Pétalos | YeJisu

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"Tus pétalos cada vez caían más..."

Original: ghostlyxn

Recuerdo perfectamente el día que nos conocimos, te veías tan hermosa dejando tu sonrisa a la vista de todos, tan brillante, tanto que incluso opacaba al sol. Desde el primer momento, supe que eras un ser especial.

Cuando comenzamos a conocernos te me hiciste bastante interesante, tu vida había dado tantos giros y habías pasado por mucho, admiraba tu increíble fortaleza. Quiero creer que gracias a todo lo que te había sucedido, fue el por qué desarrollé una clase de apego a tí.

No podía apartarme de tu lado fácilmente, cosa que me asustaba. Despertabas en mí sentimientos que eran demasiado hermosos, pero que a la vez me aterraba sentir, todo era una novedad para mí apesar de que para tí parecía ser algo normal. Eso me hacía preguntarme diversas cosas que al final descubriría poco a poco.

El tiempo pasaba muy rápido cuando estaba a tu lado, era como si las manecillas del reloj se apresuraran en terminar su recorrido con el objetivo de separarnos. Los segundos pasando como suaves soplidos del viento, las horas pasando como el aleteo de una bella mariposa revoloteando alrededor.

Conforme pasaba este, se me hacía más curiosa aquella florecita en tu cabeza. Parecías no quitártela y no aparentaba marchitarse con el paso de las horas, a veces no sé como sentirme cuando recuerdo aquél día en el que intenté quitarla de entre tus hebras y soltaste un quejido de dolor.

Nunca logré comprender aquella enfermedad que tenías. Era tan inverosímil que me negaba totalmente a aceptar que algo tan bello como la flora, irónicamente, te marchitaba por fuera.. y por dentro. Resultaba tan doloroso observar como vomitabas pétalos y tu rostro palidecía cada vez más, tus labios curvándose en una leve sonrisa sin importar los rastros de sangre que se hallaban en estos.

Compartiste tu dolor conmigo. Compartiste muchísimas cosas conmigo, las lágrimas recorren mis mejillas cuando te recuerdo.

¿Por qué tu amor era unilateral? No podía evitar sentirme tan impotente al ver como te desvanecías poco a poco a causa de un sentimiento tan bello pero no correspondido. Mi corazón era tan débil por tí, tanto que a veces sentía pena por mí misma, por que yo sabía que nunca podrías amarme.

Lloraba todas las noches al verme enamorado tan profundamente de tí.. amaba todo, desde tus cabellos hasta tus pies, desde tu corazón hasta tu alma. Eras tan utópica que parecías más un sueño que una realidad, tu perfección era tanta que incluso yo me cuestionaba acerca de tu existencia.

Intenté hacerte feliz todos los días, era una promesa que me había hecho cuando me di cuenta de que tu sonrisa era una de las cosas que más amaba de tí. Aunque fuera sólo una risa la que soltaras, para mí eso era más que suficiente, no tienes idea de lo bien que me sentía al ser la causa de tan bello sonido. Cuando entrelazábamos nuestros dedos, cuando nos abrazábamos, cuando simplemente compartíamos minutos juntos, eran de los momentos más lindos que podía tener. Momentos que quedaron grabados y guardados en lo más recóndito de mi mente, en lo más profundo de mi corazón.

Me pregunto.. ¿Cómo sería todo si estuvieras aquí conmigo? Quizás yo no estaría así de mal.

Me sentí destrozada al saber que había una cura pero aún así te negaste a ella. Y lo comprendo, lo hago perfectamente. La alternativa no era del todo buena para nadie, aunque esta te permitiera estar en este mundo.

A mi lado.

"YeYe unnie.. yo no quiero esa cura. Si mis pétalos se van, mis sentimientos lo harán también. Yo no quiero vivir una vida así, a eso nisiquiera se le puede llamar vida, simplemente sería.. un cascarón vacío. Sé que puede sonar duro, pero algún día tendré que partir, y tiene que aceptarlo. No quiero que usted sufra por una niña como yo, quiero que sea feliz con alguien, que tenga una pareja, amigos, quiero lo mejor para usted. La quiero demasiado, así que haga eso por mí".

Te abracé con fuerza, no quería soltarte. A pesar de tenerte en mis brazos, no podía sentirte realmente. Tu calor ya no era el mismo, tu sonrisa se había escapado, ahora tu tacto era frío, y yo no quería aceptar lo que estaba pasando.

Estabas en la recta final, lo sabía perfectamente.

Estabas esperando a marchitarte por completo junto a esas bellas flores, te habías rendido. No quedaba esperanza en tu mirar, ni alegría en tus palabras. Y no me quedaba más que dedicarme a tragar mis lágrimas al verte, a ignorar aquella horrible opresión en lo más profundo de mi pecho. Te estaba perdiendo, no podía hacer nada al respecto.

Sentía tanta desesperación al verme sin la oportunidad de hacer algo al respecto, no podía más que mandar todo a la mierda mientras tú te apagabas, postrada en tu cama. Lloré mirando al cielo, rogando que todo fuera una pesadilla. Efectivamente lo era, era una pesadilla viviente.

Y así fue como luego de una semana de completa agonía por parte de ambas, por fin me dejaron verte nuevamente. Te arrullé entre mis brazos, te llené de cariño y confesé mis sentimientos, prácticamente ahogado en mis lágrimas, saladas, igual que el sentimiento que se extendía por todo mi ser. Me miraste y por un momento, logré apreciar un tenue brillo en tus ojos opacados por el dolor. Con esfuerzos, tu mano se acercó a mi mejilla y me sonreíste de manera leve. Sabía perfectamente que no era correspondido, inclusive omitiendo ese destello de felicidad que mostraste antes de apagarte por completo, tosiendo y liberando más de aquellos pétalos rosados mezclados con sangre, el viento llevándose tu último suspiro.

Sostuve tu mano antes de que cayera, y lloré, lo hice como nunca. La sensación era tan desgarradora e insoportable que dudaba siquiera recuperarme. No podía parar de murmurar "Te amo" aunque fuera completamente inútil. Te habías ido, estaba sola. De nuevo.

Te abracé fuertemente, me negaba a dejarte, pero debía hacerlo. Ese día fue el último en el que pude apreciar tu rostro, y omitiendo toda la aflicción que hubo en el, siempre quedará en mi memoria. Por siempre y para siempre.

Tu oscura cabellera siendo adornada por una corona de florecillas, las cuales se veían hermosas por ser parte de tí, junto con tu hermosa piel de porcelana y tus labios color rosa pastel. Aquella mirada tan hermosa y profunda que reflejaba las más brillantes estrellas, conformando una galaxia.

Nunca iba a olvidarte. Nunca.

Yeji suspiró, aún arrodillada frente a la tumba arreglada con tantas flores, casi igual de hermosas como su pequeña Lia. Dejó que las gotas de agua se pasearan por su rostro, por toda la extensión de su cuerpo.

Y tosió.

Sonrió débilmente al observar el pétalo lila caer suavemente en la palma de su mano, viéndose igual de delicada como lucían aquellos pétalos rosas.

Más sin embargo, ella no quería dejar ir sus sentimientos por aquella niña de hebras color chocolate, así que negó. Riendo un poco, se levantó, sabiendo que era lo que comenzaba a experimentar.

Una enfermedad, a causa de un amor unilateral.

Y para ella, definitivamente no había cura.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro