Capítulo 82

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" Él hace que mis lunes se sientan como viernes. "
—Hobo Johnson




















Jungkook sonrió levemente mientras sostenía su mirada sobre Taehyung, el chico dormía profundamente, despreocupado. Su aspecto tranquilo le había ayudado a lidiar con la culpabilidad, los días seguían pasando pero ninguno de los hermanos Jung se había acercado a él para reclamarle por la sesión de hipnosis. En realidad los dos parecían haber vuelto a la rutina poco a poco, seguían hablando cada día cuando era necesario, a veces Kook y Yoongi entendían que se trataba de una conversación personal, otras simplemente permanecían cerca mientras ellos conversaban con tranquilidad.

Hoseok y Taehyung no eran el tipo de hermanos que se enfadaba o creaba un drama con facilidad, lo cierto es que su recuperación después de la aclaración de aquel recuerdo había sido silenciosa y disimulada. A veces Tae le hablaba a Jungkook sobre sus sentimientos, cómo su mente parecía todavía confusa acerca de todas las ideas que brotaban de su cabeza creando escenas difusas de aquel día. En esos instantes Kook sabía que no sólo era el novio y amigo del jinete, sino también su psicólogo. Le gustaba escucharlo, ayudarle a superar las partes difíciles de un trauma de aquel tamaño. Sabía que aún no era un profesional, sin embargo estaba esforzándose por usar todo ese aprendizaje que llevaba en la cabeza.

La mano de Jungkook trazó una caricia sobre la mejilla de Tae antes de acomodarse en la cama y hacerse un sitio entre los brazos del jinete, escondiendo su frente contra el cuello de este. Respirando sin prisa la esencia de su chico mientras las sombras del sol se colaban despreocupadamente entre las cortinas blancas. Hacía días que dormían con la ventana abierta debido a las altas temperaturas que una ola de calor había provocado, y aunque los abrazos no eran tan llevaderos, ninguno de los dos quería renunciar a estos. Kook había empezado a enamorarse de esa casa, de Londres, las calles de piedra, la vista desde la ventana y por supuesto la habitación de Tae. A menudo se despertaba al amanecer para observar el sol saliendo entre el horizonte, la brisa de la mañana temprana era un alivio últimamente. Más tarde siempre regresaba a la cama y envolvía a su chico con los brazos, acomodándose sobre este hasta permanecer dormido y horas después lo envolvía una carcajada sincera pues Taehyung siempre despertaba con alguno de sus brazos hormigueando por la postura.

—¿Ya estás despierto bebé? - la voz ronca de Taehyung por el reciente sueño hizo dar un respingo a Jungkook antes de apartar la frente del cuello del jinete para reclamar un beso de buenos días.

Jungkook sonrió viendo como Taehyung movía levemente el brazo que él había estado usando como almohada durante la noche. ¿Qué podía hacer? Tae siempre lo abrazaba dormido y en consecuencia le resultaba imposible no acurrucarse y fundirse contra su cuerpo a pesar de la calor abrasadora.

—Hace un tiempo que lo estoy - la mano de Jungkook se posó contra el pecho de Taehyung mientras jugaba despreocupado con sus dedos contra la piel levemente bronceada de este. Todo lo que habían hecho últimamente era pasar el tiempo en la improvisada piscina del patio de la casa.

Taehyung todavía recordaba el día en el que Hoseok y Jungkook llegaron con una furgoneta alquilada repleta de cosas, su gesto fue de confusión total incluso cuando notó que se trataba de algo que habría que montar y construir, a pesar de que los interrogó ni su hermano ni su novio confesaron de lo que sé trataba. Yoongi y él se mantuvieron toda la tarde bajo la sombra de las puertas de la casa que llevaban al patio, bebiendo granizados y apostando sobre qué era lo que sus hermanos planeaban montar. Al final resultó ser lo más evidente, una enorme piscina de plástico desmontable que le llevó cerca de dos horas construir de forma correcta. La sonrisa de Jungkook aquel día mientras tomaba la manguera para llenarla había sido ardiente, Hoseok incluso se encargó de comprar hinchables.

—No es como la de la mansión pero nos servirá para sobrellevar el verano - había dicho Hoseok con su pie en uno de los hinchadores del colchonetas.

—Tenéis la piscina del hotel - había contestado Taehyung confuso mirando a su hermano y a Yoongi.

—Pasamos todo el día aquí, así que es necesaria. No finjas que no te agrada la idea.

Taehyung sólo tuvo que observar a Jungkook para asentir, su novio parecía realmente feliz aquel día. En realidad, parecía ardiente cada día desde que había llegado a Londres.

