente a mi cara.

― No aquí. Hablemos en el coche. ― No estaba seguro de cómo lidiar con lo que acababa de pasar con mi tío. Todo el mundo en el instituto sabía que yo detestaba a Fuller. ¿Cómo iba a explicar pasar el rato con él durante nuestro último hora si no le decía la verdad? Además, ¿cómo podría soportarlo cara a cara durante una hora al día?

No sólo me había dado el peor mote del mundo, había salido con Marissa de vez en cuando desde primero de secuendaria. Sabía que no fue responsable de poner a mi mejor amiga en mi contra, pero no había ayudado precisamente a la situación. Él era la razón por la cúal había renunciado a ser amiga de las chicas después de que Marissa, Courtney, y prácticamente todas las demás chicas de mi clase empezaran a burlarse de mí. No podía confiar en que mi propio género no me tiraría debajo del autobús la próxima vez que un tipo como Fuller James les dio la oportunidad.

Sacudí la cabeza y me maldije por meterme en esa estúpida guerra de comida. Pasar tiempo con Fuller fue como un recordatorio constante de cómo, en una sola noche, me convertí en el hazmerreír de nuestro instituto y perdí a mi mejor amiga. Además de tener que mentir y ser forzado a trabajar con Fuller, pensé en el tiempo extra que tendría que pasar haciendo los deberes todas las noches, ya que mi sala de estudio había sido secuestrado. Podía manejarlo, pero era más que molesto.

Dae y yo caminamos lado a lado mientras hacíamos nuestro camino a través del pasillo lleno de gente y en el aire fresco de la caída. Las hojas habían empezado a cambiar, y el altísimo roble y los arces de las montañas que rodean nuestro instituto se habían transformado de verdes a rojos vibrantes, amarillos, y naranjas. Agradecido por la comprensión implicita que vino de ser los mejores amigos durante cinco años, caminé al lado de Dae en silencio hasta que llegamos a mi coche.

― Vale, suéltalo.

Introduje la llave en el contacto del coche y exhalé lentamente.

― Habla ― Dae sacudió su cabeza.

Sabía que acababa de prometerle a mi tío que no iba a decirselo a nadie, pero Dae no era nadie. Él guardaría mi secreto.

― Así que, ¿sabes qué cuando te reuniste con el señor Norman durante el almuerzo, hubo una guerra de comida? Bueno, yo como que uní...

― Sí ― La voz de Dae estaba cargada de confusión. ― Tú me enviaste un mensaje de texto y me dijiste que le habias lanzado a Marc el puré patatas. Lo cual estoy seguro de que se lo merecía totalmente. Pero, ¿qué es lo que tienen que ver con Fuller?

― El director Davis nos llamó a Fuller y a mí a su oficina después de Literatura Avanzada. Tenía un video de mí lanzando puré de patatas a Fuller pero golpeando accidentalmente a Marc ― Diciendo las palabras en voz alta me hizo darme cuenta de lo infantil que era toda la situación y lo fácil que hubiera sido evitarlo.

― Uh-oh.

Aunque el coche estaba aparcado, me agarré al volante.

― Me dio un ultimátum. Expulsión y detención, lo que significaría perder mi lugar en el campamento CTIM , o...

― ¿O qué? ― Dae se volvió hacia mí, sus ojos marrones oscuros no dejando mi cara.

― Antes de decírtelo, tienes que prometerme que no lo dirás a nadie más sobre esto, Dae. Lo digo en serio, ni siquiera le he dicho a Brandon todavía ― Solté el volante y me cruji los nudillos.

― Promesa. ¿Ahora qué está pasando?

― Podría enfrentarme a la expulsión, a un castigo y perderme el campamento CTIM , o ser tutor de Fuller James. ― Como las palabras salieron de mis labios, mi mirada cayó sobre Marissa y Courtney entrando en su coche. El año pasado, cuando obtuvo su licencia, sus padres la había sorprendido con un BMW descapotable. Claro, unos cuantos niños en nuestra escuela conducía coches muy bonitos, pero Marissa, ella estaba constantemente restregrandoselo en la cara a todo el mundo y burlándose de compañeros de clase que conducían viejos coches. Ella era el epítome de malcriado, podrido.

― Espera, ¿qué? ― Dae agitó la cabeza. ― O bien eres expulsada o das clases a Fuller? Eso es una completa mierda.

Marissa salió de su plaza de estacionamiento y aceleró hacia la salida, con su pelo ondeando tras ella.

― Dímelo a mi. Para empeorar las cosas, mi tío estaba en la oficina del director con nosotros. Me hizo sentir totalmente culpable. Si Fuller no juega, el equipo va a pagar el preci y sus posibilidades de ganar el Estatal prácticamente desaparecen".

Decir su nombre me dejó un sabor amargo en la boca.

― Había no hay forma de que pudiera decir que no con él ahí dentro― Crucé mis brazos sobre mi pecho ― Así que, sí. Tuve que decidir entre la expulsion y el castigo o darle clases a Fuller hasta que subiera sus notas

― Wow... ― Dae se sentó en el asiento del pasajero, se había quedado sin palabtas.

― Y hay más ― Fruncí el ceño ― Mi tío no quiere para que se lo diga a alguien.

― ¿Mantener en secreto las sesiones de tutoría? ¿Por qué? ― Dae preguntó.

― No quiere que los otros chicos del equipo enloquezcan con la posibilidad de que su jugador estrella se siente en el banquillo o incluso sea expulsado del equipo .Dijo que podría costarle una beca a Fuller y a algunos de los otros chicos.

Gracias a mi abuelo, me encantaba ver el baloncesto, especialmente nuestro equipo de la secundaria, y ciertamente no quería hacer nada que dañara a los otros chicos... Pero, cuando se redujo a esto, ¿lo amé lo suficiente como para soportar a Fuller James?

― Vaya...― Los ojos marrones oscuros de Dae se encontraron con los míos. ― Eso es... Para ser honesto, ni siquiera sé qué decir.

― Lo sé, ¿verdad? No es justo en absoluto. Quiero decir, sé que no debería haber tirado el puré de patatas, pero Fuller y sus compañeros de equipo, menos Brandon, siempre están haciendo tonterías basura como esa, y nunca se meten en problemas. Por lo menos, no es real problemas. Lo hago una vez y ¡bam! Estoy atrapada decidiendo si quiero una mancha negra en mi expediente y fastidiarme el campamento CTIM , o dar clases particulares al chico más arrogante de todo el instituto. Por no mencionar, la persona responsable de ponerme el peor mote. Quiero decir, ni siquiera ha empezado a leer el El odio que das, y nuestros temas se deben presentar en dos días. ― Mi pecho se elevó y cayó dramáticamente. ― Ni siquiera tenía un bolígrafo o un lápiz con él. ¿Quién hace eso?

― Respira hondo ― instruyó Dae ― Es un total idiota, pero pongamos las cosas en perspectiva. ¿Cuál es el final meta?

― Tengo que darle clases particulares hasta que suba su nota al menos a un notable alto. Debería ser capaz de hacerlo con buenas notas en este trabajo y unas cuantas tareas ― Dejé caer mi cabeza contra el reposacabezas.

― Eso debería tomar sólo, ¿qué, como una semana o dos? ― Dae me agarró la mano.

― Sólo falta una semana y media para el inicio de la temporada

Cerré los ojos y me froté la cara.

― Son sólo nueve días. ― Dae me apretó la mano. ― Tú puede aguantar totalmente nueve días.

― Tienes razón. No es tanto tiempo― A pesar de que se sentiría como una eternidad, si Fuller hiciera el trabajo y subía sus notas, me libraría de él antes del primer juego. ― Siempre y cuando mientras subiese su nota. De lo contrario, vamos necesitar un plan B; de ninguna manera me quedaré encasillada dándole clases en un futuro a largo plazo.

― Sigamos con el objetivo de los nueve días. Eso significa pasando cuarenta y cinco minutos al día con él durante nueve días, así que eso equivale a ¿qué? ― Dae miró fijamente el techo de mi coche, intentando resolver el problema matemático de su cabeza.

― Seis horas y cuarenta y cinco minutos ― dije, dejando caer los brazos a los lados.

― Ves, eso es menos de siete horas. Eso no es ni siquiera un día completo de instituto. Puedes lidiar con eso, ¿verdad?

― Supongo.

― Concéntrate en superarlo, un día a la vez, y entonces nunca tendrás que volver a hablar con él ― dijo Dae con una sonrisa. ― Excepto cuando le gritas desde las gradas. Además, tú y yo sabemos que quieres que ganen la el campeonato estatal de nuevo.

― Sí. Tienes razón, Dae. Gracias por la charla de ánimo― Si Fuller actuó como un ser humano decente, yo sobreviviría al próximo nueve días. Por otra parte, si continua vagueando y actuando como un imbécil, no habrá manera de que suba sus notas a tiempo, y mi tío se decepcionaría mucho de mí.

Aún peor, estaría atrapado con Fuller James por quién sabía cuánto tiempo.

Eso sería una pesadilla.

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THANK YOU TO THE AMAZING, evemartadiaz! She translated the first three chapters for me. She is incredible! Please give her a follow! She also created the amazing cover! She is just one of the most amazing people of all time! Thank you, Eve! <3

Find me on IG & TikTok: @KellyAnneBlount

Solo los primeros tres capítulos estarán disponibles en Wattpad.

El libro está disponible para comprar en inglés y esperamos que pronto esté disponible también en español.

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