Capítulo 71

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"Pero yo soy un desgraciado, soy un bicho raro. ¿Qué diablos estoy haciendo aquí?. No pertenezco aquí."
RADIOHEAD





















A pesar de todo Jungkook no pudo evitar tratar de conseguir de nuevo aquel cuaderno por lo que un par de horas después de su rabieta, se levantó de cama y fue hacia la cocina. Al principio buscó con cuidado, apartando algunos envases de leche vacía y el cartón de una pizza, entonces su ritmo de búsqueda cambió al notar que no había rastro del cuaderno, tampoco del marco con la fotografía. Era imposible que hubiese desaparecido.

—¿Qué haces rebuscando en la basura?

A pesar de su insistencia porque se fuera, Yoongi había decidido mantenerse unos días al lado de su hermano para vigilar que el ánimo del mismo no decayese de forma exagerada.

—Yo… Antes tire algo que quiero recuperar. Un cuaderno y un marco…

Yoongi estuvo a punto de sonreír sin embargo decidió mantenerse serio.

—Tire la bolsa al contenedor hace unos treinta minutos, dijiste que era basura después de todo.

—¿Eres idiota? Tendrías que haberme preguntado antes - protestó el pequeño de los Min.

—¿Desde cuando te consulto antes de tirar la basura? Eso no tiene el más mínimo sentido Jungkook.

Jungkook ni siquiera escuchó el llamado de su hermano cuando salió de la cocina dispuesto a calzarse para ir a por aquella dichosa bolsa a dónde hiciera falta.

—Para, quédate quieto un segundo y escúchame - Jungkook le dió un fuerte manotazo a Yoongi para mantenerlo lejos, sin embargo este logró alcanzar a su hermano sujetando la capucha de la chaqueta de este - El cuaderno y la foto, están en mi habitación. Los limpie pero el marco se ha roto así que tal vez necesites cambiarlo.

—¿Estás bromeando? Simplemente fingiste haberlo tirado para…

—Tú fuiste el primero en tirarlo, agradece que predije el hecho de que ibas a querer recuperarlo… Tú y tus rabietas de media hora, nunca falla.

Jungkook asintió moviéndose de nuevo por el pasillo de la casa antes de llegar a la habitación de su hermano, la misma que Tae había usado durante un largo tiempo. Los cambios que este había hecho permanecían intactos. Las paredes ya no tenían grietas ni humedades, un sencillo escritorio se encontraba cerca de la ventana al igual que sus CDs de música clásica y la gran mayoría de sus libros. Kook ni siquiera había caído en el hecho de que en realidad Tae había tenido que dejar la universidad para irse a Londres hasta ese instante. Esa realidad lo golpeó por unos segundos pues el chico amaba lo que estudiaba, Taehyung era realmente feliz cuando salía de sus clases, siempre con una enorme sonrisa en la boca y una divertida anécdota que contarle.

Sobre la mesa del escritorio además de algunos papeles con apuntes, se encontraba el cuaderno que Jungkook había tirado horas atrás y como había mencionado su hermano al lado del mismo el marco, con aquella fotografía. Efectivamente el marco de madera oscura se encontraba en mal estado, pues el cristal que debía proteger la foto estaba roto y en consecuencia la imagen residía dañada, con algunos rascazos.

Jungkook suspiró molesto consigo mismo antes de sentarse y pasar sus manos por la mesa del escritorio en la que Taehyung había pasado tantas horas, no pudo evitar echar un vistazo a los papeles que estaban ordenadamente colocados y divididos por marcadores. Había gran cantidad de guiones de obras de teatro, la ortografía cuidada de Tae aparecía en forma de anotaciones.

—El protagonista se siente intranquilo ante la idea de un amor falso - leyó en voz baja Jungkook - Sus inseguridades crecen como la espuma del mar revuelto y comienza a cuestionarse a sí mismo de la misma manera en que yo me cuestiono ahora las cosas. Al presentarlo al público este debe expresar confusión y tristeza. Es un personaje que debe cuidarse de forma lineal, conlleva expresar con la mirada y gestos mucho más que con las palabras.

Taehyung analizaba sus personajes, trataba de entenderlos mientras aprendía cada línea.

—El antagonista es más atractivo a medida que sus sentimientos y necesidades se dan a conocer, ganando de esa forma el cariño y aprecio del público que inicialmente no se sentía ligado al mismo. El personaje antagónico de esta obra representa al humano en su puro estado, cruel a veces y muy indeciso, maestro de fallos y problemas pero al fin y al cabo una simple persona. El actor encargado debe hacer gran hincapié en el tono de voz frío y la poca expresividad inicialmente para evolucionar de forma paulatina hasta el sentimentalismo : brillo en los ojos, temblor en los labios ante situaciones difíciles, lágrimas y dramatismo.

Jungkook suspiró observando poco a poco y leyendo los apuntes de Taehyung, el jinete también había dejado cosas importantes atrás para irse. No había manera de que hubiese dejado su carrera por un motivo vacío, Kook lo sabía pero se encontraba demasiado enfadado como para razonar. Sabía que Tae amaba ponerse sobre un escenario, que aquello lograba hacerlo sentir vivo aún después del accidente…

—Vamos a seguir con el cuaderno - dijo tirando los guiones a un lado - A ver qué más tienes para mí Taehyung.

Cuando Jungkook paso las páginas para llegar al lugar en el que se había quedado, se topó con una nueva fotografía. Se trataba de uno de sus dibujos, uno de los muchos que había hecho mientras vivía en la mansión de los Jung. Taehyung lo había pegado a la página y bajo el mismo residían un par de frases simples precedidas por una traducción de la canción Creep de Radiohead al coreano.

"Cuando estuviste aquí antes no te pude mirar a los ojos. Eres como un ángel, tu piel me vuelve loco. Tú flotas como una pluma en un mundo hermoso y yo desearía ser especial. Tú eres tan malditamente especial… Pero yo soy un desgraciado, soy un bicho raro. ¿Qué diablos estoy haciendo aquí? No pertenezco aquí. "

Tras leer el fragmento de la canción Jungkook sintió su boca seca, la necesidad por saber que más Taehyung había escrito lleno su cabeza de preguntas por lo que continuó leyendo.

" Suena tan similar a como me siento cuando permanezco a tu lado Kookie, eres especial, malditamente especial… Pero yo no soy nadie. Como la canción señala, solo soy un bicho raro al que siempre le ha gustado observarte. Mereces algo mejor que este bicho raro. "

Finalmente y escrito con peor caligrafía se encontraba apuntado un número de teléfono con el prefijo de Londres. Jungkook trago saliva y confundido sostuvo su móvil en la mano decidiendo mentalmente si llamar o no.

Sus manos temblaron cuando marcó el número y los pitidos comenzaron a sonar, entonces aquella voz sonó. Una voz que no podría olvidar con facilidad.

—Jungkookie…

No dejó que la frase continuará. Jungkook simplemente colgó en cuanto el tono ronco de Taehyung hizo presencia. En las siguientes horas su teléfono recibió varios mensajes por parte del jinete, sin embargo todo lo que hizo tras leerlos fue contestar de forma excesivamente cruel y bloquearlo. No quería nada de ese chico, ni siquiera su amistad.

Taehyung, 19:27
Me alegra que hayas llamado
a pesar de todo eso implica
que has recibido mi regalo.

Quiero disculparme por la
manera en que me fui, yo…
Solo quiero que seamos al
menos amigos, realmente
me gustaría seguir en contacto
contigo Jungkookie.

     Jungkook, 19:28
     Si vuelves a contactarme iré
     a la oficina de policía para
     denunciarte por acoso. No eres
     nada ni nadie para mi, menos
     mi amigo. Solo estuve contigo
     por tu insistencia Taehyung.


Jungkook sintió la conciencia golpearlo con fuerza tras aquello, todo lo que podía hacer era preguntarse si quizás aquellas palabras habrían causado un pico de enfermedad en el chico.






4 SEMANAS DESPUÉS.

Taehyung abrió los ojos lentamente y llevó una de sus manos hasta su cabeza sintiendo que pronto explotaría, miró a su alrededor completamente confundido hasta que levemente los recuerdos llegaron hasta él. Había tenido un ataque, uno que necesitó medicación.

