Capítulo 3

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" Es el mismo dolor de una daga que apuñala en mi pecho. Nadie puede remplazarte. Nadie."
EXO

—¿Por qué mierda estás aquí Taehyung? - todos habían dejado libre el camerino y ahora los únicos que quedaban encerrados en esa pequeña habitación eran Jungkook y Tae.

Taehyung observó a Jungkook colocarse varios anillos en los dedos de su mano derecha antes de subir su mirada hasta la cara de este. Parecía crispado y a punto de estallar, sin duda se encontraba molesto sin embargo había algo en sus gestos que empujaban al hermano de Hoseok a seguir presionando. Quería encontrar la respuesta a todas esas preguntas que cruzaban su cabeza desde el día en que Kook abandonó la casa en la que solían vivir los cuatro juntos.

—¿No puedo estar aquí? - Taehyung se libró de su abrigo ante la mirada atenta de Jungkook y sonrió antes de subirse las mangas de la camisa marrón. Sabía que tenía la atención del chico, el motivo le importaba realmente poco.

—¿A qué estás jugando? - Jungkook realmente estaba confuso. En dos años enteros Taehyung se había alejado dejándole el espacio que siempre había querido pero desde el día de la cena su manía por perseguirlo a todos lados parecía estar regresando.

—¿A qué estoy jugando yo? - Taehyung sonrió alcanzando una de las bebidas que los compañeros de Jungkook habían dejado sobre la mesa, antes de beber alzó la botella de cerveza hacia Kook con la ceja levantada. Había algo distinto en su mirada, algo que lo diferenciaba del muchacho que hace dos años solía esconderse del mundo - ¿No te lo he dicho? Hoseok me envió a darte algo pero realmente no puedo entregarlo antes de tu espectáculo, no soy cruel. No soy como tú Jungkook.

Jungkook bufo, su paciencia tenía una extensión realmente corta y pequeña, Taehyung sabía cómo empujarlo hasta el límite provocándole con asuntos del corazón. Y aún así no podría culparlo, él fue el primero que jugó con el amor.

—Dilo ahora Taehyung, no habrá ninguna diferencia entre el antes y el después.

—¿Podrás trabajar si lo hago? - la mirada de Taehyung regresó a la tranquilidad, incluso si quería mostrarle a Jungkook su gran cambio, todavía seguía siendo un muchacho sensible al que no le gustaba dañar a nadie - Ve, acaba tu actuación y entonces te lo diré. Creo que será lo mejor.

No había cambiado tanto, a pesar de su fachada de chico maduro y retador aún quedaba en lo superficial su miedo, que nunca se separaría de su débil mente.

Jungkook fue el primero en rendirse esa noche y Taehyung supo que más tarde se arrepentiría de su intento de parecer duro cuando viese a Kook llorar. Hoseok y Yoongi nunca debieron elegirlo como testigo de la boda, lejos de ayudarle a olvidar un amor no correspondido lo estaban empujando al dolor. Solo había dos posibilidades, podía superarlo o hundirse por completo. En la mente de Tae la segunda de las opciones no debería existir en esa situación, nadie debería causarle a otro sufrimiento siendo consciente de ello. Aún así no se echó hacia atrás, demasiadas preguntas y ni una sola respuesta. Taehyung estaba dispuesto a conocer por completo al Jungkook real que habitaba en el cuerpo de ese chico frío y orgulloso. Al Jungkook que decidió amar a Hoseok y dejar ir su amor para asegurar la felicidad de Yoongi. Ya sabía que era un buen humano. Ahora necesitaba saber si también era una buena persona o solo un chico perdido sin sentimientos puros.

Un suspiró más abandonó la boca de Taehyung ese día antes de dejar el camerino y caminar hacia el local todavía con la botella de cerveza medias en su mano. Las luces rojas ocuparon su atención total, a juego con la música y las personas que lo rodeaban sus pies parecían moverse solos. Sentía ganas de saltar.

