Capítulo 5

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—Es maravilloso, como resultó todo bien con tanta rapidez—Comentó Hannah.

—Cuando mi tía decide hacer algo, se hace—Declaró Susan, muy orgullosa.

Harry y Draco se sonrieron el uno al otro. A dos semanas de la sugerencia, tenían su viaje al Ministerio. La Profesora Burbage había ido donde el Director, que había insistido en permisos de los padres y supervisión adecuada.

Susan había contactado a su tía, Amelia Bones, que fue abordada simultáneamente por Dumbledore. Lo que Susan quería, normalmente lo recibía; y algo tan sensato y adecuado, apropiado y educacional, algo que Amelia no podía creer no se le hubiera ocurrido a ella misma, no podía rehusarlo. La Jefa del Departamento de Ley Mágica tomó la idea, volvió su completa e intimidante atención a ella, y una hora después había diseñado un itinerario para presentarle al Ministro, al Director, y a los Jefes de aquellos Departamentos que ella pensó seria de especial interés para los niños.

Los de Primer Año fueron excusados de la clase del viernes, para que experimentaran un Ministerio lleno de actividad. El mismísimo Ministro de Magia les daría la bienvenida y Amelia guiaría a los estudiantes a través del vasto laberinto subterráneo.

Ni un padre negó el permiso, ni siquiera los padres de aquellos niños que se habían unido después o con renuencia al Club de los Exploradores. Esta era una oportunidad muy buena como para perderla. "Supervisión adecuada" para veintiocho niños fue definida como seis adultos, más Amelia Bones. Charity, por supuesto, como patrocinadora del club iría, y Snape comprendió sin que se lo dijeran, que era muy importante dejar en claro que estaría feliz en ayudarla. Lupin inmediatamente se ofreció también.

Dumbledore no tenía muchas ganas de cancelar todas esas clases por el día y afortunadamente hubo muchos padres deseosos de ayudar. Narcissa Malfoy mando una lechuza de inmediato, ofreciendo sus servicios, al igual que su amiga Olivia Parkinson. La madre de Lavender Brown, Rosemary también fue convencida.

La clase de Historia del jueves vibraba con el trasfondo de chismes y notas, planeando para el día siguiente.

—Mi mamá quería ayudar—Ron le dijo al resto de ellos con tristeza—Pero ella no podía dejar sola a mi hermanita y la Profesora Burbage dijo que no sería justo que ella fuera, cuando nadie más con hijos menores tendría la oportunidad—.

—Bueno, por lo menos conocernos a tu papá—Dijo Harry para alegrarlo—Él está en el itinerario. Mal Uso de los Artefactos Muggle: Arthur Weasley—.

—Eso suena muy interesante—Hermione le aseguro a Ron—Es trabajo muy importante. Realmente va al corazón de la protección del mundo mágico de lo muggles. ¡Piensen en todos los secretos que un momento de descuido podría revelar! —.

Draco amortiguo su bufido, y asintió sabiamente mejor. El Departamento de Mal Uso de Artefactos Muggle era una broma, pero eso, por supuesto, lo haría bueno para reírse un rato. De hecho, suponía que los nacidos muggle lo encontrarían interesante. No haría daño darles algo de entretenimiento.

Ron acalló el entusiasmo de Hermione y la entretención silenciosa de Draco—¡Al menos conoceremos a Ludo Bagman! —.

—No puedo creer que hayan programado tanto tiempo para el Departamento de Juegos Mágicos y Deportes—Se quejo Charity—¿Quién quiere hablar con un idiota como Ludo Bagman? —.

—Sus leales fans—Snape se encogió de hombros—Y los hijos de sus leales fans. Supongo que es considerado un premio. Los estudiantes probablemente pensaran que es muy emocionante. Quizás les hará bien saber que es sólo otro departamento lleno de agotados burócratas, ansiosamente planeando nuestros horarios y regulaciones en sus sucios escritorios—.

—¡Mas sueños aplastados! —Charity rió—¡Eres tan cruel! —.

—No es ser cruel—Insistió Snape—Los estudiantes dejan Hogwarts sin idea de cómo es el mundo afuera, a menos que tengan padres o guardianes que se hayan tomado la molestia de enseñarles las cosas como son. Es por eso por lo que a los nacidos muggle les va tan mal cuando dejan la escuela. Ellos no saben cómo funciona el mundo mágico, basado en sobornos y nepotismo, por supuesto, .y están completamente perdidos. E incluso aquellos chicos que saben algo quieren entrar a un departamento como Juegos Mágicos y Deportes, imaginando que es un juego sin fin de quidditch. En vez de eso, una chica brillante como Hermione Granger, por ejemplo, si es que la contratan, terminaría su patética carrera haciendo café para tipos como Ludo Bagman—

—Eso sucede más de lo que debería—Charity suspiro—Siempre creí que era un error no darles orientación profesional antes de Quinto Año, ¡cuando los chicos ya han elegido sus clases optativas dos años antes! Otra razón es darles un poco de aviso con antelación. Hablando de eso, me dijeron que el dragón de Hogwarts ya está lo suficientemente grande como para viajar, así que los niños se reunirán con Kettleburn antes de que se lo lleven—.

—Él me dijo que se retirará a fines de año—.

—Bueno, espero que Dumbledore consiga un buen reemplazo. Cuidado de Criaturas Mágicas es un ramo fascinante—.

—Dice la mujer que estornuda en presencia de los crups—.

—¡Sabía que no debí decirte eso! —.

Snape sonrió, caminando al lado de ella hacia la sala de profesores. Su sonrisa se evaporo al ver a Remus Lupin, descansando en el lugar favorito de Snape junto a la ventana. Charity le dio una mirada de advertencia.

Era casi imposible creer que todo el personal sabía que Remus Lupin era un hombre lobo. Snape, esa tarde después del horrible almuerzo en las Tres Escobas, había llevado a Charity de vuelta a su habitación, la había sentado, preparándola para algo terrible y le había dicho la verdad, y luego había perdido el aliento cuando ella alegremente le informo que ya sabía sobre Lupin.

Flashback

—Dumbledore nos contó a todos. Dijo que no sería justo mantenerlo en secreto. Me atrevería a decir que él no tuvo esa conversación contigo, porque tú ya lo sabías—.

—¡Claro que lo sabía! ¡El bastardo intento comerme en Quinto Año! —.

Eso había necesitado un poco más de explicación. Para su consternación, Charity no culpaba a Lupin por el asunto, aunque sí tuvo mucho que decir sobre James Potter y Sirius Black.

—¡Imagina! ¡Usar la discapacidad de tu amigo para algo así! No me sorprende de un criminal como Sirius Black. No te culpo por estar enojado con el director. Estuvo muy equivocado, por no expulsarlo de inmediato. Al menos James Potter tenía algo de cerebro...—.

—¡Creo que no quería lidiar con una investigación criminal! —Discutió Snape, reacio a darle a James Potter crédito por normal decencia humana.

—Puedes tener razón—Accedió Charity—Aun así, fue mejor hombre que Black, que se comportó como un verdadero sociópata. Aunque supongo que de verdad era un sociópata... tan encantador y tan cruel...—.

—-¡Y Lupin era su mejor amigo! —.

—¿En serio? —Pregunto Charity—Quizás sólo eran compañeros que compartían un horrible secreto y tenían que compartir con dos... no, tres, peligrosos pero amigables jóvenes alborotadores. Imagina lo que le habrían podido hacer si se hubiera interpuesto en su camino. Y no habría tenido donde esconderse—.

Fin De Flashback

Snape aun sentía que Lupin tenía mucho porque responder, pero las palabras de Charity habían dejado una marca. No era una mala explicación para el comportamiento de Lupin, neutro a menos que estuviera en presencia de los demás Gryffindor, y cuidadosamente ciego ante su conducta. Snape suponía que era posible que Potter y Black lo hubieran victimizado en la privacidad de los dormitorios. La idea de Snape siendo sorteado en Gryffindor y bajo el poder de ellos fue formidable.

Lo que era más irritante que la simple presencia de Lupin en Hogwarts, y aún más irritante que su evidente y creciente popularidad como nuevo profesor de Defensa, era la presunción de Lupin de que ambos eran amigos. Él siempre gravitaba en torno a Snape, y por ende de Charity, en cualquier reunión y en las comidas. Era educado y deferente, y cuidadoso de no sobrepasar sus reclamos territoriales sobre Charity. Y aquí estaba, haciéndolo otra vez.

Charity vio como Snape apretaba la mandíbula y murmuraba—Si.. bueno, es natural, Severus. Tenemos casi la misma edad. ¡Por los cielos, ustedes eran compañeros del mismo año, por dios! ¡Deberíamos ser amigos! —Ella alejó la mirada. Era fácil de decir, pero ella recordaba oír sobre un episodio cerca del lago que había sido verdaderamente terrible...

Snape, con Charity a un lado y Lupin en el otro, sintió que le subía la presión sanguínea, apenas comprendiendo el discurso de Dumbledore sobre la Seguridad de nuestros Jóvenes. Era indignante. Lupin estaba intentando formar una especie de horrible manada para reemplazar a Potter y Compañía, y Snape no permitiría ser manipulado para jugar el rol de lobo alfa.

El muy anticipado viaje al Ministerio no sucedió sin sorpresas.

—Harry Potter—Dijo Cornelius Fudge con una gran sonrisa, enfocando toda su atención en el Niño-Que-Importaba-En-Estos-Momentos. La mayoría de los niños nunca habían visitado el Ministerio, y estaban un poco desorientados, mirando con la boca abierta el alto cielo oscuro y la gran y vulgar fuente en el medio del Atrio. Hermione Granger entrecerró sus ojos al ver tal objeto, apretando sus labios en desaprobación

—Esa es una representación bastante desdeñosa del mundo mágico...—Comenzó ella, antes de ser empujada a un lado por unos bulliciosos adultos. Luces destellaron.

El Diario El Profeta estaba allí: mejor dicho, Rita Skeeter con un fotógrafo asalariado o más bien dicho, un esclavo tras ella. La bienvenida de Fudge al Club de Exploradores fue convertida en una oportunidad fotográfica, y Harry Potter fue arrastrado hacia adelante para estrechar la mano de Fudge para la cámara. Hubo más fotografías: Fudge y Harry; Fudge, Harry y Draco; Fudge, Amelia Bones y Harry; Draco, Hermione y Neville; una fotografía de todos los niños con su patrocinadora, la Profesora Charity Burbage. Rita y su desventurado compañero Bozo los siguieron durante todo el día como sanguijuelas, espiando trozos útiles de conversación, la extraña oración que pudiera ser sacada fuera de contexto, los adecuados elogios aduladores del Ministro.

Draco logro manipular lo suficiente la situación para echar una ojeada a la oficina privada del Ministro: toda madera oscura y brillante, y fragante cuero. Le cerró a Harry un ojo, de seguro imaginándose tras el gran escritorio de caoba con pies de dragón de bronce. Harry admiro el lugar brevemente, mientras pensaba que nada podía ser más horrible que ser su prisionero. Lo que quisiera hacer con su vida, definitivamente no era esto.

—...te lo dejo todo—Le susurro a Draco.

—Gracias. Aunque creo que le pondría al escritorio algo de mármol verde—.

—¿Y quizás un sillón frente al fuego para cuando necesites pensar? —.

—¡Por supuesto! —.

—Vamos—Narcissa se los llevó del lugar, bastante divertida. Ella estaba disfrutando su visita con los compañeros de Draco. Y ahora había conocido a "Granger", que resultó ser una chica. Aunque no había nada de qué preocuparse: los dientes y el cabello eliminaban cualquier amenaza a la pureza de la línea Malfoy. Una chica brillante y muy agradecida con Draco por su consejo. Quizás serviría como futuro material para una confiable asistente...

Las esperanzas de Snape fueron realizadas cuando llegaron al departamento de Juegos Mágicos y Deportes. Mientras que Bagman aún era una celebridad, la visita fue muy aburrida: tablas y gráficos, y no mucho de verdaderos deportes o juegos. Pensó que los chicos en especial, lucían decepcionados. No se resistieron mucho cuando les indicaron que debían marcharse para ir a su siguiente parada.

—Y este es el Sr. Bartemius Crouch, estudiantes, Jefe del Departamento de Cooperación Mágica Internacional—.

—Gracias, Amelia. ¡Qué buen grupo de chicos y chicas! ¿Viajando desde Hogwarts para visitar el Ministerio? ¡Un buen comienzo si quieren trabajar en mi departamento, porque viajamos por todo el mundo! —.

Snape se quedó con la boca abierta y se dio cuenta porque Crouch era tan exitoso como diplomático. El astuto mago claramente había decidido que por este día y en frente de sus colegas, valía la pena ejercer algo de su profesional carisma en este grupo de quizás futuros empleados. Les mostró mapas. Exóticos artefactos mágicos: regalos de gobiernos mágicos alrededor del mundo. Les explico porque deberían intentar aprender algún lenguaje mágico, y porque sería bueno que aprendieran pronto. Los encantó con geniales historias de viajes a lugares desconocidos y aventuras peligrosas. Había preparado folletos impresos, detallando los requisitos necesarios para su departamento.

Y Amos Diggory, en el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas, también entro en el espíritu de todo el asunto. Diggory tendió a favorecer un poco a los estudiantes de Hufflepuff, hablando de ellos sobre su Cedric, pero a todos les mostró posters de personas buscadas en Rumanía, que en la actualidad estaba sufriendo de un resurgimiento de los vampiros. Amos, convencido por Hermione Granger, fue persuadido también para explicarles sobre los requisitos para entrar a su departamento, y luego le dio a cada niño un Gorro Rojo de chocolate en honor a la ocasión. Los chocolates fueron devorados y Diggory se llevó con rapidez a los niños sin detenerse frente a la puerta marcada "Comité para la Eliminación de Criaturas Peligrosas".

—Walden siempre está ocupado—Les dijo, con una sonrisa más bien falsa.

—He oído que utiliza un hacha—Greg Goyle le dijo a Crabbe, en voz fuerte.

Cuthbert Mockridge en la Oficina de Enlace Goblin les dijo algunas palabras en goobledygook y les explico sobre la Importancia de Mantener Relaciones Amistosas. La mayoría de los estudiantes habían oído más de lo querian sobre los goblins en Clases de Historia, pero igual escucharon de manera educada. La Oficina de la Red Flu tampoco fue muy entretenida, pero los estudiantes nacidos muggle aprendieron bastante, y se les dio las reglas y lista de tarifas.

Todos recibieron una intimidante charla de parte de Mafalda Hopkirk en la Oficina de Uso Inapropiado de la Magia. Intimidante y dada en una voz cantarina que amenazaba de horrores a los delincuentes. Los estudiante se pusieron inquietos y Snape se encontró alejándose un poco de ellos.

La sorpresa de la Mañana la dio la Oficina de Mal Uso de Artefactos Muggle. Arthur Weasley tenía un juego de ajedrez hechizado para mostrarles a los niños que hizo que ellos se murieran de risa. Había una pelota de futbol hechizada que causó que Dean Thomas y Seamus Finnigan dieran una demostración improvisada de cómo era tal juego muggle. La pelota, cuando era pateada, rebotaba de vuelta, golpeando al jugador. Después de unos cuantos intentos, Dean y Seamus se rindieron, prometiéndoles que les darían una "demostración apropiada con una buena pelota" en otra ocasión.

Pensando que los niños no se estaban tomando el problema en serio, Arthur les mostró algo "más amenazador".

—Y esto, estudiantes, no es nada para reír. Esto es llamado revolver—.

—Es una automática—Murmuró Snape. Justin dijo lo mismo, sólo que más fuerte.

—Esa es una automática: todo lo que tienes que hacer es jalar el gatillo, una vez que está cargada—Noto que los demás estudiantes los miraban y dijo—Bueno... mi papá tiene una. Viaja a todo tipo de lugares no muy seguros, por su trabajo—.

Arthur estaba escuchando con atención—Si, gracias, es muy útil tener un experto en el tema. En todo caso es una pistola. Es una especie de varita muggle, y dispara perdigones de plomo llamadas balas por este lado cuando aprietas con tu dedo aquí, que se llama gatillo—.

—¿Acaso la gente no puede esquivar los perdigones? —Pansy preguntó con desdén—Se ve tan torpe—.

—Ah—Le advirtió Arthur, con gran emoción—¡Pero las pistolas las lanzan con una velocidad increíble y gran ruido! Es un arma muy peligrosa. Esta es aún más peligrosa, porque esta maldita para disparar por el lado equivocado. Creo que el punto de la maldición era matar a quien disparara—.

Seamus lo miro con la boca abierta—Creo que esa sería una gran sorpresa—.

—Oh, sí. Si, así es. Fue una gran sorpresa, y necesitó una gran número de Aurores y Obliviadores para poder lidiar con las consecuencias de la sorpresa—.

Los estudiantes pensaron en eso un momento.

—¿Muchos de los muggles tiene este tipo de varitas? —Quiso saber Nott.

—Mayormente de las más grandes—Les dijo Arthur—Eslopetas y riflos. Muy peligrosas. Las eslopetas disparan una lluvia de perdigones y no es necesario tener buena puntería—.

—Esa es una idea muy interesante para un hechizo—Considero Harry—Un hechizo como una nube o una lluvia de hechizos. Esa sería un arma muy útil. ¿Usted conoce algún hechizo así? —Le preguntó a Snape.

—No—Respondió Snape pensándolo bien—En realidad es una idea interesante. Algo así sería más fácil de conseguir con una poción y un atomizador para esparcir el efecto—.

Harry asintió. Algunos de los estudiantes encontraron la conversación bastante peculiar.

—Escucha a ese Potter—Mandy Brocklehurst le siseo a Zach Smith—Ya es prácticamente el aprendiz de Snape. Un par espeluznante, hablando sobre nubes de hechizos. No me gustaría darle la espalda a ninguno de los dos—.

El almuerzo fue arreglado para los estudiantes en el comedor de los empleados. El mismo almuerzo para todos, para evitar problemas y complicaciones.

—Pastel del pastor—Se quejo Ron—Papá dice que siempre sirven pastel del pastor los viernes. Dice que es pastel hecho con verdaderos pastores—.

Un número de tenedores fue dejado a un lado, y más atención fue enfocada en los panecillos y galletitas. Crabbe y Goyle intercambiaron miradas, se encogieron de hombros y siguieron comiendo.

—Está bien bueno, de todas formas—Opino Crabbe.

La pieza de resistencia del día fue la visita al Departamento de Ley Mágica. Muchos de los estudiantes estaban interesados en esto. Amelia Bones estaba en su elemento, mostrándoles las salas de audiencias, los laboratorios de análisis mágicos e incluso les permitió la entrada a una celda (cuidadosamente aseada). Jugar al peligro era un pasatiempo agradable para una tarde de viernes. Justin y Ernie se pusieron tontos confesando todo tipo de crímenes horrendos. Y no pudieron convencer a Daphne y Morag de que se acercaran a la celda.

A Hermione y Terry Boot les gustaron los laboratorios, y se quedaron allí un rato, haciéndoles preguntas a los magos y brujas. Los estudiantes visitaron la Oficina de Obliviacion (¡No olviden estos importantes pasos!) y quedaron debidamente impresionados. Una de las brujas tenía la fotografía de un buen mozo mago en su escritorio.

—Ese es Gilderoy Lockhart—Dijo emocionada Lisa Turpin—Es un famoso cazador de monstruos. ¿Lo conoce? —Le pregunto a la sonrojada bruja del ministerio.

—¡Claro que sí! —La bruja le dijo a la chicas—Él solía trabajar aquí, antes de ser famoso. Se sentaba justo allí—Apuntó a un escritorio cerca de la puerta, ahora ocupado por un corpulento mago mayor. Todas las chicas miraron el lugar en asombro.

—Gilderoy Lockhart—Lisa repitió con reverencia. Ella y sus amigas chillaron y se tomaron de las manos.

Harry escuchó a las chicas hablar y le preguntó a Draco—¿Quién es Gilderoy Lockhart? —.

Ron interrumpió—Un idiota—.

Draco bufó y luego rió—Cierto. Un idiota—.

—Afirma haber matado todo tipo de demonios, vampiros y otras criaturas. A mamá le gusta—.

—Supongo que las chicas piensan que es buen mozo—Comentó Harry. Se preguntó si el mago era alto. A las chicas parecían gustarles los hombres altos.

—Padre piensa que es un verdadero fraude—Susurro Draco.

Aunque no es voz tan baja. Narcissa se les acerco y susurro—Y tiene razón—.

Luego se dirigieron a la Oficina de los Aurores. Una sala de entrenamientos, con objetivos, estaba disponible, y se instó a cada estudiante a la lanzarle un hechizo al maniquí con la forma de un mago oscuro. Aquí también, los requerimientos académicos fueron explicados.

—¿Pero por qué necesitamos un EXTASIS en Pociones? —Se quejó Michael Corner—¡Si uno lucha con un mago oscuro, no te vas a detener para tomar el té con él! —.

Snape lo fulmino con la mirada, y preparó una respuesta aplastante, pero no fue necesario.

Amelia Bones estaba allí. Ella leyó el nombre del chico con desdén—Sí, muy gracioso. Señor... Corner—Luego ella explicó, con absoluto detalle, porque un Auror debía ser capaz de identificar una amplia gama de pociones: no sólo venenos que podían ser ingeridos, sino además venenos de contacto, venenos esparcidos por aire, y los antídotos que un Auror debía poder recordar en cosa de segundos. Y luego les mostró fotografías de lo que sucedía de no hacerlo.

Fue motivo de reflexión, aunque suponía que nadie querría comer en el futuro próximo.

La puerta se abrió de golpe y una descomunal figura entro cojeando—¿Oí que tenemos nuevos reclutas? ¡Supongo que necesitarás un poco de ayuda con este lote, Amelia! —.

—¡Ojo Loco Moody! —Gritó Neville y luego se cubrió la boca con una mano horrorizado.

Harry también estaba horrorizado. El viejo mago parecía haber sido atropellado por un tren y luego rearmado por una costurera.

—¡Alastor! —Le dio la bienvenida Amelia—Le estaba mostrando a los chicos de Primer Año de Hogwarts el lugar. Ya conoces a mi sobrina Susan y a su amiga Hannah Abbott. Estos son Neville Longbottom, Ron Weasley, Harry Potter...—.

Moody le dio una gran sonrisa: que fue una vista horrible. —¿Harry Potter? ¿Quiere ser un Auror Sr. Potter? Podrías querer algo peor. ¡Los Aurores me hicieron el hombre que soy hoy! —.

Harry considero el mapa de cicatrices, el ojo que giraba y la pata de palo en el desastre frente a él. Considero huir hacia la puerta—Es... bueno saberlo—.

Traductor: Fadamaja

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