Especial 02

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"Esto es Halloween Este Halloween
Halloween! Halloween! Halloween!"
—Nightmare Before Christmas
























—¿Qué es todo esto? - Jungkook esquivó una de las muchas calabazas que había alrededor de la entrada del jardín de su casa y miró a Taehyung quién mantenía el equilibrio sobre una poco fiable escalera para colocar falsas telarañas en los salientes del tejado.

—Soobin quiere una fiesta de Halloween como las de las películas así que he comprado todo lo que he podido encontrar, sabes que por lo general no pide muchas cosas por lo que quería hacer lo más divertido posible para él esto.

Jungkook sonrió y se deshizo el nudo de la corbata antes de dejar a un lado el maletín donde guardaba los historiales de sus pacientes. Rápidamente se acercó a Taehyung y afianzó las patas de la escalera entre sus manos impidiendo que está se balancease.

Tae tenía razón, su hijo nunca había sido la clase de niño con rabietas o caprichoso en exceso. En su defecto Soobin era callado y se mantenía feliz con un libro de cuentos o sus películas de magia, el pequeño adoraba todo lo que tenía que ver con la fantasía motivado por la gran cantidad de historias que Taehyung creaba para él cada noche cuando lo dormían. Su pequeño solo tenía cinco años pero su mente era realmente extraordinaria, nadie creería que ellos lo educaron de una forma torpe y primeriza. A veces parecía triste pero su sonrisa regresaba tan pronto como lo abrazaban y sostenían entre sus brazos, le encantaban los achuchones cargados de dulzura. Era diferente de Beomgyu, su hijo pequeño, que incluso en sus primeros años de vida parecía más independiente .

—¿Cuántas calabazas has comprado? Aquí hay al menos unas veinte…

Taehyung sonrió mientras bajaba de la escalera y contemplaba felizmente el modo en que las falsas telarañas colgaban. Kook siempre pensaba en lo buen padre que su chico era, ni siquiera entendía el porqué él seguía esforzándose tanto. Sus niños lo adoraban y ser un genial progenitor fluía con naturalidad por su naturaleza. Por supuesto comprendía los miedos de Tae, todo su pasado creaba una gran jaula de la que todavía no lograba escabullirse actualmente, sin embargo le recordaba cada día que nada tenía que ver aquello con ellos. Era distinto, nunca dañaría a sus pequeños, por mucho que sus antecedentes familiares lo persiguieran con pesadillas una de cada tres madrugadas.

—Veinticuatro - Taehyung sonrió mostrando sus dientes blancos, el lunar de su mejilla ayudando a que el aspecto aniñado de su tez ilusionada derritiera por completo el corazón de Jungkook - Y vas a ayudarme a limpiar y dibujar caras en cada una de ellas, así que sube a cambiarte. Date prisa, Soobin y Beomgyu llegarán de pasar el fin de semana con sus madres en sólo unas horas.

—Eres imposible Taehyung, ¿de dónde has sacado tantas? Los vecinos pensarán que viven en Estados Unidos y no en Londres.

—La mitad de ellas del supermercado en el que siempre hacemos la compra semanal, Halloween es una fiesta que cada vez se internacionacionaliza más. Ya sea por el cine o la televisión.. La parte mala es que solo tenían calabazas pequeñas o medianas así que le pregunté al hombre que cultiva fruta cerca de los establos. Tenía algunas calabazas verdes enormes pero tendremos que pintarlas de naranja para ponerlas cerca de la entrada, Soobin las quiere así desde que vio esa escena de Harry Potter y la piedra filosofal. En la película el comedor está repleto de calabazas naranjas flotantes así que… vamos a tener que colgar algunas de las pequeñas dentro de casa… he comprado velas eléctricas también. No me fio de poner tantas velas de cera encendidas con Beom cerca, solo tiene tres años y podría quemarse si decide investigar un poco.

Jungkook solo observó a Taehyung sonriente, a medida que esté hablaba la ilusión crecía en sus ojos iluminando por completo sus pupilas. Estaba siguiendo cada deseo de Soobin como si se tratase de lo más importante de su vida, por eso sus pequeños lo amaban. Por eso y mucho más Jungkook también lo hacía.

A veces era agotador, cada Navidad o fiesta de cumpleaños Tae llevaba las cenas y celebraciones al exceso pero en el fondo, a pesar de quejarse, Jungkook adoraba poder ayudarle y el ambiente tan familiar que su marido conseguía con gran facilidad. Le gustaba tener un hogar en el que cobijarse, fiestas que celebrar y por las que maldecir, planes y vacaciones en las que pensar… En resumen, era feliz teniendo aquello con lo que siempre había soñado gracias al hombre que tanto amaba. Su familia era perfecta, aunque diferente al resto, no cambiaría nada de esta.

Disfrutaba siendo el que robaba dulces navideños mientras Taehyung lo colocaba todo en bandejitas a pesar de que siempre acababa frustrado por los golpecitos que su marido le daba en la mano para que dejase de llenarse de comida antes de la cena, amaba abrir regalos antes de tiempo o hacer rabiar a sus sobrinos diciéndoles que Santa no les dejaría nada porque habían sido unos niños malos. Pasar las navidades en familia no era excesivamente común en Corea, así que Taehyung lo había convertido en una tradición para Jung y Min, con sus propias normas y reglas, no había ninguna otra navidad como la suya en todo el mundo. Sus navidades y año nuevo siempre se daban en Londres, en esa preciosa casa que habían logrado comprar con los esfuerzos de sus primeros años trabajando.

Y ahora al parecer, tendrían su propio halloween londinense también. Ellos nunca habían sido convencionales, gracias a Taehyung nunca lo serían y jamás se iban a aburrir en el futuro.

—Iré a cambiarme entonces, deberíamos dejar dos calabazas para ellos. Será bonito prepararlas juntos - con la voz suave Jungkook se acercó a Taehyung y besó sus labios cariñosamente antes de entrar a su hogar para reemplazar el traje por un cómodo chándal de andar por casa.

Con el pantalón gris y sus mejillas manchadas de pintura naranja Jungkook posó la última de las calabazas verdes a un lado de la puerta, con un pedazo de cartón bajo esta para no manchar nada. Taehyung se encontraba tarareando con tranquilidad una canción mientras colocaba velas eléctricas en el interior de las calabazas que ya estaban preparadas.

Las hojas de los árboles de su jardín creaban la perfecta atmósfera de halloween otoñal y lo cierto es que a Jungkook le daba la sensación de estar atrapado en una película. La imagen de Tae felizmente moviéndose mientras los colores lo envolvían por completo lo había golpeado con gran fuerza, a veces todavía se sorprendía de lo mucho que le gustaba observar a su pareja a pesar del paso del tiempo.

—Haré pastel y tortitas de calabaza - Taehyung lo miró con los ojos brillantes mientras tomaba uno de los barreños donde habían dejado la parte aprovechable de las calabazas - Creo que será buena idea aprovechar el jardín para plantar durante el invierno alguna de las semillas que hemos obtenido después de todo este trabajo.

Jungkook asintió y tras limpiarse las manos bajo las escaleras de la entrada para ayudarle a Taehyung a llevar el barreño hasta la cocina de la casa.

Su hogar era grande a la par que acogedor; con jardín trasero y delantero, una zona de barbacoa, piscina, tres habitaciones, tres baños, un salón y la gran cocina que conectaba con la zona exterior del patio… Definitivamente era más de lo que él había imaginado en sus sueños adolescentes sin embargo ahora compartía la vida con alguien que tenía sus propios sueños, así que combinar la idea de hogar de ambos había sido una perfecta idea.

—¿Lo tienes todo planeado en esa cabecita tuya verdad? - Jungkook abrazó a Taehyung por la cintura y enterró la nariz en el cabello de la nuca de este. El olor a coco seguía marcando la esencia de su chico - Hueles bien, ah, sigo sin poder resistirme a este olor por mucho que pase el tiempo. Si alguna vez cambias la fragancia de tu champú será un duro golpe - bromeó.

Taehyung sonrió sintiendo la cálida sensación del amor bañar todo su cuerpo. Amaba compartir su vida con Jungkook, él sabía cómo calmarlo, amarlo y tratarlo.

—Absolutamente todo, ¿qué te parece si cuelgas las calabazas pequeñas en el comedor del salón mientras yo hago los dulces de calabaza? Te lo compensaré esta noche.

Jungkook rozó su nariz sobre el tatuaje del cuello de Tae antes de posar un suave beso en la zona.

—Llama a Shuhua y Yuqi, diles que nos den dos horas más, de todos modos estamos preparando una cena y todavía es hora de comer.

—¿Por qué…? Oh - Taehyung sonrió cambiando posiciones y atrapando a Jungkook contra la encimera de la cocina - ¿Kookie está necesitado? - dijo acariciando el labio de este - Lo hicimos antes de que te fueras a trabajar, no es posible que sigas teniendo ganas a todas horas después de tanto.

—Es por eso que me amas, otros matrimonios pierden la pasión. Nosotros no - Jungkook rodeó con sus brazos la nuca de Taehyung mientras enrollaba las piernas en la cintura de este - Al menos dame un buen beso.

—Pero después volveremos a trabajar en la fiesta de Halloween de Soobin, ¿trato? - Jungkook asintió rápidamente y Tae no espero más de un segundo para romper la distancia que los separaba.

Sus hijos eran adorables pero no más que ellos mientras los fotografiaban y grababan haciendo sus propias calabazas. Beomgyu estaba recibiendo algo de ayuda extra por parte de Soobin quien se había apiadado de que al más pequeño no le dejasen usar un cuchillo con punta redonda como el suyo, su hermano pequeño no podía hacer nada con esa cuchara de madera tan segura como inútil.

Después de limpiar el interior de las calabazas Jungkook abandonó su teléfono para ayudar a sus hijos mientras Taehyung tomaba su polaroid para crear más recuerdos que agregar al frondoso álbum de fotos familiar que tenían.

—Yoongi ha respondido - dijo notando vibrar el teléfono de su marido - Dice que nuestros sobrinos hacen mejores calabazas de Halloween y que él preparará una fiesta exclusiva para sus niños el próximo año también ya que no los hemos invitado.

Yoongi y Hoseok ya no vivían en Corea, no lo harían al menos hasta que los pequeños crecieran lo suficiente como para decidir por sí mismos el si deseaban conocer su cultura y país o no. Ellos residían a sólo unos cuarenta minutos de Forest Hill. Mientras que Jungkook y Taehyung habían optado por un sitio familiar, tranquilo y bonito, sus hermanos habían decidido quedarse en un gran apartamento de lujo, duplex con terraza y jardín trasero en el centro de Londres.

—Claros estilos de vida diferentes - sonrió Jungkook sentando a Soobin sobre sus piernas para ayudarle a dar forma a los ojos y boca de la calabaza - Él hará algo espectacular solo para intentar provocarnos.

—Siempre estáis luchando para ser mejor que el otro, al fin parecéis hermanos de verdad.

Jungkook sonrió y posó un beso cariñoso sobre la mejilla de Soobin a la par que agencia a Beomgyu quién parecía frustrado por la inutilidad de su cuchara.

—Seguimos teniendo las mejores fiestas de navidad, no pueden superar eso porque siempre se quedan a cenar en nuestra casa - Jungkook alzó la vista hacia Taehyung y le guiño un ojo antes de notar que este estaba fotografiando la familiar escena.

Después de un par de fotos más Taehyung se unió a la tarea de moldear las calabazas con los niños.

—¿Algún plan más cuando acabemos con esto? - preguntó Jungkook mirando a su pareja, adorándolo a través de la mirada.

—Duchamos a los bebés, cenamos los cuatro juntos y sacaré los dulces mientras horneo castañas y vemos Hocus Pocus y Pesadilla antes de Navidad. Es lo más Halloween vibes que se me ha ocurrido para los niños.

Jungkook sonrió y atrajo a Taehyung hacia él con Soobin todavía en brazos.

—Gracias por haber formado una familia conmigo cariño - susurró sin apartar los ojos de Tae. - Te quiero.

—Y yo a ti Jungkookie.














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Hola personitas, por aquí os dejo el especial de Halloween con los peques de este vkook. Habrá más especiales y pronto subiré a Sweek un lemon para no arriesgar mi cuenta de Wattpad, eso no significa que no habrá lemon en mis historias sino que en Sweek serán más descriptivos en cierta forma. Ya sabéis que si no podéis leer en Sweek podéis hablarme y buscaré la forma de pasaros los extras que suba allí.

Por si alguien no conoce a TXT, estos son Beomgyu y Soobin :

Os amo, un beso, Mel 😘

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