A Kook le gustaba aquello, la sensación de levantarse tarde después de una noche de sexo, comer sin preocupación y disfrutar de la helada vainilla de un helado antes de moverse hacia el patio para juguetear como un niño salpicando a Taehyung con una pistola de agua mientras este intentaba tomar una siesta al sol con tanta crema sobre la cara que parecía un fantasma. Sus días tenían una rutina extraña de la que no parecía cansarse. Amaba ver al jinete rindiéndose mientras suspiraba quitándose la camiseta, siempre se rendía fácilmente y acababa  en la piscina a su lado, sosteniéndolo por la cintura mientras lo apretaba contra una de las paredes de plástico y lo besaba hasta hacer sus labios hincharse por la intensidad, su cara siempre demostraba lo mucho que podían llegar a disfrutar una sesión de besos. Sobretodo cuando el clímax no dejaba de atacar su estómago creando una necesidad de cercanía casi de película en su organismo.

Entonces de algún modo la sombra llegaría hasta la mitad del patio, cuando la tarde empezase a caer. Y el sol dejaría el amarillo resplandeciente a cambio de una iluminación naranja acompañada de nubes rosas que se estiraban con gracia a lo largo del cielo. Hoseok y Yoongi aparecían como todos los días, en algún momento de la tarde, con sonrisas relajadas en sus caras y una bolsa llena de comida.

En ocasiones hacían una barbacoa mientras anochecía, esos eran los momentos preferidos de Jungkook, cuando podía cocinar con su hermano a la luz anaranjada del sol que se escondía y disfrutar a la vez de una cerveza fresca viendo a su chico darse el último baño. Las puertas de la casa abiertas mientras ellos caminaban dentro y fuera animadamente cada vez que necesitaban algún ingrediente para el churrasco, bromeando en voz alta, dejando escapar sonoras carcajadas. El cabello levemente largo de Taehyung húmedo antes de ser revuelto por una toalla mientras la música sonaba en los altavoces, su ropa floja de verano detallando su figura y la manera en que siempre lo abrazaba por la cintura con el objetivo de dejar un beso suave sobre su tatuaje antes de preguntarle si podía ayudar en algo.

—¿Qué estás pensando para sonreír así Jungkookie? - preguntó Taehyung.

Las imágenes de los recuerdos de verano dejaron la mente de Jungkook para volver a enmarcar a Taehyung, quien seguía recostado a su lado en la cama con los ojos adormilados. Kook le dedicó una amplia sonrisa durante unos segundos antes de hundir de nuevo su nariz en el hueco del cuello del jinete.

—Solo estaba haciendo un balance - ambos se observaron como necesitando encontrar sus miradas conectadas - Estos días están siendo realmente buenos, me gusta pasar el verano contigo, Yoongi y Hoseok. Incluso con Bogum y su pareja cuando salimos a esas citas dobles. Es como tener una familia y yo nunca he tenido una que pueda recordar. A los chicos del grupo de baile les habría gustado esto.

Taehyung jugueteó con los dedos de la mano de Jungkook sobre su pecho. Podía sentirse identificado con lo que su novio decía, por lo que asintió cálidamente a la vez que acercaba de nuevo su boca a la del chico para regalarle un beso corto y duro.

—El próximo año podríamos invitarlos - Taehyung posó un suave beso sobre la nariz de su novio para a continuación regresar a los labios.

Jungkook suspiró encantado deslizándose contra Taehyung para situarse a horcajadas sobre la cintura de este, sus labios comenzando a rozarse con más fuerza a medida que la intensidad subía. Amaba la sensación de los besos mañaneros, no había ningún tipo de mal sabor u olor en la boca del jinete sin importar el momento del día. Todavía podía oler el aroma a sexo entre las sábanas arrullandolo, su cuerpo descansado y relajado mientras disfrutaba de la cercanía que le proporcionaba compartir cama con su pareja, ya era algo imprescindible, ese ritual de buenos días no podría ser rechazado por ninguno de los dos.

Pero el teléfono decidió interrumpir aquella escena con insistencia y ambos se vieron obligados a separarse después de la tercera vez que el chirriante tono de llamada hizo presencia.

—¿Quién es? - preguntó Taehyung dejando caer su brazo detrás de su cabeza mientras observaba a Jungkook contestar la llamada.

—Yoongi - dijo el contrario con el ceño fruncido. Por norma general su hermano no insistía demasiado con las llamadas, básicamente porque no era una persona acostumbrada a tener que hacerlo. Hoseok siempre le contestaba rápido, y Jungkook prefería los mensajes. Aún así le resultó preocupante.

Unos minutos después Taehyung tenía sus boxers puestos y caminaba hacia Jungkook con el gesto confuso, el chico hablaba por teléfono mientras se asomaba por la ventana de la habitación, la brisa moviendo los mechones de cabello rebeldes que se esparcian por los costados de su frente. La  mano del jinete se deslizó por la espalda del chico antes de abrazarlo mimosamente.

—¿Qué te ha dicho? - preguntó observando la calle.

—La prensa ha sacado un artículo diciendo que he estado borracho por Londres - Jungkook bufo - Ni siquiera había bebido tanto, fue la semana pasada. Cuando Yoongi y yo fuimos a cenar juntos al restaurante coreano que está a unos minutos andando de aquí, tomamos un taxi de vuelta porque llovía… Yoongi y yo nos fijamos en los paparazzi pero con los días no aparecieron de nuevo y le quitamos la importancia.

Taehyung dejó escapar levemente su respiración mientras llevaba sus labios hasta la nuca de su pareja para posar un beso lento sobre la piel de este.

—¿Eso te preocupa?

Jungkook se encogió de hombros pero Taehyung pudo notar la tensión notable en su cuerpo.

—Yoongi le ha quitado importancia, ambos sabemos que es una noticia falsa. Usaron una foto en la que aparezco con un gesto que puede resultar confuso… pero no estaba borracho a pesar de haber bebido una dos cervezas - Jungkook se giró todavía entre los brazos de Tae y posó las manos sobre los hombros de este mientras lo miraba a los ojos - Me asusta el que eso pueda afectaros a Hoseok y a ti sin embargo.

Taehyung sonrió enternecido, ganándose a cambio una mirada amonestadora de su pareja.

—Está bien bebé, podemos cuidarnos de la prensa. Es realmente sencillo comprarlos y no voy a dejar que jueguen con mi chico. - Taehyung acercó su boca al oído de Jungkook - Les dejaré claro que eres intocable.

A Kook realmente le gustaba la atención todavía, también el ser querido y cuidado, quizás por eso todo su cuerpo se estremeció calurosamente al escuchar aquellas palabras. Lo siguiente que supo es que estaban de nuevo en la cama, Taehyung lo penetraba con fuerza estrepitosa antes de cambiar posiciones y repetir el juego de placer.

Taehyung sonrió mientras fijaba su mirada en el ceño fruncido de Jungkook, sus labios formando un puchero involuntario mientras observaba la portada de la revista de la que Yoongi les había hablado. El jinete se colocó tras el chico y rodeo con su brazos la espalda y cuello de este, era extraño pero realmente le resultaba adorable ver a Kook con esa carita de niño enrabietado después de todo.

—No estabas borracho - Taehyung bajo sus manos hasta las clavículas de Jungkook y acarició la piel de la zona mientras sus labios dejaban besos cariñosos alrededor de la barbilla de su novio - Tú, nuestra familia y yo lo sabemos, no importa lo que los demás crean. Como dije les dejaremos claro que eres intocable, no eres un personaje público y no deberían perseguirte incluso si eres el hermano pequeño de la pareja del magnate coreano Jung Hoseok. Nunca has querido exponerte así que no pueden forzarte a ello, el dinero por desgracia es lo único que los hará entenderlo.

Jungkook bufo, su puchero acrecentandose. Yoongi y Hoseok observaban la escena familiarmente desde otro de los sillones del salón de la casa.

—Está bien, puedo tomarlo si es el precio por estar contigo. No quiero que le pagues a nadie para que se alejen de mí, simplemente me gustaría que dejasen de mentir.

Taehyung asintió hacia las palabras de Jungkook notando como el chico se acomodaba apretando la espalda contra su pecho como un niño necesitado de cariño. Un nuevo beso llegó cuando la cara de Kook se giró en busca de los labios del jinete, lento y sin ningún tipo de erótica añadida. Un simple detalle de cariño que se había convertido en rutina.

—Aclararé las cosas en un comunicado escrito Jungkook - lo tranquilizó Hoseok - Por desgracia esto es más habitual de lo que crees, buscan titulares a través de tergiversar la realidad sin embargo es nuestro deber dejar que hagan su trabajo y dar nuestra versión con respeto. Es la única manera de mantener el equilibrio sin conseguir enemigos en los medios de comunicación.

Jungkook observó al magnate, la admiración por el hombre seguía allí, en su mente, pero si pensaba en amor ya no podía considerar tal sentimiento como algo que le profesaba. Quizás después de todo Tae tenía razón, tal vez nunca estuvo enamorado de Hoseok en realidad, o puede que lo estuviera por los motivos equivocados.

Fuese como fuese cuando trataba de definir el amor romántico mentalmente, la imagen de Taehyung era la única que aparecía. Había admirado a Hoseok, todavía lo hacía, pero nunca había sentido esa sensación de cosquilleo en su estómago cuando compartían tiempo juntos, no al menos de la misma forma en que la sentía cuando Tae lo sostenía contra él y entrelazaba los dedos de sus manos mientras caminaban por las calles de Londres. Tampoco le había dolido estar lejos de Hoseok de la misma manera que le había dolido estarlo de Taehyung en el pasado año.

El jinete se había convertido en una rutina sana, no quería afirmar que se había enamorado de Taehyung porque este lo salvó de una vida llena de grises y negros, sonaría demasiado novelesco y cliché… Sin embargo por mucho que los demás se empeñan en negarlo, la vida está llena de clichés de película. Historias que parecerían de película al puro estilo hollywoodiense aparecen de forma constante en redes sociales y periódicos digitales.

Si lo pensaba bien Jungkook no podía negar que era exactamente eso lo que lo había empujado al amor por Tae, la insistencia del chico por cuidarlo sin exigirle lo mismo a cambio. Taehyung no buscaba ser amado, no, él era tan sumamente generoso que lo único que siempre había tratado de hacer se basaba en rescatarlo. Jungkook se había quedado prendido del sentimiento de calidez, cariño y seguridad que el jinete mostraba mientras intentaba apartarlo de los caminos más oscuros.

Era egoísta pero cierto, era cliché y real. Kook había cedido al amor cuando la personalidad de Tae le permitió ser él mismo sin esconder al chico adolescente, al muchacho llenó de necesidad de atención y diversión. Jungkook había dejado salir a la persona que se empeñaba en apresar para hacer lo correcto y había empezado a vivir a través de los empujones de ánimo constantes que Taehyung le dio. Se había enamorado de alguien bello, tanto en el exterior como en el interior, esa clase de ser humano de cuento. Un príncipe que lejos de rescatarlo y aislarlo del mal, le indicó el camino para salvarse a sí mismo.

Jungkook nunca había bailado en una pista de baile entre la multitud como lo hizo con Tae, nunca había jugado despreocupado en un salón recreativo como cuando ese chico le pidió que lo hiciera, ni había sido un adolescente hasta que los besos del jinete lo invitaron a encontrar cada resquicio de desinhibición en su cuerpo.

Antes de Taehyung él sólo vivía sin ilusión o emociones, después y durante la presencia del chico su vida se había llenado de momentos memorables que mantenía vivos en su memoria.

—¿Por qué tú me quieres? - preguntó Jungkook girando su cintura sobre el regazo de Taehyung para mirarlo a los ojos. Ya había escuchado aquella historia pero la necesitaba de nuevo. Quería que Tae se lo dijese de nuevo. - ¿Qué viste en mí cuando comencé a gustarte TaeTae?

Taehyung dejó escapar una sonrisa cariñosa y acarició su mejilla, Jungkook se apoyó en el toque al instante haciendo vibrar el corazón enamorado de ambos.

—Creo que al principio fue masoquismo - bromeó Taehyung - Eras un chico atractivo incluso cuando me tratabas mal y yo me preguntaba porqué también, porqué justo tú me gustabas pero entonces lo comprendí. Detrás de todo ese muro de seguridad y egocentrismo cruel había una sonrisa sincera que te empeñabas en mostrar muy pocas veces. Detrás de toda esa mierda había un chico que no dudaba en ayudarme cuando realmente lo necesitaba, había alguien real bajo toda esa personalidad creada y autoimpuesta para sobrevivir. Eso me enamoró, el verdadero Jungkook. El que cierra los ojos con caricias y se arrulla en los abrazos cariñosamente, el mismo que no puede evitar amar a mis animales o que no cree en sí mismo. Sólo eras un chico perdido Jungkook, igual que yo.

—Igual que tú - Jungkook sonrió recordando las rosas de su tatuaje y el significado de estas - Una rosa que lastima y otra que necesita ser rescatada…

Taehyung sonrió apretando al chico sobre sus piernas contra su cuerpo, Jungkook sonrió sinceramente y apoyó sus manos sobre los hombros de Tae antes de besarlo con necesidad.

—Hora de irnos Hobi.

Ambos escucharon a Yoongi protestar y sonrieron entre el beso sin separarse. Sí, era hora de irse para sus hermanos, ellos tenían mucho que disfrutar a solas porque Jungkook realmente amaba su cliché personal. Su historia de amor enrevesada e intensa.




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Y esto ha sido todo por hoy, solo quiero decir que The Dancer tendrá un total de 84 capítulos más epílogo y especiales por lo que quedan dos capítulos y el epílogo para que la historia llegue a su final.

Aquí os dejo un edit de la revista que se menciona en el capítulo que ha hecho una amiga para mí :

Un beso, Mel 😘

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