13 | death and the endgame

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chapter xiii of the death season :
" I HOPE THEY REMEMBER YOU "

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" But... that up there, that's... that's the endgame. "

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11 de enero, 2018

titán

EL PÁNICO CARCOME EL PECHO de Lisa, quien intenta desesperadamente cavar entre los escombros aplastados de la luna caída. El espeso polvo rojo se arremolina en el aire, su traje cambia automáticamente de color para camuflarla de la vista de Thanos y darle más tiempo. Solo necesita un poco más. El plasma brota de sus repulsores, tratando de aflojar las pesadas rocas, hasta que sus manos se cortan y sangra por intentar tirar de ellas.

Su padre está debajo, tal vez roto, tal vez muerto.

Y ella no podía salvarlo. Haría cualquier cosa para salvarlo.

Con furia apretando los dientes, sabe que tiene que romper el silencio. No lo encontrará de otra manera.

—Tony, ¡¿dónde estás?! —su voz hace eco a través de la atmósfera roja, el polvo se vuelve demasiado espeso como para ver—. ¡¿Papá?!

Un suave movimiento entre las rocas hace que Lisa se congele. Peinando su cabello hacia atrás, entrecierra los ojos con fuerza a través de la bruma y permite que sus pasos silenciosos la guíen hacia adelante. Las rocas continúan moviéndose, atrayéndola. Lisa da un paso más cauteloso y hace una pausa, ahora no escucha nada más que su respiración suave y pesada.

Aprieta los dientes, rebotando nerviosamente.

—Vamos, papá, vamos...

El aire cambia.

Una sombra pasa.

Algo se acerca.

Y su columna vertebral se yergue cuando una gran mano la rodea, sacándola de la bruma hacia la mirada cruel de Thanos. Todos los demás han caído. Tony se fue. Stephen se fue. Peter se fue. Pero ella no, y lo hará pagar.

Algo repentinamente oscuro nubla su visión y siente que la están alejando, como si estuviera dejando su cuerpo y siendo llevada a otro lugar. Sus oídos comienzan a sonar y sus manos a doler. Una sensación de frío brota en su pecho, como manos heladas dando vueltas alrededor de su corazón que bombea. Se acumula una presión detrás de sus ojos y lo que solo puede ser una bomba explota dentro de sus pulmones y devasta su garganta.

Y un grito bajo y profundo explota en sus labios mientras empuja sus manos hacia adelante; la luz brota de sus poros, más allá de las venas de su traje y los repulsores. Se siente como fuego. Se siente como la muerte misma. Se siente bien.

Thanos vuela hacia atrás, su cuerpo se estrella tan fuerte que el suelo a su alrededor se agrieta.

Los pies de Lisa tropiezan y casi se cae cuando su propio poder la empuja a unos pasos del titán. Lisa casi se desploma en estado de shock, su cuerpo aún brillando con una fuerza que nunca antes había visto. Su mirada se desliza desde sus brazos hasta sus manos parpadeantes.

Sus ojos Lisa están muy abiertos por el pánico, diciendo inteligiblemente:

—¿Qué diablos ha sido eso?

—Lo has hecho. Por fin —el titán se mueve lentamente hacia ella, su voz baja y tranquilizadora—. ¿Lo ves ahora, niña?

La oscuridad se enrosca y se desliza por sus venas, manchando su piel y dejándola con un nuevo tipo de cicatrices. Ella deja escapar un suspiro jadeante, sintiendo el poder enroscarse en su pecho y su garganta, invadiendo su mente por completo.

Trata de hacer que se detenga. Sabe que es lo que quiere Thanos. Intenta resistirlo, pero sabe que no puede. Por supuesto que no puede.

—Eres capaz de tener más poder del que conoces —Thanos escupe las palabras como veneno—. ¿Crees que el día en que Odinson te tocó con la Gema de la Mente te cambió?

Lisa sigue luchando, el mundo se desvanece a su alrededor y su pecho se agita, esperando las respuestas que nunca supo que llegarían. Su cuerpo se endereza lentamente y no puede oír a nadie gritarle que no lo siga escuchando. Todo lo que puede ver es a Thanos.

—No, hija. No te cambió, te despertó —susurra con una voz tan reconfortante y segura—. Despertó un gran poder dentro de ti: uno de muerte, uno del futuro, uno que puede aprovechar la fuerza de las seis Gemas si lo dejas.

Los ojos de Lisa giran con ese azul enfermo y antinatural, y de repente comprende esa sensación aterradora que sintió todos esos años atrás, cuando Wanda Maximoff le dio una visión. Poder. Pasó los cuerpos de sus seres queridos muertos por esto. Por esta oportunidad. Por las gemas. Por el equilibrio. Por el trono.

Y se siente muy bien.

—No sabes cómo usarlo, pero te lo mostraré, hija... —Thanos extiende lentamente su mano hacia ella—. Deja que te lo muestre.

La mirada de Lisa cae de la cara de Thanos y vuelve a sus manos.

Ella lo quiere. Su versión de la compasión. Oh Dios, la quiere tanto.

—Sí... —murmura lentamente, su mano ensangrentada buscando cuidadosamente a Thanos—. Sí.

Sus dedos rozan los suyos. Ella está cerca. Está muy cerca ahora.

Ojos antinaturales parpadean con incertidumbre y ella susurra:

—¿Qué le pasará a mi familia?

Porque eso es lo que ellos son. No un equipo. Ni siquiera amigos. Son familia.

Thanos dice:

—Lo que inevitablemente les pasa a todos los héroes... fracasarán. Pero tú y yo, finalmente demostraremos que están equivocados.

Ella hace una pausa, sus dedos se ciernen sobre los de él.

La vacilación cruza su cara. Solo brevemente. Por un segundo. Pero entonces el poder dentro de ella surge y la empuja hacia adelante, más cerca del titán loco.

Lisa puede sentirlo, ese dolor en el fondo de su mente que empeora cada vez más, cavando en las fibras de su cerebro hasta que la consume por completo.

Y después llegan las visiones.

Seis gemas brillantes arden más y más hasta que consumen la tierra, dejándola medio marchita y desapareciendo.

Una chica pelirroja grita y llora, volviéndose para mirar a un niño que se ve muy... familiar.

Un grupo de personas notables se para dentro de una ciudad devastada; los cielos están cayendo pero ellos no tienen miedo.

Una morena con una cicatriz en la cara está parada con sus padres, un bebé en brazos y lágrimas en los ojos.

Una chica con el pelo azul pálido aparece en la vista, corriendo en pánico a través de las llamas.

Un capitán está listo, pero no es él... es otra persona.

El trono aparece a la vista, un príncipe despreciado, un gran director, un legado.

Todo está muy distante, muy poco claro. Pero es real. Es muy real.

Y luego vuelve a la realidad con una luz en los ojos y sin miedo en el corazón.

—No lo quiero —Lisa se da cuenta lentamente, una respiración y una risa de alivio salen de sus pulmones antes de gritar alborotada—. ¡No lo quiero!

Thanos, sin embargo, no está tan alborotado. Los ojos de Lisa se ensanchan preocupados justo cuando el titán gruñe de ira, alejándola y golpeándola en la tierra.

¡Oof! —Lisa cae al suelo, tosiendo y raspando por el dolor en el pecho.

—Te han pedido que vivas de rodillas, que ignores tu destino, tal y cómo me preguntaron una vez a mí. Todos los días de tu vida, te han golpeado y te quedabas tumbada. ¿Y qué haces tú? ¡Te pones de pie! ¿Qué haces, Lisa Stark? ¡¿Qué haces?!

La chica que ha sido derribada toda su vida levanta la cabeza.

Me pongo de pie.

Lisa grita mientras salta y comienza a dispararle a Thanos, retorciéndose y curvándose debajo de sus golpes. La joven lanza un grito mientras lanza la mano hacia atrás y la empuja hacia adelante, lista para hundirlo en su cráneo. Pero Thanos lo ve venir desde una milla de distancia. Él gira su muñeca y levanta su otra mano alrededor de su garganta, sosteniéndola en el aire. Ella comienza a ahogarse.

La chica hace todo lo posible para que el poder regrese, controlar la energía que fluye a través de su cuerpo. Pero todo lo que hace es parpadear y chispear en la punta de sus dedos antes de desaparecer por completo.

Rueda sus ojos enfadada. Típico.

—¿Quieres matarme, Thanos? —sus manos cubiertas de vibranium se rinden de arañar sus dedos—. ¡Hazlo! —su voz se convierte en un grito—. ¡Hazlo!

Thanos apenas sonríe y ladea la cabeza.

—No voy a matarte. Puede que no quieras este futuro, pero es el que tendrás. Porque es nuestro destino. Así lo quiere.

¡Dios! —Lisa gruñe y descubre sus dientes, pateando furiosamente sus piernas, como si esto pudiera evitar el hecho de que los lados de su visión comienzan a debilitarse.

Mientras Thanos todavía camina hacia adelante, levanta lentamente su mano, solo para que una gran abrazadera de metal vuele y se pegue en su guante. Lisa tose y sus ojos se abren al ver a Thanos gruñir de ira. Un familiar traje rojo y dorado cae frente a los dos, bloqueando su camino.

Tony se levanta de su posición doblada con el puño en el suelo, y exhala:

—Cómo vuelvas a lanzarme otra luna, me voy a enfadar.

Lisa se ríe con un pequeño sonido estrangulado, sonriendo, y luego sonríe a Thanos con todos sus dientes, solo para mostrar un poco de resistencia.

—Suelta a mi chica —Tony inclina la barbilla hacia un lado, aún respirando con dificultad.

Stark —la cabeza de Thanos se tuerce, escupiendo con disgusto la palabra.

—¿Me conoces?

—Así es. No eres el único maldecido con el conocimiento.

Tony deja escapar un suspiro apretado, las palabras resuenan en el interior de su cráneo.

Y finalmente escupe:

—Mi única maldición eres tú.

La parte posterior de su traje expulsa pequeñas bombas de color azul brillante, haciéndolo gritar en un familiar tono de advertencia.

Ella lo entiende de inmediato, girando sus propulsores opuestos para que su traje de vibranium vuelva a pintarse inmediatamente sobre su cuerpo. Thanos grita de ira e intenta cubrirse mientras las bombas vuelan hacia ellos, explotando en fuego amarillo y soltando bocanadas de humo gris.

Cuando Lisa intenta recuperar sus sentidos, Tony se da vuelta, forma dos grandes puños y luego los lanza directamente al pecho de Thanos, haciéndolo chocar contra las rocas. Thanos gruñe y se acerca, arrancando por completo la máscara de Tony. Los ojos del hombre se abren en shock antes de que el casco se reforme rápidamente. Mientras el puño de Thanos se estrella con fuerza en el costado de su cráneo, Tony voltea y su cuerpo raspa la tierra. Nada más la hija del hombre se pone de pie para luchar, el titán empuja su pie hacia adelante y lo choca directamente contra su cara.

Lisa vuela hacia atrás y cae con fuerza sobre Tony, el dolor rebotando en sus dos cuerpos. Tony murmura incoherentemente y Lisa se aleja de su padre, jadeando. Sus ojos azules se alzan lentamente para mirar a través de su cabello húmedo y sucio, observando a Thanos acercarse. Ella tiene que hacer algo. ¡Tiene que hacer algo!

El titán arranca la abrazadera del guantelete, levanta el puño y una ráfaga de energía púrpura se lanza hacia ellos.

Stark se levanta instantáneamente sobre una rodilla y se mueve para alzar un escudo, tratando desesperadamente de proteger a su hija.

Pero entonces pasa algo.

La luz azul fluye por las venas de Lisa y sus ojos comienzan a brillar. Sus hombros se enderezan lentamente. Se para frente a su padre, empujando suavemente su escudo hacia abajo. Tony la mira con los ojos muy abiertos y preocupados mientras la joven levanta las manos.

Thanos tiene razón. Toda su vida la gente la ha derribado. La golpeaban cuando ella se quedaba tumbada. Pensaba que no podía luchar por sí misma. Que no era lo suficientemente fuerte. Porque eso es lo que le decían. Y todo este tiempo, estaba tratando de demostrar que estaban equivocados.

Y ahí es donde Thanos se equivoca. De repente todo tiene sentido. Hasta el último momento. Ella no tiene nada que demostrar. Ya era fuerte, mucho antes de que alguien le dijera que lo era.

Lisa cierra los ojos y la energía púrpura choca contra ella sin piedad, devastando su carne y sus huesos hasta que no quede nada de ella. Pero los ojos de Thanos brillan de horror cuando, de repente, la energía comienza a retorcerse y girar hasta revelar lentamente a la chica parada en el centro. Gira a su alrededor como un imán, y mientras empuja sus manos hacia adelante, toda la ira de una Gema del Infinito vuelve a él.

Thanos es arrojado una vez más, golpeando con fuerza a medida que la energía sigue llegando.

Y Tony no pierde el tiempo. El hombre gira detrás de ella, una bota de metal duro se clava en la tierra para poder golpear a Thanos directamente en la cara tan fuerte como pueda.

Pero no pasa nada.

Una sonrisa casi enferma aparece en los labios del titán, que jadea y toca el corte apenas visible en su mejilla.

—Todo eso por una gota de sangre.

De repente, le da la vuelta a Tony y lo hace estrellarse contra su espalda antes de saltar sobre él, golpeándolo una y otra vez. Luego lo agarra por el cuello y usa el guantelete brillante para golpearlo en el estómago, lanzándolo otra vez. Tony grita cuando cae al suelo, pero Thanos sigue llegando.

Lisa levanta la vista de su estado debilitado, no acostumbrada a tal poder. Sus ojos se abren y se pone de pie, tratando de llegar a ellos.

Tony lucha hasta ponerse de rodillas, usando toda su energía para disparar un largo rayo de plasma al monstruo que se acerca.

El traje de hierro lucha por reformarse, mostrando la mitad de su rostro antes de que Thanos finalmente se encuentre cara a cara con él y lo golpee por completo. Los ojos de Tony se ensanchan y trata de bloquear su próximo golpe, gruñendo y gritando cuando Thanos empuja su agarre.

Una larga espada dorada sale rápidamente de su traje y luego, sin dudarlo un segundo, Tony la lanza hacia adelante. Pero Thanos se vuelve a un lado, atrapa la espada y la rompe.

Y luego la sumerge directamente en el estómago de Tony.

Lisa deja de correr, como si fuera ella la apuñalada. Porque puede sentirlo. Oh Dios, sí, puede sentirlo. Su mano sangrante instintivamente vuela hacia su boca y su corazón se sacude dentro de su pecho. La sangre brota de su rostro y sus labios temblorosos se separan con horror absoluto.

¡No! —Lisa retrocede unos pasos, gritando tan fuerte como su voz lo permite—. ¡Papá!

Tony se detiene de repente, sin aliento y mirando al monstruo con incredulidad y dolor en sus ojos. Thanos muestra sus dientes. Tony gruñe en agonía, tropezando cuando el titán lo empuja más hacia atrás. Lo obliga a sentarse y luego apoya una mano sobre su cabeza, como si fuera un niño, como si le importara remotamente.

—Tienes mi respeto, Stark —Tony aún se las arregla para mirarlo furioso, jadeando mientras Thanos se agacha—. Cuando termine, la mitad de la humanidad seguirá con vida y tu hija estará a mi lado.

El miedo a la asfixia surge cuando el dolor arde y devasta el costado de Tony, haciendo que sus pulmones se sientan mucho más pequeños y débiles.

—¡Papá! —las lágrimas corren por su rostro de Lisa, que corre y luego tropieza por el suelo, aterrizando de rodillas y trepando por la tierra para llegar a su lado.

—Espero que te recuerden —Thanos se endereza, mirándolo con una mirada extraña en sus ojos oscuros y viciosos.

—Dios mío... —ella ahoga las palabras, estremeciéndose al ver el agujero que se abre en el costado de su padre.

Su mirada se deslizan hacia su rostro magullado y maltratado, y su expresión se contorsiona por el dolor que ve allí. Ella levanta sus propias manos y toma su rostro tembloroso en su suave agarre. Tony cierra brevemente los ojos y deja escapar un suspiro agudo y dolorido, apoyándose en su tacto.

—No, no. Papá... Oh, Dios mío... —Lisa aprieta visiblemente los dientes para contener los sollozos que le rompen el pecho, presionando una mano contra su lado sangrante—. Por favor, tú no, oh Dios, tú no, papi.

Una mezcla de sangre y saliva sale de la boca de Tony, que aprieta los dientes con fuerza mientras sus ojos cansados se estremecen ante su mirada. Sus pulmones tiemblan dentro de su pecho y sus ojos vibran de dolor, estudiando sus rasgos que siempre han coincidido con los suyos tan perfectamente. Su bebé; la persona que más ama en el mundo, más que nadie, más que todo.

Una mano gigante se estira repentinamente hacia adelante y Thanos agarra el cráneo de Lisa, tirando bruscamente de su espalda, haciendo que ella suelta un grito de dolor. Tony la alcanza con pánico y grita con voz ronca cuando sus dedos ensangrentados se deslizan de los de ella mientras Thanos la arrastra hacia atrás.

Intentando sonar amenazante, pero fallando, Tony gruñe dolorosamente:

Déjala en paz —y como esto no hace nada, el gran Tony Stark comienza a suplicar—. Por favor. Por favor, ella es solo una niña.

Thanos la tira a su lado, apretando más su cráneo, sus ojos brillan en ese azul cruel y él levanta lentamente su guantelete hacia el hombre.

—¡No, no, para! ¡Mátame a mí! ¡No a él! —Lisa grita entrecortadamente, su voz se rompe y se agita mientras grita a todo pulmón—. ¡No tienes que hacer esto! ¡Mátame!

—El destino... requiere los mayores sacrificios —responde el titán tranquilamente, su propio corazón no tan frío como la piedra doliendo en su pecho.

—¡Para, por favor, Thanos! —la cabeza de Lisa se tira más hacia atrás y el titán mira hacia abajo, las lágrimas corren por su rostro—. Compasión. Te lo ruego. ¡Compasión! ¡Por favor, Thanos, danos piedad, te lo ruego!

—Todo dios debe tener su sacrificio.

Sigue un largo silencio, vacío de todas las voces, excepto la respiración irregular de Tony. Mientras mira al titán, las manos de Lisa comienzan a temblar, sus ojos a parpadear con fuego y sus hombros comienzan a vibrar por toda su estructura, su furia siempre en construcción, pura y devoradora de almas. Ella siempre supo que su ira la mataría algún día. Siempre supo que sería su final.

Todo ha llevado a esto.

Con los ojos brillantes, silba con los dientes apretados:

—No uno como tú.

Sacando un cuchillo de repuesto de la pierna de su traje, Lisa lanza un grito mientras gira y apuñala por completo la hoja en la pierna de titán. Thanos pierde su control sobre ella y cae sobre una rodilla, permitiendo que la chica ponga sus manos a cada lado de su cabeza. Thanos gruñe y le muestra los dientes, congelado en su lugar al tiempo que sus manos comienzan a brillar con ese azul amargo brillante.

—Querías cortejar a la Muerte... —dice Lisa con una voz que no se parece en nada a la suya, mirando a los ojos del titán—, pues la estás mirando ahora mismo.

Los ojos de Tony miran fijamente a su hija con sorpresa y horror, una sensación desagradable que late por el dolor en su costado.

La cabeza de Thanos vuela hacia atrás y sus ojos se vuelven blancos, las imágenes retorcidas inundando su mente. Es una especie de agonía que solo coincide una vez más, cuando arrojó a su hija favorita, Gamora, por un precipicio. Y dentro de estas imágenes, ve todas las cosas que Lisa ha visto en el pasado y en el tiempo que aún está por venir, todos los horrores, toda la sangre. Thanos ve el futuro muy claramente. Ve el trauma. El final. Cenizas, fuego y estrellas. La muerte. A ella.

Ella lo dejó entrar.

Y es exactamente lo que Thanos quería.

La mano de Thanos repentinamente cae sobre su pierna y, cuando Tony grita para advertirle, el titán saca el cuchillo y lo pasa en la cara de la joven. Lisa se da vuelta y cae sin fuerzas en el polvo y la suciedad. Los grandes ojos marrones de Tony están atrapados únicamente en su forma, su boca colgando ligeramente abierta mientras ella sangra en el suelo, pero no puede alcanzarla. Es su peor pesadilla.

Parpadeando bruscamente a través del espeso líquido rojo que se derrama por su rostro, Lisa gime en silencio y lucha por forzarse a moverse. Presiona una mano sobre su rostro, arrastrando la sangre. Reprimiendo otro grito, los ojos de la joven mujer se alzan oscuramente hacia el titán, su expresión se transformara en una mirada fulminante y suelta un fuerte, intentando inestablemente levantarse de nuevo.

—¡Lisa! —las palabras de Tony salen casi guturales—. Lisa, para...