—¿Eres el amigo de Yugyeom? - Tae dió un paso atrás cuando un camarero se acercó de la nada. Aunque dudo al inicio, después de unos segundos decidió asentir - No te preocupes, él me ha pedido que te consiga una buena mesa con vistas al escenario.

Asintió, aún con la mirada en todo lo que lo rodeaba Taehyung caminó tras el camarero y agradeció gentilmente cuando este le señaló una mesa situada cerca del escenario principal. Las luces habían cambiado y ahora mostraban un tono liláceo que recaía sobre los muchachos que ya se encontraban sobre el escenario. Jungkook se encontraba entre ellos, con la vista concentrada en un punto concreto y la camisa perfilando su trabajado cuerpo. Bajo las luces parecía mucho más masculino. Sus labios carnosos, su mirada brillante y el flequillo moviéndose sobre su frente con la suave brisa de su respiración. Había algo que atraía más que nunca la mirada de Taehyung hacia Kook cuando lo veía así. Sus manos habían comenzado a sudar y se encontró de nuevo con los pensamientos sucios recorriendo su mente.

Taehyung había imaginado muchas veces lo bien que se sentiría desabotonar uno a uno los botones de una camisa de Jungkook, sabía que probablemente el chico poco a poco se dejaría hacer sin luchar. También sabía que en cuanto pellizcase levemente uno de sus pezones lo tendría a sus pies suspirando, buscando un contacto que acabase con la calor de su entrepierna. Por un momento sonrió con cinismo, mierda, conocía poco de Kook pero aún así le llegaba para formar imágenes completas en su cabeza. ¿Hasta dónde podría llegar su imaginación si lo llegase a conocer por completo? Quizás ni tan siquiera la necesitaría.  

—Perdone de nuevo - el camarero volvió a acercarse sin embargo esta vez Taehyung no reaccionó de forma exagerada - ¿Quiere tomar algo?

Taehyung palpó su bolsillo. Después de haberle dado a Baekhyun todos los objetos de valor solo le quedaban unas monedas.

—Otra cerveza estaría bien por favor - respondió con una sonrisa amable.

En menos de lo que le llevó al camarero asentir y girarse, la música comenzó a sonar. Sus ojos atentos volaron de nuevo hacia Jungkook quien también parecía haber llevado su atención hasta él. Mientras el chico bailaba Tae sintió la necesidad de cruzar sus piernas y respirar lentamente, su deseo por Jungkook seguía vivo al igual que su amor.

Taehyung posó los papeles sobre la mesa del camerino mientras Jungkook se cambiaba, sabía que la noticia le afectaba pero no podía seguir retrasando algo que sabía que de una manera u otra llegaría hasta él. Prefería contárselo en ese instante en lugar de dejar que Yoongi lo llamase.

—¿Qué se supone qué es esto? - Jungkook tomó los papeles protestando incluso antes de comenzar a leerlos.

Taehyung se mantuvo en silencio observando cómo las expresiones pasaban a través de los ojos de Jungkook, definiendo cada uno de sus sentimientos. Notó el dolor en su mirada, vió la brillantez de las lágrimas en sus pupilas y cuando Kook fingió rascarse los ojos con las palmas de las manos, supo que lo había entendido.

—Quieren que sea testigo de su boda en Europa… - susurro.

—Lo sé, es un poco rebuscado. Lee bien los papeles, si estás de acuerdo Seokjin puede explicártelo bien todo. Guárdalo.

Taehyung se apartó de la pared en la que había estado apoyado y aún con las manos en un puño, escondidas en los bolsillos de su pantalón, se acercó a Jungkook.

—Ellos se quieren de verdad Jungkook, si tienes dudas acerca de hacerlo o no piensa en eso. El amor es algo muy valioso que no todos pueden experimentar en este mundo, si depende de ti deberías…

—El amor es una mentira, como casi todo en este mundo - fue ahora Jungkook quien dejó escapar un suspiró antes de salir del lugar con los papeles en la mano.

