Capítulo 73

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"Creo que he vuelto a perder, pareces enfadado. En un suspiro, juego terminado. Si esto realmente fuese un juego probablemente podría cargarlo de nuevo. Supongo que tengo que lidiar con ello, lidiar con el mundo real."

BTS
















" Cuando sonríes de verdad eres distinto, hay algo en tus ojos que demuestra que los muros de tu personalidad ficticia caen en picado mientras dejas escapar esa felicidad que te hace tan bello. Me mantiene clavado en el suelo a la par que me enseña a ver el cielo, a volar entre tus preciosos hoyuelos.

Se te forman arrugas en las esquinas de los ojos y muestras sin miedo tus dientes, calmado y como si de repente el estrés que siempre cubre tu rostro desapareciese para dejar paso a la felicidad más infantil. Si pudiese pedir un deseo sería verte sonreír cada día Jungkookie, como tú eres, así de bonito. Con los dedos de las manos encogidos ante la carcajada y tu nariz levemente levantada debido a la intensa risa que invade tu cuerpo por completo.

Así te recuerdo, cuando te pienso siempre acuden a mi las más preciosas imágenes, tu parte más bella : tu sonrisa es mi medicina. Y esta rosa marchita necesita de eso para luchar contra todos los efectos del mundo real que la enferman. Puedes culparme cuando me vaya pero recuerda que yo me culpare mil veces más de lo que lo puedas hacer tú, me odiaré más, lloraré más, me hundiré más y pensaré más. Porque al final soy yo quien ha decidido dejar ir tú sonrisa… pero no podré dejar de quererte, después de luchar tanto por lograr tenerte ahora me rindo ante mi propio dolor.

Estoy tan cansado Kook, ni siquiera sé porque pero lo estoy. Siento que quiero dormir para siempre cariño, y tú no serás feliz así, no con alguien como yo. Tú, más que nadie en este mundo, necesitas una pareja que tire de ti hacia arriba para enseñarte las estrellas, que te arrulle en sus brazos sin dudarlo y te haga reír constantemente. Que te mantenga vivo.

Pero yo ni siquiera sé si puedo mantenerme vivo a mi mismo en estos instantes. Y no sabes cuanto me duele saber que ya no seré nada de ti, que no podré pasar mis manos por tu torso y escuchar tus gemidos necesitados mientras abres tus piernas recibiendome caliente, que no podré torturar tus clavículas con mordidas que deriven en marcas como si fueras mío incluso si sé que las personas no tienen dueños porque no son objetos y jamás lo serás en ese aspecto, te quiero libre Jungkook porque desde que te he conocido te he visto atrapado en una mazmorra que has construido por ti mismo. Echaré de menos tu boca entreabierta mientras ruegas por mis besos y gimoteas a la par que paseas tus manos por mi espalda con una lentitud abrasadora. Echaré de menos tus abrazos, tus caricias o la manera en que me calmas cuando la enfermedad cubre hasta la más mínima parte de mi cabeza.

Te echaré de menos a ti, a tu cuerpo y tus sonrisas. Y en realidad, probablemente jamás te supere porque a pesar de todo mi amor es fiel. Como el tuyo. Eres así, a tu estúpida forma amas sin ningún tipo de pega, sin que te importen los defectos de quien recibe tu amor, por eso me hacías sentir especial con muy poco. Me bastaban tus buenos días para llenarme de felicidad.

Si alguna vez llegas a pensar que he dejado de quererte entonces llámame, puedo jurar que mi respuesta desmentira hasta la más mínima duda que puedas albergar.

—Taehyung. "


Jungkook sonrió tristemente mientras releía aquella hoja del cuaderno, esta estaba decorada con una foto que ambos se habían tomado en el viaje con el grupo de baile. Todavía no eran pareja en ese momento pero Taehyung mantenía sus manos fijas alrededor de su cintura y Jungkook recordaba haber sentido que su cuerpo entero quemaba mientras aquella fotografía se tomaba. Sus primeros sentimientos por Tae surgieron en forma de atracción, una tan sumamente fuerte que lo asustaba. Estaba perdido en el cuerpo del chico, en sus ojos y cabello, en cómo se movía o hablaba, en la manera en la que lograba que aquellos que le daban la oportunidad de conocerlo se acabasen enamorando por completo de su personalidad. Durante su viaje a Okinawa no pudo dejar de mirarlo ni un solo instante, el simple hecho de tener un roce con este hacía vibrar de necesidad todo su cuerpo.

Jungkook miró hacia el frente todavía sosteniendo el cuaderno entre sus manos, estaba aprendiendo cada línea de Taehyung de memoria y estudiando lo que las palabras escondían. Le preocupaba comprender que su chico estaba tan enterrado en el dolor cuando tomó la decisión, sin embargo lo comprendía todo mucho mejor ahora que había pasado el tiempo y su mente a la par con su corazón estaba más despejada del dolor inicial. El que este hubiese decidido huir y tomado la primera oportunidad para hacerlo ya no le causaba una rabia tan grande como antes. Por eso ahora se rodeaba de los prados de la mansión de los Jung y cuando se le hacía tarde tras cabalgar durante horas, dormía en aquella habitación que Tae había usado durante toda su vida antes de vivir con él.

Ese día el sol abrasador del verano había dejado paso a un día lluvioso y el frescor de los establos le ayudaba a relajarse en muchos aspectos. Jungkook posó el cuaderno sobre el banco de madera de la entrada en el que tantas veces había visto a Taehyung sentado y entró para alcanzar las riendas de Melrow. El caballo rechinó felizmente y él no pudo evitar sonreír mientras peinaba con cuidado su crin.

—Eres un chico rebelde Melrow - Jungkook sonrió levemente, aquel caballo era especial para Taehyung. Se trataba de un precioso animal que una protectora había rescatado de un jinete lo suficientemente cruel como para dejarle cicatrices por todo el cuerpo. Tae había ofrecido su espacioso prado para ayudar en la tarea de lograr que el caballo encontrase un lugar en el que sentirse seguro, solo unas semanas bastaron para que Melrow confiase por completo en el jinete. TaeTae no sólo se ganaba el amor de las personas, sino también de todos los seres vivientes que lo rodeaban - Le has pegado una coz al chico que cuida el establo.

Jungkook volvió a reír levemente, todavía recordaba las palabras de Taehyung meses atrás cuando este mencionó que Melrow lo había elegido, que el caballo confiaba en él. Aquello hacía que Jungkook se sintiese especial, el animal había confiado en alguien tan difícil como lo era él. Los dos eran difíciles y portaban muchas heridas internas, se parecían en cierto modo.

—¿Qué sería de ti sin mí ahora que no está Tae? Echarías a patadas a todos quienes Hoseok contratase.

El caballo volvió a rechinar como contestando a sus palabras y Jungkook sólo pudo sonreír mientras abría la puerta de su cubículo para ensillarlo.

—Vamos a liberar un poco de estrés juntos Melrow. - dijo tras subirse sin dejar de acariciar la piel brillante del hermoso animal.

Ahora más que nunca entendía porqué Tae salía tan frecuentemente a cabalgar en los días de lluvia débil, era realmente relajante la manera en el que las gotas de agua tropezaban contra su piel y el viento lo liberaba de las excesivas temperaturas. Melrow a su vez parecía feliz de tener compañía, los animales también parecían echar de menos a su precioso chico.

Taehyung escondió la cara contra la almohada sintiendo su espalda resentida por las largas dos horas de rehabilitación que había tenido esa mañana. Ni siquiera le dolían las piernas sino músculos y zonas de su cuerpo que permanecían en tensión durante las terapias. Por supuesto los masajes que le proporcionaban los quiroprácticos ayudaban a relajar esas partes que dolían pero no eliminaban por completo los fuertes picos de dolor que en ocasiones lo embargaban cuando se movía bruscamente.


—Ten, intenta con un tranquilizante.

Taehyung agradeció con la mirada a Bogum, este se había mantenido cuidándolo desde el preciso instante en el que llegó a Londres. Su relación no había acabado de una mala forma, en ningún aspecto, lo que había propiciado una amistad tranquila entre ambos. Ninguno sentía nada ya por el otro más que un cariño que sin duda no se ligaba al romance.

—¿Cuándo podrás mudarte a la casa que Hoseok ha conseguido para ti? - preguntó Bogum fijando su mirada en el modo en que Taehyung estiraba la mano para pedir agua, este le pasó el vaso esperando todavía una respuesta.

—En cuanto quiera, solo tengo que acabar de hacer la maleta. No tengo muchas cosas aquí pero la espalda me está matando.

Bogum asintió estirándose al lado de Tae, estaba preocupado por el chico. Cada vez que lo visitaba se encontraba con la imagen de este ojeroso y triste, repleto de dolor por el lado físico y el lado mental. Sabía que el jinete era fuerte, había superado gran cantidad de obstáculos a lo largo de su vida que lograron crear en él una personalidad cargada de valentía madura, pero aún así seguía siendo un muchacho enfermo que extrañaba a su familia y que además había dejado atrás muchas cosas sin acabar de resolver.

—Te ayudaré con eso entonces - Bogum se giró en la cama. El cansancio era obvio en la tez pálida de Taehyung y sus ojos empezaban a cerrarse a pesar de que se obligaba a seguir despierto - Duerme un poco, si él llama te avisaré.

Taehyung negó, quería esperar la llamada de Jungkook para decirle que pronto se mudaría a una casa que le daría espacio propio y oxígeno con el que mantenerse más vivo que en ese cuarto claustrofóbico de la residencia. Sabía que si se dormía Bogum no lo despertaría, porque el día anterior había ocurrido aquello, no deseaba perder la oportunidad de usar el teléfono para hablar con su hermano y Jungkook una vez más. Media hora con cada uno, funcionaba de ese modo desde dos semanas atrás cuando Kook decidió acceder a ser su amigo.

A Taehyung le hacían bien esas charlas, su hermano lo cargaba del cariño que allí nadie le daba a excepción de Bogum y Jungkook cada vez mostraba un tono de voz más calmado y animado. Sus conversaciones ya no estaban repletas de tensión, era como volver al pasado, a los momentos tranquilos que tenían en aquel apartamento destartalado de Seúl cuando se dejaban caer sobre el sofá del pequeño salón para ver la televisión y comentar las noticias mientras comían juntos.

—No lo harás, te preocupa mi cansancio pero no entiendes que la mejor cura para este es hablar con las personas a las que amo. Después de eso sí puedo dormir bien, lo hago con total tranquilidad porque sus palabras y voces me llenan de vida.

Bogum suspiró pero asintió, él no era nadie para decirle qué hacer al chico sin embargo las ojeras bajo sus bonitos ojos verdes demostraban que no había nada real en su afirmación acerca de dormir bien. Tras acabar con la maleta, a la que sólo le faltaban un par de cosas, se aseguró de que Taehyung no tuviese fiebre pues la enfermedad seguía atacandolo en ese aspecto cuando el cansancio lo superaba.

—Me iré a casa entonces, te he traído unas chocolatinas - sonrió al ver como el gesto del chico se iluminaba feliz - Sé que debes llevar una dieta estricta para mantenerte sano pero por un día no sucederá nada.

Ambos sonrieron, siempre se habían entendido sumamente bien. Aquel fue el motivo por el que en el pasado decidieron estar juntos, se comprendían y respetaban. Sin embargo el corazón de Taehyung había regresado a Jungkook y Bogum tenía a alguien con quien dormir cada noche. Los dos encontraron amor tras su ruptura.

Taehyung se metió las chocolatinas en la boca tan pronto como la doctora se fue de la habitación tras cederle el teléfono, entonces dijo adiós a su amigo con la mano sin prestarle demasiada atención. Su vista se encontraba completamente fija en el mensaje que Kook le había enviado un par de minutos atrás.

Jungkook
¿Te apetece
una videollamada?

Las manos del jinete repiquetearon mientras escribía una respuesta rápida. Quería ver el rostro de Kook además de escuchar su voz, así que no le importó que el turno de hablar con Hoseok fuese ese, ni que Jungkook hubiera hablado media hora antes aún sabiéndolo. Avisó a su hermano de que ese día tardaría más en contactar con él y se levantó impaciente para acicalarse un poco antes de que la videollamada empezase.

Su rostro era un desastre al igual que su pelo y aunque trató de mejorarlo humedeciendolo eso no arregló nada, así que tras secar con cuidado cada mechón, ducharse y cambiarse de camiseta, rápidamente regresó a su cama y envió otro mensaje para indicarle a Jungkook que lo llamaría en sólo un minuto. Estaba concentrado en poder ver al chico que tanto le gustaba y en lograr mantener los ojos completamente abiertos.

Jungkook se encontraba tumbado en cama, notaba el nerviosismo recorrer todo su cuerpo, era como si nunca hubiese hablado o estado con Tae, le resultaba sumamente extraño. Esa tarde había comprado una camiseta nueva, de esas que encendían tanto a su chico cuando estaban juntos, todavía recordaba el modo en el que Tae siempre se mordisqueaba el labio cuando lo observaba vestir con ropa amplia que se envolvía en su cintura con los movimientos de baile, así que de algún modo quería enseñarle a él aquello, porque su instinto de provocarlo y juguetear como antes solían hacerlo seguía vivo a pesar de que sabía que ahora eran simple y llanamente amigos. Por supuesto nunca habían hecho algo así, una llamada de video, pues mientras eran una pareja simplemente vivían juntos, jamás tuvieron aquella necesidad así que de algún modo se sentía como un adolescente al que le gusta su Internet friend.

Kook cambio de postura unas tres veces antes de decidir sentarse en la silla del escritorio y apoyar el teléfono sobre la mesa, puso música y tomó el recipiente con ramen que había calentado al llegar a casa. Tan pronto como vió la señal de llamada entrante hizo clic sobre aceptar, y el arrepentimiento llegó de forma precipitada mientras forzaba una sonrisa.

—Hola - dijo con tono amable. Podía ver el cansancio en la mirada de su chico, la forma en la que uno de sus brazos mostraba rastros de arañazos debido a sus ataques. Taehyung se encontraba acostado sobre la cama y el verde de sus ojos no fue lo siguiente que atrajo la atención de Jungkook sino aquel notable tatuaje sobre su cuello - Tae… ¿Te has tatuado?

La suave risa de Taehyung hizo que el corazón le golpetease en el pecho con fuerza.

—Oh… ¿Te gusta? - su chico sonrió con cansancio - Me lo hice unas semanas después de llegar a Londres. Quería tener algo para recordarte.

—Taehyung… - susurró Jungkook, las clavículas de su cuello se mostraron a medida que el jinete apartaba un poco el cuello de la camiseta para enseñarle el tatuaje completo. Dos rosas que se envolvían entre sí, muy similar al que él le había dibujado en aquel hotel de Incheon. A juego con su cabello levemente desordenado y sus ojos preciosos gatunos verdes, el tatuaje proporcionaba un aspecto salvaje al chico que mantenía la mirada de Jungkook fija en un único punto - Me estás matando cariño.










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Después de 4.000 intentos por fin he logrado publicar este capítulo. Wattpad está en modo huelga de nuevo.

Espero que os haya gustado y dejadme saber qué creéis que pasará más adelante, amo vuestras teorías.

El capítulo está dedicado a una de mis lectoras, @kimzury09 ya que es su cumple.

Un beso, Mel 😘

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