Sugar Daddy perfecto (MewGulf)-I

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Gulf Kanawut es un chico alegre, le gustan las fiestas, bailar, beber y disfrutar de buena compañía. A sus cortos 16, casi 17 años, las fiestas le parecían lo mejor de este mundo, quedarse hasta las 3 de la mañana, de vez en cuando, era suficiente para pasarla más que bien, la escuela no era algo que le importase mucho... 

Un sábado, llegó a su casa después de una fiesta a las 4 de la mañana, el pelinegro estaba mareado y sus pasos poco silenciosos hasta su habitación y uno que otro adorno que iba cayendo al suelo. Para su "mala suerte" sus padres estaban en casa ese día, después de mucho tiempo, y se levantaron al escuchar tanto ruido.

Que un joven de su edad esté a esas horas fuera de casa, es peligroso. 

Que llegue borracho, era algo que obviamente no iban a seguir permitiendo.

Que gaste dinero para ir con un atuendo nuevo de las mejores marcas, cada fin de semana y pague absolutamente todas las bebidas de sus amigos les pareció innecesario, no lo peor de todo, ya que si bien el dinero abundaba, no era para que él lo desperdicie de esa forma, lo que más les preocupaba era el camino que estaba tomando su hijo al descuidar tanto sus estudios y su salud a beber alcohol a esa edad. Todo era un desastre para ellos y lo iban a corregir.


🌻💙🌻💙🌻


—Mild, obviamente no me acostaré con cualquier viejo o vieja para que me dé el dinero que necesito.—contestó el chico más popular de la secundaria y alma de las fiestas.

Sus padres le habían quitado todas sus tarjetas para que dejara de gastar el dinero y no podría ir a las fiestas, ya que tenía controladas sus horas de llegada y salida. Solo le permitían salir con Mild, lo conocían hace tiempo, el chico era de buena familia y era mucho más responsable que su único vástago.

—Gulf, dijiste que no trabajarías, así que no veo otra manera de resolver tu problema de dinero, si no quieres conseguir un "sugar daddy", entonces tendrás que estudiar mucho y dejar de ir a todas las fiestas hasta mejorar tu promedio.— trató de hacerlo entrar en razón.— No siempre puedo prestarte dinero.

—¡Ah, maldición!—Gulf no quería escuchar la palabra estudiar por un buen tiempo.

—Bueno... nadie dijo que tiene que ser tan viejo, solo tiene que tener dinero y ya, no vas a buscar a alguien mayor de 40 años ¿no?—rió el amigo de Gulf.— hay muchas personas que ganan mucho dinero y no son tan mayores.

—¿Y dónde voy a conseguir un chico joven, hermoso y que tenga mucho dinero? — preguntó Gulf. Poco le importaba si la persona que le gustara fuese hombre o mujer, sin embargo tenía cierta preferencia por los chicos.

—Pues, no lo sé... pero ya no pienses en eso ahora, hay que ir a mi casa para ver qué tenemos de tarea.—Mild no se escapaba de las fiestas que se organizaban en la secundaria pero tampoco era mal estudiante.

—¡Al diablo la tarea, quiero que me ayudes, Mild! — gritó. Sentía que iba a morir si no iba a otra fiesta el fin de semana.

—Entonces sigamos el camino y allá pensamos.— el más bajo por unos centímetros quería mucho a su amigo pero debe aceptar que cuando se pone en ese plan es un poco insoportable, así que prefiere postergar su conversación con él.

Al llegar a casa de Mild, los jóvenes de 16 años se pusieron a hacer sus tareas en contra de la voluntad del más alto.

—Gulf... ¿puedes ir a ver quién toca la puerta?— el menor solo estaba copiando las resoluciones del otro, así que... ¿por qué no mandarlo a hacer algo más productivo?

—No soy tu sirviente, Mild ¿dónde está la gente del servicio o tus padres?

—Oh, ellos salieron de viaje, no sé exactamente cuándo regresen, así que dejaron que los del servicio solo vengan un par de horas a limpiar, cocinar para mí o lo que sea, yo también sé cocinar y la despensa siempre está llena, no tengo problemas en quedarme aquí.

Gulf sabía lo que era estar solo, sus padres también pasaban bastante tiempo fuera de casa... se sacudió y  acatando la orden de su amigo fue a ver quién era.

—Buenas tardes, soy Mew Suppasit, primo de Mild ¿puedo pasar? — habló un chico alto de cabello rubio, piel blanca y extremadamente guapo a la vista de cualquiera. Gulf ya no estaba arrepentido de haber bajado a abrir aquella puerta.

—Bu-buenas tardes.—Gulf quedó embobado con la persona que tenía ante sus ojos, el chico apenas más alto que él se veía como un modelo de esas marcas de ropa que solía comprar, en ese terno celeste entallado se veía extremadamente sexy, dejando ver una parte de su clavícula y su pecho debido a que llevaba una camisa blanca con cuello V.—¿Primo de Mild? — Sus ojos vagaron deleitándose con el cuerpo del otro.

"¿Cómo es que Mild y él son familia?"

—Sí ¿Eres nuevo aquí?— preguntó Mew creyendo que Gulf era parte del servicio.—¿No eres muy joven para trabajar? Pareces de la edad de mi primo.— al ver unos segundos más el rostro del confundido joven se dio cuenta de que este no parecía tener más de 18 años.

—Phi, soy amigo de Mild, no trabajo aquí pero puedo servirte lo que tú quieras.— respondió con una de sus más encantadoras sonrisas y mordiendo la parte interna de su labio inferior.—Pero pasa, iré a llamarlo, ponte cómodo.— lo invitó a pasar. Definitivamente tenía que llamar su atención, delicias así no se encuentran todos los días.

—Lo siento y gracias, eres muy amable.—el mayor entró con una maleta y se acomodó en uno de los sofás de la sala. Gulf cerró la puerta y se quedó observando un poco el cuerpo contrario.

—Vuelvo enseguida.—el rubio asintió sonriente y el menor fue a buscar a su amigo y bajó junto a él, por nada se perdería ver unos minutos a tal perfección de hombre.


🌻💙🌻💙🌻


—P'Mew, él es Gulf, mi mejor amigo, vamos en la misma escuela.— los presentó Mild.

—Mucho gusto, Gulf.—le dio una mirada al menor y este asintió.— Cometí un error y creí que trabajaba aquí.— se dirigió a Mild.

Mild estalló de risa al escuchar esto.— Por Buda, jajajaja, Gulf ni siquiera quiere hacer sus tareas y va a trabajar.— volvió a reír el menor.

Gulf le dio un pellizco a su amigo disimuladamente para que Mew no lo viese, le dio una mirada asesina y volteó para defenderse ante él mayor, no quería quedar mal con un chico tan apuesto.—P'Mew, no le creas, en realidad soy responsable, solo que quizás no me va tan bien en matemáticas.— se excusó con la cara y la voz más angelical del mundo.

—Mild, no deberías hablar mal de tus amigos.— sonrió divertido.

—Ok, ok... entonces a qué viniste primo.

—Bueno, ya que tus padres no estarán por un mes al menos y como trabajaré en su empresa, me permitieron quedarme aquí y asegurarme de que su pequeño hijo esté bien, mientras encuentre un departamento a mi gusto.— contestó Mew.— Aunque ellos no estén tanto tiempo contigo se preocupan por ti.— sabía que Mild podría sentirse solo pero sus padres amaban su trabajo y eso les ayudaba a darle a su hijo lo mejor.

—Sí, yo entiendo.— dijo con pena el menor, aunque no lo admita en voz alta sus padres le hacían falta.

—Pero bueno chicos ¿qué hacían antes de que yo llegara? — preguntó tratando de alegrar el ambiente el más alto.

—Estábamos haciendo tarea.—contestó Gulf.

—¿Tarea de qué? —volvió a preguntar el mayor.

—Matemáticas...— dijo con un gesto de aburrimiento Mild, ya que obviamente Gulf no sabía ni siquiera los cursos que le tocaban ese día.

—Entonces puedo ayudarlos, si no tienen más que hacer después de eso podemos salir los tres, me apetece pasar un buen rato antes de trabajar en la empresa.— dijo animado Mew.

Los dos amigos aceptaron y dejaron que el mayor les explique algunos temas que no sabían, al par de horas fueron a un centro comercial a comprar helados y Mew les pidió ayuda a los chicos para comprarse ropa.


🌻💙🌻💙🌻


—¿Crees que me quede bien esto? lo usaré para mi primer día en la empresa.—le mostró un saco y pantalón color beige, una camisa blanca y una corbata negra.

—Sí, P'Mew, eres muy guapo y sin duda te quedará fantástico.— dijo Gulf con un brillo en sus ojos mientras se imaginaba como le quedaría todo en P'Mew.

—Gracias, Nong ¿no comprarás algo para ti? — preguntó el mayor ya que su primo al entrar a la tienda corrió por unos pantalones que estaban de moda y a punto de agotarse.

—No, P'Mew, no traje dinero suficiente para eso.— contestó el menor bajando la cabeza.

—Sus padres lo dejaron sin dinero hasta que mejore sus notas y para que no salga a fiestas.— dijo susurrando Mild, cuando llegó y escuchó lo que le decía Gulf a su primo, pero su amigo llegó a escucharlo también.

