Capítulo 7

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“ Y todos los días aprendo algo de ti, las cosas que nadie ve. Y el fin llega demasiado rápido como si soñara con ángeles. “

- The XX

Jungkook tardó varios minutos en ir hacia su habitación y tomar una chaqueta cualquiera para salir detrás de Taehyung. A pesar de que las dudas seguían sobrevolando su cabeza y haciéndolo sentir como un verdadero idiota, simplemente decidió ignorar a esa parte de él que siempre lo llevaba a ignorar lo que realmente quería. En lugar de preguntarse una y otra vez en silencio cuales podrían ser las consecuencias de demostrarle a Tae que a pesar de todo lo dicho aún seguía teniendole aprecio y por supuesto se preocupaba por él, esa noche prefirió pensar en que si algo malo le sucedía podría ser en buena parte por cómo lo había tratado. Taehyung necesitaba vivir con una persona razonable y Jungkook era más bien visceral, más impaciente que cualquier otra persona que ese chico conozca.

Todavía había frío, los días de otoño estaban llegando a su fin y dejando con ellos las marcas que indicaban el inevitable comienzo del invierno. Las luces de neón reflejadas en las charcas del suelo, las personas portando abrigos abultados y el vapor de las respiraciones ajenas formando nubes temporales en el aire. A pesar de que la música sonaba con fuerza en los bares o las risas cubrían las calles, el ambiente no era festivo para Jungkook. Él conocía los secretos de terror que las noches podían ocultar en esa zona de Seúl para los chicos inocentes, para personas como Taehyung ser engañados resultaba sencillo pues sus corazones nobles no tenían cabida en un lugar como ese.

Jungkook observó a las personas durante casi dos minutos hasta que localizó el cabello, largo y revuelto por el viento frío, de Taehyung. Dejó escapar un suspiro de su boca antes de corretear hasta Taehyung, con las manos enterradas en los bolsillos caminó al lado de este quien parecía demasiado entretenido con el entorno como para notarlo. Algunos mechones de su cabello se habían soltado del moño que llevaba y volaban frente a sus ojos.

—¿Qué es lo que os causa curiosidad de esto? - Jungkook habló poniendo la vista en los mismos sitios que parecían llamar la atención del hermano de Hoseok. Taehyung tardó unos segundos en girar la cabeza pata mirarlo, en sus ojos verdes se reflejaba cada destello de luz - Quiero decir, Hoseok también hizo esto en el pasado. Dejó por un tiempo su mansión y lujos para vivir como Yoongi y yo lo hacíamos. ¿Qué os resulta tan sumamente divertido de esto TaeTae?

Taehyung dejó escapar una sonrisa de sus labios levemente oscurecidos por el frío de la noche.

—Hemos vivido toda nuestra vida en una burbuja de cristal Jungkook. Cuando te encierran y te dicen que de esa forma estarás a salvo del exterior, comienzas a tener miedos, temes salir de la comodidad, te haces preguntas constantemente y los “y si… “ comienzan a comer tu cabeza. Entonces piensas que te gustaría ver el mundo real, romper esa burbuja que comienza a causarte claustrofobia. En ese instante el miedo es mucho más grande… Pero debes decidir si caminar hacia delante, quedarte en el punto en el que estás porque a pesar de no ser feliz es cómodo o dejarte caer. Se trata de sobrevivir, adaptarse o morir a veces no es una opción. Y cuando adaptarse es algo impuesto quizás lo que más deseas tener es justo lo contrario a lo que tienes.

La mirada de Jungkook fue desde la boca de Taehyung hasta los ojos de este, en ocasiones le daba la sensación de que mientras Tae había madurado y crecido en muchos sentidos, él seguía estancado en su mundo de cabezonería. El mayor problema era, como había dicho Taehyung, que muchas personas deciden no salir de la burbuja. Porque aunque no son felices, al menos se sienten cómodos en el encierro que está supone. Sin nadie que pueda lastimarte, nada que te de la sensación real de estar viviendo.

—Bueno, es mejor que la explicación que diste la primera vez que pregunte. Supongo que no es curiosidad sino una mezcla de esta y la sensación de que necesitas escapar de tu propia realidad para despejarte - en ese instante Jungkook no quería discutir. Lo único que pretendía era comprender un poco más a Taehyung y llevarlo de vuelta a casa - Puedo entender esa parte.

Taehyung dejó escapar una pequeña sonrisa y miró a Jungkook a los ojos. Era consciente de que ese chico que decía no querer cruzar ni una sola conversación con él, había salido de la casa y dejado sus estudios a un lado para alcanzarlo. No sabía si lo hacía por Hoseok y su necesidad de lograr que este se sintiese orgulloso o tal vez porque Kook se preocupaba más de lo que admitía. Fuera como fuese, su corazón parecía sentirse mucho más cálido ahora que latía con esa fuerza desbocada que sólo Jungkook lograba provocar.

Durante varios minutos caminaron en silencio, Taehyung no pretendía ir a ningún lugar concreto ya que ni siquiera conocía bien las calles que lo rodeaban. Su idea desde el inicio había sido la de desconectar pero contra todo pronóstico el ambiente consiguió tensarlo levemente. Si bien no había visto actos de violencia si sentía gritos dentro de los bares o podía observar como algunos borrachos caminaban con la botella aún en la mano mientras sus pies buscaban un camino fijo que no dejaba de derivar en un zigzag desesperante para estos.

—Te dije que no este no es un sitio bonito, las luces de neón pueden tener su encanto siempre que no sean acompañadas de olor a alcohol y malas caras. Seúl tiene sus zonas bonitas incluso en el estruendo de la ciudad pero si te paras a pensar en este tipo de barrios… No hay ningún tipo de belleza. Incluso las personas bonitas son apartadas por serlo. Las bellezas se marchitan entre estas calles.

Taehyung miró a Jungkook de nuevo, en su mente había sólo unas cuantas palabras luchando por salir de sus labios. No sabía si estaba en el lugar correcto para eso o cual podría ser la reacción de Kook en el caso de que intentase cruzar la línea que este había dibujado con claro ahínco desde el instante en que lo dejó entrar en su casa. Pero sabía que ser sincero no era un pecado que Jungkook pudiese castigar.

—¿Entonces cómo es que aún no te has marchitado Kook? - la mano de Taehyung sujetaba la barbilla de Jungkook haciendo que sus miradas de nuevo se encontrasen unidas y enfrentadas. Verde contra marrón.

Fue allí, en medio de una calle mojada por la lluvia y repleta de luces neonizadas, donde la música se mezclaba y las discusiones de la gente podían escucharse en la distancia, cuando Taehyung tomó la decisión de volver a sentir los labios de Jungkook. Habían pasado dos años, sin embargo su piel seguía igual de suave y sus puntos débiles ahora parecían más sensibles que antes.

Las manos de Taehyung sostuvieron del cuello a Jungkook, sus pulgares acariciando la piel de su garganta, logrando que cada bello del cuerpo de este se erizase mientras sus labios se rozaban sin vergüenza y el calor comenzaba a sustituir rápidamente al frío.

La respiración se volvió dificultosa para ambos después de varios segundos en lo que lo único que sintieron fue la sensación de regresar al pasado incluso sin moverse de dónde estaban, la mente de Taehyung se llenó de aquellos momentos vividos que lo lastimaron durante tan largo tiempo. En ese preciso instante sus manos comenzaron a temblar y se separó de Jungkook quien todavía respiraba con fuerza manteniendo las manos cerradas en un puño.

—Eso ha sido un error - Taehyung comenzó a caminar de nuevo, perdido en la intensidad del sentimiento las lágrimas comenzaron a descender su rostro. La enfermedad ganando la batalla una vez más y el pánico asolando cada sencillo rastro de cordura.

Jungkook no tardó en entender lo que parecía ocurrir y desde la espalda abrazó con fuerza a Taehyung quien ya había comenzado a jadear en busca de aire debido al fuerte golpe de realidad.

—Tranquilo Taehyung - las manos de Jungkook apretaban el cuerpo de Taehyung contra el suyo, la espalda del chico estaba apoyada en su torso a pesar de que mantuviese la cabeza gacha - Todo va a estar bien Tae, trata de respirar bien. ¿Tienes las pastillas aquí?

Taehyung negó y Jungkook trago saliva sin saber bien qué hacer, habían pasado dos años desde que no veía a Tae teniendo un ataque así. Claro que no podía saber si los había tenido o no porque jamás se preocupó por saberlo, y por algún motivo justo ahora eso lo hacía sentirse realmente mal. Había abandonado a un amigo de la peor forma.


Después de casi una hora Taehyung se había calmado y ahora caminaba sujeto a Jungkook quien se mostraba preocupado por el gran cansancio de este tras el ataque de pánico.

—No deberías salir sin las pastillas - susurró mientras entraban en el apartamento - ¿Dónde las has guardado?

Taehyung señaló la estantería en su habitación mientras se dejaba caer sobre la cama y se encogía con frío. A Jungkook le bastó una mirada para saber que el chico no seguía bien.

—¿Cuáles son las pastillas que sueles tomar Tae? - no hubo respuesta alguna, a pesar de que Taehyung estaba despierto todavía, parecía negarse a hablar y eso preocupó todavía más a Kook.

Taehyung estaba perdido una vez más en los recuerdos, había vuelto demasiado atrás con aquel beso. Estaba derribando todos sus avances al comportarse de esa manera, era poco creíble pero real. Quería más de lo que la gente podía imaginar a Jungkook, la atracción había quedado atrás hace mucho. Él sentía un amor real que ni siquiera se explicaba, se había enamorado porque había conocido al Kook escondido tras el ego y las máscaras que evitaban enfrentar la realidad. Ese Jungkook que podría combatir contra el mundo por las personas que ama. Ese era el Jungkook que le había robado la capacidad de enamorarse de otros.

Jungkook volvió a mirar a Taehyung, estaba mojado por la lluvia y tenía frío por lo que rápidamente reaccionó dejando las pastillas a un lado. Le quito la ropa mojada y puso el calefactor en su habitación mientras le secaba el cabello con una toalla. Después de eso rebuscó entre su ropa hasta encontrar algo de abrigo y lo recostó en la cama. Ese era el tipo de problema que quería evitar, sin embargo no podía dejarlo solo a su suerte con un ataque como ese.

Después de taparlo bien Tae parecía más calmado por lo que volvió a preguntar.

—¿Qué pastillas tomas durante los ataques de pánico?

—Llama a Baekhyun. - esa fue la única respuesta que Taehyung le dió antes de dormirse.





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Es vergonzosamente corto pero espero que os haya gustado.

Un beso, Mel
😘

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