Capítulo 78

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"Te amo a través de los mejores días. Te amo a través de los lluviosos. Campeón, eres el número uno, sí, eso es verdad. Supongo que lo que digo... Supongo que lo que estoy diciendo es que. Te amo, carajo."
Bazzi
























En las calles de Londres las personas parecían caminar sin prisa durante las horas más calurosas del día, al menos en aquel pintoresco lugar repleto de casitas dignas de película. El tiempo era soleado y la suave brisa de la tarde veraniega chocaba contra sus caras ayudándoles a sobrellevar el calor mientras charlaban, caminaban juntos, tan tremendamente juntos que a veces sus caderas se rozaban mientras avanzaban por las calles. Allí nadie parecía demasiado sorprendido por sus manos unidas o ponía mala cara cada vez que alguno de los dos pasaba el brazo sobre los hombros del otro, para Jungkook aquello se sentía como libertad y felicidad. Algo tan simple como caminar juntos por una calle se percibía completamente distinto en comparación con lo que habían experimentado en Seúl. Ellos dos habían visto muchas veces las miradas recriminatorias de jóvenes, adultos y ancianos, habían tenido que soltar sus manos en ciertas ocasiones superados por el hecho de que los juzgasen tan duramente. No eran como Hoseok y Yoongi quienes jamás se separaban ante los murmullos, a ellos los dañaba aquello, al menos un año atrás lo hacía.

Kook sabía, que cómo en cada parte del mundo, era probable que en Londres algunas personas los juzgarán también, sin embargo por el momento las miradas no eran tan lastimeras como en Corea. Él amaba su país pero detestaba la mente cerrada que todavía habitaba en gran parte de la población. Quizás en Londres también los juzgaban, quizás después de todo las miradas se sentían menos importantes porque ya no les importaba tanto ser juzgados. Porque hacía demasiado que no estaban juntos como para dejar ir sus manos por causas ajenas a ellos mismos.

El brazo de Jungkook envolvió la cintura de Taehyung, lo hacía realmente feliz ver que el chico podía caminar sin problemas. A pesar de la leve cojera y el bastón, el jinete estaba prácticamente recuperado por completo. Lo que significaba que el esfuerzo de mantenerse lejos durante un año había valido la pena, sus mentes habían evolucionado mientras se conocían como amigos. A la par que evolucionaron juntos a través de todas y cada una de las conversaciones que mantenían a diario, también lo hicieron individualmente.

—¿Dónde está el local de tatuajes? - Jungkook sonaba entusiasmado lo que hizo reír a Taehyung.

—Oye, ¿recuerdas que un tatuaje es para siempre verdad? - Tae se giró para mirar al hermano de Yoongi a los ojos y acarició sus mejillas. No podía evitar tocarlo, hacía demasiado que solo lograban verse a través de una pantalla por lo que todavía no se creía que realmente volviesen a estar frente a frente - ¿Estás seguro?

—Incluso si en el futuro no estamos juntos será el recuerdo de una buena época Tae, no creo que me arrepienta y tampoco es como tatuarme tu nombre. Serán dos rosas que tienen un significado que solo nosotros dos podemos descifrar  - Jungkook dejó escapar una sonrisa al comprobar la preocupación que reflejaba la mirada del jinete - Es mi decisión, no te preocupes. Estoy seguro, realmente quiero hacer esto.

Taehyung asintió finalmente, su mano bajando de nuevo hasta encontrarse con la de Jungkook para a continuación entrelazar sus dedos.

—Bien, vayamos a por ello entonces.

Jungkook sonrió y asintió graciosamente logrando que su cara tomase un aspecto adorable del que el jinete parecía no cansarse. Con las manos unidas siguieron caminando, las palabras parecían salir solas de sus bocas mientras se contaban el uno al otro todo lo que habían hecho en el transcurso del año. Las sonrisas que compartían eran quizás más sinceras que nunca.

Bastaron unos diez minutos andando para que el hermano de Yoongi pudiese comprobar el cambio de las calles, habían dejado atrás las casitas de película para llegar hasta el inicio de una de las calles comerciales de la ciudad.

