Capítulo 72

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"Amarte era joven, salvaje y libre. Amarte era genial, y cálido, y dulce. Amarte era sol, sano y salvo. Un lugar estable para decepcionar mis defensas pero amarte tuvo consecuencias.

Vacilación, conversación incómoda. Funcionando con baja expectativa, cada sirena que estaba ignorando... Lo estoy pagando. "
Camila Cabello

























La lluvia de verano chocaba contra el cristal de las ventanas de su habitación, en la calle se escuchaba el bullicio de la gente y una luz anaranjada iluminaba a Jungkook quien se encontraba indeciso sentado frente a su escritorio. El humo de su cigarrillo creaba una especie de nube en la atmósfera, no, no estaba fumando de nuevo o al menos no en el sentido estricto, sólo sujetaba ese cigarro en sus dedos para liberar estrés. Había tratado de darle un par de caladas pero por desgracia por cada intento el recuerdo de Taehyung diciéndole cuán dañino era aquello, aparecía.

Sus manos sostenían el teléfono. Hoseok le había aclarado que el número del cuaderno era el único que Tae tenía, y que no lo había cambiado, en realidad simplemente tenía un horario complejo que implicaba que prácticamente no pudiese sostener en sus manos el móvil demasiado. No sólo lo atendían médicos para la cuestión física, sino también para la mental, por lo que estos mantenían una actitud exigente hacia su contacto con otras personas a través del teléfono, debido a que sus ataques habían estado siendo recurrentes en las últimas semanas.

Quería llamarlo, sin embargo se sentía tremendamente nervioso hacia aquella idea. Había comprobado la hora que era en Londres varias veces, necesitaba aprovechar aquel momento en el que al chico se le permitía hablar con su familia y amigos o usar el teléfono para lo que fuese que necesitaba… El problema era que no lograba mover un solo músculo de su cuerpo.

Finalmente y tras un par de minutos de duda decidió escribir un mensaje.

Jungkook, 23:00
Seamos amigos.

Jungkook lanzó el teléfono sobre la mesa del escritorio y se llevó las manos al pelo frustrado para a continuación dejarse caer sobre la cama con el cigarrillo entre sus labios, tan pronto como dejó que el humo entrase en su boca la imagen del chico apareció, casi podía escucharlo protestar diciendo que se destrozaría los pulmones si seguía fumando tanto. Estaba sumamente nervioso, la última vez que había hablado con el jinete le había indicado que no se atreviera a contactar con él. Después de un par de caladas el teléfono sonó y Kook prácticamente corrió para revisar el chat de mensajes.

Taehyung había respondido.

Taehyung, 23:09
¿Estás seguro de eso?
Realmente me ayudaría
poder vivir con la tranquilidad
de que sé cómo estás o cómo
te sientes.

Jungkook, 23:10
Estoy seguro.

Bien, ¿cómo debería seguir aquello? ¿Qué debería decir? Hasta él mismo sabía que incluso en el pasado ellos dos nunca habían sido exactamente amigos. Todo empezó con él siendo cruel con Tae, evolucionó hasta una especie de amistad con derecho y tras dos años volvió la crueldad para ser sustituida por amor y ahora… ¿enfado?

Jungkook, 23:10
¿Cómo estás? He escuchado
que tu terapia es muy dura y
han tenido que aportar psicólogos
para ayudarte en ciertas ocasiones.

Taehyung, 23:11
Estoy bien, dentro de lo posible.
Aquí los médicos son serios y en
realidad eso me asusta un poco.
No hay muchas palabras de ánimo
si alguna de las semanas no logro
avanzar. Todo son ejercicios,
alimentación y cifras, pero a estas
alturas puedo sentir una pequeña
mejora que muchos dicen que en
Seoul no hubiese obtenido con un
profesional normal y corriente. El
equipo de hípica tiene a los mejores.

Jungkook, 23:12
¿Duele?


Jungkook estaba preguntando aquello que durante cuatro semanas se había estado preguntando mentalmente. También esperaba que el jinete lograse averiguar el doble significado tras su pregunta.

Taehyung, 23:13
Siempre duele Jungkookie.
¿Puedo llamarte?

Jungkook, 23:14
¿Por qué quieres llamarme?
Ya estamos hablando…

A Taehyung le gustaría explicarle a Jungkook que allí las paredes parecían aprisionarlo, que había comenzado a sentir claustrofobia y el oxígeno simulaba faltarle de forma casi constante. Que allí se estaba hundiendo, en aquella habitación de la residencia del club sólo sentía ganas de llorar y la gran cantidad de arañazos que se ocasionaba en los brazos durante sus ataques, hacia que el mero roce de la ropa le lastimase. Su piel era un desastre debido al estrés y la presión, los médicos ni siquiera tenían la culpa. Eran serios haciendo su trabajo pero no crueles ni malvados, simplemente él estaba acostumbrado a ser tratado de otra forma, a vivir entre los algodones que Hoseok siempre colocaba para que nada ni nadie pudiera lastimarlo.

Jungkook por su parte dejó escapar un suspiro de sus labios castigándose a sí mismo por aquella frase, Taehyung no estaba respondiendo y probablemente creía que no quería escucharlo cuando todo en lo que podía pensar ahora era lo mucho que ansiaba esa llamada, escuchar su voz para saber cuán decaído se encontraba. Por supuesto que el magnate se lo había dejado percibir a través de las palabras, Hoseok había mencionado que no estaba siendo para nada fácil y que su terapia en aquellos instantes superaba la barrera física. Había algo mental, una decaída a la enfermedad que preocupaba a los psicólogos que lo atendían, no lo conocían y era la primera vez que trabajaban con Tae, no sabían bien cómo abarcar la espiral de confusión que lo aprisionaba debido a la ciclotimia. Su enfermedad siempre lo golpeaba cuando había cambios excesivos en su entorno y por supuesto dejar su casa atrás, la relación y sus propios sueños suponía un agravante para su cabecita delicada.

Jungkook había empezado a entender eso poco a poco, leyendo las páginas del cuaderno que Taehyung le había dejado, inspeccionando todas esas palabras que detonaban la clara depresión que atravesaba el jinete cuando las escribió. Por eso se había culpado días después de su mensaje cruel acerca de no contactar con él, era un estudiante de psicología pero no había descubierto que más allá de la ciclotimia Tae estaba completamente deprimido, a unos niveles alarmantes que lo preocupaban por completo, le encantaba el psicoanálisis sin embargo se había concentrado más en la sensación de ser amado que en todo el lío de pensamientos que cubrían la mente de la persona que quería. Tal vez, solo tal vez, si hubiese sabido captar las señales que indicaban el mal estado mental de su novio, ahora seguirían juntos. Y por eso corrigió sus palabras, a pesar de su enfado debía comprender que TaeTae no era él mismo, no lo era cuando decidió marcharse ni cuando puso sus sentimientos sobre el papel de aquel cuaderno repleto de imágenes y recuerdos.

Su ciclotimia había sufrido un grave avance tras el accidente, la depresión había hecho mella en su personalidad dando lugar a unas inseguridades y dolores que realmente hubiesen explotado si este no se hubiera marchado. Kook lo entendía ahora, como psicólogo comprendía la decisión precipitada, el deseo de escabullirse de Taehyung superior a cualquier amor… Pero como chico enamorado seguía sintiendo dolor. Ahora debía encontrar un punto intermedio.

Jungkook, 23:22
Llámame.

El teléfono no tardó demasiado en sonar tras su mensaje, y cuando respondió la llamada ninguno de los dos habló. Sólo había silencio tras la línea.

—Hola - finalmente fue el jinete el primero en iniciar la conversación, después de todo había sido él quien hizo la petición de comunicarse de esa forma - Lo siento Jungkookie, yo… Necesitaba irme… y…

—Lo sé - Jungkook interrumpió las palabras de Taehyung. Su voz lo había golpeado, no estaba escuchando al chico alegre que generalmente era su ex novio, sus palabras eran lentas, desanimadas y confusas, parecía drogado de nuevo por el efecto de los calmantes - ¿Cómo estás tú? Sin mentiras Tae.

Jungkook estaba realmente dudando entre acabar la llamada e ir hasta dónde se encontraba Hoseok para exigirle que sacase a Taehyung de aquel lugar, o bien asumir que ya no era su pareja y apoyarlo como el amigo que había dicho que sería.

—Es extraño - confesó Taehyung - A veces estoy bien pero la mayoría del tiempo el cuerpo me duele mucho por las largas sesiones de terapia, también tomó algunos medicamentos para el dolor que me hacen dormir bastante. Lo que peor llevo es la espalda, es horrible después de una sesión larga a pesar de los masajes que dan los quiroprácticos del club. Siempre hay algo que me duele.

—Mentalmente Tae, quiero saber como estás a nivel mental cari…-Jungkook evitó su última palabra, se había convertido en un apelativo común para él cuando se trataba de Tae.

—Todavía no me acostumbro. Los psicólogos han dicho que mi ciclotimia dejará de ser tan complicada después de un tiempo, pero ya llevo mucho aquí… Hoseok ha mencionado que me buscará una casa, creen que con más espacio para pensar y moverme y sin las normas estrictas de la residencia, mejoraré.

—Sí - Jungkook estuvo de acuerdo. Estaba seguro de que más allá de la ciclotimia Taehyung se sumía en una potente depresión por lo que mantenerlo completamente encerrado sería un error - Necesitas tu espacio y entretener un poco tu mente.

—Echo de menos ver películas, no hay televisión aquí y prácticamente no me dejan usar el teléfono. Ellos dicen que es por mi bien pero me cuesta estar tumbado sin hacer nada, creo que no saben todavía cómo lidiar con mi enfermedad a pesar de ser profesionales.

Jungkook sabía porqué le quitaban el teléfono, algunos psicólogos creían que ciertos estímulos podrían dañar a las personas con depresión avanzada, lo que lo asustaba aún más. ¿Podría Taehyung cometer una locura? Si se encontraba lo suficientemente mal como para que le quitasen el móvil, la respuesta estaba clara. Ese riesgo existía.

—Jungkookie, ¿puedo pedirte algo?

Jungkook dudó unos segundos antes de responder.

—¿Qué es? - sabía que su voz y tono eran demasiado fríos y su psicólogo interior le gritaba que debía ser más amable y cálido con Taehyung pero su persona seguía dolida.

—¿Podrías echarle un vistazo a mis caballos de vez en cuando? Sé que Hoseok puede cuidarlos pero tiene mucho trabajo y ha contratado a alguien, eso me tiene un poco preocupado… No puedo descansar bien porque no sé si los tratan bien. Mis animales son delicados.

—Lo haré. Sé lo importantes que son para ti y estoy de vacaciones de todos modos…

La voz de alguien cortó la siguiente frase de Taehyung y Jungkook apretó el teléfono en sus manos al notar el tono serio y conciso con el que le habían hablado a su chico. Tae no necesitaba mucho para caer en un ataque y estaba seguro de que aquel modo de hablarle, aunque no era violento, podría estar afectandole.

—Time's up, give me the phone.

—Jungkookie, tengo que irme. Mañana, si quieres, podríamos hablar un poco más. TaeTae es un buen chico, lo prometo.

Y ahí estaba de nuevo, aquella frase y la voz rota de Tae. Le dolía tantísimo escucharlo así, se supone que iba a Londres para curarse pero ahora parecía encontrarse mucho peor, hundido por completo en su propia enfermedad.

Jungkook se dejó caer sobre la cama sintiendo sus ojos cristalizarse a medida que el dolor en su pecho subía, ¿qué mierda estaban haciendo con su chico? No era tan difícil ser amable, era Tae, él siempre lograba causar amor en las personas que lo rodeaban, era imposible no querer a alguien así… Aunque por supuesto él también lo había tratado mal en el pasado, le había hecho cosas peores que simplemente mantenerse serio.

—¿Qué haces con los caballos de Taehyung? - Yoongi se acercó a su hermano confundido.

—Poco antes de irse a Londres me había pedido ayuda con ellos, decía que no lograba hacerse cargo de ellos solo y yo no vi en ese momento lo muchísimo que le afectaba el simple hecho de no poder estar con sus animales. Son una de las cosas más importantes en su vida, hoy he hablado con él y ha pedido de nuevo que les eche un vistazo - Jungkook se encogió de hombros - En realidad me ayuda a llevar mejor las cosas.

Yoongi sonrió levemente y se apoyó sobre una de las paredes del establo sin dejar de mirar lo que hacía su hermano.

—¿Sabes que hemos contratado a alguien para eso verdad?

Jungkook suspiró frustrado y negó.

-Lo sé pero él no sabe el modo en el que Tae trabajaba o hacia las cosas de los caballos, yo sí. Así que no sirve, Taehyung siempre quiere lo mejor para sus animales y yo he aprendido todo lo suficientemente bien como para hacerlo a la perfección. Lo he acompañado muchas veces mientras él trabajaba en los establos, además desconfía de que la persona contratada pueda tratar mal a los caballos.

—Jungkook, el chico que hemos contratado es un experto, no les haría daño y Hoseok siempre se asegura de que estén bien. No tienes que hacer esto ni pedirle a Baek que te ayude en ello.

Jungkook volvió a suspirar, parecía a punto de llorar de nuevo. Casi como un niño pequeño al que no le dan la razón.

—He dicho que yo me ocuparé de sus caballos.

—Está bien Kook, hazlo si eso te hacer sentirte cerca de él. Tienes razón en algo, esto es lo que más le afectó tras el accidente, sus caballos, por eso ahora está tratando de curarse entre otros muchos detalles.

Jungkook se quedó paralizado por unos segundos, Yoongi no había tardado en percibir que el principal motivo por el que seguía cuidando de esos caballos era lo mucho que le recordaban a Tae, más allá de que este se lo hubiera pedido o no. Cada vez que salía a cabalgar cerraba los ojos y se lo imaginaba cerca dándole indicaciones y sonriendo de esa forma tan especial mientras sus caderas se rozaban y la intensidad crecía.









------------------------------
Capítulo adelantado, no sé si me dará tiempo a escribir otro para el miércoles pero espero que esté os haya gustado.

Os quiero ❣

Un beso, Mel 😘

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro