Capítulo Dos

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Capítulo Dos

Fuller

― Lo siento muchísimo, director Davis ― dije mientras agachaba la cabeza fingiendo vergüenza y dejaba caer mi mirada en su escritorio. Él y yo teníamos siempre está misma rutina. Yo me disculpaba y él respondía con algo como "Te daré una oportunidad, hijo. ¿Me has entendido?". Yo estaba de acuerdo, le llamaba señor y así era hasta el siguiente incidente.

Normalmente, ser llamado al despacho del director no me molestaba demasiado. Me sentaria en la silla justo enfrente del escritorio del director Davis, dónde normalmente terminábamos hablando sobre baloncesto y reviviendo los logros de su instituto cuando era pivot. Después pasábamos a hablar de su época en la Universidad de Virginia. Hasta terminar hablando de cuanto veía de si mismo en mi.

Pero, esta vez, en lugar de ser solo nosotros dos, el entrenador y Wren Carter estaban aquí también.

― Fuller, ya hemos hablado de esto antes ― el entrenador sacudió su cabeza. ―. Para poder jugar, debes aprobar todas las clases. Hemos hecho muchas excepciones por ti los últimos años, pero esta vez ya no podrá ser así.

Mis mejillas ardían de vergüenza. Ya era lo suficientemente malo que el entrenador supiera que estaba suspendiendo Literatura Avanzada, pero que lo descubriera Wren también era como echarle sal a la herida. Ella era con diferencia la más inteligente de todo el instituto. Mantuve la mirada en el escritorio del director. No había ninguna manera de que pudiese soportar la sonrisa petulante en la cara de Wren o peor, una de lástima. Nunca antes había suspendido una clase. Pero entre los entrenamientos, un día entero de clases, los entrenamientos de baloncesto, los tiros extras adicionales después de un entrenamientos y quedar con mi hermano pequeño, apenas tenía tiempo para comer y dormir unas cuantas horas, mucho menos leer y escribir redacciones de Literatura Avanzada. Me las ingeniaba para mantener una notable de media con haciendo las tareas y obteniendo notas decentes en los exámenes, pero eso ciertamente, no era suficiente para obtener cualquier tipo de beca.

Quería cambiarme a las clases normales de Literaturas pero mis padres me prohibieron hacerlo. "Fuller, no te estás esforzando lo suficiente." diría mi padre. "Si aplicaras la mitad del tiempo a tus tareas como lo haces con el baloncesto y con las chicas, irías mejor en las clases." como si él supiera. Él era médico de en las salas de urgencias con una memoria eidética. Estaba constantemente trabajando, y a diferencia de él, mi única vía para conseguir una beca completa era el baloncesto.

Además, la mayor parte del instituto, incluyendo a Wren, asumían que era un idiota. ¿Quién era yo para hacerles creer lo contrario?

Debería haber sido capaz de aprobar el último año, no tener que preocuparme sobre mi sitio en el equipo por alguna asignatura que no necesitaría de nuevo. La última vez que lo comprobé, los jugadores profesionales de baloncesto no estaban preocupados por usar citaciones adecuadas de la APA cuando se encontraban animando la cancha.

Cuando no estaba entrenando, pasaba tiempo con mi hermano. Veíamos Deadpool y leiamos comics juntos. Incluso cuando él sabía que el personaje de Deadpool no era real, siempre afirmaba que iba a ser como él cuando creciera: indestructible. En su lugar, fue forzado a lidiar con un diagnóstico que le había arrebatado su sueño y que le dejó con un futuro incierto.

Un nudo se empezó a formar en mi garganta siempre que pensaba en él. No era justo. Aquí estaba yo, siendo votado por mis compañeros como el atleta del año, y mi hermano pequeño atrapado en un cuerpo que no podía ni siquiera podía soportar ser empujado en el pasillo.

Luchando contra las lágrimas calientes que brotaban en mis ojos, empujé los pensamientos de Hudson al fondo de mi mente. Mantenía esa parte de mi vida en privado, y de ninguna forma Wren podía saberlo. Hablando de Wren, mis pensamientos se desviaron a hacia su libro "El odio que das". Lo vi en su mesa hoy, estaba abarrotado con post-it y millones de notas en los márgenes. Probablemente ya habría escogido el tema para la señorita Brewster y tendría escrito ya la mitad. Yo, por otra parte, no tenía ni tiempo para entreabrir el libro.

No es que esto o cualquier otra redacción no importase. Si la temporada de baloncesto iba bien, podría ganar la beca para la Universidad de Georgia para jugar allí. De esa manera mis padres podrían centrarse en pagar las facturas médicas de mi hermano pequeño.

Una sola sesión de fisioterapia les costaba novena y cinco dólares. Y él tenía al menos dos a la semana, cada semana excepto en Navidad y una semana en verano cuando iba a un campamento especial para niños con condiciones médicas graves. El coste de esas sesiones más las facturas del hospital, las consultas con los especialistas y los viajes a urgencias por accidentes, se incrementaba rápidamente. Incluso si mis padres se ofreciesen a ayudarme a pagar las universidad, yo había decidido hace tiempo que no aceptaría ni un solo centavo de su dinero cuando la vida de mi hermano estaba en riesgo.

Tristemente, si no conseguía la beca completa, no podría ser capaz de poder ir a la universidad. .

Levantando la vista, mi mirada cayó en Wren. Estaba sentada dos sillas más allá con sus brazos cruzados y sus labios apretados. Estaba tan tensa que podría fabricar un diamante si alguien le daba un trozo de carbón.

Sus ojos se desviaron a la estantería de la derecha del escritorio del director Davis. En la cima de la estantería estaba el trofeo de baloncesto que habíamos ganado en el estatal del años pasado. Todos los chicos de del equipo lo habían firmado. El día que nos presentamos en su despacho, pensé que realmente él lloraría. El instituto no había ganado un campeonato desde su último año, había pasado más de veinte años.

Los rayos del sol fluían a través de la ventana de la esquina. Eché un vistazo, inmediatamente deseé estar fuera echando unos tiros libres. Unas calles más abajo de mi casa había una gran cancha. Como el resto de Magnolia Valley, la cancha de baloncesto estaban rodeadas por las Blue Ridge Mountains del oeste del Norte de Carolina, y tenía una vista realmente increíble. Definitivamente lo echaría de menos el próximo año cuando estuviese jugando para la UGA.

Olvida eso, si es que llegaba a jugar para la UGA.

― Perdonad. No quiero interrumpir, ¿pero qué hago aquí? ― preguntó Wren, sacándome de mi lugar feliz para volver a la deprimente situación actual. ― Tengo un montón de tareas, y me gustaría volver a la sala de estudios.

Se negaba a mirarme. No la podía culpar... Incluso aunque no fuera el verdadero culpable y hubiese pasado cerca de cinco años, todavía me sentía responsable de su espantoso mote. Nunca lo admitiría, pero no había sido lo suficientemente valiente para callar a mis compañeros cuando se burlaban de Wren y la llamaban Wretenora. Me importaba demasiado lo que pensaran de mí. Fue a Marissa a quien se le ocurrió pero fui yo quien lo repitió, en alto. Fui yo quien hice reír a todos mis compañeros. Yo era la razón por la que Wren era acosada.

Si no hubiese sido por esa noche y las repercusiones que le siguieron, hubiese ido por Wren este día. No solo era lista, pero en la secundaria, tenía un retorcido sentido de humor. Apuesto que aun lo tiene. Además de eso, era guapa y no del tipo cuatro kilos de maquillaje como Marissa. Como hoy, su pelo castaño claro lo tenía recogido en una coleta alta, el cual acentuaba sus ojos castaños. No era muy alta, quizás un metro sesenta, pero sus piernas eran largas y delgadas por las incontables horas que pasaba corriendo por el campo. Gracias, equipo de atletismo.

El director Davis se aclaró la garganta, devolviendome a la realidad.

― Wren, el entrenador dice que te niegas a darle clases a Fuller.

― No es justo ― dijo rápidamente Wren.

― No exactamente, ― respondió el director, señalando la pantalla de la tablet que estaba en su escritorio. Cuando los ojos de Wren aterrizaron en el video que el director señalaba, su rostro empalideció. ― Parece que vosotros dos estabais muy ocupados en una guerra de comida hoy en la cafetería. ― dijo el director. Pausó el video e hizo zoom en Wren lanzando un puñado de comida en mi dirección.

Su voz había adquirido un tono serio, pero yo sabía que no nos habíamos metido en problemas por la guerra de comida. Todo tiene sentido. La única razón por la que arrastraría a Wren hasta aquí seria para hacerla sentir culpable para darme clases. Ella era con diferencia la mejor estudiante en Literatura Avanzada, y los dos ya habíamos estudiado en la sala de estudios. Ahora que el director tenía cierta ventaja sobre unas de las estudiantes más inteligentes de todo el instituto, ejercería más presión.

Había calado sus movimientos.

― Normalmente, os impondría un castigo y no me lo pensaría dos veces, pero hoy , os estoy dando un ultimátum a los dos ―el director Davis me miró completamente a mí y después a Wren.

― ¿Qué hay de los otros chicos involucrados en la pelea de comida? ― todo el cuerpo de Wren se tensó.

Hasta donde yo sabía, a ella nunca la habían llamado al despacho del director o metido en ningún problema en el instituto. No estaba seguro de si estaba asustada que ganarse una mancha en su expediente o si simplemente estaba furiosa conmigo.

Probablemente lo último, desde que era su configuración por defecto.

― Ya me ocuparé de ello, Wren. No te preocupes ― el señor Davis se ajustó la corbata y echó un vistazo al trofeo de baloncesto. ― Ahora, le debéis a nuestros conserjes, el señor Tillson y la señorita Constance, una disculpa. Esto no es discutible. Y vosotros dos o acordáis un trato para las clases particulares o ambos seréis expulsados dos días y cincos días de castigo.

― ¿Qué? ― jadeó Wren.

―¿Esa no eras tú tirando comida en la sala del comedor hoy, señorita Carter? ― preguntó el director. Arqueó una ceja y señaló a la tablet ― ¿o mis ojos me engañan?

― Eras yo pero... ― Wren dejó de hablar y miró hacia sus manos.

Vi cómo sus dedos se tensaron y clavaba sus uñas en los pantalones.

― Wren, odiaría que perdieras la oportunidad de ir al Campamento Académico CTIM en la UNC durante las vacaciones de invierno ― el señor Davis se sentó en su silla.

― Espera. ¿Qué? ― su mandíbula se abrió con incredulidad.

―Cualquier registro de suspensión en su expediente automáticamente revoca su plaza en el programa ―. el señor Davis tamborileó sus dedos en la mesa.

Wren no dijo nada. En su lugar, se quedó ahí sentada pareciendo totalmente impactada. Me sentí mal por ella, pero conseguir aquella beca era más importante que cualquier campamentos de frikis.

Me aclaré la garganta y me preparé para hacerle la pelota.

― Ya he empezado a escribir una disculpa para el señor Tillson y la señorita Constance. Se las entregaré hoy antes irme a los entrenamientos y, si todo está bien con Wren, me gustaría mucho trabajar con ella para subir mis notas de Literatura Avanzada. Los chicos del equipo cuentan conmigo y no quiero decepcionarles.

― Gracias Fuller ― respondió el director Davis.

Wren se encogió.

La culpabilidad me invadió, pero me importó. Tenía que velar por mi familia y por mi ahora mismo. Todo mi futuro dependía de ello. Wren era inteligente, probablemente tendría diez becas para el próximo año.

