Capítulo Veintiuno  ／ Mansión

IVY VAGABA POR LOS TERRENOS DEL CASTILLO SIN SABER QUE HACER CONSIGO MISMA. Había pasado el último par de semanas nerviosa y completamente fuera de foco. James y otros comenzaron a notar sus acciones, pero ella rápidamente cerró sus teorías diciendo que estaba completamente bien y al borde del descubrimiento de su madre. No le había dicho a nadie sobre su encuentro con cierta serpiente y tenía la intención de mantenerlo así.

Tampoco le había dicho al grupo sobre la investigación que estaba haciendo sobre su madre. Resulta que Celeste Evermore era bien conocida en todo Hogwarts y se podía encontrar en varios libros de antiguos estudiantes que asistieron a Hogwarts. Aunque fue clasificada en Slytherin según las imágenes que encontró, Celeste era amigable con todas las casas. Ivy encontró fotos de su difunta madre junto a estudiantes como Fred y George Weasley y Luna Lovegood. Aunque quería preguntarle a la profesora Lovegood sobre su madre, estaba asustada. ¿Sabían de qué lado luchó cuando llegó el momento de la verdad?

Con todos los pensamientos en su cabeza, Ivy siguió buscando fotos de su madre. Fue golpeadora del equipo de Slytherin de segundo a quinto año, y se detuvo abruptamente, probablemente debido a la marca que llevaba en el brazo. Celeste Evermore también era prefecta de la casa Slytherin y tenía una pasión por el cuidado de las criaturas mágicas. Una foto que hizo que Ivy soltara una risita fue una de su madre riéndose de Draco Malfoy cuando fue atacado por un hipogrifo en su tercer año. Parecía como si los dos fueran los mejores amigos, se les veía en muchas fotos juntos. Había cierta foto de los dos etiquetada, "Celeste Evermore hechizando a su mejor amigo después de que se burlara de un estudiante de Hufflepuff". aunque eran mejores amigos, ella logró ponerlo en su lugar

Se preguntó si Draco Malfoy había notado el parecido entre las dos cuando le dejó un regalo de Navidad a Scorpius un año, pero debió haber descartado la opción considerando que se sabía que ella había muerto antes de que Ivy naciera. Eso es lo que más sorprendió a Ivy, según un libro que estaba leyendo, Celeste Evermore fue asesinada justo antes de la Batalla de Hogwarts. Ella fue asesinada durante una batalla en la mansión Malfoy, todo debe haber sido preparado como un escape. Quería una nueva vida en el mundo muggle sin vínculos antiguos con el Mundo Mágico, y parecía que tendría lo que quería, pero se fue antes de poder ayudar a su hija.

También se sabía que Harry Potter, Hermione Granger y Ronald Weasley habían estado en la mansión el día que supuestamente murió su madre. Eso significa que debieron saber que su madre era una mortífaga, y no necesitaba que todos supieran que era hija de un mortífago, pero una pequeña parte también quería saber qué había sucedido esa noche. Claramente había más en la historia que la información que le dieron.

Ivy se sentó a la mesa pensando si era una buena idea o si su relación con la familia Potter se iría por el desagüe. Antes de darse otra razón para echarse atrás, Ivy se encontró buscando a James en los pasillos de Hogwarts.

La pareja llegó frente a la casa Potter en un chasquido rápido. James era el único en quien confiaba y sabía cómo aparecer. Ya tenía suficientes secretos y Harry Potter tenía que saber algo sobre la situación de su madre.

—Si la directora se entera de que nos fuimos, ambos pasaremos meses en detención. —James dijo mientras los dos caminaban hacia la puerta—. Ni siquiera me dijiste por qué estamos aquí, ¿mi madre te indujo a hacer esto? Te juro que no he empujado a Albus por las escaleras.

Ivy puso los ojos en blanco junto a una pequeña risa—. No, tu madre no me invitó a hacer esto, solo hay una pregunta muy importante que tengo que hacerle a tu padre.

James sonrió a su pequeña figura. Estaba loco por la chica, cuando ella le pidió que la llevara a su casa ni siquiera la cuestionó, simplemente entrelazó sus dedos y la llevó a la finca.

La pareja fue recibida por una confundida Ginny—. ¿Qué están haciendo ustedes dos aquí? —Ella cuestionó haciéndolos entrar rápidamente debido al frío—.  ¿La directora sabe que ustedes dos están aquí?

—No. —James dijo besando a su mamá en la mejilla antes de acomodarse en el sofá—. Ivy tiene algo que preguntarle a papá, y me necesitaba para traerla aquí. A este punto, no dudaría si solo me está usando. —James bromeó.

—Te tomó mucho tiempo averiguarlo. —Ginny respondió lanzando una escoba hacia su hijo mayor—. Mientras Ivy habla con tu padre, hazte útil y limpia. Ivy, puedes encontrar a Harry en su estudio. —Dijo Ginny con una cálida sonrisa.

Ivy rápidamente murmuró un gracias mientras subía las escaleras. Contó cada paso con la esperanza de calmarse, no había vuelta atrás en este punto. Ivy se encontró frente al estudio de Harry, él tenía sus lentes puestos mientras estudiaba una hoja de papel probablemente del ministerio. Pronto notó que ella estaba parada en el marco de la puerta tomándolo con la guardia baja.

—Ivy, no te vi allí, ¿Ha pasado algo?, —preguntó Harry preocupado—, ¿James ha vuelto a hacer algo?

—¡No siempre soy yo! —James gritó desde abajo.

Ivy respiró hondo antes de continuar—. Hay algo que quería preguntarte si no es demasiado para manejar.

—Por supuesto que no, ¿qué es?