—Al fin despiertas - Bogum le sonrió, se encontraba sentado sobre una de las sillas de su habitación - Te dí la dosis de siempre pero has dormido más de lo normal.

"Porque ya no estoy acostumbrado a tomar tantos tranquilizantes" - pensó para sí mismo antes de alzar la mirada hacia el chico.

Las imágenes empezaban a llegar hasta su cabeza, hacía exactamente cuatro semanas que estaba en Londres y su humor había decaído tan rápido tras aquel mensaje que los ataques habían regresado de forma rutinaria. Había muchas cosas que lo estresaban allí ; no estaba acostumbrado a su residencia, a la habitación, la gente e incluso los duros horarios de rehabilitación. Allí todos eran profesionales sin embargo en ocasiones sus tonos serios lo hacían sentirse mal, se les olvidaba la amabilidad.

Por otro lado ver la rabia de Jungkook había confirmado en su mente que quizás se había ido en el momento adecuado, Kook todavía necesitaba madurar y luchar contra sus propios demonios.

Bogum lo había estado ayudando como un buen amigo, Taehyung sabía que este había rehecho su vida y lo hacía inmensamente feliz saberlo, de la misma manera que sabía que su amabilidad era por completo real. Sin segundas intenciones, ni planes de reconquista.

—Gracias… ¿Qué ocurrió esta vez? - preguntó Tae mirando a su amigo.

—No lo sé, estábamos hablando acerca de esa serie que últimamente ves tanto y de la nada empezaste a sentir ansiedad, tus manos comenzaron a temblar… Antes de que yo y Hyunsik pudiéramos calmarte estabas delirando.

Taehyung asintió antes de girar la mirada hacia el reloj que reposaba sobre su mesilla. Un leve suspiró abandonó sus labios para a continuación comenzar a moverse con prisa.

—Mi sesión de terapia de la tarde está a punto de comenzar, no les hará gracia si llego tarde.

Bogum asintió levantándose.

—¿Necesitas ayuda? - Taehyung negó, su residencia estaba adaptada para chicos con lesiones graves por lo que podía moverse a través de las rampas y llegar al gimnasio donde realizaba la terapia sin demasiados problemas.

—Mmm… Bogum. ¿Conoces algún lugar de tatuajes cerca de la residencia?

Bogum observó confuso a Taehyung, este siempre había sentido miedo por las agujas, literalmente su cuerpo temblaba cuando debía hacerse un análisis de sangre pero ahora… ¿quería un tatuaje?

—Puedo buscar en el navegador, ¿qué es lo que planeas?

Taehyung suspiró, en esos últimos días realmente se le había vuelto complicado sobrevivir sin Jungkook. Estaba acostumbrado a dormir y despertar con él, incluso antes de empezar su relación vivían juntos así que era inevitable echarlo de menos, por supuesto también estaban sus sentimientos. Jugando con él y haciéndolo caer continuamente enfermo ante la exagerada sensación de tristeza que no hacía más que aumentar por la ciclotimia. La prensa tampoco le había dado un respiro, a los medios coreanos se sumaban los ingleses, interesados en saber quién y cómo era el nuevo fichaje para el equipo de doma clásica. En esos instantes agradecía mentalmente ser un jinete y no un futbolista, la prensa seria mucho mayor con un deporte de más amplio alcance.

—¿No es obvio? Quiero tatuarme algo, agradecería si buscas un buen lugar por mi. Estaré en rehabilitación prácticamente hasta la hora de cenar, casi no tengo espacio en el día... así que sería genial si hay un salón de tatuajes nocturno decente por aquí.

Bogum asintió, había estado al lado de Taehyung la mayoría del tiempo y a sus ojos el muchacho se encontraba en un muy pobre y detestable estado de tristeza absoluta. Aunque no lloraba si no era durante los ataques, y no hablaba sobre el tema tampoco, sus ojeras así como la delgadez de su cuerpo eran los mejores ejemplos de los malos momentos por los que pasaba. Bogum sabía que se trataba de su corazón, había dejado a alguien atrás para recuperar la movilidad de las piernas. El programa de rehabilitación de Londres era agresivo y doloroso, aquellos que tenían lesiones debían pasar prácticamente todas las horas del día siguiendo exhaustivos ejercicios e inclusive su alimentación estaba controlada para facilitar la salud de huesos y musculatura. Así que podía entender porque Tae era esclavo de su enfermedad de nuevo, con tantas sensaciones nuevas y desagradables la ciclotimia encontraba un buen lugar sobre el que moverse y crear caos.

A Taehyung no le gustaba su habitación, no le agradaba tener que usar auriculares cada vez que necesitaba la música, odiaba sentir dolor durante horas, estar lejos de su familia o comer platos repletos de vitaminas que a su propio juicio eran definitivamente asquerosos, también odiaba necesitar los fuertes tranquilizantes de nuevo y no sólo para mantener a raya sus estados de ánimo sino también para controlar los pinchazos de sus piernas. Echaba de menos su país, su casa, su familia, sus mascotas, sus altavoces, su universidad, actuar, a Baekhyun, el grupo de baile y a Jungkook. Sin sus caricias y besos sentía el mundo vacío, todo aquello se revolvía en su contra pero era su sacrificio. Estaba sufriendo por un mejor futuro para los dos. Su mente no dejaba de gritarle que el chico lo odiaría tras aquello, que ya lo hacía y que nadie en sus cinco sentidos esperaría tanto tiempo por un debilucho y enfermo bicho raro como lo era él. No, Kook era demasiado bueno como para sufrir por tanto tiempo. Encontraría a alguien bueno y Taehyung sufriría en silencio a la par que sería feliz de ver a quien ama viviendo bien.

—Buscaré algo mientras estás ocupado entonces, no olvides tu batido de vitaminas. Debes tomarlo antes de cada sesión para lograr llegar hasta el final, sin energía no lograrás nada.

Tae asintió y tras dudar por unos segundos, se llevó a la boca aquel asqueroso batido. Estaba haciendo aquello por él mismo, por Hoseok y por Jungkook. Esos eran los estímulos que lo ayudaban a levantarse cada mañana a pesar de que su cuerpo y mente le gritasen que simplemente era mejor rendirse.

Cuatro semanas, exactamente veintiocho días habían pasado desde que Taehyung se había ido a Londres, veintiocho días sin tener contacto. Jungkook sencillamente no podía escabullirse de la espiral de tristeza, preocupación y enfado que estaba tomando su mente. Echaba de menos a Tae, ese lugar era demasiado silencioso sin él y los libros no le aportaban nada a su vida, ya ni siquiera encontraba el mínimo interés por estudiar o tan siquiera levantarse de la cama.

Las vacaciones de verano habían comenzado y eran sumamente insulsas sin aquel chico aportándole un poco de alegría a sus días.

—¿No piensas levantarte? - Yugyeom abrió la persiana haciendo protestar a Jungkook debido a la luz - Entiendo que eches de menos a Taehyung y que te sientas mal por todo lo que pasó pero estás abandonando a tu familia, amigos y trabajo. En lugar de encerrarte deberías seguir con tu vida, reflexionar y darle motivos a Tae para que decida volver si es que su decisión no es la correcta.

—Lo estropee, apuesto a que él no quiere saber nada de mí después de aquel mensaje. Incluso ha cambiado el número de teléfono. Debí responder bien cuando trató de hablar conmigo maldita sea.

—Claro que lo ha cambiado, está viviendo en otro país. Levántate, hueles como si no te hubieras duchado en años. - Yugyeom suspiró sentándose al lado de su amigo en la cama - ¿Por qué no le pides el nuevo número a Hoseok e intentas hablar con él? Quizás no sea tan descabellado que intentéis ser amigos, todavía os queréis…

Jungkook suspiró sin saber qué hacer. A medida que pasaban los días se preguntaba a sí mismo si quizás no fuese mejor tenerlo como amigo que no tenerlo en absoluto.










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Aclarar que lo dije en el anterior cap no iba por nadie concreto, solo era una sensación general que tenía. Y bueno, nueva sorpresita, ahora sí que quizás hasta el próximo miércoles no vuelva a actualizar por falta de tiempo.

Un beso, Mel 😘

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