― Wren, lamento mucho haberte tirado comida hoy. Creo... ― paré para darle un efecto dramático ― "Creo que a veces actúo así porque aunque intento ser bueno en todo, la cruda realidad es que no lo soy. Estoy suspendiendo Literatura Avanzada, lo que significa que si no consigo una buena nota en la siguiente redacción, estaré liderando el banquillo en la apertura de temporada. El baloncesto significa es el mundo para mi, si pudieras darme una oportunidad; prometo trabajar duro y escuchar todo lo que digas.

Las palabras sonaron sinceras mientras salían de mis labios, y para ser honesto, algunas de ellas estaban más cerca de la verdad de lo que me gustaría admitir. Hasta este año, nunca había tenido problemas con mis notas. Toda la creciente presión estaba pudiendo conmigo.

Después de que el entrenador llamara a mis padres para hacerles saber que puede que no jugará el primer partido, me echaron la bronca. Recuerdo vívidamente la sensación de calor subiendo por mi cuello y el nudo formándose en mi estómago. Nunca antes me había sentido tan avergonzado. Perder cualquiera de los partidos siguientes pondría en peligro mi futuro en la Universidad de Georgia, mi universidad de ensueño. El entrenador había aparecido en el último partido del Campeonato Estatal, y si los rumores eran ciertos, habría planeado venir otra vez al primer partido de la temporada para verme. Perderme el primer partido de la temporada podría tener un impacto desastroso en mi futuro.

El entrenador se mantuvo en silencio mientras el director Davis suspiró frustradamente.

― Señorita Carter, la elección es suya. O una expulsión o darle clases al señor James hasta suba sus notas de Literatura a un notable, aunque un sobresaliente sería preferible.

― ¿Una expulsión en mi expediente de forma permanente y perder mi plaza en el Campamento Académico CTIM ? Ni hablar ―. Wren se puso de pie y comenzó a caminar.

― Entonces, ¿aceptas ayudar al señor James? ― interrumpió el entrenador con tono esperanzador.

― Bueno, no es como si tuviese opción, ― contestó.

Su voz estaba cargada de ira. Me disparó con una mirada que dejaría muertos a muchos chicos, sus ojos castaños prácticamente me lanzaban granadas. Nunca antes la había visto tan irritada e incluso aunque odiaba admitirlo se veía un poco sexy, en una especie de friki enfadada.

― Gracias señor― dije poniéndome de pie para darle la mano al director Davis y al entrenador ―. Prometo que esto no volverá a pasar.

― Más te vale que no ― respondió el entrenador. Se enderezó alrededor del cuello el cordel con su tarjeta de identificación personal en la parte inferior.

Wren puso mala cara mientras que los labios del entrenador se curvaban en una sonrisa triunfante.

La primera vez que descubrí que el entrenador era su tío, pensé que había escuchado mal. ¿Cuáles eran las probabilidades? De cualquiera manera, su próxima cena familiar no iba a ser una experiencia agradable.

― Bien, entonces esto queda solucionado ― dijo el director Davis mirando su reloj ―. Ahora, vosotros dos podéis ir a la biblioteca. He informado a la profesora de la sala de estudio de que estaréis trabajando juntos hasta nuevo aviso.

Wren asintió hacia el director y el entrenador y después salió furiosa del despacho del director.

― Fuller, espérame fuera ― dijo el entrenador.

― Uh, claro ― ¿Iba a regañarme en privado?

Recogiendo mi mochila, le di las gracias al señor Davis y al entrenador antes de dirigirme al pasillo. Pero antes de que pudiese salir del pasillo, me tropecé con un libro de álgebra en el suelo.

― Lo siento Fuller ― se disculpó el estudiante de primer año. Saltó de la silla y recogió. ― ¿Te han castigado? ― sus ojos se abrieron de par en par mientras se aferraba el libro al pecho.

― ¿Qué? ― pregunté mirando hacia la puerta que conducía al pasillo.

― Por la guerra de comida ― dijo el chico. ― Nos han llamado hace veinte minutos. ― señaló a otros cinco estudiante que parecían nerviosos.

― Oh, eh, estaréis bien ― les dije por encima de mi hombro mientras empujaba la puerta del despacho del director.

Un momento después, el entrenador se me unió en el pasillo vacío.

― Fuller, necesito que mantengas en secreto las clases particulares entre Wren y tu.

― ¿Qué? ― mis cejas se alzaron con sorpresa. No era que estuviese planeando contárselo a alguien, ya era los suficientemente humillante, pero por qué él me estaba pidiendo que lo mantuviese en secreto.

― Segundo año, tú estuviste fuera cuatro partidos por un esguince de tobillo, ¿te acuerdas? El equipo entero se derrumbó y perdimos el último partido del Estatal.

― Si, señor. Lo recuerdo ― Mi mirada cayó al suelo. Lo que más recordaba que el hecho de perder el partido fue la razón del por qué. El día de antes, Hudson había tenido una espantosa durante un receso y se rompió la clavícula. Mi mente solo pensaba en aquello así que, en el entrenamiento del día siguiente, di un estupido paso en falso durante un ejercicio de tiro y me torcí el tobillo. Todo en lo que podía pensar era en mi hermano pequeño, y casi destruyó toda la temporada del equipo. Sin su máximo anotador, no tenían ninguna oportunidad.

Trate de coger aire pero fallé. Tenía mucha presión en mi, se sentía como tener un elefante sentado en mi pecho que se negaba a moverse.

― Bueno, pues no podemos dejar que eso pase otra vez. Si tus compañeros piensan que existe las más remota posibilidad de que no juegues el primer partido de la temporada, les dará un hándicap y podría costarnos el partido y el campeonato. Por no mencionar el hecho de que si perdemos uno o dos partidos, tu oportunidad de conseguir una beca completa será muy baja. Por si fuera poco, si el entrenador de la UGA viene a verte y tú estás liderando el banquillo... Bueno, ¿puedes solo imaginar como se verá eso, no?

― Me lo guardaré para mi, señor ― la decepción me caló hasta lo más hondo. Para alguien quien acostumbraba a sentirse el rey de la cancha, de repente había caído en picado y me sentía como un trozo de chicle en el zapato de alguien.

― Bien. Hablaré con Wren después de clase ― El entrenador presionó su mano en mi hombro. ― Tenéis que conseguir trabajar juntos. Todo tu futuro depende de ello.

― Si, señor. ― Mi pecho se contrajo aún más.

― Estupendo, te veré en el entrenamiento ― Se dió la vuelta y se dirigió hacia el gimnasio, dejándome con ganas de decirle unas cuantas palabras.

Frotándome la parte trasera del cuello, me dirigí hacia la biblioteca. ¿Cómo he podido dejar que esto pase? ¿Suspender una clase? ¿El entrenador y el director Davis obligando a Wren a darme clases y mantenerlo en secreto? Realmente la había cagado...

Mis ojos aterrizaron en ella un instante después. Estaba de pie junto a las puertas de la biblioteca dándome la espalda, buscando su libro en la mochila.

―¡Hey, Wren! ― la llamé, caminando hacia ella. ― Espera ― Joder, esos pantalones realmente le quedaban genial. Ya había salido con una chica del equipo de atletismo unas cuantas veces y su culo era casi perfecto. No sé cómo era posible, pero el culo de Wren se veía incluso mejor. Me la imaginé en los diminutos pantalones del equipo de atletismo que llevaban.

Antes de que pudiera caer más profundamente en el sueño más inesperado del mundo, Wren se giró. No dijo nada, pero la manera en las que sus ojos se entrecerraron hacia mí, podría decirse que ella todavía estaba bastante enfadada.

Sonreí, intentando ocultar cuán avergonzado me sentía e hice mi mejor imitación del director Davis.

― "Estabas tirando comida, también. ¿O no eras tu?" ― en lugar de hacerla reír, Wren puso sus manos en las caderas.

― ¿Podemos simplemente acabar con esto?

Capté movimientos por el rabillo del ojo, esperé a que el estudiante de primer año se alejara de nosotros.

― Hey, eh, Fuller, ―el chico tartamudeó ― ¿Vas a llevarnos a al campeonato estatal otra vez?

― Ya lo sabes ― respondí. La confianza en mi voz enmascaraba la realidad de liderar la temporada en el banquillo. Sonreí hasta que se dió la vuelta y desapareció por la esquina.

Incluso aunque me sentía un completo perdedor, tenía que mantener mi farsa. Necesitaba exagerar incluso más.

― Vamos, Wren. Prometo ser un buen estudiante. Si no lo soy, te dejaré castigarme ― le guiñé un ojo.

― Eres asqueroso. ― La cara de Wren se puso roja como el tomate, pero no de la misma manera que los grupos de chicas que esperaban en mi taquilla cada mañana. En vez de querer arrancarme la ropa como mi club de fans de baloncesto, parecía que ella quería pegarme en la cara.

Tenía que admitirlo, estaba intrigado.

― Si vas a mi profesora, podrías considerar ser un poco más agradable conmigo ― me llegó el olor de su champú. Olía a algún tipo de flor tropical. Me la imagine saltando por la playa en bikini, con sus largas piernas y sus pies levantando la arena. Tierra llamando a Fuller. ¡Basta ya!

¿En qué estaba pensado? ¿Estaba malo? ¿Acaso la posibilidad de ser expulsado me tenía alucinando? Fuera lo que fuera, tenía que frenarlo. No había manera alguna de pudiera gustarme Wren. Teníamos mucha historia y no precisamente de que la quieres revivir.

― No va a ser tan malo ― puso mala cara ―. Además la oferta del castigo sigue en pie.

― ¿Oferta del castigo? Quieres decir, ¿cómo Zack Denver te castigó en la cancha el año pasado? Te anoto qué, ¿siete veces antes de la primera mitad del inicio de la temporada? ― Ni siquiera pestañeó mientras me arroja las estadísticas como si nada. ― O castigo como, ¿cuándo Nathan Dixon te ganó en los tiros libres con un porcentaje del veinticinco por ciento en el Torneo de Verano de Sportsplex?

― ¿En serio? ― mis cejas se alzaron con escepticismo.

― ¿He tartamudeado? ― Tamborileó sus dedos sobre su brazo opuesto.

El calor subió por mi cuello. Deseaba tener algún dato de estadística que arrojarle de vuelta, pero no sabía nada sobre atletismo, y ciertamente no repartieron porcentajes para el número de libros leídos en una sola sesión.

― Vayamos a la biblioteca y terminemos con esto ― dijo Wren, dándose la vuelta y dejándome en medio del pasillo.

Me quedé ahí viendo como se aleja con asco.

― Tío, ¿qué ha sido eso?

Me di la vuelta rápidamente, hice contacto visual con Marc. Su camiseta seguía manchada con el puré de manchada que Wren le había lanzado durante el almuerzo.

― ¿Te han llamado al despacho del director Davis? ― pregunté intentando cambiar de tema.

― Yeah, dos días de castigo ― Marc se rió. ― Sin embargo, tengo que servir la comida durante el almuerzo, así no pierdo los entrenamientos. Me enseñó el video. Le di un buen golpe a ese novato con el puré de manzana. En serio, tengo que pedirle que me envíe una copia al email ―. Miró por encima de hombro, frunció el ceño con confusión ― De todas formas, ¿por qué estabas hablando con Wren Carter? Esa chica te odia.

Me di la vuelta mientras veía a Wren tirar de las grandes puertas de madera de la biblioteca y entrar dentro.

― No estoy hablando con ella ― dije a la defensiva. Las palabras del entrenador hicieron eco en mi mente, recordándome que debía mantenerlo en secreto.

― He oído totalmente como le decias que podía castigarte. Mira, sé que Marissa y tú estáis enfadados, ¿cómo has pasado de Haleigh y Lyla a Wren? Antes de que pudiese decir, la puerta de la biblioteca se abrió y la cabeza de Wren se asomó.

― ¿Vas a venir o ... ― dejó de hablar cuando sus ojos dieron con las de Marc. Sin decir ninguna palabra, desapareció de vuelta a la biblioteca.

― Eh. si. Un segundo ― mi corazón golpeaba fuertemente mi pecho mientras los ojos de Marc se entrecerraban en mi dirección. Odiaba mentir a uno de mis compañeros y a uno de mis mejores amigos.

― En serio, ¿de verdad estás intentando tirartela? ― preguntó Marc, levantando su ceja izquierda ― Por que suena a que ella quiere acabar contigo.

― Ella está totalmente loquita por mí ― mentí. ― Y está buena ― Al menos esa parte era verdad. Las palabras salían con mucha facilidad.

― ¿Qué? ¿Quién eres y qué has hecho con Fuller James? Sabes que estamos hablando de Wretenedora, ¿verdad? La misma chica que me escupió el retenedor en primero de secundaria.

Aunque no lo corregí, nunca tuve que mentir por haberme tirado a chicas antes. De hecho, ni siquiera tenía que intentarlo con el sexo opuesto. Bueno, excepto Wren. Pero no era como si lo hubiese intentado ganarmela.

― ¿Hola? ― preguntó Marc moviendo las manos en frente de mi cara. ― Tierra llamando a Fuller.

― Mi culpa, estoy... Eh, pensando en los entrenamientos ― me enderece, empujando mis hombros y crujiendo mi cuello.

― Okay, pero no cambies de tema ― insistió. ― ¿Qué os traéis entre manos tú y Wren?

Me encogí de hombros, intentando aparentar que estaba lo más despreocupado posible.

― Tenemos sala de estudios juntos, así que supuse que después de que ella hiciera mis tareas de matemáticas, podría darle tiempo a solar con Fuller. Quizás en la clase de audiovisuales. Vamos, es una friki caliente que nunca ha tenido novio ―chasqueé la lengua y le guiñé un ojo. ― Estaremos haciendo temblar esas estanterías en poco tiempo. ― las palabras salian de mi antes de que pudiese detenerme. e inmediatamente me arrepentía. Incluso aunque fuera un completo capullo, desesperadamente necesitaba que Marc aceptará la excusa de salir con Wren.

― Eres un mentiroso. ― contestó Marc.

― ¿Qué, no me crees? ― Hinché mi pecho y mantuve firme.

― Nope ― respondió mi compañero de equipo, sacudiendo su cabeza. ― No hay manera de que vayas tras una chica como Wren. Además ella literalmente te odia.

Podía sentir los latidos de mi corazón sonando en mis oídos.

― Está bien. Te lo demostraré.

― ¿Demostrar que realmente le gustas a Wren? ―preguntó Marc― ¿Cómo?

― Te apuesto que para nuestro primer partido, Wren Carter estará en las gradas animándome.

NO, no, no. ¡Para! ¿Qué estás haciendo?

― Ella siempre está en las gradas ― Marc rodó sus ojos ― A esa chica le encanta el baloncesto más que al noventa y cinco por ciento de los chicos de este instituto.

― Okay, okay ― dije, dándome cuenta de lo hondo que estaba cavando el hoyo ― Te apuesto que aparecerá, en el primer partido, como mi novia. ― ¿Novia? ¿Por qué me estaba haciendo la cosas imposible? ― La plantaré en el parking más tarde. Si pierdes la apuesta, tendrás que recoger los pedazos y convencerla de ir al Baile de la Cosecha de Otoño contigo.