—Es sobre Celeste Evermore, y lo que pasó esa noche en la Mansión Malfoy. —Ivy dijo en voz baja susurrando la última parte. Observó cómo él se congelaba en su silla mirándola rápidamente a los ojos.

—¿Dónde te enteraste? —preguntó Harry.

—Harlow y Daisy la encontraron en un anuario. Ella estaba en tu año, así que supuse que la conocías, pero investigué un poco más y descubrí que el Mundo Mágico pensó que había muerto mucho antes de que yo naciera.

—Ivy, creo que quizás quieras sentarte para esto.

1998, MANSIÓN MALFOY

—¿Cómo es que sigues viva? —Ron jadeó agarrando a Hermione con fuerza—. Escuchamos tus gritos y pensamos que te habías ido, ¿cómo lograste escapar de Bellatrix?

—Celeste. —Hermione susurró en voz baja—. Estábamos equivocados con ella, ella nos ha estado ayudando todo el tiempo, pero sus tapaderas se volaron. Tuvo que atacar a Bellatrix para salvarme.

—¿Cómo? —preguntó Harry—. Estaba seguro de que ella tenía la marca del Mortífago, lo vi con mis propios ojos, sé que ustedes dos también lo vieron.

—Es parte de su tapadera. —explicó Hermione—. Ella ha sido una espía de la Orden desde su sexto año. Después de que sus padres maníacos de sangre pura la obligaron a obtener la marca, fue a Dumbledore. Quería ayudar, no podía ver morir vidas inocentes a causa de su sangre. Deberíamos haberlo sabido, Celeste siempre defendía a todos, incluso después de haber sido influenciada por todos sus amigos y familiares de Slytherin.

—Tenemos que ayudarla. —Harry dijo después de tomar toda la información que Hermione acababa de decir.

—¿Hablas en serio? —exclamó Ron—. ¡Sus tapaderas han volado, no hay escapatoria del Señor Oscuro!

Harry sacó una botella de líquido dorado de su bolsillo—. Dumbledore me dio esto la última vez que lo vi antes de su muerte, dijo que sabría con quién usarlo, es claramente para Celeste. Ella nació en esta locura, pero nunca dejó que se le metiera en la cabeza, se lo merece, más que nadie. Si no fuera por ella, Hermione no estaría parada aquí.

—Estoy de acuerdo con Harry, Ron. Ella necesita lo que sea que haya en esa botella.

Antes de que Ron pudiera estar de acuerdo con los dos, Celeste Evermore entró corriendo con sangre en la nariz y rasguños en el brazo de su batalla con Bellatrix—. ¡Hermione estas bien! —Exclamó acercándola a un fuerte abrazo—. Dijeron que no revelara mi tapadera, pero no podía soportar tus gritos. Era demasiado para soportarlo.

—Estoy bien, Celeste, pero claramente tú no. Bebe esto. —Ordenó arrebatándole el líquido de las manos a Harry. Celeste miró a la bruja con curiosidad, pero bebió la poción de todos modos. Dejó un sabor borroso en su boca. Pronto dejó escapar un grito de dolor aferrándose a su brazo.

—¡Harry, qué hiciste! —Hermione exclamó agarrando a Celeste antes de que pudiera caer al suelo.

—¡Nada! —Harry exclamó hacia Hermione, tal vez el líquido era otra cosa y él acababa de matarla.

—¡Harry, Hermione miren! —gritó Ron señalando la Marca Tenebrosa que lentamente comenzó a desvanecerse de su piel.

—¡Eso es imposible! —Hermione dijo tomando nota del brazo que alguna vez estuvo cubierto por la marca malvada.

—Ese bastardo. —Celeste se rió entre dientes mirándose el brazo, sintió que se quitaba un gran peso de encima, se sentía como antes una vez más.

—Celeste ahora que está fuera tienes que irte. —ordenó Harry—. Ve al mundo muggle, inventaremos una historia para tu muerte. ¡Puedes ser libre ahora!

—No puedo dejarlos a los tres aquí para luchar solos, no puedo dejar la guerra. —Celeste declaró manteniéndose firme.

—Celeste. —Hermione dijo agarrando a la Slytherin—. Has hecho más que cualquiera de nosotros. Te has enfrentado al Señor Oscuro y le has mentido en su cara, no muchos son capaces de hacer eso. Es tu turno de ser libre, déjanos el resto a nosotros. Eso es una orden.

Celeste les dio una cálida sonrisa a los tres jalándolos a todos en un abrazo—. Díganle a Draco que lo amo. —Ella susurró con lágrimas cayendo lentamente de sus ojos.

—¿De verdad él? —preguntó Ron con una mirada disgustada.

—Seguramente todos lo sabían. —Celeste dijo con una pequeña risa—. Aunque nunca lo hicimos oficial, él siempre ha sido el elegido. Estoy segura de que siempre lo será, pero el destino tiene una idea diferente para nosotros.

—Confía en mí, todos lo sabíamos. —Harry dijo con una pequeña risa.

—Harry. —Dijo Celeste volteándose hacia el chico que vivió—. Nunca podré volver a poner un pie en el Mundo Mágico, pero prométeme que si alguna vez tengo un pequeño corriendo por ahí, ¿cuidarás de él o ella? Incluso si yo no estoy cerca.

—Le daré la bienvenida a ella o a él con los brazos abiertos. —Harry dijo con una sonrisa—. Todos lo haremos.

Con una última sonrisa, Celeste se apareció de la Mansión y nunca más volvió a pisar el Mundo Mágico.

PRESENTE, CASA DE LOS POTTER

—¿Entonces encontrarme en la librería no fue una coincidencia? Lo has sabido todo el tiempo.

—Sí. —Harry dijo con un suspiro—. Lo he sabido todo el tiempo.

pasan que cosas. well, celeste y draco fueron "almas gemelas que no tuvieron su final feliz" sorpresa!