Capítulo 74

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"Mírate en el espejo y pregúntate si estás bien. Apaga el brillo que esconde tu alma. Tú estás en mi mente, estoy cantando. Tú estás en mi mente."
Twenty One Pilots



















Taehyung no pudo evitar sonreír mientras se mordía el labio y giraba en la cama levemente. Por norma general Jungkook era quien lo provocaba con juegos pero en ese preciso instante el jinete realmente anhelaba la atención de su ex novio. Se sentía tan cansado y triste a la par que confusamente repleto de energía electrizante, que haber escuchado aquellas palabras del hermano de Yoongi envío un chute de adrenalina por toda su espina dorsal.

Se revolvió el pelo antes de bajar un poco más la camiseta exponiendo sus clavículas y volvió a morder su labio, maldita sea, se supone que debían ser amigos pero en ese momento estaba tan necesitado de sus atenciones que podría jurar que su entrepierna ya dolía ante los simples ojos atentos de Jungkook. Su mente era un desastre, no sabía lo que estaba haciendo o porqué y no podía evitarlo de todas formas, su cuerpo hacía algo que su cabeza no ordenaba.

—No sigas - Jungkook habló con voz la voz ronca - Mierda Tae, me estás afectando. No sigas, no estás en tus plenos sentidos ahora.

Taehyung volvió a girar en la cama, con leve dificultad, sin dejar de observar la cámara. Sentía la euforia crecer a la par que su excitación. Jungkook había visto eso antes en algunas ocasiones pero nunca había tocado a su novio cuando se encontraba en ese trance, a pesar de la excitación nunca iría más allá con él así. El jinete se había convertido en un chico bueno con la necesidad de ser atendido.

—Jungkookie - la voz de Taehyung lo hizo estremecerse - Estoy caliente aquí.

La cámara cambio de ángulo mostrando el pantalón negro corto de pijama que llevaba Taehyung y el leve bulto de su erección. Kook se relamió observando cómo Tae introducía la mano para calmar el dolor de la excitación, habían estado hablando durante varios minutos después de lo del tatuaje, cada uno de ellos con la tensión presente y palpable en el ambiente. Y aunque Jungkook sabía que todo aquello se debía a una fase de euforia que sumía a su chico en una personalidad diferente, no podía dejar de mirarlo. Incluso sabiendo que en media hora le quitarían el teléfono y podrían encontrarselo en una situación comprometida. Hacía demasiado que no lo observaba por completo, las yemas de sus dedos ardían ante la necesidad de poder acariciar su piel, de tenerlo cerca y sentirse completamente lleno de él.

—¿Dónde está tu medicación bebé? - preguntó hablando con calma. A pesar de su necesidad Jungkook entendía que Taehyung estaba sumido en el trance de la euforia y tanto dejarlo seguir así como hacer algo con él, incluso a distancia, sería como abusar de este a su forma de verlo pues en la mayoría de ocasiones Tae ni siquiera recordaba lo que había sucedido durante uno de sus ataques al regresar a la calma. No estaba dispuesto a avanzar ni un poco con Tae así.

—En el cajón de mi mesilla - Taehyung dejó escapar un puchero removiendose en la cama y volviendo a enfocar su cara con la cámara. Sus piernas seguían inmóviles pero lograba mover el resto de su cuerpo con agilidad incluso con el dolor de espalda presente.

—¿Eres un buen chico cariño? - Taehyung asintió, sus ojos verdes brillando a través de la cámara. Jungkook sentía su mirada tan intensa como si lo tuviera ante él, sin cámaras de por medio.

—TaeTae es buen chico - confirmó.

—Entonces debes hacerme caso, toma la pastilla amarilla bebé. Si lo haces te daré un premio - Taehyung se comportaba como un niño en muchas ocasiones cuando la euforia lo embargaban por completo, y como un niño la promesa de premios lo ayudaba a prestar atención a quienes trataban de calmarlo. Kook lo conocía bien, había aprendido cada señal y truco para mantenerlo bien durante sus ataques. Sabía cómo tratarlo, distinguía al instante cuando este se encontraba sumido en la enfermedad.

Jungkook suspiró aliviado tan pronto como notó que su chico obedientemente alcanzaba la pastilla como podía y la llevaba hasta su boca para después beber un poco de agua.

—Quiero mi premio - Taehyung hinchó sus mejillas sacándole una sonrisa a Jungkook. Era inevitable sonreír a pesar de todo, incluso sabiendo que la otra cara de la euforia se presentaba en forma de depresión.

—Recuestate en cama y tapate bien bebé. ¿Estás muy cansado hoy?

Taehyung asintió, Jungkook lo sabía incluso sin preguntar. Aquellas marcas bajo sus preciosos ojos resultaban casi un delito y sus brazos así como su preciosa piel repletos de arañazos de sus propias uñas demostraban que sufría ataques de forma continuada. Era normal que estuviese cansado, todo aquello era una mezcla horrible y el miedo a que la depresión se lo llevase golpeó a Jungkook de nuevo de una forma sumamente fuerte.

—¿Por qué lloras Kookie? - la voz dulce de Taehyung llegó hasta sus oídos, el chico había obedecido su petición y se había recostado en la cama aún enfermo de euforia por su ciclotimia.

—No es nada cariño - no podía hablar directamente de la depresión con él en ese instante, no cuando su línea entre la normalidad y la enfermedad era tan sumamente delgada - ¿Quieres dormir un poco? Me quedaré contigo hasta que te duermas.

Taehyung asintió felizmente y posó el móvil sobre la mesilla de forma que podría dormirse y ver a Jungkook a la vez sin tener que sostener el teléfono con sus propias manos, sus ojos verdes comenzaban a cerrarse cuando inevitablemente Kook cantó esa canción de cuna que en tantas ocasiones había usado para calmar al jinete. Cuando Tae cayó en los brazos de Morfeo él se mantuvo en silencio, mirándolo luchar y discutir en sueños contra sabe quién qué pesadilla.

Jungkook deseaba poder abrazarlo y limpiar con trapos húmedos su sudorosa frente mientras le susurraba que todo iría bien, que la depresión pasaría y él se encargaría de mantener la ciclotimia a raya, estaba dedicando cada segundo libre de sus días a aprender un poco más sobre la enfermedad, a estudiarla y comprenderla. Pero Taehyung estaba demasiado lejos para eso, para que él pudiera ayudarle, y lo que más lo aterraba era que nadie lo sostuviera en sus peores momentos, que nadie supiese la forma correcta con la que ayudarlo a revivir. Que nadie lo abrazara mientras se dormía y le dijese que todo iba a estar bien pronto.

Taehyung era delicado y fuerte al mismo tiempo, necesitaba apoyarse en aquellos que lo rodeaban y sentir el amor de la gente. Sin eso su chico se marchitaba como las frágiles rosas en un jardín maltratado.

Tras unos veinte minutos Jungkook pudo observar como una doctora arropaba a Tae y se dirigía hacia el teléfono, su tiempo se había acabado así que colgó la llamada todavía acongojado por el miedo a perderlo. Por el arrepentimiento de no haber notado a tiempo la depresión que amenazaba con invadir por completo la mente de este.

—Siento haberte juzgado TaeTae - susurró a solas en su habitación mientras observaba el techo blanco y aburrido de su habitación- No comprendí lo que realmente te pasaba, olvidé que eres un actor. Y supiste fingir tan bien… nadie habría predicho que en realidad estabas y estás completamente roto por dentro. Se supone que quiero especializarme en psicoanálisis y aún así tampoco lo vi venir. Siempre has necesitado más ayuda de la que pides.

Había pasado más de una hora desde la videollamada pero Jungkook todavía no podía olvidar aquellas imágenes de Taehyung tratando de provocarlo, su mente era un completo desastre de necesidad y tristeza. Sabía que estaba mal, que su chico solo se había mostrado así por el efecto de la euforia y sin embargo se sentía tan sumamente excitado.

Hacía meses que no lo tocaba, que no lo veía y probaba. Por eso quizás le resultó inevitable deshacerse de su camiseta, una de sus manos subió temblorosa hasta su pezón imaginando que era el jinete quien lo tocaba. Lo pellizco y apretó como este siempre hacia,  a solas pero con la clara imagen de una sola persona en su mente. Cuando Taehyung ponía la atención sobre él su cuerpo parecía volverse loco ante las sensaciones, nada tenía que ver con lo que se hacía a sí mismo pero aún así Kook siguió jugando con sus pezones, estimulándose a sí mismo mientras en su cabeza veía al único chico que lograba hacerlo gritar de placer. No podría compararse con los ramalazos de excitación que cubrían su bajo vientre cada vez que el hermano de Hoseok lo tocaba sin vergüenza.

Otra de sus manos descendió levemente por su torso, recordaba en el proceso la forma tan lenta con la que el jinete siempre movía los dedos sobre su piel. Cuando introdujo la mano en su boxer supo que no había marcha atrás, apretó su glande con rudeza como lo habría hecho Tae antes de comenzar con los toques rítmicos de su mano, torturandose un poco a sí mismo. Arriba y abajo, arriba y abajo. El calor subía a cada segundo. No era lo mismo, ahora solo parecía un adolescente prepuberto, ni siquiera se comparaba un poco a lo que el chico le ocasionaba con el más mínimo roce.

—Taehyung - Jungkook gimió su nombre con fuerza mientras arqueaba las caderas notando llegar el orgasmo - Tae… oh mierda, eres tan guapo. Taehyung… Tócame más por favor…

Su imaginación seguía fluyendo, aún a pesar de no tener los labios que ansiaba o las manos que requería. De forma inevitable el orgasmo lo golpeó y él gimoteo sofocado. No estaba presente la esencia de su chico, sus susurros roncos y sucios… Pero al menos Jungkook tenía algo claro ahora.

No permitiría que Taehyung se dejase vencer por la depresión, incluso si tenía que ejercer más como psicólogo que como amigo o pareja para lograr rescatarlo.

Jungkook suspiró antes de entrar en la mansión de los Jung y caminar hacia el salón dónde Yoongi se encontraba ocupado con algunos papeles.

—¿Puedo hablar contigo? - Kook no pretendía envolver a Yoongi en sus asuntos o  causarle problemas pero en ese instante tenía clara su petición.

Yoongi sonrió con calidez y le hizo una seña a su hermano para que tomase asiento a su lado, le alegraba sin duda ver qué Jungkook estaba mejor que un mes atrás, ahora sonreía con más frecuencia y no se hundía en la soledad de su apartamento.

—Estaba revisando los informes de las obras en la antigua casa de nuestros padres - dijo Yoongi señalando los papeles - ¿Qué sucede?

Jungkook sonrió levemente antes de darle un vistazo a los papeles, habían estado trabajando en esa casa desde hace un tiempo y poco a poco parecían estar logrando un buen resultado. Volvía a parecerse al lugar dónde vivieron antes de la muerte de sus padres, el sitio donde conocieron la felicidad real.

—En realidad necesito pedirte un favor, quiero los informes psicológicos de Taehyung. Del primero al último.

Yoongi frunció el ceño mirando a su hermano pequeño, no sabía qué responder, aquello era algo extremadamente personal. Ni siquiera él mismo sabía todos los detalles acerca de la enfermedad de Tae y como está había surgido con tanta fuerza, su única información era la que Hoseok le había contado. Sabía que ambos heredaron de su madre la ciclotimia en un grado menor que el de esta, también sabía que el jinete empeoró debido a los actos de abuso que su propia madre cometió contra él, sin embargo el magnate no hablaba en exceso del tema y trataba de evitarlo siempre que fuese posible para no molestar a Taehyung.

—No puedo darte eso Jungkook - Yoongi suspiro al ver la expresión triste de su hermano pequeño - pero intentaré hablar con Hoseok al respecto, él lo guarda todo en su despacho. Deja que lo llame, no prometo nada.

Jungkook asintió y cerró los ojos agradecido cuando su hermano le dedicó una suave caricia en la mejilla. Su relación estaba mejorando con el paso de los días ahora que no suponía nada malo para él, el acudir a la mansión. Ya no había nada en Hoseok que le causara daño o interés, el magnate era ahora simple y llanamente la pareja de Yoongi.

Tras varios minutos Yoongi regreso al salón con una llave en las manos.

—Vamos arriba, Hoseok ha dicho que puedes revisarlos si crees que eso de alguna forma ayudará a Tae.

Jungkook asintió conforme y se levantó rápidamente para ir hacia Yoongi, cuando este pasó su brazo alrededor de sus hombros sonrió felizmente. Le gustaba llevarse bien y pasar tiempo con su hermano, había olvidado el amor fraternal que se tenían el uno al otro.

El despacho de Hoseok seguía igual de pulcro y ordenado, al igual que toda la mansión. La madera brillante, el sillón de ordenador de gran tamaño, las estanterías con libros o lo informes ordenadamente situados en carpetas de colores… nada había cambiado entre esas cuatro paredes durante los últimos años.

—Ten, primer cajón de la derecha. Los informes están ordenados desde las primeras sesiones hasta las últimas. Hoseok mencionó que ha cambiado de psiquiatra varias veces así que encontrarás algunas diferencias entre los diagnósticos. - Jungkook asintió a las palabras de Yoongi mientras caminaba hacia la silla situada tras el despacho - Estaré abajo, si necesitas cualquier cosa pídelo.

Nuevamente Jungkook asintió, en el instante en que su hermano salió del despacho tomó la llave y abrió el cajón. Sus manos temblaban mientras alcanzaba el primer informe psicológico de Taehyung.

" El paciente muestra animadversión ante el toque de las personas, no le gusta compartir tiempo o palabras con aquellos que no conoce y se esconde de forma constante tras la sobreprotección de su hermano mayor el cual considera como única familia. La presente hafefobia no se conecta de ningún modo a la ciclotimia hereditaria sino a un trauma surgido de los abusos por parte de su progenitora. El paciente cita literalmente que su madre lo tocaba en lugares indebidos mientras lo mostraba ante sus amigos de sociedad, pegaba, arrastraba del cabello y encerraba para convertirlo en un chico bueno.

El hermano mayor del paciente confirma las palabras del mismo y añade que tras la muerte de la progenitora la hafefobia ha ido en crescendo.

Nota: es esencial mostrar paciencia y cariño ante el paciente, el tema más importante se centra en el trauma y no en la propia ciclotimia. "

Jungkook llevó una de sus manos hasta su boca sintiendo de nuevo su cuerpo temblar, un nudo se formó en su garganta haciéndole querer vomitar. La madre de Taehyung era un monstruo.

—¿Qué te hicieron TaeTae?










-----------------------------------
La hafefobia es un trastorno fóbico específico (a diferencia de la agorafobia o la fobia social) que provoca gran sufrimiento en la persona que lo padece. Es un miedo irracional de gran intensidad que se manifiesta cuando el individuo que sufre la fobia entra en contacto físico con otras personas y es tocada.

Bueno, si creías que no quedaba nada por saber de Tae os equivocabais jaja pronto veréis un poco más sobre su pasado y el motivo principal de que su ciclotimia sea tan grave a diferencia de la de Hoseok que solo aparece a veces como se vió en The Player. Y bueno, creo que esto también os ayudará a entender el motivo real del modo en el que Hoseok cuida y sobreprotege a Tae, el porqué de que para él su hermano sea siempre lo primero incluso sobre Yoongi.

Espero que os haya gustado 😊

Un beso, Mel 😘

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro