"Los días en que te odias, los días en los que quieres desaparecer. Hagamos una puerta en tu corazón, si abres esa puerta y entras, este lugar te estará esperando. Está bien creer. Te dará consuelo, esta tienda mágica. "
—BTS

[Recomiendo leer con Magic Shop, le dejo en multimedia ;)]

ESPECIAL 03

Taehyung abrió los ojos al notar el aire chocar contra sus labios y sonrió al percibir como Jungkook soplaba para despertarlo. Sus brazos lo afianzaron con mayor fuerza antes de besarlo, podía sentir bajo sus manos la piel de la espalda del chico erizandose ante el contacto. Realmente disfrutaba del hecho de que Kook fuese completamente débil ante sus besos.

—¿Qué haré dos años sin ti mientras estés en el servicio militar? - susurró Taehyung posando su frente contra la de Jungkook.

—Solo… No te canses de esperarme. No me dejes, es lo único que puedo pedirte a ti y a nuestro destino Tae - las manos de Kook acunaron la cara de Taehyung - Hace tiempo estuvimos separados pero supimos mantenernos juntos. Tú estarás en Londres y yo en Corea haciendo lo que se supone que debo hacer. No quiero que pienses demasiado en ello, habrá días de visita, vacaciones y momentos en los que podremos hablar. Podemos sobrevivir a esto. Simplemente no te aburras de esperarme, seguimos siendo dos idiotas con las hormonas aceleradas así que tengo cierto miedo a que la espera nos canse.

Una leve sonrisa abandonó los labios del hermano de Hoseok.

—Te esperé durante años, eres un idiota si crees que algo como el servicio militar podría acabar con nuestra relación. Voy a esperarte, ni siquiera lo dudes. Y más te vale hacer lo mismo Jungkook.

—Puedo ser un idiota por ti, puedo ser lo que sea que quieras Taehyung. Solo por ti. - Jungkook sonrió - Confío en que podremos superar esto, pero soy humano, puedo sentir miedo al respecto.

En los últimos meses Jungkook había notado más que nunca lo mucho que su adoración por Jung Taehyung seguía creciendo, a veces se llamaba loco a sí mismo por haber comenzado a amarlo tanto. En todos los aspectos, Tae lo volvía completamente loco.

Le gustaba su voz mañanera, su cabello húmedo después del sexo lento, sus besos, sus manos, las caricias y el apoyo que siempre le proporcionaba, la forma en la que en ocasiones mordisqueaba sus labios de forma nerviosa, el lunar bajo su ojo, los trajes que afinaban su figura, la forma en la que le hablaba sólo a él. Porque Taehyung lograba hacerlo sentir en una nube de algodón siempre que le demostraba lo muy especial que era, que sólo él podía recibir aquellos halagos de su parte. Su pareja, después de cuatro años viviendo juntos en Londres, experimentando cada detalle de vivir juntos, peleando, reconciliandose, conociendo nuevos lugares de la mano… Habían vivido juntos antes pero nada se comparaba a la vida que tenían allí, aquella casa se había convertido en un pequeño refugio de felicidad. El escape a la realidad siempre se encontraba entre los brazos de Taehyung, rodeado de sus risas agudas, de sus cosquillas juguetonas, sus ojos brillantes, sus manos suaves y su pecho acogedor.

El simple hecho de pensarlo lo hacía querer gritar de alegría. Taehyung se estaba convirtiendo en todo para Jungkook. Todo lo que ansiaba y necesitaba para ser completa y malditamente feliz, complementaba su vida del mismo modo que las almendras complementaban los bombones, haciéndolos más exquisitos con cada mordisco. Su primer amor real, el primero más allá de la simple admiración. Nada ni nadie había abierto su corazón de tal manera, nunca de la forma en que Taehyung lo hacía a diario.

Y estaba aterrado, porque temía que poner de nuevo distancia entre ambos pudiese romper esa preciosa burbuja de amor en la que se sumían cada día. Su rutina era demostrarse cuánto se querían, aquel hombre que despertaba envuelvo en seda cada mañana era ahora su mejor amigo, su amante, su pareja y la persona que lo calmaba cuando la necesidad de perder la paciencia con el mundo quemaba su garganta.

—Todo estará bien Jungkook, ya lo hicimos una vez y lo haremos de nuevo.

Taehyung observó a su alrededor hasta encontrarse con la brillante sonrisa de su pareja, a medida que pasaban los meses separarse era cada vez más difícil y a veces deseaba que su mente no fuese tan poco fiable. Lo habían descartado varias veces en sus intentos de entrar al servicio militar coreano como voluntario y el propio Jungkook parecía a punto de amonestarlo ahora que le contaba con un puchero que ni siquiera los privilegios de la familia Jung le habían ayudado a entrar.

—Esto no es una broma Tae - habló Jungkook buscando su mano sobre la mesa, Taehyung se apartó del toque. A su novio no parecía importarle la mente cerrada de los miembros del ejército sobre la homosexualidad, y en otra ocasión a él tampoco le habría importado pero Kook tenía que estar allí sólo. Que los demás supiesen acerca de su relación podría complicarle las cosas - Nos ponen un compañero para evitar suicidios, no podemos separarnos nunca. Hay chicos que flaquean ante el ejército y deciden… Bueno, ya lo sabes.

—Lograrás que use mis privilegios para sacarte de aquí, aunque no lo quieras. - Taehyung trató de bromear sin embargo en su interior estaba deseando arrastrar a Jungkook lejos de aquel lugar.

—No te han ayudado a entrar, dudo que te sirvan para sacarme bebe - Jungkook volvió a tomar su mano, esta vez no le permitió apartarla - No me afecta. Realmente no me afecta el ejercicio y horarios apretados, me conoces y sabes que soy disciplinado.

Taehyung asintió, aunque sabía que su pareja solo trataba de tranquilizarlo por supuesto sabía que Kook era fuerte en muchos aspectos.

—Lo sé, pero me preocupa de todos modos al igual que esto… - Taehyung observó a su alredor.

Jungkook sonrió levemente apretando más el agarre sobre su mano.

—Oh, creeme, me da igual lo que digan o traten de hacerme. Tengo muy pocos días para verte y no voy a dejar que un par de idiotas homofobicos me molesten, les patearé el culo con ayuda de Yug. Así que simplemente seguiré tomando las manos de mi prometido todo el tiempo que me apetezca. Todavía pienso en tu respuesta, vamos a hacerlo, vamos a casarnos cuando termine con esto y entonces podremos tener hijos, de la forma que sea y en el país que decidas. Los tendremos.

—Shuhua y Yuqi… Ellas quieren tener niños - Taehyung estaba pensando en alto. Ni siquiera había comentado antes eso con Jungkook, sus amigas lo habían mencionado en un par de ocasiones y él sentía que era la mejor de las opciones pero todavía no estaban casados, a Jungkook le faltaba más de un año en el ejército y ahora parecían sueños y no objetivos todas esas cosas que decían.

—Lo sé - Jungkook sonrió dedicándole una mirada llena de cálido cariño a Taehyung - Me lo han dicho varias veces. Y creo que seremos buenos candidatos, entre ellas y nosotros. Una familia poco convencional y llena de amor, puedo jurarte eso cariño.

Taehyung sonrió, sentía la quemazón en la garganta. Necesitaba abrazarlo, sentirlo, besarlo, pero quedaba demasiado tiempo para que Kook obtuviese vacaciones y de todas formas estas serían demasiado cortas. Lo necesitaba de vuelta en su vida.

Era más difícil de lo que Yoongi había dicho, Hoseok al igual que él se había quedado fuera del ejército por su condición cercana a la ciclotimia dos años atrás cuando su pareja fue llamada a presentarse. Su hermano lo intentó, trató de usar sus privilegios como él lo había hecho en el presente pero sólo logró la reducción de algunos meses para Yoon, el cual a diferencia de Jungkook aceptó de buen grado los regalos que una posición como la de la familia Jung le proporcionaba.

Era imposible entrar en el servicio si te consideraban mentalmente inestable. Incluso si ambos habían mejorado con los años, todavía existían situaciones de estrés que podrían hacerlos recaer. Yoon había mencionado que lo peor era no poder hablar durante horas con Hoseok, pero a Taehyung le parecía difícil todo.

Era difícil no poder besar a Jungkook, no poder verlo cada día, no sentir su cuerpo contra el suyo, sus labios, su cariño, sus besos en la nuca y esa manía suya de olerle el cabello cada vez que se lo lavaba. Era jodidamente difícil.

—Te amo. - Jungkook susurró - Hey, bae. Do you know how cats kiss? (¿Sabes cómo se dan besos los gatos?)

Taehyung sonrió levemente animado y asintió.

—They close their eyes slowly to show affection to their family members. (Cierran sus ojos lentamente para mostrarle cariño a los miembros de su familia.)

Jungkook asintió.

—Those will be our kisses here, Taehyung. (Esos serán nuestros besos aquí, Taehyung.)

Cuando Jungkook cerró sus ojos lentamente y los volvió a abrir, Taehyung sintió las lágrimas derramandose de sus ojos y rápidamente imitó el gesto de su pareja.

—Love you, soldier. (Te amo, soldado)

—Love you, horse rider. (Te amo, jinete)

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Tachan!!!!
The Dancer ha llegado a 100K así que necesitaba agradecerlo con un especial. No sabéis lo feliz que me ha hecho ver que una historia a la que le puse tanto amor halla obtenido tan buenas reacciones de vuestra parte 😢💜

Aclaro que en el especial Jungkook se encuentra realizando el servicio militar en Corea, esto sucede después de que le pida matrimonio a Taehyung en el primer especial y antes del epílogo de la historia. Es el momento en el que deciden que quieren ser padres y le pedirán a sus amigas que los ayuden en la tarea ya que ellas también quieren ser madres.

Al final de la historia hablan en inglés debido a que Tae está visitando a Jungkook en el ejército y como sabéis allí las mentes son muy cerradas con respecto a la homosexualidad. He creído que podría aportarles de cierta forma intimidad usar el idioma que a veces usarían en Londres incluso si están en Corea, una rutina y una forma de hablar de forma más íntima.

Espero que os haya gustado. Oh, y casi se os muere la autora debido a EGO, Jung Hoseok!

Un beso, Mel 😘