—La residencia de los jinetes está cerca, a sólo unos quince minutos andando. Cuando llegué a Londres acepte quedarme allí sin pensarlo bien. Creía que era claustrofóbico tener que vivir en un espacio tan reducido, pero probablemente fuese algo más mental que real. El sitio era agradable pero yo no me sentía en casa, es imposible sentirse en casa cuando estás tan lejos de esta. - Taehyung jugueteo con el cabello de la nuca de Jungkook mientras caminaban hacia el salón de tatuajes - En ese momento te echaba de menos, también a Hoseok y Yoongi, pero no los había dejado a ellos del modo en que te deje a ti. No dejaba de preguntarme si quizás había sido un error, llegué a pensar que te perdería para siempre después de mis decisiones precipitadas así que le pedí a Bogum que buscase un salón de tatuajes cercano. Así decidí que quería algo que me recordase lo mucho que disfrute mientras estábamos juntos incluso si el camino fue difícil.

Jungkook dejó escapar un suspiro de sus labios, encantado por sentir la cercanía de su chico de nuevo. Ambos se habían echado de menos, a pesar del poco tiempo que duró su noviazgo, ellos ya tenían una historia antes de tan siquiera iniciarlo. Años antes ya habían compartido tiempo y sentimientos, Kook consideró a Tae un amigo incluso mientras lo empujaba lejos, y en algún momento la amistad dejó paso a un romance inesperado que incluso él confundía con simple atracción.

Tan pronto como pisaron el local de tatuajes la idea de Jungkook se reafirmó, él definitivamente deseaba tener en su cuerpo algo que le recordase a Taehyung porque el chico no sólo era su pareja, sino una de las pocas personas que decidió tirar de su vida hacia arriba sin rendirse jamás incluso cuando la crueldad de sus palabras lo dañaba. Tae era mucho más que un simple novio, era el chico que lo había animado e instado a cambiar su forma de vida insana, el mismo que le había ayudado a tomar una rutina donde las sonrisas y el descanso existían de vez en cuando. Más allá de estar a su lado, había luchado por ayudarle a vivir como alguien de su edad debería hacerlo.

Y por aquello siempre le estaría agradecido, independientemente de si en el futuro estarían juntos o no, Jungkook quería algo sobre su piel que se ligase a Jung Taehyung.

—OK, let's go guys - el tatuador les dedicó una sonrisa, era el mismo que había atendido a Taehyung meses atrás. El mismo hombre que había visto las lágrimas en el rostro del jinete mientras este le hablaba de la historia tras el tatuaje de su cuello.

Jungkook se recostó siguiendo las indicaciones del profesional, sus ojos buscaron a Taehyung quien sonreía apoyado en el marco de la puerta del estudio mientras observaba trabajar al hombre. Una extraña sensación de familiaridad recorrió el pecho de Kook, a pesar de que había pasado un año nada había cambiado entre ellos. En sólo una hora decidieron volver a estar juntos, y sus personalidades, más desenvueltas, formadas y maduras que antes, seguían encajando a la perfección. Seguían siendo dos rosas unidas por el mismo tallo.

—He is the boy, my rose. - habló Taehyung dirigiendo la mirada al tatuador. Su voz ronca despertando todos los sentidos de Jungkook - The beautiful dancer.

Las manos de Taehyung se posaron sobre la camiseta de Jungkook mientras el chico alzaba los brazos para librarse por fin de la prenda. Ambos necesitados por un poco de contacto de piel con piel, sus labios solo se separaban cuando era extremadamente necesario y aunque el jinete se tambaleaba levemente los brazos de Kook no dejaban de sostenerlo ni siquiera por un solo instante. Taehyung todavía lidiaba con el recuerdo de la soledad que siempre lo acompañaba en Londres, ese país parecía haber cambiado por completo debido a la presencia del hermano de Yoongi y de repente recorrer sus calles de piedra ya no le resultaba tedioso sino algo que llenaba de ánimo todo su pecho.

Los roces de sus labios significaban mucho más que un simple beso, implicaba que volvían a estar juntos y dispuestos a luchar por un futuro en común. Sin certeza pero aún así completamente animados.

Todavía sin dejarse ir el uno del otro, avanzaron con pasos torpes. Una sonrisa interrumpió el beso antes de que Jungkook empujase levemente al jinete hacia la cama y se sentase a horcajadas sobre la cintura de este, sus manos buscando las del contrario e inmovilizando mientras posaba un camino de besos desde su barbilla hasta su cuello. Kook succiono la piel sin prisa, mordió levemente y lamió la marca lilacea sobre la piel pálida de Tae. Su boca no tardó en regresar a la piel de este, casi desesperado sus labios y lengua fueron directos hacia el pecho del chico donde comenzó a trabajar de nuevo marcando cada zona que sus ojos encontraban. El efecto del cuerpo de Taehyung contra el suyo prácticamente lo mareaba dejándolo colgado de la sensación de calor ardiente que lo atravesaba en su entrepierna.

—Jungkook.

Taehyung susurró su nombre en medio de un jadeo, sin respiración trató de librar una de sus manos y soltó una carcajada cuando Jungkook volvió a inmovilizarlo para seguir besando su cuerpo. Podía sentir los labios del muchacho bajando por su pecho hasta situarse en su abdomen, cerca de la goma de sus boxers y la intensidad del agarre de sus manos sobre sus muñecas mientras lo clavaba a la cama sin permitirle cambio de posición alguno.

El jinete jadeo observando a su novio mientras que los dedos de sus manos se encogian. Su erección era notable y parecía clamar por un poco de atención mientras Kook seguía perdido en el trance del deseo de llenar de besos hasta la más escondida parte de su piel. Podía notar al chico temblando sobre él, demasiado extasiado por la necesidad como para atender a otra cosa, demasiado perdido y apasionado. Una sonrisa adornaba su boca antes de cambiar de zona, bajaba los besos para luego volver a subirlos, creaba una carretera de marcas y saliva, su lengua probando cada rincón de su cuerpo. Sus labios estaban rojos e hinchados en consecuencia, su cabello revuelto y su respiración dificultosa, era la imagen más exótica que Tae había visto desde que tenía memoria. Jungkook parecía querer comerlo por completo y él estaba dispuesto a dejarle hacer lo que quisiera, se sentía tan sumamente bien poder dejarse en manos de este, la confianza que los envolvía llenaba su estómago de calor.

Las manos de Jungkook sólo lo soltaron cuando le fue absolutamente necesario para seguir bajando su boca, esta vez se centró en sus músculos y Taehyung volvió a sonreír, disfrutando de toda la atención romántica y lenta que el muchacho le proporcionaba en esos instantes.

—Me vas a matar si sigues con esa dulzura Jungkookie - dijo Taehyung observando como los ojos brillantes del chico se posaban sobre sus boxers para a continuación deshacerse de ellos rápidamente.

Jungkook sonrió y se relamió los labios encantado de saber que su juego de besos había encendido a su pareja. Se revolvió el cabello desordenado antes de colar su cabeza entre los muslos de Taehyung y comenzar a rozar sus mejillas contra la masculinidad de este, podía notar como su novio se endurecía más y más ante aquello, por lo que tras relamerse los labios de nuevo, como acto reflejo, lo observó de arriba a abajo. El cuerpo de Tae no era musculoso hasta el exceso pero había una masculinidad en este que volvía completamente loco al Jungkook hormonal que todavía llevaba dentro cada vez que compartía tiempo con Taehyung.

El jinete pasó una mano por su cabello peinandolo levemente al notar los mechones desperdigados para a continuación sujetar con fuerza estos, en cuanto Kook sintió el tirón demandante un gemido abandonó su boca y volvió a rozar su cara contra el miembro de Tae quien se limitaba a mirarlo. Una actitud casi sumisa que dejó sin respiración al hermano de Hoseok.