Thanos estrecha los ojos y ladea la cabeza hacia Lisa, ella tose con fuerza y ​​sacude la cabeza hacia el suelo.

—No —Lisa exhala, todavía negando—. No.

Se siente como si el lado izquierdo de toda su caja torácica estuviera roto y la sangre aún goteara por su cara, pero ella sigue tratando de levantarse. Y Thanos solo observa con una mirada de interés, casi intrigado por ver si realmente lo consigue. Y con cada empuje y jadeo de aire, Lisa se levanta lentamente, se tambalea frente a Tony y se interpone entre su padre y el titán.

Levanta un brazo hacia su abdomen, tratando de detener el dolor mientras se endereza lentamente y sacude la cabeza.

—Yo. Él no. Yo.

—¿Tu mundo pende de un hilo y quieres negociar por un hombre?

—Sí —Lisa respira, haciendo una mueca por el dolor en su cuerpo antes de gritar más fuerte—. ¡Sí!

Thanos empuja su puño hacia adelante, golpeando sus nudillos contra el cuerpo de la chica. Lisa cae hacia atrás y golpea fuerte una vez más. Reprime otro grito de dolor, apenas puede rodar sobre su costado mientras tose por la sangre en su boca.

Patético.

Tony tiembla de rabia o dolor, tal vez una mezcla horrible de ambos, apartando la mirada de su hija luchadora para volver a mirar al titán. Él muestra los dientes, la sangre aún sale de su boca antes de que Thanos se dé la vuelta y levante su guantelete una vez más, apuntando directamente hacia él.

—¡Alto! —Stephen levanta la vista con cansancio—. Perdónale la vida... ¡y te daré la Gema!

—¡No! —Tony lucha por hacer salir la voz por sus pulmones ahogados.

Thanos mira de reojo al hechicero.

—¿Otro de tus trucos?

Stephen sacude lentamente la cabeza.

¡No...!

Stephen invoca la gema verde entre el pulgar y el índice, estudiando el objeto profundamente. Tony mira a Stephen con sangre en la cara, bajando la cabeza y burlándose de ira porque sacrificaría todo por él. No cree que valga la pena. Sabe que no. Pero, con gran dificultad, Stephen envía lentamente la gema verde al titán.

Thanos toma con cuidado la Gema del Tiempo con una sonrisa enferma y retorcida, y la piedra encaja en su lugar dentro del guantelete, haciendo que Lisa grite y empuje sus manos hacia los lados de su cabeza. Tony lo mira con los labios ensangrentados y los ojos temerosos, y Lisa ve dolorosamente a través de sus manos, todos obligados a observar cómo Thanos se vuelve más fuerte.

Queda una.

Quill de repente vuela desde atrás, disparando todo lo que tiene, pero el titán mira hacia arriba antes de que se forme rápidamente un portal detrás de él.

Y luego desaparece por completo.

Los ojos de Lisa se cierran lentamente y aprieta visiblemente los dientes. Respira con dificultad por unos momentos más, balanceando suavemente su dolorido cuerpo hacia adelante y hacia atrás para sofocar el dolor en su cabeza y el deseo en su corazón.

Frotándose la sangre de la cara, se dirige lentamente hacia donde Tony todavía se inclina con su propia sangre saliendo de su costado. Lisa deja escapar un suspiro tembloroso, tocando el costado de su corte y su cara magullada.

—Lo siento —susurra, asintiendo con la cabeza con ojos punzantes.

Él niega hacia su hija, sabiendo que no era su culpa. Y con ojos llorosos, gira la cabeza para mirar a Stephen, que todavía se encuentra a unos metros de distancia.

Tony deja escapar un fuerte suspiro.

—¿Por qué ha hecho eso?

Stephen lo mira larga y duramente, sus ojos significan mucho más de lo que puede decir.

—Estamos en la última jugada.

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[ There's something happening here

But what it is ain't exactly clear

There's a man with a gun over there

Telling me I have to beware

It's time we stop

Children, what's the sound?

Everybody look - what's going down ]

xiii. for what it's worth malia j

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El tema de Lisa se irá explicando, no os preocupéis jsjsjs. Nos estamos acercando al final del primer acto, os recomiendo pañuelos a partir de este punto.

¡Nos vemos! ☺

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