Taehyung no pudo evitar seguirlo de cerca, seguía preguntándose cuánto duraría el amor de Kook por Hoseok. Yoongi había mencionado que se trataba de confusión, que Jungkook no quería a Hoseok sino la atención que este le proporcionaba. Pero Tae estaba seguro de que había más que simple confusión en el pobre corazón de ese chico, había amor de verdad y quizás también admiración.

Incluso sin decir nada sus pasos siguieron a Jungkook a cada instante, se mantuvo tras él mientras atravesaban el local, también en las calles e invernales calles de Seúl. Camino con él por cada callejuela hasta llegar de nuevo a ese viejo edificio. No sabía si Kook había notado su presencia o no pero no escucho protesta alguna cuando siguió caminando tras él por las escaleras del portal o cuando cruzaron el puente uno al lado del otro, ambos con las manos escondidas en los bolsillos, el vapor saliendo de sus bocas y los labios rojizos por las bajas temperaturas.

—Jungkook - susurró Taehyung antes de ver como este abría la puerta - Me gustaría experimentar algo nuevo.

Jungkook se limitó a mirarlo sin decir nada. Taehyung sabía que era el peor de los momentos para realizar una petición como esa pero por alguna vez siguió adelante, incluso sabiendo que solo obtendría a cambio una mala reacción de parte del muchacho.

—Déjame vivir contigo - en cuanto Jungkook trató de cerrar la puerta Taehyung lo frenó posando sus dos manos sobre la madera de esta - Escúchame por favor. Siento que me ahogo en mi casa, dame la oportunidad de ver algo distinto y crecer. Ni siquiera notarás mi presencia.

—¿Ni siquiera notaré tu presencia? - Jungkook rió con cinismo - ¿Qué es lo que te ahoga Taehyung? ¿El dinero? ¿La universidad completamente pagada o tus problemas de chico rico quejica? Vuelve a tu vida Tae, no sirves para esto. No aguantarías ni dos días seguidos en esta casa.

—Hoseok también descubrió en el pasado como es vivir con lo justo. ¿Por qué es tan descabellado que quiera seguir sus pasos?

—Porque tu no eres Jung Hoseok. Solo eres su débil, inútil e insoportable hermano pequeño.

Tras eso la puerta se cerró con estruendo. Taehyung no logró reaccionar lo suficientemente rápido en ese caso para frenar la, al igual que tampoco logró frenar sus lágrimas. Podría esconderse en la mentira de que su casa lo ahogaba durante días pero lo cierto es que sólo quería ver cómo Jungkook vivía, quería saber si estaba bien o si por lo contrario su nevera estaba vacía y sus ducha eran de agua fría.

—Jungkook abre - dijo sentándose en el pasillo situado ante la entrada de su puerta - Hoy hace frío.

Sin embargo Jungkook no abrió la puerta tras esa petición, tampoco lo hizo con las siguientes ni en las próximas cuatro horas.

Un teléfono sonó en un oscuro pasillo decorado con la silueta de un chico encogido por el frío.

—Taehyung, aún no has regresado a casa. ¿Estás bien? ¿Quieres que te recogía? - la voz de Hoseok sonaba preocupada a través del teléfono móvil.

Tarhyung respiró profundamente antes de contestar.

—Esta noche me quedaré con Jungkook, no te preocupes por mi Hobi. La casa es más cálida de lo que lo era antes.


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Pido perdón por el capítulo tan corto, estoy con conjuntivitis y eso provoca que me piquen mucho los ojos así que estar expuesta a una pantalla no es la mejor opción.

Espero de todas formas que os haya gustado. Por cierto, ¿Baekhyun con Taehyung os agrada? Digo... Quién sabe, puede que haya un triángulo amoroso creciendo en mi cabeza.

Un beso, Mel 😘

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