—¡Mild, no tenías que contarle eso! — reclamó avergonzado.

—Nong, no te preocupes ¿sabes? todos tenemos una época en la que queremos ser libres y no tener responsabilidades, son etapas pero tienes que aprender que no siempre puedes estar así, tienes que madurar.— sonrió y puso una mano en su hombro en señal de apoyo.

Viniendo este consejo de aquel hombre, Gulf se rindió ante la palabra madurar y se esforzaría por ser mejor o para que Mew lo viera como alguien mejor.

—Sí, P'Mew, tienes razón... he dejado de lado mis responsabilidades.— la sonrisa de Mew podía convencer a cualquiera.

—Supongo que se les dificulta matemáticas a los dos pero cualquier duda que tengan me pueden preguntar a mí cuando no esté trabajando... puedo ser algo así como un tutor.— sonrió amablemente el mayor.

Ante tal ofrecimiento el menor no pudo negarse y su amigo tampoco, Mew era el ser más guapo, inteligente y comprensivo de la Tierra, el hombre perfecto y esta era una oportunidad para acercarse a él.

Suppasit es de las personas que es amable con todo el mundo pero sentía que el menor le recordaba a él cuando tenía su edad, despreocupado y algo rebelde, pero con un gran corazón, así que tomó las palabras del chico como sinceras. 

El rubio decidió comprarle una camisa que vio que le gustó a su Nong para animarlo. Este gesto fue retribuido con un cálido abrazo de parte del menor, si Mew se ofrecía a ayudarlo en todo momento quién era él para negarse, así, poco a poco, lograría entrar completamente en su corazón y obtendría lo que quisiera. Por ello, Gulf iba a casa de Mild todos los días después de la escuela, ya que el primo de su amigo los recogía para llevarlo a su casa. Aquellas tardes se esforzaría mucho en resaltar todo el encanto que sabía que tenía para que en un futuro no le negara nada.


-----🌻 Dos semanas después 🌻-----


—¿P'Mew, podrías explicarme este ejercicio de nuevo?— Gulf se acercó al mayor, quizás demasiado, sus piernas estilizadas, apenas cubiertas por un short color blanco, chocaban contra las del mayor.

—Claro, pequeño.— Mew lo trataba como si fuera un hermano de verdad, incluso estaba más pendiente de él que de Mild, pero comenzaba a sentirse atraído desde hace unos días, nadie podía negar que ese chico realmente tenía un buen cuerpo.

—Gracias P'Mew —el menor sonrió—...eres el mejor...— susurró para luego darle un beso en la mejilla durante unos segundos, lo cual hizo sonrojar a ambos. Gulf tenía razón, esa piel era suave como el algodón y ahora estaba completamente seguro de que el perfume que Mew usaba lo volvería loco y en cualquier momento no soportaría más y lo besaría.

—Chicos, a-ahora vuelvo ¿quieren algo de comer?— dijo para salir de la habitación y alejar de sus pensamientos esos labios gruesos, tan provocativos.

—No, nada.— dijo Mild, quien estaba tratando de terminar el último ejercicio de álgebra.

—Yo quisiera un helado de fresa con muchas grageas de colores y cobertura de chocolate.— habló Gulf haciendo un puchero.

—Gulf, no hay eso en la casa.— contestó rápidamente el más bajo de los tres.

—No se preocupen, puedo ir a comprar lo necesario y lo prepararé aquí para que no se derrita.— los menores aún tenían tareas por hacer y no los quería distraer con una salida— ¿seguro de que no quieres nada, Mild?— el mayor se levantó de su asiento.

—No, P'Mew, gracias.

El mayor se fue seguido de Gulf, que lo acompañó hasta la puerta "muy amablemente".

—Gulf, ¿podrías dejar de ser así con P'Mew? te ves demasiado disforzado.—dijo Mild apenas vio al otro regresar.

—Mild ¿qué más puedo hacer para llamar su atención? Él es perfecto.—suspiró.

—¿Perfecto para qué? tú solo lo ves como un sugar daddy, no creas que no me he dado cuenta de que le pides cosas indirectamente y él, como es muy amable o demasiado tonto, te las compra.— dijo un poco enojado Mild.

—Mild, pero habría que estar ciego para no darse cuenta... sería el sugar daddy perfecto, y eso que no solo tiene como atractivo el dinero, él es inteligente, un caballero y tiene un cuerpo que...

—¡Cállate Kanawut, pareces una niña hablando de su primer novio!— el mencionado no contestó como normalmente lo hacía, estaba en una nube pensando en Mew Suppasit. 






Llevo tiempo queriendo hacer un MewGulf con esta temática y espero salga bien  :) 

 Tengan linda semana 💙💙💙💙

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