¿Acaso Jungkook estaba jugando? A este paso derribaria por completo su poca cordura.

—¿Quién es el chico bueno ahora? - bromeó el jinete notando como Jungkook posaba besos en su parte inferior casi con adoración y rozaba sus mejillas sintiendo el largo de su masculinidad contra la piel de su cara.

—Yo - Jungkook contestó rápidamente, sorprendiendolo - Yo soy tu chico bueno pero he sido malo y necesito un castigo.

Taehyung trago saliva afianzando con más fuerza el cabello de Jungkook entre sus dedos y sintiendo como este gimoteaba excitado de nuevo echando su cabeza hacia atrás. Era una pena que el tatuaje todavía estuviese cuidadosamente vendado porque verlo plenamente habría dado incluso más morbo a la escena ante su mirada. Kook se derretia placenteramente ante su toque.

—¿Qué clase de castigo quieres chico bueno? - la voz de Tae en esos instantes había tomado el tono ronco que tan loco volvía a Jungkook. Ese que de alguna forma Taehyung solo usaba durante el sexo.

—Mmm… Tú deberías decidirlo…

Jungkook se movió contra el cuerpo del jinete haciendo que sus pieles se tocasen mientras escalaba hasta llegar a su boca para intentar besarlo.

—Nada de besos entonces - sentenció Taehyung. Una sonrisa abandonó su boca cuando Jungkook hizo un puchero.

—Pero eso es lo que más me gusta - protestó el hermano de Yoongi.

—Por eso se llama castigo, si quieres jugar jugamos con todo. Te lo compensaré luego - habló Taehyung - Ahora dilatate para mi y vuelve para montarme, mi pierna está algo resentida por la caminata de hoy.

Jungkook asintió, sus labios posándose sobre el cuello de Taehyung en lugar de en su boca. Obedientemente el chico bajó de la cama y rebuscó entre las bolsas con las manos temblorosas hasta encontrar lo que necesitaba. Había algo sobre tocarse a sí mismo ante la mirada de su chico que lo encendía por completo. Sin embargo, antes de comenzar decidió ampliar su juego, dejando el lubricante a un lado rebuscó en el armario del jinete, consciente de que este no dejaba de mirarlo, tras obtener una camisa y corbata de Taehyung se las puso y le dedicó una preciosa sonrisa.

—No hay nadie en casa a parte de nosotros, ¿cierto? - Taehyung negó - ¿Bogum tiene llaves? - de nuevo el jinete negó - Entonces espera aquí, volveré en un minuto.

Taehyung frunció el ceño preguntándose qué era lo que planeaba Jungkook, sin embargo sonrió plenamente en cuanto lo vio regresar con la botella de vino que le había regalado y un par de copas. Su chico sirvió para ambos antes de caminar hacia el frente dispuesto a regalarle un magnífico espectáculo.

Tae bebió de la copa tratando de calmar sus impulsos por ser él mismo quien dilatase al muchacho mientras lo veía gimotear tumbado a los pies de la cama con el culo en pompa, su camisa y corbata puestas y dos dedos haciendo las tijeras en su cada vez menos apretada entrada.

Taehyung no pudo evitar acercar su mano para pellizcar una de las nalgas de Kook, este gimoteo algo en bajito y en el instante en que el jinete golpeó levemente en broma su culo con la palma su erección se hinchó necesitada.

—Supongo que ninguno de los chicos que me contaste que te llevaste a casa para una noche, te dieron lo que querías.

Taehyung volvió a recostarse en la cama, la copa en la mano mientras observaba a un Jungkook desesperado por atención delante de sus ojos. Dios, la imagen debería estar prohibida, todo su cuerpo parecía arder ante aquello.

—¿Te gusta lo que ves? - Jungkook bromeó antes de dar por terminado el espectáculo y desabrochar su camisa para a continuación gatear como un gatito en celo hasta las piernas de Taehyung y sentarse a horcajadas sobre la cintura de este. Sus caderas meciéndose sobre la polla del jinete antes de tomarla con su mano derecha y autopenetrarse por completo.

Un gemido ahogado se escapó de los labios de ambos y se quedaron quietos durante unos segundos, Taehyung apuró el trago de vino antes de tumbarse y observar el modo en el que Jungkook buscaba la postura y se ajustaba comenzando a moverse para encontrar su propio placer. Él no se estaba moviendo, le encantaba la imagen del hermano de Yoongi desesperandose solo mientras hallaba la mejor postura.

—Buen chico - Tae sonrió dejando la copa a un lado para alcanzar la corbata que colgaba del cuello de Jungkook, sintiendo su cuerpo temblar ante el placer.

Las manos del chico se posaron sobre su abdomen mientras comenzaba movimientos circulares con la cintura. Sus ojos cerrados y los gemidos comenzando a brotar sin descanso. Hacía tanto que no lo veía así, había echado de menos más que nada las cosas simples como conversar y reír juntos, comer el uno frente al otro o cabalgar con este a su vera, pero no podía mentir, también había echado de menos lo bien que se sentía tener relaciones con Jungkook. Era como si sus cuerpos encajaran a la perfección.

Jungkook hizo un puchero y dejó caer su cuerpo contra el torso de Taehyung con la intención de esconder su cara en el hueco del cuello de este a la vez que dejaba escapar de su boca suaves ruidos de placer. No estaba gritando pero el jinete sabía que no tardaría en hacerlo. No se equivocó, en cuanto  respondió a los movimientos del chico comenzando a dar estocadas profundas, y a marcar sus clavículas con besos, Kook se derritió en las sensaciones por completo.

—Mírate, tan lindo. No puedes evitar ser escandaloso por mi - Tae sonrió levemente volviendo a mover sus caderas. Las manos de Jungkook se situaron en su espalda, sujetándose a su piel y acariciándolo.

—Te quiero - Jungkook puchereo buscando un beso como recompensa y Taehyung no pudo evitar sonreír con ternura en medio del caliente ambiente que los envolvía mientras negaba con la cabeza. Habían dicho que nada de besos pero eso era más un castigo para sí mismo que para el propio Jungkook.

—Y yo a ti Jungkookie.

—No me dejes de nuevo.

Taehyung frunció el ceño por unos segundos antes de ceder y besar a su pareja de nuevo.

—No lo haré, te lo prometo bebé.

Entonces ya nada le importó, ni su pierna, ni el autocontrol, ni el juego… Cambió las posturas, atrapando al chico bajó su cuerpo y mordisqueo la barbilla de este mientras sus caderas se movían rápido, su mano apretando y masturbando sin descanso alguno la dura erección del muchacho. Los movimientos profundos y concisos hicieron que ambos temblasen por la cercanía del clímax, cada estocada hundiendo a Kook contra el colchón y haciéndole ver borroso.

Entonces ambos se dejaron ir ante la sensación del placer máximo envolviendolos. Nada le importaba ya al jinete, salvo por el chico que se retorcía y gimoteaba algo inteligible bajo su cuerpo.

—Esto aún no ha acabado - dijo Taehyung, su voz ronca hablándole al oído a Jungkook - Sigo duro por ti bebé.

Las estocadas comenzaron de nuevo y Jungkook se sorprendió a sí mismo cuando a pesar de sus temblorosas piernas una nueva erección se formó entre sus piernas.

—Lo que tu quieras Tae, me da igual si lo hacemos durante toda la noche o una semana completa - bromeó sonriente mientras colgaba sus brazos alrededor de la nuca del jinete y ambos se sumian en un beso cariñoso.

Primero fue la pasión, ahora tocaba el amor real.
















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Como dije en mi perfil he decidido dividir este capítulo porque sino quedaria muy pesado, en mi personal opinión. Así que no será hasta el próximo cuando realmente empecéis a saber sobre el pasado de Tae. Siento haceros esperar.

No sé cómo habrá salido este lemon pero espero que bien jeje

Vi esta edit en Instagram y tenía que ponerla al final del capítulo sí o sí

Un beso, Mel 😘

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