Capitulo 2

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Miami, Florida 8:34AM

POV Anne

Me había olvidado de lo caliente que era Miami, acostumbrada al clima frío de Europa, este cima era extraño para mi, pensé mientras me quitaba el abrigo. Caminé entre la gente que iba de un lado para otro, pegados a sus teléfonos celulares con conversaciones entretenidas, cepillo mi cabello con la mano mientras me pongo mis ray-ban en mi rostro, me dirigí a la salida del aeropuerto de Miami y pude divisar a un mercedes negro.

-¡Buenos días! señorita Boonchuy. -El conductor habló cortésmente.

-¡Buenos días! Hopediah. -hablé entrando en el carro. Dentro del coche había una temperatura regular gracias al aire acondicionado.

-¡Oh por Dios! ¿Desde cuándo Miami es tan caliente? -murmure dejando caer mis pertenencias en el asiento.

-Siempre señora, el clima aquí es siempre fue caliente. -escuché a Hopediah decir en medio de una risa baja. -Perdón por preguntar, pero ¿Cómo está su padre?

-¡Tienes razón! me he olvidado de como son las cosas aquí. -dije en voz baja mientras me acomodaba en el asiento del coche. -Él está bien, está en los Ángeles con mi familia.

-¡Eso es genial! Me agrada el señor Boonchuy. ¿A dónde la debo llevar? -Preguntó mirando por el espejo retrovisor.

-A mi nuevo apartamento Hopediah, sigue el camino derecho yo te iré dando las coordenadas.

Él asintió dejando aquel lugar.

Mirando las calles de Miami por la ventana del podía recordar mis tiempos cuando viví aquí, y que buenos tiempos diría yo. Conocía la cuidad como la palma de mi mano. Nunca fui esa Anne que solo pensaba en el trabajo, había disfrutado de la vida un poco, no mucho. Mis pensamientos vagaron por los recuerdos de todas las cosas que hice en mi adolescencia, pero ahora eso estaba en el pasado, Anne inmadura e irresponsable ya no existía.

-Gire a la izquierda en la siguiente cuadra. Obedeció a mis coordenadas perfectamente.

Finalmente llegamos al edificio donde ahora estaría viviendo. Hopediah rápidamente salió del carro dando pasos grandes hacia la puerta, y el la abrió.

-Gracias. -dije con una sonrisa.

Hopediah era mi conductor desde que estaba joven y vivía con mis padres, es un anciano muy útil, por cierto.

Entré en el vestíbulo del edificio donde los empleados se colocaban en su debido lugar. Era cómico como se comportaban ante mi presencia, las personas a menudo se sentían nerviosas, quizás la forma grosera y arrogante que yo les daba a demostrar, y no me importaba dar esa imagen. Para ser respetada ellos tenían que temer ante mi presencia.

-Buen día señorita Boonchuy, nuestro personal pondrá sus maletas en su apartamento, es el 308, el único y gran apartamento.

Yo no dije nada, solo asentí con la cabeza y me dirigí al ascensor. Al llegar a mi apartamento, el chico de pelo rojo iba detrás de mí poniendo todas mis cosas perfectamente bien en mi habitación.

-¿Algo más, dama? -Preguntó.

-Nada, usted se puede retirar. -Dije.

El apartamento era grande, un área enorme con un estilo contemporáneo y sofisticado, los muebles de color blanco y marrón, paredes en colores claros y otros oscuros, algunos cuadros de pintura, todo era de mi agrado. Me acerque hasta la sala para descansar en el sofá, tomando la parte superior de mis zapatos que maltrataban mis pies quitándolos enseguida. Dejé que mi cuerpo se hundiera en el cómodo sofá, el viaje había sido largo, la vida había sido muy dura para mi. Me levanté para dar al balcón de mi apartamento. Podía tener una hermosa vista de los rascacielos de Miami y su hermosa costa, esa era la ventaja de vivir en lo más alto. Desde arriba podía ver todo el movimiento de las personas que paseaban de un lado a otro, viajando en sus autos, se escuchaban las bocinas, gente hablando en voz alta. Solo que no era peor como en Nueva York. Oí el ruido proveniente de mi celular, entré de nuevo a la habitación, agarré el celular de la mesita de noche, el número era desconocido para mi, pero sin duda era de Miami.

-¡Hola!

-Me gustaría hablar con Anne Savisa, ¡por favor! -Oí una voz conocida en la línea, no lo podía creer.

-¿Quién eres? -le pregunte con algunas dudas.

-Una vieja amiga, muy sexy. -Sonreí era imposible no saber de quien se trataba.

-¿Park?

-No olvidas mi voz, ¿No es así Boonchuy? -Podría jurar que estaba sonriendo.

-¿Cómo podría hacerlo? -dije con una sonrisa en mi cara.

Willow Park, era mi mejor amiga de la infancia, a su lado hice las cosas mas locas en mi vida. Las dos nos quedamos como amigas inseparables, todo lo hacíamos una cerca de la otra, Willow ha sido siempre mi apoyo, estuvo conmigo en los momentos difíciles y complicados en mi vida, algunas personas incluso pensaban que teníamos algo más que amistad, a ella le gustaban las mujeres, pero definitivamente Willow y yo no pasábamos más de unos simples besos en modo de juego, pero nuestras vidas tomaron caminos diferentes, teníamos años sin vernos.

-He oído que regresaste a Miami, he estado averiguando donde estabas viviendo ahora. -Ella dijo riendo. -Cielos Anne, ¡te extraño mucho! -Escuché su voz un poco melancólica.

-¡Yo también Willow! ¿Cómo conseguiste mi número?

-Es secreto, tengo mis contactos. -habló en tono convencido.

-¡Bien! Ven a verme, yo vivo en el centro de Miami Palace.

-¡¿Eso es para mostrarme que ahora eres millonaria?!

Yo no podía dejar de reír Willow siempre hacía bromas, siempre me sacaba una sonrisa. Estar cerca de ella era sinónimo de diversión y buenas risas.

-Obviamente no, pero sabes que siempre he querido vivir aquí, y ahora puedo. -hable un poco convencida.

-Eres una puta ama, incluso, tengo que terminar unas cosas aquí e iré a visitarte, quiero que luzcas realmente sexy. -Dijo y después cortó.

Mientras Willow no estaba, tomé una refrescante ducha en la bañera. Estaba cansada de un largo viaje, para mi no era divertido pasar viajando de Paris a Miami y vivir en las líneas aéreas.

Era casi de noche cuando oí el sonido de la campana, me levanté de la cómoda cama para atender la visita.

-¡Oh Dios mío! ¡Boonchuy estas tan hermosa! -Ella dijo abrazándome con fuerza. Me reí por su fuerte abrazo.

-Tú tampoco te quedas atrás ¿No? ¡Estás preciosa! -Dije abrazándola con cariño. -Por favor siéntate.

Hablamos durante horas en la sala de mi casa, Willow me dijo todo lo sucedido después de mi partida, se graduó de derecho y que ahora estaba en una de las empresas más grandes de Miami, era obvio que yo quería que trabajara para Industrias Boonchuy. Dijo que por años estuvo enamorada de Boscha, nuestra tercera amiga inseparable de la infancia, no me sorprendió, no era ningún secreto que Willow y Boscha estaban enamoradas la una con la otra en el colegio, pero la manera tan perra de Willow siempre lo arruina todo.

-No puedo creer que dejaras ir a Boscha. -Me queje, tomando un sorbo de mi bebida.

-Yo no podía hacer nada, ella jura que la engañe, pero lo juro que yo no lo hice.

-¿Enserio? -Le pregunté con duda.

-Te juro Anne, la rubía era muy candente lo admito, pero no me quede con ella. -Murmuro triste.

- Y porque ella piensa que tu lo hiciste. 

Willow lleno el vaso de whisky.

-Digamos que vio una foto mía besando a la chica. -hablo demasiado rápido.

-Me dijiste que no habías estado con ella. -Dije, lanzándole unos cojines a Willow.

-Yo no lo hice. No tuve sexo con ella Anne, fue solo un beso, y no fue tan bueno.

-Aun así Boscha era una chica maravillosa.

-Lo sé, deja de recordarme eso, por años he pensado en ella.

-¡Eso apesta! Me encantó verlas juntas.

-Ella es la mejor chica con quien he estado, pero no vamos hablar de ello. No quiero estar triste.

-¿Pero qué hay de ti? ¿Como va tu vida? -Pregunto acomodándose en el sofá, poniendo su cabeza en mi regazo.

Nunca me abrí de esta manera con cualquier persona, la gente sabia lo que necesitaba saber. La perspectiva de las personas sobre mí era de una persona arrogante, cerrada e infeliz. Todo esto es debido que viví mi vida en función a mi empresa. Tal vez ser dueña de una multinacional a temprana edad me hizo alguien demasiado dura, no hay tiempo para disfrutar más de lo que el mundo me podía ofrecer, pero en mi caso no tuve otra opción de si o no. Era si o si, pero la unica persona que sabia quien era realmente era Park. Le dije todo lo que experimenté después de salir de Miami, todos los detalles que nadie más sabe, solo ella.

-¿Quieres decir que ahora eres dueña de una multinacional, millonaria, soltera y que vive por trabajo? ¡Mi Dios! Nunca me imaginé que serías tan poderosa. Pensábamos que serias el garbanzo negro de la familia. -Willow habló riendo.

-Algo así. -Dejé escapar una leve sonrisa. -pensé que sería, pero no tenía opción Willow, alguien tenía que tener en cuenta los negocios, y esa persona soy yo

-Pero ¿Qué pasa con Sprig y Polly?

-Sprig no tiene nada que ver, sabíamos hace mucho tiempo que se encargaría de una sucursal en Nueva York. Y bueno, Polly es muy joven todavía, ella no puede ser la jefa, pero tal vez algún día.

-¡Vaya! Así que tú eres la jefa en vez de tu padre.

-¡Exacto! Él decidió que así fuera, y aquí estoy. -sonreí.

-No debes tener tiempo ni de respirar, ¿hace cuánto que no tienes sexo?

-¡Dios mío! -me levanté y pude jurar que mi cara estaba roja.

Willow se levantó y caminó hacia mí.

-¡Ah! Vamos Anne Soy tu amiga. Las dos sabemos todo sobre la otra, así que dime. ¿Cuánto tiempo llevas sin tener diversión? -preguntó con insistencia.

-No se Willow, no recuerdo. -Hable con desesperación.

-¡Maldita sea Anne! Pareces una vieja, vamos a dar una vuelta en Miami, tenemos que volver a los viejos tiempos, y respirar un poco. -dijo tomando el último sorbo de whisky.

-¿Qué? -le pregunté sorprendida.

-Eso es lo que haremos, celebrar tu regreso. -Ella dijo sosteniéndome la mano.

-No, no nada de nada -dije soltándome.

-¡¿Porqué no?!

-¡¡Park!! ya es demasiado tarde.

-¿Cuántos años tienes? ¿12? Vamos Anne, tengo certeza que no tienes vida fuera de la empresa, se te ve en la cara. -Ella exclamo poniéndose la chaqueta.

-No puedo salir de fiesta Willow, mañana tengo que presentarme con los accionistas como la presidenta de la compañía, ¿te das cuenta?

-¿Y qué? Necesitamos emborracharnos, salir, bailar, conocer gente nueva, lo necesitas.

-No Willow, me quedaré, lo hacemos otro día, tal vez otro fin de semana. -dije sentándome en el sofá.

-Te doy 20 minutos. -decidió ella.

Para Willow no había un no, Park es terca como una mula cuando ella dice algo hay que cumplirlo, no había ninguna persona que la hiciera cambiar de opinión. Después de mucha insistencia me fui a mi habitación, la oí gritar desde abajo que me vistiera con algo atrevido. Me eché a reír a la vez, pero yo elegí algo que estaba acostumbrada a vestir, una falda color negra muy pegada arriba de las rodillas, una camisa de seda blanca y unos tacones altos color negro. Dejé mi pelo suelto, era ondulado, mi maquillaje era suave, lo único que destacaban eran mis ojos y mi boca cubierta por un lápiz labial color rojo.

-¿Nos vamos? - le dije.

-¿Donde está tu ropa casual? ¡Por Dios! luces como una empresaria 24/7.

-¡Ah! ¡Déjame Park!

-¡Lo haré! solo por que te ves como una candente empresaria con esa ropa. Me reí de su comentario.

-Ahora vamos, te llevaré a un lugar muy maravilloso. -Ella dijo emocionada.

Fuimos en su coche, Willow me llevó a cenar a unos de los restaurantes caros de la costa de Miami, me pareció que nos íbamos a quedar en este lugar hasta que tuvo una idea.

-La cena fue genial, pero ahora vamos a lo que nos interesa. -Ella dijo poniendo en marcha el coche.

-¿A dónde vamos? -Le pregunté temiendo su respuesta.

-En el mundo de la diversión, recordemos los viejos tiempos. -dijo con una sonrisa.

-Espera... espera -comencé hablar, pero ella me interrumpió. -La cena en si fue maravillosa, hablamos mucho.

-No digas nada Anne, solo aclárame una duda, ¿todavía eres lesbiana? -Ella dijo explotando de la risa.

-¿Por qué quieres saberlo? -avergonzándome por su pregunta.

-Es por tu cara, te gustan. ¡Gracias Dios! Pensé que habías o perdido la gracia de la vida. -Ella dijo sonriendo.

Yo no dije nada. Pasamos por algunas calles recordando viejos tiempos cuando pasábamos en choche junto con Boscha por las calles Miami, la conversación nos hizo reír, eran buenos tiempos. Fue cuando nos detuvimos frete a un enorme establecimiento sofisticado e iluminado, con un cartel de neón "Imperium".

-¿Qué es esto Park? -Le pregunté mirando el lugar.

-¡¡La diversión Anne!! Es el mejor club nocturno de Miami. -Ella dijo emocionada.

-¿Una discoteca? Willow tengo una reunión importante mañana, yo no soy una mujer irresponsable

-Nosotros no demoraremos. ¿Está bien? Solo para que lo sepas, te encantara este club, ven a conocer Imperium. -dijo saliendo del coche.

-"Ésta chica está loca" -pensé al salir del coche.

Al frente había una fila enorme, al parecer el club era muy conocido. No me acordaba de su existencia cuando vivía aquí. Caminamos en paso lento de la fila, Willow ya estaba muy impaciente, la mire que estaba buscando algo en sus bolsillos, me imagine que era su celular.

-¿Tenemos que quedaros aquí? Ya no tengo edad para esto. -me quejé.

-Anne deja de actuar como una anciana, que solo tienes 25 años. -Ella habló y luego le dio más atención a su dispositivo, ignorando totalmente mis quejas, Willow pasó menos de dos minutos en la conversación.

-¿A quién llamabas? -pregunte mirando.

-A una amiga que nos ayudará.

No pasó mucho tiempo cuando ya teníamos ante nosotras a una mujer rubia y elegante en la entrada. La mujer hizo una breve inclinación de cabeza, y luego nos llamó para acercarnos en la entrada. Pasamos por delante de algunas personas que nos miraban de manera hostil.

-¡¡Terri!! -Park habló abrazando a la mujer de cabellos azules.

Ella parecía estar en un rango de 35, era bien alta, de rostro largo de buenos rasgos fuertes. Terri, como Willow la había llamado al parecer tenía mucho dinero.

-¡Willow! ¡Que placer tenerte aquí de nuevo! - la mujer dijo alegremente.

-El placer es todo mío, ¡me encanta este lugar!

-Estoy muy feliz querida, tú eres uno de mis clientes VIP no lo dudes. Willow sonrió y se colocó a mi lado.

-Terri traigo una amiga a conocer "Imperium", se llama Anne.

-¿Anne? ¿Anne Boonchuy? -Preguntó Terri.

-Si, ¿Ya me conoces? -le pregunté acercándome más a ella. La mujer me agarró la mano en un saludo cordial.

-¡Toda Miami sabe quién es la señorita Boonchuy! Una importante empresaria ¿No es así? Es un honor tenerte aquí en "Imperium".

-El placer es todo mío, es un lugar muy interesante. 

Observé a la mujer sonriendo.

-No has visto nada todavía. -dijo misteriosamente. - ¡Pero vamos! Voy a escoger un lugar para las dos. Llegaron en un buen día, nuestro principal atractivo esta aquí hoy. Te garantizo que no saldrán decepcionadas niñas.

Miré a Park que tenía una sonrisa enorme, nunca había entrado a un lugar así. Quería irme pero algo en mi gritaba que me quedara. Yo podría lamentarlo después, pero solo después.

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