Mi pecho se tensó mientras las palabras salían de mi boca. Sí, podría ser un arrogante capullo pero nunca le había hecho algo como esto a ella ― ni a nadie.― Entonces ¿por qué demonios dijiste eso?

― Eres es el mejor ― respondió riéndose Marc.

― Y tienes que darme el comic de Deadpool edición coleccionista ― me reí, intentando no dejar que mi amigo no notara que estaba mintiendo.

― ¿Ahora estás involucrando a Hudson en esto? ― Marc ladeo la cabeza hacia un lado.

― Le encanta Deadpool y lo sabes. ― incluso aunque era una idea horrible, pensé en la gigantesca sonrisa que el cómic que aparecería en la cara de mi hermano pequeño. Él siempre había querido ser un superhéroe que podía inmune a cualquier tipo de herida. Con su diagnóstico, tenía sentido. ― ¿Te estás rajando? ― le pregunté desesperado por que se echase atrás. Le encanta su comic edicion coleccionista. No había forma alguna de que se arriesgase por una estúpida apuesta.

― Ni de coña, esta apuesta es demasiado fácil como para dejarla pasar. Así que en pie ― dijo Marc. Mi pecho se contrajo tan fuerte que apenas podía respirar ―. Pero ― continuo. ―, que consigas llevarla como tu novia... podrías fingirlo por completo y no voy a dar mis comics de Deadpool tan fácilmente.

― Bien, ¿qué tienes en mente? ― aclaré mi garganta y traté de parecer despreocupado.

― Estoy pensado en tres cosas. La primera, probar que os estáis acostando. Una foto valdrá. Nada gráfico porque no quiero ver nada de eso. Segundo, tiene que haber algún tipo de muestra afectuoso en público. Tengo que verlo, sino no cuenta. Por otra parte, ¿cómo sabré que realmente estás cumpliendo con todo? Tres, ella tiene que aparecer en el partido como tu novia. Por eso, tendrá que llevar tu chaqueta de cuero, todo el partido.

Tragué saliva. Iba a perder totalmente la apuesta. Rece en silencio por que la consecuencia de perder fuera algo que no pudiera manejar.

― Si, o debería decir, cuando pierdas, tendrás que llevar el disfraz de Halloween del año pasado de Ryan para la foto anual o hasta llamen al despacho del director Davis. ― Marc sonrió. ― ¿Suena bien, eh?

!Mierda, mierda, mierda! No es demasiado tarde. ¡Retráctate de tus palabras! Repito, ¡retráctate de tus palabras! El entrenador te matará si se entera.

― A menos ¿que te estés echando atrás? ― arqueó una ceja.

― ¿La malla de lucha libre? ― pregunté, recordando mentalmente el disfraz ― Esa cosa estaba hecha para un niño de diez años ― No había nada que dejase a la imaginación. Me sentía seguro de mi mismo, pero no tenía tanta seguridad. Wren se volvería loca si me viese llevándolo.

Hmmm... En realidad eso podría funcionar a mi favor.

Antes de que pudiese perderme en el hoyo, Marc se aclaró la garganta.

― ¿Tenemos un trato o estás listo para admitir que eres un mentiroso? ― Marc sonrió extendiendo su mano. Antes de que pudiese pararme, le di la mano y la apreté.

― Tenemos un trato.

***********

THANK YOU TO THE AMAZING, evemartadiaz! She translated the first three chapters for me. She is incredible! Please give her a follow! She also created the amazing cover! She is just one of the most amazing people of all time! Thank you, Eve! <3

Find me on IG & TikTok: @KellyAnneBlount

Solo los primeros tres capítulos estarán disponibles en Wattpad.

El libro está disponible para comprar en inglés y esperamos que pronto esté disponible también en español.

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