Muñeca de juegos | 2Shin

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"Porque para Shin Ryujin, Shin Yuna sólo fue una muñeca para juegos y divertirse un rato".

Original: CHRiSPR1NG

¿Por qué para ti fue tan fácil jugar con mis sentimientos? ¿Por qué jamás me di cuenta de que fingías?

Todo, todo el maldito mundo se dio cuenta, todos sabían que jugabas conmigo, ¿por qué fui la única estúpida que no se dio cuenta de lo obvio?, y quizá por eso lo hiciste, porque soy una presa fácil, porque soy una estúpida, una niña cegada por sus sentimientos.

"Que coincidencia, también me gustas", vaya mentira, la cual creí, tan sólo porque eras tú, Shin Ryujin.

Me ilusioné tanto luego de aquello, que ni siquiera noté que tú no me tratabas como lo que eramos, novias.

Te tomaba de las manos, a ti no te importaba mientras que en mi las emociones florecían cada vez más.

Entrelazaba tus dedos con los míos, y tú no tenías reacción mientras que yo estaba muriéndome de emoción tan sólo por poder tener un poco de contacto contigo.

Cada que podía decía que te quería, tú san sólo sonreías. En ese momento creía que era una sonrisa sincera, una sonrisa que tan sólo yo podía apreciar, pero no era nada más que una sonrisa burlona, te burlabas de mí, de mis sentimientos no correspondidos.

Quería estár casi todo el tiempo contigo, pero tú estabas con tus amigos, ni siquiera me mirabas, no me dabas ni un mínimo de atención, pensé que debía darte algo de espacio, que era normal que no quisieras pasar todo el día conmigo, pero ni siquiera querías pasar algo de tiempo conmigo.

En nuestra primera cita fuera de casa, la cuál sólo aceptaste porque yo te supliqué, fue nuestro primer beso. Shin Ryujin, no tuviste ni la más mínima reacción, para ti fue tan sólo un beso más de todos los que diste, mientras que para mi fue lo más especial, porque fue mi primer beso y fue contigo, "la chica de mis sueños", dijo alguna vez la inocente Yuna de quince años que no sabía que estaba siendo engañada y utilizada como una muñeca.

Luego de unos meses tuvimos otra cita, la cual terminó en la cama. Sinceramente fue algo espléndido para mi, fue algo mágico, porque lo hice contigo. Pero para ti fue una noche de sexo más. Yo me creía tan especial en ese momento por ser tu novia, pero yo para ti siempre fui... una más.

En la mañana siguiente creí que amanecería abrazada contigo, pero no pude ser más estúpida al creer en aquello.

Pensé que tuviste que irte por asuntos importantes, pero jamás hubiera imaginado que en el colegio me tratarías como si fuera una desconocida para ti. Porque esa fue la última fase de tu juego, acostarte conmigo, tener algo de placer para luego descartarme como si fuera una hoja que ya no te sirve al bote de basura.

Honestamente no comprendi por qué me ignorabas, intenté de todo para que me hicieras caso, pero fue en vano todo mi esfuerzo. Hacías como si tan sólo fuera un mosquito molesto.

Esa misma tarde, al salir del instituto, tú y tus amigos me llamaron, me sentí tan feliz en ese momento. Pero eso no duró mucho hasta que tú, mi tan querida Ryujin, dijiste lo que me partiría el corazón en miles de pedacitos.

"Fuiste un juego, muñeca".

Te acercaste a mí con una sonrisa socarrona. "Eres una tonta", fue lo que dijiste con tu mirada, y yo lloré, lloré por haberte creído. Tan sólo salí corriendo de allí mientras que ustedes se reían de mí.

Todo el tiempo fui un juego, una muñequita con la cual divertirte un rato para luego tirarla.

Me tiraste junto con el otro montón de muñecas con las que alguna vez jugaste y que cuando te aburrieron las tiraste al igual que a mí.

Una muñeca de juegos, todo el tiempo me viste como eso, fue una lástima que jamás me di cuenta a tiempo, porque es tan grande el dolor que me provocaste que una simple mortal como yo no podría soportarlo.

Jamás debi haberme enamorado de ti, confíar en ti fue un grave error.

Esta muñequita en unos momentos ya no existirá, y espero que estés contenta de haberme echo llorar y sufrir, espero que estés feliz por haber jugado conmigo como si fuera una muñeca, Shin Ryujin.

Shin Yuna

Y justo en el momento exacto en el que Ryujin terminó de leer la carta que Yuna dejó en su mochila, el ruido de un balazo se pudo oír en todo el instituto. Y ella, junto con toda la multitud, fue a averiguar que había ocurrido. Por lo visto había pasado algo en el baño.

Una profesora, asustada al igual que todos los demás, abrió lentamente la puerta de uno de los cubículos por el que se asomaba un pequeño charco de sangre.

La piel de Ryujin se erizó completamente al verla allí, con una pistola en manos, el rostro ensangrentado, tirada en el suelo y su cuerpo evidentemente ya sin vida.

Simplemente, plop.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro